TIEMPOS DEL MUNDO

jueves, 8 de octubre de 2015

HOIA BACIU: El bosque “encantado” de Rumania

Cuando uno piensa en Transilvania, lo primero que se nos viene a la mente es Drácula. Pero, dejando a Vlad Tepes de lado (la persona considerada el modelo del mítico conde vampiro), los majestuosos paisajes de la zona, son quizá, el hogar de los bosques más embrujados del mundo. Sin duda alguna, el más famoso – y misterioso - de todos es el Hoia Baciu situado fuera de la ciudad de Cluj Napoca, en la región histórica de Transilvania, en el cual suceden extraños sucesos que la ciencia no puede explicar, lo que ha dado paso a toda una serie de teorías de los mas audaces. En efecto, muchos residentes locales creen que el sitio esta maldito y que si entran, no van a poder salir. Su carácter paranormal incluye fenómenos como luces, voces, apariciones y contactos con extraterrestres. Por si esto fuera poco, en el interior del bosque hay un círculo perfecto donde no hay vegetación y no crecen los árboles. El área primero ganó reconocimiento fuera de la región cuando en 1968 el biólogo Alexandru Sift, mientras abordaba una expedición científica en la selva, tomó una foto de un disco en forma de OVNI. En agosto de ese año, el bosque fue protagonista de uno de los eventos más famosos relacionados con OVNIS. A los 45 años de edad, un técnico militar llamado Emil Barnea ignoró las advertencias de los lugareños y entró en el bosque durante un fin de semana, con su mujer y un grupo de amigos. Por la tarde, cuando Emil decidió recoger algo de leña para pasar la noche, se vio alertado por los gritos de sus amigos. Rápidamente se dirigió hacia ellos, y en ese momento vio un extraño objeto volando bajo de color blanco brillante y deslizándose en silencio por encima de los árboles. El extraño objeto pasó de moverse lentamente a realizar rápidas maniobras, antes de salir disparado hacia el cielo. Sin embargo, el bosque es conocido por mucho más que sólo el fenómeno relacionado con alienígenas. Entre la comunidad de cazas fantasmas e investigadores de lo paranormal, tales como el Dr. Adrian Patrut, presidente de la Sociedad Rumana de Parapsicología, se lo conoce como el Triángulo de las Bermudas de Transilvania. “Algunos expertos creen que se trata de un verdadero Triángulo de las Bermudas rumano. La zona puede ser certificada como tal, sobre todo por vídeos y fotos excepcionales, junto a testimonios de investigadores que lo han estudiado durante décadas”, dijo el Dr. Adrian Patrut en declaraciones a The Telegraph. Los visitantes de la zona hablan de sentimientos intensos de ansiedad. Por otra parte, algunos de los que se aventuran adentro de los misteriosos bosques, salen con inexplicables erupciones cutáneas, quemaduras y otros efectos como migrañas, náuseas, vómitos, e incluso sin la noción del tiempo. Para hacer las cosas más amenazantes, algunos de los árboles del bosque están retorcidos y deformes, como los representados en antiguos cuentos de hadas. Este paisaje se suma a la ansiedad experimentada por quienes ingresan de visita. Lo que mas llama la atención es un área particular en medio del bosque de forma circular en el cual no crecen árboles. Algunos investigadores paranormales creen que esta zona es especialmente alta en actividad. Según las leyendas de la región, el nombre del bosque surge en memoria de un pastor local que desapareció junto con sus 200 ovejas, de los cuales nunca se supo su destino. Otras leyendas incluyen que los espíritus de aldeanos asesinados fueron atrapados en el bosque, y no son capaces de salir. Los visitantes del bosque a menudo “oyen voces sin cuerpo”, y a veces son testigos de “cuerpos sin cabeza flotando en medio de los árboles” afirma Patrut , quien se mantiene estudiando la zona desde la década de 1970, pero por desgracia, no hay conclusiones sobre esta extraña atmósfera que envuelve al bosque. En los últimos años, debido a su fama, el sitio ha atraído muchos turistas, ya sea buscando avistamientos de OVNIS, encuentros fantasmales o experiencias espirituales. No cabe duda que Hoia Baciu guarda aun muchos secretos que esperan ser descubiertos.