martes, 27 de noviembre de 2012
RESPONDIENDO A UNA INTERROGANTE: ¿La vida en otros mundos seria parecida al de la Tierra?
Cada vez existe mayor convencimiento de la existencia de vida en otros planetas, pero esta podría no parecerse en absoluto a la que conocemos. Es una limitación que, de hecho, hace extremadamente difícil su identificación al menos siguiendo nuestros parámetros. Esto nos lleva a las siguientes interrogantes : 1.-¿Si hubiera vida ahí fuera, se parecería a la de la Tierra? No necesariamente. La vida que conocemos, la de todas las criaturas de la Tierra, está basada en el carbono y en una serie de componentes y reglas que son siempre las mismas, no importa que se trate de bacterias, moscas, elefantes o seres humanos. En efecto, toda la vida terrestre procede de un único y lejano antepasado común, un organismo hipotético que los científicos llaman LUCA (Last Ultimate Common Ancestor), que "estrenó" la forma de estar vivo y al que debemos todas nuestras características, seamos de la especie que seamos. Sin embargo, nada impide la existencia de seres vivientes que sigan otras reglas, o que estén basados en otros elementos diferentes al carbono. 2.-Si la vida extraterrestre no estuviera basada en el carbono, como en la Tierra, ¿sabríamos identificarla? Probablemente no. La razón es que, al no conocer su bioquímica, sería muy difícil, por no decir imposible, diseñar los experimentos adecuados para que nuestros instrumentos detecten esas formas de vida fuera de la Tierra. Muchos piensan que estamos literalmente rodeados de formas de vida "diferentes" pero que, simplemente, no somos capaces de identificarlas. Así, cuando una misión espacial busca vida fuera de nuestro planeta, lo único que puede aspirar a encontrar son formas de vida que "funcionen" exactamente de la misma manera que las terrestres, que son las únicas que conocemos. Otra cosa sería, por supuesto, toparse con una criatura alienígena que podamos ver o fotografiar, independientemente de cuál sea su bioquímica. Sin embargo los científicos centran sus esperanzas en los llamados "extremófilos", criaturas que, aquí en la Tierra, han logrado adaptarse y sobrevivir en lugares donde nadie, excepto ellos, podría prosperar. Se ha encontrado vida, en efecto, a más de 120 grados centígrados en las mismísimas calderas de volcanes; o a varios km. de profundidad, en la rocas viva, donde jamás ha llegado luz ni oxígeno; o bajo las gruesas capas de hielo de la Antártida, o junto a chimeneas termales submarinas, a varios km. de profundidad bajo las aguas oceánicas. Saber cómo logran sobrevivir estas peculiares criaturas nos servirá para poder buscarlas, también, fuera de nuestro planeta. Sin embargo, la cosa cambia por completo. "Ahí fuera", en efecto, podría haber formas de vida que, hoy por hoy, no seríamos capaces de identificar. Se ha confirmado ya la existencia de más de 850 planetas extrasolares, y algunos de ellos (unos cincuenta) con algunas características similares a las de la Tierra. 3.-¿Se puede pensar en la existencia de vida inteligente, incluso de civilizaciones avanzadas? Dado que el Universo tiene 13.700 millones de años y que en él existen billones de planetas, parecería lógico pensar que en algunos de ellos la vida pudo desarrollarse hasta formar criaturas complejas y, por qué no, civilizaciones avanzadas. Ahí está la famosa ecuación de Francis Drake, un ejercicio matemático que combina diversas variables para calcular, de forma aproximada y según la ley de probabilidades, cuántas civilizaciones podría haber ahí fuera. Drake encontró que, sólo en nuestra galaxia, podrían existir 100.000 civilizaciones tecnológicas, aunque otros investigadores han llegado a cifras completamente diferentes (que van de las diez a los varios millones) con solo cambiar el valor de algunas de las variables. En todo caso, aunque esas civilizaciones existieran, para que podamos contactar con ellas deberían, ser superiores que la nuestra en todo sentido y poseer una tecnología que les permitan viajar a distancias siderales con total facilidad, algo inimaginable para nosotros. Lamentablemente, nuestro sistema solar se ubica en una zona marginal de la galaxia que estos seres podrían no estar interesafos en visitar, mas aun viendo el estado de salvajismo que se vive en pleno siglo XXI como las continuas guerras de agresión de los EE.UU. en el Medio Oriente o el Genocidio cometido por los judíos contra el pueblo palestino, abominables crímenes que llenan de indignación a cualquier persona civilizada y de seguro más aun a los alienígenas, quienes por ello prefieren mantenerse al margen y no tener ningún tipo de contacto con estos bárbaros,a menos que se trate de viajes de exploración. Además nuestra tecnología espacial lleva existiendo poco más de medio siglo, menos que un parpadeo en la historia del Universo, mientras que otras civilizaciones podrían haber surgido hace dos mil, o cinco mil, o siete mil millones de años, haber durado un millón de años y haber desaparecido para siempre mucho antes incluso de que naciera el primer ser humano. Es por ello que el desafío para encontrarlos por parte nuestra sigue abierto. Si bien eso significa redoblar esfuerzos en el campo científico, el premio, sin duda, bien vale la pena.