jueves, 31 de enero de 2019
2019: El Año del Cerdo ha llegado
Como sabéis, el próximo 5 de febrero se celebrará la llegada el Año Nuevo Chino, que se extenderá hasta el 24 de enero del 2020 como el Año del Cerdo. De acuerdo a la astrología, el duodécimo animal del zodiaco chino transmitirá sus energías positivas a los demás signos del horóscopo. En la cultura china, el cerdo está asociado con la fertilidad y virilidad. Además, las personas que nacen bajo este signo del zodiaco chino, son consideradas muy afortunadas, felices y honradas a lo largo de su vida. Según la astrología china, el signo del Cerdo rige en las personas que nacieron en los años: 1923, 1935, 1947, 1959, 1971, 1983, 1995, 2007 y 2019. Pero, ¿cómo se determinó el lugar de cada uno de los animales en el Horóscopo Chino? Este calendario chino está compuesto por ciclos de 12 años, cada una de estas temporadas está representada por un animal que reina durante un año, pero además, el horóscopo oriental fue altamente influenciado por los elementos familiares de la cultura tradicional de ese país. A diferencia del horóscopo occidental, donde tu signo depende de la constelación en que está el sol cada día del año, en el horóscopo chino todo depende del año en que naciste por esta razón existen doce signos zodiacales que son: Rata, Buey, Tigre, Conejo, Dragón, Serpiente, Caballo, Cabra, Mono, Gallo, Perro y Cerdo. De esta manera podemos determinar que el destino de una persona está influenciado por la posición planetaria y la hora de su nacimiento, en conjunción con la posición del sol, la luna y los cometas. ¿Por qué el cerdo se quedó con el último lugar? Al respecto, existe una leyenda que habla sobre la creación del horóscopo chino. Se dice que el Emperador de Jade, gobernante del cielo, llamó a una carrera a todos los animales del mundo y dijo que los doce primeros entrarían en el zodiaco. Para llegar a su encuentro, debían cruzar un río. En aquellos tiempos, la rata y el gato eran grandes amigos. Pero, aunque eran muy inteligentes, eran los peores nadadores del reino animal. Así que decidieron que la mejor forma y la más rápida para cruzar el río era hacerlo sobre la espalda de un búfalo. El búfalo estuvo de acuerdo en cargarlos a través del río. Sin embargo, al haber un premio de por medio, la rata decidió que para ganar, debía hacer algo, así que lanzó al gato al agua: desde entonces el gato se convirtió en enemigo natural de la rata y del agua. Luego de esto, la rata llegó a la orilla y reclamó el primer lugar en la carrera, seguida de cerca por el fuerte búfalo, que fue nombrado segundo animal del zodiaco. Tras del búfalo apareció el tigre, quien explicó jadeando cómo había tenido que luchar contra las corrientes y que gracias a su gran fuerza, pudo llegar a la orilla y convertirse en el tercer animal. El cuarto puesto del zodiaco fue para el conejo, quien gracias a su capacidad para saltar pudo brincar de una orilla a otra, aunque también explicó al emperador que hubiera caído al río de no haber sido por un pedazo de tronco que flotaba en el agua. Posteriormente, apareció volando el dragón, que contó al emperador que no pudo llegar primero porque debió detenerse para crear lluvia, con el fin de ayudar a la gente y a las criaturas de la tierra. Además, en la recta final se había topado con un conejo aferrándose a un tronco, al que ayudó dándole un empujón con su aliento para que éste pudiera llegar a la orilla. El emperador, sorprendido por su amabilidad, le otorgó el quinto lugar del zodiaco. Poco después se escuchó el galope de un caballo, pero una serpiente lo asustó y lo hizo caer. Por tanto, la serpiente ocupó finalmente el sexto lugar mientras que el caballo se hizo con el séptimo puesto. A poca distancia se encontraban la cabra, el mono y el gallo, que se acercaban a la orilla del río. Las tres criaturas se ayudaron entre sí para cruzarlo: el gallo construyó una balsa de madera para los tres, mientras que la cabra y el mono despejaron la maleza y así, remando y remando, consiguieron llegar hasta la orilla de enfrente. El emperador, muy complacido por el trabajo en equipo de los animales, nombró a la cabra, octavo animal, mientras que al mono y al gallo les otorgó los puestos noveno y décimo respectivamente. Aunque el perro debería haber obtenido un buen puesto por tratarse del mejor nadador de todos los animales, se retrasó porque necesitaba un baño luego de la larga carrera, y al ver el agua fresca del río no puedo resistirse. Así que le fue asignado el puesto número once. Justo cuando el emperador iba a dar por cerrada la carrera escuchó el gruñido de un pequeño cerdo que había comenzado la carrera estando muy hambriento, por lo que al poco de empezar se dio un banquete y se echó una siesta. Cuando despertó, continuó con la carrera y llegó justo para ser nombrado el animal número doce del zodiaco. Por último, el gato llegó demasiado tarde, ocupando el lugar número 13 y no pudiendo ganar ningún puesto en el calendario, por lo que su odio hacia las ratas lo convirtió para siempre en su más encarnizado enemigo. De esta forma se habría creado el horóscopo chino - con el cerdo en el último lugar - tal como lo conocemos hoy. Precisamente, las personas nacidas bajo este signo son consideradas nobles, abiertas y sociables. También son detallistas, exigentes y en ocasiones algo pasivas. Se caracterizan por su honestidad, hasta el punto de rozar la ingenuidad. Los cerdos pueden ser muy crédulos, siendo presa fácil de charlatanes y timadores. A pesar de que les gusta disfrutar de la vida, los cerdos son muy trabajadores, excelentes amigos y organizadores de la comunidad por naturaleza, aunque pueden convertirse en mártires haciendo todo lo posible por ayudar a otros. Pueden tener éxito en cualquier área que deseen y tal es su honradez que a menudo no están dispuestos a engañar o jugar juegos políticos detrás de escena. Lo que ves en la superficie de un cerdo, es lo que obtienes. Su profunda generosidad parece traerles buena fortuna, no importa lo que hagan. Entre sus cualidades positivas, podemos decir que el cerdo es paciente, leal, sincero, diligente, sociable, generoso, servicial, sin pretensiones. Pero entre las negativas, es fatalista, ingenuo, materialista, superficial, autoindulgente y sumamente crédulo. Si es tu signo del zodiaco, ya sabes a que atenerte.