jueves, 24 de noviembre de 2022
EXTRAÑA POSIBILIDAD: ¿Los OVNIS son tripulados por seres humanos provenientes del futuro?
Como recordareis, el pasado mes de junio, un astronauta británico fue noticia al referirse a la posibilidad de que los OVNIS que se ven en nuestros cielos sean tripulados en realidad por humanos provenientes del futuro y que nos observan, vaya uno a saber con qué oscuros propósitos. En efecto, esta curiosa teoría fue formulada por Tim Peake - un piloto de pruebas condecorado y primer astronauta de la Agencia Espacial Europea (ESA), con más de medio año de estancia en el espacio, incluida la Estación Espacial Internacional (ISS) - en el programa de televisión “Good Morning Britain”, donde respondió a una serie de preguntas sobre los UAP, mejor conocidos como objetos voladores no identificados u OVNIS, y ofreció una teoría particularmente extraña. “¿Cuál es tu propia opinión al respecto?”, le preguntó el presentador Richard Madeley al astronauta británico. “¿Crees que estas son cosas de reinos del más allá [o] el desarrollo de armas secretas?” Peake admitió que, luego de haber visto algunos de los videos UAP del gobierno de EE.UU., no cree que sean armas secretas. “Escuché una teoría”, dijo el astronauta, “Donde un piloto dijo que había estado en el futuro, debido a que es posible realizar viajes en el tiempo. ¿Fue alguien que regresó del futuro?” Esto provocó risas entre los tertulianos del programa de televisión, y el astronauta admitió que a pesar de todas estas teorías sobre la naturaleza de estos fenómenos no identificados e inexplicables, en última instancia, no sabemos su verdadero origen. Aunque nos pueda parecer una teoría extravagante, la posibilidad ya se ha planteado antes. A principios del 2020, el profesor y autor de la Universidad Tecnológica de Montana, Michael Masters, publicó un libro en el que postuló que los alienígenas somos “nosotros” del futuro, y quienes pilotean esos objetos no identificados podrían estar secuestrando personas para estudiarlos en un sentido antropológico. “Los aparentes relatos de abducciones son en su mayoría de naturaleza científica”, dijo Masters a The Daily Express en una entrevista sobre su libro. “Probablemente sean antropólogos, historiadores y lingüistas del futuro, que regresan para obtener información de una manera que actualmente no podemos obtener sin el acceso a esa tecnología. Creo que la explicación más simple, es que los que llamamos alienígenas, seamos nosotros mismos” expreso. Si asumimos que los OVNIS no sean naves extraterrestres sino de humanos provenientes del futuro, entonces ¿qué ocurre con las señales ‘alienígenas’ que estamos recibiendo? Quizás estás señales sean enviadas por humanos establecidos en otros mundos, para sus “pilotos” que han venido del futuro. Aunque tampoco podemos descartar la posibilidad de que estos OVNIS sean conducidos por entidades robóticas que han remplazado a los seres orgánicos con la intención de viajar a distancias siderales que los seres vivos no podrían hacerlo, debido a la inmensidad del espacio ya que por más veloces que sean, tardarían cientos o incluso miles de años para llegar de un extremo a otro de la galaxia. Como sabéis, la gente es muy creativa a la hora de explicar los viajes en el tiempo en la ficción, pero ¿cómo funcionaría en la vida real? ¿Podría hacerlo? ¿Cómo podríamos empezar a explicar la idea de que los humanos del futuro nos visiten viajando en el tiempo? Tal vez pienses que el tema de los viajes en el tiempo plantea muchas preguntas, y que muchas de ellas son probablemente decisivas a la hora de argumentar sobre el potencial de los viajes en el tiempo. No es un error, pero hay una cuestión realmente fundamental que subyace a todos los demás tipos de teorías y que separa esencialmente a los científicos que realizan un trabajo riguroso de las personas que sueñan un poco. Podemos soñar, pero no es lo mismo que un artículo revisado por pares sobre mecánica cuántica, en términos de trabajo científico que podamos utilizar. La cuestión clave es la