jueves, 27 de noviembre de 2014
LOS “VAMPIROS” DE POLONIA: Sepultados hace 400 años con una roca en la boca para evitar que volvieran a la vida
Una curiosa noticia que nos trae este jueves The Telegraph proviene de Polonia, donde unas excavaciones en el cementerio de Drawsko, en el noroeste del país, han sacado a la luz seis tumbas cuyos ocupantes - catalogados de “vampiros”- portaban bien una hoz sobre la garganta para rebanársela en caso de que el sepultado volviera a la vida o una gran piedra en la boca para que se atragantara si pretendía respirar de nuevo o morder a alguien. Hasta la fecha, los expertos han examinado 285 esqueletos, seis de los cuales fueron enterrados según un ritual practicado a finales de la época medieval en Europa del Este para enterrar a supuestos vampiros. Aunque muchos expertos han sostenido que las desafortunadas víctimas fueron acusadas de vampirismo, un nuevo estudio publicado en la revista 'Plos One' sugiere que en realidad murieron de cólera y que los aldeanos temían que resucitaran de entre los muertos y propagaran la enfermedad mortal desde el inframundo, señala 'The Telegraph'. En efecto, cuando estas personas fueron enterradas, probablemente en el siglo XVII o XVIII, la población del noroeste de Polonia, donde se encuentra este cementerio, creía que aquellas personas que fallecían debido a un brote mortal regresarían de entre los muertos en forma de vampiros. "La gente de la época posmedieval no entendía cómo se propagan las enfermedades, y en lugar de buscar una explicación científica recurrían a lo sobrenatural, en este caso, los vampiros", señala la bioarqueóloga de la Universidad del Sur de Alabama, Lesley Gregoricka, responsable de liderar la investigación. Otro cementerio de 'vampiros' fue descubierto en julio del 2013 cerca de la ciudad de Gliwice, en el sur de Polonia. En él, 17 de los 44 cuerpos enterrados estaban decapitados y tenían colocados los cráneos entre las piernas, en las manos o sobre uno de los hombros. Como sabéis, idea del vampiro o del no muerto tiene una larga historia. En el Este de Europa, el término proviene de «resucitado» y surgió alrededor del siglo XI, aunque el mito probablemente nació mucho antes entre los antiguos griegos y romanos. En el folklore polaco, se trata de un espíritu maligno que vuelve a la vida después de muerto para dañar a los vivos. En sus leyendas, las almas dejan el cuerpo y continúan habitando este mundo durante cuarenta días después de la muerte. Sin embargo, una pequeña parte de esas almas son peligrosas y pueden convertirse en vampiros. Generalmente, se trata de aquellos que fueron marginados en vida por tener una apariencia física distinta, no haber sido bautizado tras el nacimiento, suicidarse o practicar la brujería. Ni aun muertos podían descansar en paz.