TIEMPOS DEL MUNDO

jueves, 25 de febrero de 2021

SORPRENDENTE REVELACIÓN: El Pentágono admite que ha experimentado con naves extraterrestres durante años

No cabe duda alguna que ahora hablar del Pentágono es sinónimo de extraterrestres. Todo comenzó el 27 de abril del 2020, cuando el Departamento de Defensa de Estados Unidos emitió una declaración pública autorizando la publicación de tres videos de OVNIS perseguidos por pilotos de la Marina de los EE.UU. Las imágenes mostraban objetos aerotransportados que emitían calor sin alas, sin fuselaje o salidas de escape visibles, realizando movimientos imposibles y desafiando las leyes de la aerodinámica. El Departamento de Defensa no utilizó los términos objeto volador no identificado u OVNI, pero afirmó claramente que “los fenómenos aéreos” observados en los videos habían sido denominados como ‘no identificados’. Y rápidamente surgieron todo tipo de preguntas y teorías sobre su verdadero origen, incluido la posibilidad de que fueran naves extraterrestres. Sin embargo, lo que quedaba claro es que se trataba de objetos aéreos controlados de forma inteligente que aparentemente no fueron creados por humanos. Solo unos cuantos informes de OVNIS recopilados a nivel mundial durante las últimas siete décadas parecen describir tales objetos, pero las imágenes de la Marina parecían cumplir con los requisitos. Ya sea que estos objetos sean de origen extraterrestre o no, su mera presencia fue considerada como una amenaza a la seguridad nacional, que es en parte lo que hizo que la declaración fuera tan desconcertante. Fue algo histórico, la primera vez que el Pentágono ha confirmado públicamente la autenticidad de los videos de ovnis. Sin embargo, si esto no parecía lo suficientemente sorprendente, ya que ahora ha admitido poseer y probar restos de accidentes de OVNIS. Al respecto, el investigador Anthony Bragalia hizo la revelación en su blog UFO Explorations, compartiendo más de 150 páginas de la Agencia de Inteligencia de Defensa de los Estados Unidos (DIA) luego de que la agencia respondiera a una solicitud de la Ley de Libertad de Información (FOIA) que presentó hace tres años. “Aunque muchos de los detalles de los informes están redactados, lo que se puede deducir es que estas tecnologías representan un salto cuántico literal más allá de las propiedades de todo el material existente conocido por el hombre”, escribió Bragalia. La solicitud de la FOIA de Bragalia era “inequívoca en su significado”, según el investigador, que se mostró satisfecho por haber encontrado un vacío legal para la información que normalmente es confidencial y secreta.“La solicitud original de la FOIA de 2017 hecha a la DIA solicita las descripciones físicas, las propiedades y la composición del material OVNI/UAP en poder del gobierno y su contratista”, explicó Bragalia, no sin antes agregar que se refiere a material OVNI/UAP y físico de restos recuperados por personal del Departamento de Defensa como residuos, restos flotantes, material disparado o UAP estrellados u objetos voladores no identificados. El investigador adjuntó la solicitud de la FOIA y partes de los cinco documentos a los que se le dio acceso, que comprenden las 154 páginas completas que tenía. También compartió que hubo varios documentos que tuvieron que ser redactados en gran medida. El documento muestra que las pruebas las estaba realizando Bigelow Aerospace, una empresa con sede en Las Vegas, Nevada, que realiza trabajos por contrato privado para el Departamento de Defensa. Los restos del accidente fueron trasladados a la antigua instalación militar Wilbur Wright Field en el condado de Greene, Ohio, y la compañía de innovación tecnológica Battelle Memorial Institute pronto consiguió un contrato para iniciar diagramas de fase para la fabricación de metal de memoria, utilizando níquel y titanio de ultra alta pureza. Durante una discusión en la década de 1960 con el investigador Kevin Randle que fue grabada en una cinta, el general Arthur Exon dijo que algunos de los restos que se estaban probando en el sitio estaban compuestos de titanio “especialmente procesado”. Exon había sobrevolado el sitio en 1947. Pasado dos meses del accidente de Roswell en septiembre, el general George Shulgen de Air Intelligence dijo que “los materiales de construcción” de los platillos volantes posiblemente estaban hechos de varias combinaciones de metales y plásticos. “Los informes patrocinados por DIA que recibí mencionan un material de alta ingeniería llamado metamaterial como compuesto de medios compuestos”, añadió Bragalia. “El metamaterial se puede revestir con metal y plástico. Según la documentación recibida, parece que los restos recuperados exhiben otras capacidades extraordinarias. Además de “recordar” su forma original cuando se dobla o se aplasta, algunos de estos materiales futuristas tienen el potencial de hacer que las cosas sean invisibles, “comprimir” la energía electromagnética e incluso reducir la velocidad de la luz”. Bragalia descubrió en los documentos que actualmente se desconoce el paradero de los restos del OVNI, y agregó que Bigelow Aerospace despidió a casi todos sus 85 empleados en marzo del 2020. Un portavoz dijo que se trataba de una tormenta perfecta de problemas, incluida la pandemia, lo que resultó en despidos. Por lo que tal vez tenga relación con los restos de OVNIS recuperados. Mientras escribimos esta noticia nos damos cuenta de que esta revelación debería de haber sido un anuncio trascendental, pero parece que los principales medios de comunicación no quieren que se difunda. Estamos hablando que el Pentágono ha reconocido tener en su poder restos de ovnis estrellados fabricados con tecnología avanzada incluso para nuestra época. Es más, se confirma la noticia del New York Times publicada el pasado año, revelando que se han producido accidentes de otros mundos, y que los materiales recuperados han sido estudiados en secreto durante décadas por compañías aeroespaciales bajo contratos gubernamentales. El astrofísico Eric Davis, quien trabajó como consultor en el programa original de OVNIS del Pentágono, dijo al Times que luego de examinar ciertos materiales, llegó a la conclusión de que no eran de origen terrestre. De hecho, Davis informó a una agencia del Departamento de Defensa (DoD) en marzo sobre la recuperación de materiales de “vehículos fuera de este mundo no fabricados en este planeta”. No sé qué más evidencias necesitamos, ¿qué loa alienígenas aterricen con sus naves en medio de una gran ciudad? Incluso así, los escépticos no se lo creerían.