direccionalidad. Casi todo el mundo está de acuerdo en que si el viaje en el tiempo es posible, lo es más en una dirección que va hacia adelante en el tiempo, básicamente acelerando la forma en que ya experimentamos el paso del tiempo. Y hay algunas formas en las que el universo parece "viajar en el tiempo" de forma natural de esta manera, como el paso del tiempo de forma relativista para una persona en el espacio frente a la tierra. Tenemos ejemplos a nuestro alrededor de la física que podría causar eventualmente viajes en el tiempo. Pero, ¿es posible viajar al pasado? Eso requiere algo más de gimnasia mental. Estamos rodeados de ficciones en las que la gente salta en el tiempo como si nada, pero es posible que los mecanismos que permiten una dirección no permitan la otra, y viceversa. Hay algunas teorías sobre viajes en el tiempo hacia atrás, como algo muy lejano que implica un agujero de gusano con un lado estacionario y otro que viaja muy, muy rápido, creando una especie de anomalía temporal. Y, obviamente, está la física cuántica. Un grupo importante del pensamiento sobre los viajes en el tiempo se basa en los universos múltiples, lo que significa que las decisiones repercuten en diferentes versiones del universo. Al viajar hacia atrás en el tiempo, simplemente te acercas a una versión diferente de ti mismo desde un mundo paralelo. Otro postula que puede haber sólo una (o ninguna) realidad compartida, pero donde las partes probabilísticas de la mecánica cuántica simplemente no permiten que se produzcan paradojas. Eso significa que, si efectivamente estuviéramos viendo a los humanos del futuro volando por los cielos y tratando de no romper la Primera Directriz, la probabilidad cuántica podría explicar por qué, de alguna manera, nunca los vemos claramente o encontramos sus naves. Eso deja abierta la pregunta: ¿dónde está la máquina del tiempo?. A menos que de alguna manera también esté situada en el espacio, estas naves están llegando y despegando desde algún lugar. Si la máquina ya tiene que estar funcionando hoy para que podamos entretener a los futuros visitantes, no hay forma de que hayamos construido esa máquina en el cielo. Así que esa es otra pequeña paradoja, pero probablemente no impedirá que nuestras mentes sigan tejiendo más historias sobre viajes en el tiempo.
jueves, 17 de noviembre de 2022
INTRIGANTE FENÓMENO: Una 'serpiente solar' se desliza velozmente por la superficie del Sol
La sonda Solar Orbiter - perteneciente a la misión espacial conjunta entre la Agencia Espacial Europea (ESA) y la NASA - detectó el pasado 5 de septiembre un flujo de plasma serpenteando a través de la atmósfera del Sol, un fenómeno al que denominaron 'serpiente solar', según informa esta semana The Sun. Los científicos revelaron que se trata de un tubo de plasma frío suspendido por campos magnéticos en el plasma circundante más caliente de la atmósfera del Sol. La observación proporciona una nueva e intrigante adición al zoológico de características reveladas por la misión Solar Orbiter, especialmente porque la ‘serpiente’ fue precursora de una erupción mucho más grande, según informa la ESA. La ‘serpiente’ fue vista cuando Solar Orbiter se acercaba al Sol para un paso cercano que tuvo lugar el 12 de octubre. El plasma del cual está formado, es un estado de la materia en el que un gas está tan caliente que sus átomos comienzan a perder algunas de sus partículas externas, llamadas electrones. Esta pérdida hace que el gas se cargue eléctricamente y, por lo tanto, sea susceptible a los campos magnéticos. Todo el gas en la atmósfera del Sol es un plasma porque la temperatura aquí es de más de un millón de grados centígrados. De esta manera, el plasma en la ‘serpiente’ sigue un filamento particularmente largo del campo magnético del Sol que se extiende de un lado del Sol al otro. Los científicos estimaron que el plasma se movió a unos 612.000 km/h y demoró cerca de tres horas en completar su enorme recorrido por la superficie solar. “El plasma fluye de un lado al otro, pero el campo magnético está realmente