jueves, 21 de noviembre de 2013
ABDUCCIONES EXTRATERRESTRES: ¿Realidad o alucinación colectiva?
A lo largo de la historia existen infinidad de casos de personas que aparentemente habrían sido secuestradas por alienígenas, relatos que narran como fueron abducidos y examinados dentro de sus OVNIS y posteriormente devueltos sanos y salvos al mismo lugar en el que fueron capturados. Como producto de este “secuestro” se afirma que normalmente la memoria de esos momentos queda bloqueada, el abducido es incapaz de recordar nada de lo ocurrido, sienten como un espacio perdido, un vacío o lapso de tiempo del cual no tienen recuerdos. Sin embargo, con el tiempo algunas de esas personas ya sea por métodos naturales o por regresiones hipnóticas pueden llegar a recordar las supuestas experiencias vividas mientras fueron examinados e incluso dar detalles del interior del OVNI y descripciones de los alienígenas que les examinaban. Una de las constantes marcadas dentro del fenómeno de las abducciones es el hecho de que las personas que viven uno de estos episodios sólo los recuerdan fragmentariamente, como si los secuestradores presuntamente extraterrestres les hubieran borrado la memoria consciente del hecho, o como si –más razonable aún – el propio cerebro del testigo ante el trauma que supone una experiencia de este tipo, hubiera decidido «olvidar» esos angustiosos momentos y alejarlos –a modo de mecanismo de protección – de la consciencia del abducido La comunicación con los seres extraterrestres, suele ser en la mayoría de los casos telepático, según relatan posteriormente las personas que afirman haber tenido el contacto. Las abducciones suelen producirse por la noche. En muchas ocasiones el secuestrado va conduciendo tranquilamente su coche por alguna carretera solitaria cuando de repente este parece detenerse, toda comunicación parece imposible puesto que aparatos de radio y telefonía se apagan y no reciben señal alguna. Tras ver una luz potentísima, el abducido ve cómo se acercan al automóvil unos seres pequeños y macrocéfalos que, tras anular su voluntad, lo llevan a bordo de una nave. Por norma general las descripciones que dan los “abducidos” suelen tener muchos puntos en común, el retrato robot del tipo de entidades más frecuentemente reportadas en los sucesos es de apariencia humanoide, con una estatura media de 1,20 metros, cabeza desproporcionadamente voluminosa, ojos muy grandes y prolongados lateralmente, piel grisácea, boca y nariz apenas esbozadas y brazos muy largos. El abducido una vez dentro de la nave, es despojado de sus ropas y se le somete a un reconocimiento médico en una cámara contigua, de aspecto clínico, con paredes blancas y una «mesa de operaciones», semejantes a las de los quirófanos, en el centro del habitáculo. En algunas ocasiones finalizan con la implantación de una especie de «chip» en la nuca o bajo el cuero cabelludo (¿un microaparato?). Sin embargo, a pesar de todos los esfuerzos empleados en tratar de localizar estos implantes, muy pocos casos han acabado arrojando alguna clase de «prueba» de esta experiencia. El objetivo final de las abducciones de seres humanos es un misterio, ni la hipnosis posterior más profunda puede desvelarlo. Lo curioso es que la mayoría de los supuestos abducidos cuentan, sin conocerse entre sí, similares historias de estos encuentros A pesar de ello, la comunidad científica se muestra reacia a aceptar dichos testimonios porque no hay pruebas de que ello haya sucedido en realidad y que todo lo vivido serian producto de alucinaciones sucedidas durante el sueño, que se perciben reales mientras sucede el fenómeno; pero que al despertar las personas que creen haber sido víctimas de un secuestro alienígena, recuerdan el hecho como si hubiese sido real. Esto puede deberse a que los relatos de abducciones se han incrementado después de que las historias sobre extraterrestres y las abducciones empezasen a aparecer en el cine y la televisión, aforrándose firmemente a la idea que a ellos “también les ocurrió lo mismo” descartando de plano que se trate de falsos recuerdos. En todo caso, habría que hacer más investigaciones al respecto ¿no os parece?