jueves, 22 de mayo de 2014
LOW-DENSITY SUPERSONIC DECELERATOR PROJECT: Un intento de la NASA para llegar a Marte en "un platillo volador”
Quienes recuerdan la serie televisiva de los años 60 titulada “Perdidos en el Espacio” se habrán percatado de que la nave que transportaba a la familia Robinson hasta Alpha Centauri para buscar un planeta habitable que pueda ser colonizado por el hombre - el Júpiter 2 - era en realidad un platillo volador. Sin embargo, parece que en pleno siglo XXI la ficción se volverá una realidad, ya que la NASA probará el próximo mes de junio en un área de misiles de la Marina de EE.UU. en Kauai, Hawái, un vehículo para aterrizar en Marte cuya forma de disco recuerda mucho a la de un OVNI. En la prueba, el aparato, denominado desacelerador supersónico de baja densidad (LDSD), alcanzará los 55 km de altura y desarrollará velocidades 3,75 veces superiores a la del sonido. En efecto, según informa The Guardian en su edición de hoy, la NASA investiga en tecnologías innovadoras que permitan el aterrizaje de humanos y mercancías en futuras misiones al Planeta rojo, además de ayudar a devolver de forma segura grandes cargas útiles a la Tierra. La prueba del «platillo» sobre el océano Pacífico simulará la entrada, descenso y aterrizaje de una nave espacial a través de la atmósfera marciana. Durante el experimento, un gran disco parecido a un plato que lleva un desacelerador inflable con forma de tubo y un sistema de paracaídas será colocado a una altitud de 120.000 pies (37 kilómetros) por un globo gigante. Después de ser liberados del globo, los cohetes levantarán el plato a 180.000 pies (55 km), mientras alcanza velocidades supersónicas. Viajando a 3,75 veces la velocidad del sonido, el desacelerador se inflará, frenando el vehículo, y luego un paracaídas se desplegará para llevarlo a la superficie del océano. El LDSD de la NASA lleva varias cámaras a bordo que grabarán varias partes seleccionadas de la prueba, incluyendo el ascenso impulsado por cohetes y el descenso. Será retransmitido en vivo por varias webs de la NASA (nasatv y nasajpl2). De esta manera se prevé que este vehículo diseñado para amartizar en el planeta rojo sucede al complejo sistema de correas que utilizó el rover Curiosity para posarse sobre la superficie marciana en agosto del 2012. Por sus grandes dimensiones y la complejidad de su tecnología, la propia agencia espacial bautizó el proceso como «los 7 minutos de terror». Está previsto que si los ensayos del próximo mes salen según lo planeado, la nueva tecnología podrá aplicarse a partir del año 2018.