retorcido. Así que estamos recibiendo este cambio de dirección porque estamos mirando hacia abajo en una estructura retorcida”, dice David Long, del Mullard Space Science Laboratory en el University College London, quien dirige la investigación del fenómeno. Un vídeo con la observación ha sido producido como un lapso de tiempo a partir de imágenes del Extreme Ultraviolet Imager a bordo de Solar Orbiter. Si bien la ‘serpiente’ tardó alrededor de tres horas en completar su viaje, dadas las distancias involucradas en cruzar la superficie solar, eso significa que el plasma debe haber estado viajando a unos 170 kilómetros por segundo. Lo que hace que la ‘serpiente’ sea tan intrigante es que comenzó en una región solar activa que luego entró en erupción, expulsando miles de millones de toneladas de plasma al espacio. Esto plantea la posibilidad de que la ‘serpiente’ fuera una especie de precursora de este evento, y Solar Orbiter lo captó todo en numerosos instrumentos. Para el detector de partículas energéticas (EPD) de la nave espacial, la erupción fue uno de los eventos de partículas energéticas solares más intensos detectados hasta ahora por el instrumento. “Es una muy buena combinación de conjuntos de datos que solo obtenemos de Solar Orbiter”, comentó Long. Más intrigante aún es que el plasma de esta erupción, conocida como eyección de masa coronal, barrió la sonda solar Parker de la NASA, lo que permitió que sus instrumentos midieran el contenido de la erupción. Poder ver una erupción y luego tomar muestras de los gases expulsados, ya sea con instrumentos propios o de otra nave espacial, es uno de los principales objetivos científicos de Solar Orbiter, lo cual permitirá desarrollar una mejor comprensión de la actividad solar y la forma en que crea el “clima espacial”, que puede interrumpir los satélites y otras tecnologías en la Tierra.
jueves, 10 de noviembre de 2022
EN UN FUTURO MUY, MUY LEJANO: ¿Qué sucedería si una civilización alienígena encontrase una nave humana?
Avi Loeb - jefe del Proyecto Galileo, director fundador de la Iniciativa Black Hole de la Universidad de Harvard, director del Instituto para la Teoría y la Computación del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian y autor del bestseller “Extraterrestrial: The First Sign of Intelligent Life Beyond Earth”- nos presenta esta historia basada en hechos reales, aunque no lo parezca: “Imagina a la nave New Horizons continuando su viaje interestelar durante mil millones de años y eventualmente estrellándose contra un planeta habitado alrededor de una estrella lejana. Para entonces sus instrumentos estarán muertos, sólo un trozo de chatarra espacial compuesto por elementos pesados, con una superficie rugosa agujereada por numerosos impactos de polvo interestelar, gas y partículas de rayos cósmicos. Ahora imagina que los astrónomos de ese exoplaneta descubren esta chatarra tecnológica a medida que se aproxima bajo la luz de la estrella madre que ilumina la oscuridad a su alrededor. Utilizan su telescopio más avanzado para vigilar el cielo en busca de objetos que puedan estrellarse contra su planeta, un sistema de alerta para evitar catástrofes por culpa de las rocas espaciales. Pero este objeto no parece comportarse como los asteroides o cometas comunes que ya han visto otras veces. En concreto, el objeto no tiene cola cometaria y, sin embargo, parece ser empujado lejos de la estrella por una fuerza que disminuye inversamente con la distancia al cuadrado debido a la presión de la radiación de la estrella sobre sus paredes. Inmediatamente llegan a la conclusión de que el meteorito interestelar es una reliquia tecnológica de una autodenominada "civilización humana" que lo lanzó hace mil millones de años. Tras escuchar una conferencia científica sobre las anomalías de este objeto, uno de los expertos en rocas espaciales afirma: "Este objeto es tan raro que desearía que no existiera". Otros expertos deciden escribir un estudio en una revista de prestigio argumentando que debe tratarse de un objeto natural y que no hay