jueves, 5 de diciembre de 2013

ALIENIGENAS ANCESTRALES: La Epopeya de Gilgamesh

Dentro de las historias de gigantes y naves voladoras que forman parte de la cultura sumeria, ninguna se compara a la Epopeya de Gilgamesh, el hijo de los “dioses”: “Y después vino el diluvio, y posterior al diluvio la realeza volvió a descender una vez más del cielo...” (Escrito cuneiforme sumerio). Los sumerios vivían en la Mesopotamia, entre el Tigris y el Eúfrates. Representaban una forma de cultura superior que se impone a los bárbaros y nómades semitas. Ellos poseían avanzadísimos conocimientos astronómicos y eran capaces de realizar cálculos con 15 dígitos, o sea, con números arriba de 100 trillones. Los sumerios, que antecedieron a los babilonios, prácticamente fundaron la civilización actual al establecerse a lo largo del río Eúfrates, aproximadamente hace 5000 a.C. Tablillas cuneiformes encontradas en Ninive, cuentan fantásticas historias acerca de gigantes, monstruos y naves voladoras. De todas ellas llama poderosamente la de Gilgamesh, considerada como la más antigua epopeya conocida en la historia de la humanidad. Ella es anterior al Viejo Testamento, (la cual copio burdamente la historia de Gilgamesh acerca de la creación, sustituyéndolo por un imaginario Noe). Son conocidas varias versiones sobre ella, siendo la más completa la del 3° milenio antes de Cristo. Y existen versiones todavía más antiguas. Esta epopeya nos cuenta la dramática leyenda de Gilgamesh, un héroe de hace cinco mil años que gobernó de forma despótica la ciudad de Uruk (Mesopotamia) y que algunos textos históricos como la Lista real sumeria, lo consideran un personaje real aunque de origen desconocido. Si bien es un relato escrito en la antigua lengua acadia sobre tablillas de barro cocido, no ha llegado completo a nuestros días, pero es posible hacernos una idea de esta compleja historia de frustración, lucha por la vida y desesperación ante la muerte con las tablillas conservadas. Gilgamesh fue considerado, en Sumeria, “el hombre para el cual todas las cosas eran conocidas”. Se dice que fue un híbrido entre los “dioses” provenientes del espacio exterior y los humanos. “Cuando los dioses crearon a Gilgamesh, le dieron un cuerpo perfecto (...) Dos tercios lo hicieron dios, y un tercio hombre” aparece en una de las tablillas que se conservan en el British Museum. La epopeya de Gilgamesh, cuenta el viaje del protagonista en busca de la inmortalidad y es considerado uno de los textos más influyentes de la Antigüedad. En el poema acadio, podemos encontrar un significado simbólico de los personajes. Por una parte, Gilgamesh un semidios rey de Uruk que representa al hombre "civilizado" pero de carácter arrogante y fiero, somete a los súbditos de Uruk a una terrible opresión. Escuchando las súplicas de éstos, los dioses deciden crear a su opuesto: Enkidu, que encarna al "hombre salvaje", para que lo derrotara. Durante la primera parte del relato, ambos personajes se enfrentan, pero Enkidu sufre un proceso de transformación convirtiéndose en el amigo inseparable de nuestro héroe al que acompaña a recorrer los confines del mundo para derrotar al Mal. Allí luchan contra el gigante Khumbaba y el Toro Celeste (enviado por la diosa Ishtar al ser despechada por nuestro héroe). La muerte del toro termina ofendiendo a los dioses, que al no poder matar a Gilgamesh, deciden sacrificar en su caso a Enkidu. Gilgamesh, ante la aterradora visión de la muerte, comienza una infructuosa búsqueda de la inmortalidad para cambiar su destino fracasando en su intento. Finalmente, desesperado y derrotado, Gilgamesh regresa a Uruk donde muere, retornando al mundo de donde vinieron sus padres (¿Nibiru?) Así, en una de los últimos versos podemos leer “¿A dónde vas, Gilgamesh? La vida que tú buscas nunca la encontrarás”.(Texto Tablilla X). Se han hecho múltiples interpretaciones acerca de estos versos por numerosos investigadores. ¿Que es lo que se esconde detrás de la Epopeya de Gilgamesh? ¿Se trata de un antiquísimo relato acerca de las confrontaciones entre "dioses y hombres"? ¿Estos “dioses” de donde provenían y porque se fueron para no regresar jamás? ¿Volverán algún día? El tema sigue siendo apasionante y demuestra que desde el pasado más remoto de la Humanidad, los seres humanos siempre hemos tenido las mismas preocupaciones acerca de lo desconocido.