Hace unos días la NASA dio a conocer el descubrimiento de dos planetas semejantes a la Tierra que podrían albergar vida. Al respecto, se están haciendo muchos avances para entender qué es la vida y de dónde procede. Es curioso y paradójico, pero aún no lo sabemos. Una teoría que actualmente cobra más vigencia es que esta llego a la Tierra proveniente del espacio exterior. En efecto, el Universo esta lleno de vida y para encontrarla comenzaríamos por buscarla en otros mundos de nuestro Sistema Solar, esencialmente en la luna helada de Júpiter, Europa, que contiene el mayor océano de agua líquida de nuestro sistema. Si bien la NASA afirma erradamente que es “pronto” para mandar una nave con un submarino a Europa, no parece una idea descabellada para los científicos. La luna de Saturno, Titán, es un gigantesco satélite mayor que el planeta Mercurio, con una espesa atmósfera de nitrógeno, metano y otros hidrocarburos. Allí se podrían estar dando las mismas condiciones que se dieron en la Tierra cuando se originó a la vida. Pero el más interesante sigue siendo Marte, un mundo cercano, que en un pasado tuvo una gran actividad que se presentó en forma de gigantescas corrientes de agua, de las que ahora observamos sus huellas. El problema de que en Marte no exista agua corriendo por su superficie se debe a que la atmósfera marciana es muy tenue, poco espesa y no ejerce suficiente presión para mantener el agua en la superficie, por lo que podría existir en estado liquido en su interior o bien congelada como el que se ve en sus polos. Más allá del Sistema Solar, se han descubierto cientos de planetas en otras estrellas, similares a la Tierra. Aunque no necesariamente deben ser iguales a nuestro planeta para que exista vida en ellas. Como sabéis, nuestro planeta surgió del Sol, una estrella común y corriente de nuestra galaxia, la Vía Láctea, que contiene cien mil millones de estrellas, que en el Universo hay más de cien mil millones de galaxias y que las estrellas y el Universo en general están compuestos de los mismos elementos; casi todo es hidrógeno y helio. Deben de existir billones y billones de planetas y de ellas, miles de millones similares a la Tierra ¿Se imaginan la cantidad de vida alienígena que podría albergar esos lejanos mundos? Lamentablemente nuestra tecnología es primitiva, por lo que es imposible aventurarnos siquiera a llegar a ellas y solo nos queda echar a andar nuestra imaginación. La única salida que tenemos para salvar las distancias y poder viajar con rapidez de un extremo a otro de nuestra Galaxia o del propio Universo es, seguramente, dominar el tiempo y el espacio. Tal vez algún día consigamos entender claramente qué son los agujeros negros y si estos pueden ser, túneles que al entrar en ellos, nos lancen a otros lugares del Cosmos, saliendo por los teóricos agujeros blancos. Estos hipotéticos viajes, no nos llevarían, teóricamente, tiempo alguno, pero sí a lugares lejanos y diferentes. Así podríamos entrar por un agujero negro y salir en otro lugar del Universo por un agujero blanco, prácticamente en el mismo instante. Por el momento, tendremos que contentarnos con observar esos extraños mundos con nuestros telescopios. Menuda impotencia. A menos que ellos nos visiten, porque tienen la capacidad para hacerlo. Y existen evidencias que lo han hecho ya ...
lunes, 10 de junio de 2013
VIDA INTELIGENTE FUERA DE LA TIERRA: ¿Podríamos contactar con ella?
Hace unos días la NASA dio a conocer el descubrimiento de dos planetas semejantes a la Tierra que podrían albergar vida. Al respecto, se están haciendo muchos avances para entender qué es la vida y de dónde procede. Es curioso y paradójico, pero aún no lo sabemos. Una teoría que actualmente cobra más vigencia es que esta llego a la Tierra proveniente del espacio exterior. En efecto, el Universo esta lleno de vida y para encontrarla comenzaríamos por buscarla en otros mundos de nuestro Sistema Solar, esencialmente en la luna helada de Júpiter, Europa, que contiene el mayor océano de agua líquida de nuestro sistema. Si bien la NASA afirma erradamente que es “pronto” para mandar una nave con un submarino a Europa, no parece una idea descabellada para los científicos. La luna de Saturno, Titán, es un gigantesco satélite mayor que el planeta Mercurio, con una espesa atmósfera de nitrógeno, metano y otros hidrocarburos. Allí se podrían estar dando las mismas condiciones que se dieron en la Tierra cuando se originó a la vida. Pero el más interesante sigue siendo Marte, un mundo cercano, que en un pasado tuvo una gran actividad que se presentó en forma de gigantescas corrientes de agua, de las que ahora observamos sus huellas. El problema de que en Marte no exista agua corriendo por su superficie se debe a que la atmósfera marciana es muy tenue, poco espesa y no ejerce suficiente presión para mantener el agua en la superficie, por lo que podría existir en estado liquido en su interior o bien congelada como el que se ve en sus polos. Más allá del Sistema Solar, se han descubierto cientos de planetas en otras estrellas, similares a la Tierra. Aunque no necesariamente deben ser iguales a nuestro planeta para que exista vida en ellas. Como sabéis, nuestro planeta surgió del Sol, una estrella común y corriente de nuestra galaxia, la Vía Láctea, que contiene cien mil millones de estrellas, que en el Universo hay más de cien mil millones de galaxias y que las estrellas y el Universo en general están compuestos de los mismos elementos; casi todo es hidrógeno y helio. Deben de existir billones y billones de planetas y de ellas, miles de millones similares a la Tierra ¿Se imaginan la cantidad de vida alienígena que podría albergar esos lejanos mundos? Lamentablemente nuestra tecnología es primitiva, por lo que es imposible aventurarnos siquiera a llegar a ellas y solo nos queda echar a andar nuestra imaginación. La única salida que tenemos para salvar las distancias y poder viajar con rapidez de un extremo a otro de nuestra Galaxia o del propio Universo es, seguramente, dominar el tiempo y el espacio. Tal vez algún día consigamos entender claramente qué son los agujeros negros y si estos pueden ser, túneles que al entrar en ellos, nos lancen a otros lugares del Cosmos, saliendo por los teóricos agujeros blancos. Estos hipotéticos viajes, no nos llevarían, teóricamente, tiempo alguno, pero sí a lugares lejanos y diferentes. Así podríamos entrar por un agujero negro y salir en otro lugar del Universo por un agujero blanco, prácticamente en el mismo instante. Por el momento, tendremos que contentarnos con observar esos extraños mundos con nuestros telescopios. Menuda impotencia. A menos que ellos nos visiten, porque tienen la capacidad para hacerlo. Y existen evidencias que lo han hecho ya ...