razón para sospechar otra cosa basándose en sus vastos conocimientos sobre las rocas espaciales. A los pocos meses, un equipo de otros expertos argumenta que este objeto es una roca de un tipo que nunca habían visto antes, algo a lo que llaman un iceberg de hidrógeno, y que por eso la cola del cometa es invisible. Otro equipo sugiere que el objeto es una pelusa de polvo empujada por la luz. Y un tercer equipo de expertos argumenta vehementemente que debe ser un iceberg de nitrógeno, desprendido de la superficie de un planeta lejano. El consenso entre todos los expertos es que, aunque el objeto avance en un curso de colisión con su planeta, no hay que hacer nada para desviar su trayectoria por todas las posibles explicaciones de su origen: sea un iceberg de hidrógeno, una esponjosa pelusa de polvo o un trozo de nitrógeno congelado, todas esto indica que el objeto se quemará rápidamente a gran altitud en la atmósfera planetaria y nada que pueda dañar la superficie sobrevivirá. Los satélites más sofisticados vigilan la caída del objeto en la atmósfera. Razonan que sus datos podrían decidir cuál de las tres explicaciones de los expertos es la correcta, basándose en la rapidez con la que el objeto se quema y en los gases predominantes en su bola de fuego. Cuando New Horizons choca con la atmósfera del planeta desafía todas las expectativas. La bola de fuego se produce a una altitud mucho menor de la esperada para ser una nube de polvo o un exótico iceberg. La curva de luz del meteoro en la parte baja de la atmósfera implica que su composición era mucho más dura que la de una roca común. Su resistencia material es mucho mayor que la de cualquier meteorito pétreo, por no hablar de nubes de polvo o de icebergs exóticos. La comunidad astronómica se niega a creer los datos de su gobierno porque no incluyen las incertidumbres de las mediciones. Estas incertidumbres son secretas ‘por motivos de seguridad nacional’ porque los sensores utilizados para recoger los datos son confidenciales. Luego de tres años, el gobierno envía una carta, junto con la curva de luz de la bola de fuego, en la que afirma con una confianza del 99,999% que el objeto es muy inusual en su composición. Los expertos declaran en los periódicos que una carta del gobierno no es la forma en que se practica la ciencia y, como los datos en sí son secretos, nunca sabrán qué significa todo esto. Sin embargo, un pequeño grupo de científicos decide explorar el fondo marino en el lugar del impacto y buscar fragmentos del meteoro que pueden haber sobrevivido el fuego de la reentrada. Cuando llevan a cabo esta expedición, encuentran en el fondo del océano una pequeña caja unida a la nave espacial New Horizons. La caja contiene treinta gramos de las cenizas de Clyde Tombaugh, un "humano" que descubrió un planeta llamado "Plutón". Inmediatamente llegan a la conclusión de que el meteorito interestelar es una reliquia tecnológica de una autodenominada "civilización humana" que lo lanzó hace mil millones de años. Además también argumentan que esta "civilización humana" no era especialmente inteligente porque destruyó la información genética de la persona que quería conmemorar. El ADN de Tombaugh fue quemado hasta convertirse en cenizas indistinguibles de las de un cigarrillo. Esto es un signo de un ritual primitivo que tiene poco sentido para una sociedad inteligente basada en la ciencia. ‘Si los humanos siguen ahí fuera, no queremos tener nada que ver con ellos ni su mentalidad destructiva", concluyen en su informe’. Fin de la historia” puntualiza Loeb. Como podéis imaginar, esto no es producto de la ciencia ficción. Si ya ocurrió, fue con naves de origen extraterrestre que cayeron en nuestro planeta que rescatados, han sido ocultados por nuestros gobiernos negándose a compartir sus secretos. Loeb lo sabe muy bien ya que trabaja para ellos, pero de esta forma alterando la historia y sin arriesgarse, quiere que nosotros sepamos algo de la verdad.
jueves, 3 de noviembre de 2022
SORPRENDENTE HIPÓTESIS: ¿Es la Luna una creación de seres inteligentes?
