lunes, 4 de diciembre de 2017
KRAMPUS: El lado más oscuro de la Navidad
Muchos identifican al mes de Diciembre con las celebraciones de la Navidad y el Año Nuevo, pero también tiene su lado más siniestro. En efecto, en Austria las luces de estas fiestas proyectan la sombra de un demonio que despierta más de un escalofrío: Krampus. ¿Qué es y por qué existe este monstruo? Como sabéis, los niños austríacos celebran el 6 de Diciembre la llegada de Nikolaus (San Nicolás), una figura similar a la de Papá Noel, que trae regalos a aquellos que se han portado bien. Si han sido buenos, llena las botas de los más pequeños de la casa de dulces, mandarinas, galletas y un San Nicolás de chocolate. Pero claro, no todos se han portado bien antes de Navidad y deben ser castigados. Es así como la víspera del día de San Nicolás es el momento del Krampus - un monstruo mitad cabra mitad demonio - quien la noche anterior a la entrega de los regalos, se echa a las calles para recordar con azotes a los más pequeños de la casa que comportarse mal tiene consecuencias. La tradición describe al Krampus como una enorme bestia con el cuerpo cubierto con un denso pelaje, un par de cuernos, ojos saltones y una terrorífica boca con dientes afilados, llena de sangre de la que sale una larga lengua. La leyenda cuenta que Krampus ataba a los niños desobedientes con cadenas, a quienes previamente los apaleaba y luego los arrastraba al infierno. Sin embargo, el relato fue dulcificándose con el paso del tiempo y el monstruo se convirtió en uno de los protagonistas de la Navidad en muchas zonas de Europa Central. El demonio tiene su propio espectáculo, los "Krampusläufe" (cabalgatas de Krampus), que comienzan a celebrarse en toda Austria a finales de noviembre, un terrorífico espectáculo salido de las más oscuras pesadillas. En esta tradición, originalmente germánica, los hombres jóvenes de las ciudades se vestían como la criatura mítica y desfilaban por las calles para dispersar los fantasmas del invierno. Es así como desde la niebla emergen los cuernos y diabólicas máscaras de los Krampus, que, con el inestable andar de sus pezuñas de cabra, salen a la caza de los traviesos entre gritos y danzas salvajes. Armados con ramas de abedul, estos monstruos azotan a aquellos que se han comportado mal antes de Navidad, mientras saludan, inofensivos, a otros niños que presencian sus escalofriantes procesiones. Durante largos períodos de tiempo la tradición del Krampus estuvo prohibida por la Iglesia Católica debido a su origen pagano, pero a pesar de todos sus esfuerzos, no pudo erradicarlo. En los últimos años, la fiesta del Krampus ha tenido resurgimiento en toda Austria, Alemania, Eslovenia, Hungría y la República Checa, y ha ganado reconocimiento en los Estados Unidos. En el 2015, se estrenó “Krampus: el terror de la Navidad”, del director Michael Dougherty. En esta cinta, una familia disfuncional tiene una riña durante las fiestas de Navidad. El joven Max (Emjay Anthony) desilusionado, le da la espalda a la celebración. Lo que él no sabe, es que esta falta de espíritu navideño ha desatado la ira del Krampus: una fuerza demoníaca que castiga a los incrédulos. Así, se desata el infierno cuando íconos de la Navidad monstruosamente cobran vida, persiguiendo a la familia y forzándolos a luchar juntos si esperan sobrevivir a la furia del maligno. Si uno se ha portado bien, no hay que temer. Si no es así, el Krampus podría llevarte a unas largas "vacaciones" al inframundo. ¿Estáis dispuestos a seguirlo?