lunes, 29 de octubre de 2012
HALLOWEEN: La festividad celta más terrorífica del año
Se acerca la fiesta de Halloween, y las calles se llenarán de niños disfrazados pidiendo caramelos en las puertas de las casas, pronunciando el famoso “truco o trato”. Y por la noche, los mayores se pondrán sus disfraces más terroríficos y originales para celebrar una antiquísima tradición que existe desde los celtas y que perdura hasta nuestros días.Como sabéis, los antiguos celtas celebraban la festividad del Samhain, considerada como el año nuevo celta y con la que se pasaba de la temporada de cosechas a la estación oscura. Con la llegada del Samhain se pensaba que la línea que separa los dos mundos se hacía más estrecha y los espíritus podían cruzarla. Mientras los espíritus benévolos eran homenajeados en las casas, los malévolos tenían que ser alejados, por lo que las personas usaban trajes y máscaras con el propósito de parecer uno de ellos. Esta tradición fue expandiéndose e incluso se intentó cristianizar por la corrupta y decadente Iglesia Católica - refugio de curas pederastas- pasando dicha festividad al 1 de noviembre "para adorar a los muertos"(?).En 1840 llega Halloween a EEUU de la mano de inmigrantes irlandeses. La fiesta comenzó a celebrarse oficialmente en 1921, cuando se hizo el primer desfile en Minnesota, a partir de entonces ha conseguido ser una de las más populares en los países anglosajones. Más tarde, con los progresos del cine y la televisión, se empezó a conocer esta tradición por todo el mundo y a celebrar en todos los países aunque es bueno reconocer que no llega al nivel de los anglosajones. Ente los iconos de esta de esta festividad podemos citar a la calabaza gigante, el cual tiene su origen en la historia de un granjero irlandés que quiso atrapar al Diablo usando cruces. Según cuenta la leyenda, Satanás fue a casa del astuto granjero para llevarse su alma al inframundo, pero Jack pidió un último deseo, beber una ronda más con él. Cuando iban a pagar ninguno de los dos tenía dinero, por lo que Jack retó al Diablo a convertirse en una moneda y pagar con ella. Lucifer accedió, pero el granjero guardó la moneda al lado de una cruz y, para liberarlo, ofreció un trato por el cual él viviría un año más. Al año siguiente volvió el maligno a por su alma y, una vez más pidió un último deseo, que el Diablo cogiese una manzana de su árbol para poder comerla antes de marchar. El Demonio accedió y Jack volvió a engañarle tallando una cruz en el tronco, de manera que no pudiera bajar. Esta vez el trato para liberar a Satanás fue mayor, 10 años sin ser molestado y que, además, no volviera a reclamar su alma para el inframundo. Después de todos los tratos, cuando murió se le cerraron las puertas del cielo, pues no había sido un hombre bueno, y tampoco pudo ir al infierno por el trato con el Diablo. De esta manera, Jack fue condenado a vagar por la nada con un nabo hueco y un carbón ardiendo dentro, y fue conocido como 'El linterna'. El nabo cambió por una calabaza en la tradición para alumbrar el camino a los difuntos. Asimismo, de la mano de Jack el granjero llega otra de las tradiciones de la fiesta, el ‘Truco o Trato’. Desde que empezó a vagar por la nada, Jack se dedicaba a llamar a las puertas de las casas para maldecirlas y a sus habitantes si decían ‘truco’ o hacer tratos con la familia. Actualmente esto es conocido con ‘travesura o dulce’, y los niños reciben golosinas en las casas, caso contrario no se harán responsables de las travesuras como tirar huevos a las fachadas de aquellos que no les dan nada. Ya lo saben, a estar preparado para la noche de brujas y celebrarlo como lo que es, una fiesta inocente y divertida.