Hace miles de años, la Luna despertó la fascinación de los pueblos de la antigüedad que la idolatraron y le dedicaron rituales de todo tipo. En la actualidad, el satélite natural de la Tierra sigue provocando esa misma admiración en el ser humano, que comenzó a estudiarla con mayor profundidad desde el instante en que el astronauta norteamericano Neil Armstrong aparentemente 'pisó' su superficie por primera vez en 1969, algo que muchos lo siguen considerando un fraude. Desde aquel momento, los científicos emprendieron la tarea de desentrañar uno de los interrogantes que los desvelaba: el origen de su creación. Existen muchas teorías que intentaron explicar la procedencia de la Luna. Desde investigaciones científicas que afirmaron que se originó como resultado del choque de un protoplaneta denominado Theia con la Tierra, hasta propuestas un poco más audaces como la que aseguró que la Luna es hueca. Esta particular teoría comenzó a mediados del siglo pasado cuando la tripulación del Apolo 12 dejó caer de manera intencional el módulo lunar sobre la superficie del astro el 14 de noviembre de 1969. Los sismógrafos colocados en el satélite registraron un sonido que numerosos expertos describieron como el de un gong o una campana porque estuvo resonando durante ocho minutos. Un año más tarde, el Apolo 13 tuvo que cancelar su misión por problemas técnicos y arrojó sobre la Luna el cohete desechable Saturno. Este impacto sonó de forma similar al módulo lunar descartado en 1969. Aunque en esta oportunidad, los sismógrafos detectaron que el astro retumbó durante más de tres horas. Estos hechos inusuales llevaron a algunos científicos a especular que el satélite podría ser hueco porque no podían explicar de otra manera que el sonido vibrara durante tanto tiempo luego de un pequeño impacto. Ken Johnson, supervisor de las misiones Apolo de la NASA, aseguró: “La Luna no solo sonó como una campana, sino que todo el astro se tambaleó de forma tan precisa, que daba la sensación que había unos gigantescos amortiguadores hidráulicos en su interior”. Debido a esa peculiaridad, los EE.UU. realizaron un experimento secreto en la superficie de la Luna llamado Chapell Bell, cuyos resultados obtenidos nunca se dieron a conocer y hasta el día de hoy es un misterio. A principios de 1970, los científicos rusos Alexander Shcherbakov y Mikhail Vasin se convirtieron en los dos máximos exponentes de la insólita teoría de la Luna hueca al publicar un artículo titulado: Is The Moon The Creation of Intelligence? (¿Es la Luna una creación de seres inteligentes?). En el ensayo, los investigadores expusieron una sorprendente hipótesis con fundamentos científicos y, además, afirmaron que el satélite es una estructura artificial creada por una raza alienígena. “Aunque hace tiempo, la ciencia se empezó a preguntar si los canales de Marte eran la creación de ingenieros cósmicos, por alguna extraña razón no miraron con los mismos ojos las peculiaridades del paisaje lunar. Y los argumentos sobre las posibilidades de que exista vida inteligente en otros cuerpos celestes, se han limitado a la idea de que otras civilizaciones deben vivir necesariamente en la superficie de un planeta, y que el interior como hábitat está descartado”, escribieron Shcherbakov y Vasin en la revista Sputnik. “Abandonando los caminos tradicionales del sentido común, nos hemos sumergido en lo que a primera vista puede parecer una fantasía desenfrenada e irresponsable. Pero cuanto más examinamos toda la información recogida por el hombre sobre la Luna, más nos convencemos de que no hay un solo dato que descarte nuestra suposición”, manifestaron Shcherbakov y Vasin. Según afirmaron los investigadores rusos, la Luna sería “un satélite artificial puesto en órbita alrededor de la Tierra por