jueves, 6 de enero de 2011

¡ FELIZ AÑO NUEVO CHINO ! Comienza el Año del Conejo


En el 2011 se celebra el año del conejo y todas las personas vamos a estar influenciadas por este cuarto animal del horóscopo chino. El Conejo (o Liebre, como se llama en la mitología china) es el emblema de la longevidad. Simboliza la gracia, los buenos modales, el consejo sano, la bondad y la sensibilidad. Una persona nacida bajo este signo llevará una vida tranquila, generalmente en paz y en un ambiente armónico. El Conejo es reservado, tiene temperamento artístico y es muy minucioso. Sin embargo, no está exento de ser callado, silencioso, a veces triste y ajeno a su ambiente incluso indiferente a su prójimo. El Conejo es sumamente afortunado en los negocios. Su aguda percepción comercial, además de una gran capacidad de negociador, le asegurarán un rápido ascenso en cualquier carrera. Pese a su naturaleza tranquila y aparentemente dócil, una persona de este signo es de una seguridad en si misma poco menos que narcisista. Persigue sus objetivos con obcecada determinación, pero de tal manera que siempre pasa desapercibido. En ocasiones, el Conejo puede parecer un poco lento, pero eso se debe a su sentido de la discreción. No dudes que mentalmente no dejará pasar ningún detalle, ni errores ni aciertos. Pero si lo que evalúa no es tan grave ni irreversible, de todo corazón te lo dejará pasar. Es un rasgo que le hace un ser querido y popular. A los Conejos se les busca por la sensatez de sus consejos. Pero si no es suficientemente evolucionado, será demasiado imaginativo, hipersensible o indiferente. La seguridad puede ser una obsesión, y evita todo lo que puede las situaciones de riesgo.Ama la comodidad y huye de los conflictos quedando a veces como indolente o cobarde. La prioridad en su vida será su autoconservación y no esperará que otros cuiden de él y se procurará no permanecer en un ambiente hostil. Es un gran anfitrión, siempre cálido y con las palabras adecuadas. Siempre sabe más de lo que dice y es un hábil diplomático. Se recupera fácilmente de los tropiezos y aunque parezca vulnerable y desamparado, su fortaleza crece en los momentos adecuados. A pesar de todo, se conforma con poco y es por eso muy capaz de disfrutar de muchas cosas que a otros pasan desapercibidas. En suma, el Conejo es quien realmente sabe vivir y está más que dispuesto a dejar vivir.