seres inteligentes provenientes de una civilización altamente desarrollada”. Shcherbakov y Vasin afirmaron que se trataba de una especie de nave espacial gigante y muy antigua, cuyo interior fue llenado de combustible para los motores, materiales y herramientas para las reparaciones, instrumentos para la navegación, equipos de observación y todo tipo de maquinaria inimaginable. “Todo lo necesario para que esta ‘carabela del universo’ sirviera como una especie de ‘Arca de Noé’ de los extraterrestres, y tal vez, incluso como el hogar de toda una civilización que preveía una existencia prolongada de miles de millones de años y largos viajes por el espacio de miles de millones de kilómetros”, indicaron. Los investigadores rusos advirtieron que la nave espacial alienígena debía estar protegida contra las colisiones de objetos interestelares. Y por esta razón, desarrollaron una particular interpretación para explicar las formas y los tamaños de los cráteres lunares. Según Shcherbakov y Vasin, la superficie de la Luna, al igual que la estructura externa de una nave espacial, debe ser resistente para soportar los impactos de los meteoritos y las fuertes fluctuaciones entre el calor y el frío extremos. “Probablemente el casco tenga una capa doble para cumplir distintas funciones: la base, una densa armadura ubicada a unos 3,5 kilómetros de profundidad, y por fuera, una cubierta de una capa más fina de polvo que protege ese escudo. En algunas zonas, donde se encuentran los mares y los cráteres lunares, el manto superior es bastante más reducido, y en algunos casos, inexistente”, escribieron. Para demostrar esta última conjetura, los científicos rusos citaron el estudio del físico Kirill Stanyukovich, quien expuso la teoría de que los cráteres lunares son el resultado de un bombardeo del satélite natural durante millones de años. Y lo llamó “bombardeo” porque hasta el cuerpo celeste más pequeño, cuando colisiona de frente contra otro objeto en el cosmos, se comporta como si fuera una ojiva nuclear, dejando un enorme cráter tras el impacto y la explosión del choque. Según el profesor Stanyukovich, un meteorito tendría que penetrar la Luna a una profundidad igual a cuatro o cinco veces su propio diámetro. Esto quiere decir que, si un bólido de 10 kilómetros de diámetro colisionara con el satélite terrestre, tendría que ingresar entre 40 y 50 kilómetros en la superficie lunar. Teniendo en cuenta esta fórmula, Shcherbakov y Vasin establecieron que era imposible que los grandes meteoritos que chocaron contra la Luna no hubieran dejado huellas más profundas a los cuatro kilómetros. “Por ejemplo, Aristarco es un cráter de 40 kilómetros de diámetro que tiene 3,7 kilómetros de profundidad. A primera vista, uno esperaría encontrar un cráter mucho más profundo, pero no se observa nada de eso. Lo que ocurre en realidad es que cuando el meteorito choca con la cubierta exterior de la Luna, esta desempeña el papel de amortiguador y el cuerpo extraño se encuentra contra una barrera esférica impenetrable. La explosión solo abolla ligeramente la capa del blindaje que se encuentra por debajo del polvo de la superficie lunar, pero arroja los trozos de este revestimiento de defensa que posee la Luna y, que según nuestros cálculos, es de un grosor de 3,5 kilómetros, que es la profundidad máxima aproximada que tienen todos los cráteres de la Luna”, argumentaron Shcherbakov y Vasin. En cuanto a las peculiaridades químicas de las rocas lunares. Los científicos rusos indicaron que sus pares norteamericanos encontraron cromo, titanio y circonio. “Todos ellos son metales con propiedades refractarias, mecánicas y anticorrosivas. Una combinación que tiene una resistencia envidiable al calor, además de la capacidad de soportar un entorno agresivo. Si hubiera que idear un material para proteger un gigantesco satélite artificial de los efectos desfavorables de la temperatura, de las radiaciones cósmicas y del bombardeo de meteoritos, los expertos probablemente habrían recomendado estos metales. ¿Acaso no fue la misma combinación que buscaron los diseñadores alienígenas para proteger a la Luna?”, cuestionaron los científicos rusos. Según Shcherbakov y Vasin, desde el punto de vista de la ingeniería, esta nave espacial antigua que llamamos Luna está construida de manera magnífica. Los investigadores detallaron las razones de su extrema longevidad, aunque descartaron que aún albergue vida extraterrestre. “No imaginamos que la Luna siga habitada, y probablemente muchos de sus dispositivos automáticos también dejaron de funcionar, como por ejemplo los estabilizadores. Aunque el satélite mantiene una misma cara girada hacia nosotros, desde hace algún tiempo se tambalea sobre su propio eje, mostrándonos en ocasiones parte de su reverso que antes era invisible para los observadores desde la Tierra”, argumentaron. Para los científicos rusos, el tiempo trascurrido hizo que la tecnología de la nave se dañara. “Tanto el fuselaje como los instrumentos se fueron desintegrado en cierta medida. Algunas costuras de la carcasa interior evidentemente se separaron. Por eso, suponemos que las largas cadenas de pequeños cráteres que antes se atribuían a la actividad volcánica se produjeron por erupciones de gas a través de las grietas aparecidas en el blindaje y como resultado de accidentes”, explicaron. Y agregaron: “Una de las características más espléndidas del paisaje lunar, un muro recto de casi 500 metros de altura y casi 100 kilómetros de largo, se formó como resultado de que una de las placas del blindaje se dobló por el impacto de los meteoritos y se levantó uno de sus bordes rectos y uniformes”. Shcherbakov y Vasin dedujeron que los habitantes de la Luna tomaron las medidas necesarias para solucionar los efectos del bombardeo de meteoritos como emparchar los orificios en el escudo exterior que cubre la coraza interior. “Para ello, probablemente se utilizaba una sustancia dentro del núcleo lunar, con la que se fabricaba una especie de ‘cemento’. Una vez procesado, este componente se enviaba por tuberías hacia aquellos lugares de la superficie donde se necesitaba”, dijeron. Y ahondaron en la suposición de que el satélite terrestre está averiado y necesita reparaciones. “Los astrónomos descubrieron variaciones en los campos gravitacionales cerca de los grandes mares. Creemos que la razón es que los mares de la Luna son en realidad zonas en las que se arrancó la capa protectora del revestimiento de la armadura. Para reparar los daños en estas vastas extensiones, la instalación que produce la sustancia reparadora tendría que haber sido llevada inmediatamente hacia el lugar para poder inundar la zona con su ‘cemento’”, declararon. Y para finalizar, Shcherbakov y Vasin dejaron planteada su extravagante postura aunque invitaron a realizar una reflexión. “¿Qué es hoy la Luna? ¿Una colosal necrópolis, una ciudad de los muertos donde se extinguió alguna forma de vida? ¿O una nave abandonada por su tripulación y controlada de manera automática? A la espera de las pruebas definitivas, nuestra hipótesis puede parecer descabellada, pero creemos que las cuestiones que hemos planteado proporcionan suficiente sustento para una consideración seria sobre el asunto. El resultado puede ser el esclarecimiento de muchos enigmas lunares”, concluyeron. Esperemos que ahora que existe un renovado interés por parte de China, EE.UU. y Rusia - entre otros países - por ‘volver’ la Luna y crear bases permanentes en ella, estos secretos sean dilucidados, a menos claro, que pretendan seguir ocultándonos la verdad.