jueves, 18 de febrero de 2021

EL TRIANGULO DE BRIDGEWATER: Una mirada a la oscuridad

Durante años, el sureste de Massachusetts en los EE.UU. ha sido un foco importante de aquellos interesados en la actividad paranormal, principalmente debido a las apariciones, avistamientos y experiencias que han ocurrido en el Triángulo de Bridgewater, un área de cerca de 200 millas cuadradas (520 km2). En efecto, se dice que desde la época colonial la zona ha sido un sitio de fenómenos inexplicables. Situado a sólo 30 kilómetros al sur de Boston, esta área está delimitada por las ciudades de Massachusetts de Abington, de Rehoboth y Freetown, conformando el Triángulo de Bridgewater, nombrado así por el investigador paranormal Loren Coleman en 1970. Justo en el centro del área está localizado el pantano Hockomock que en el idioma de los indios Wampanoag significa “el lugar donde moran los espíritus”, quienes ya apreciaban su carácter extraordinario cuando lo bautizaron así. Es, quizás, el lugar más misterioso gracias al cementerio indio de ocho mil años de antigüedad que contiene. Se cuenta que cuando los arqueólogos abrieron las tumbas se desprendió un polvo ocre tras el cual las tumbas desaparecieron y las fotografías que se tomaron no pudieron revelarse. En la década de 1930, muchos trabajadores de la zona informaron que habían visto enormes serpientes enrolladas sobre la carretera como si fueran tubos de una estufa antigua. Panteras negras, tortugas gigantes y perros fantasmas tan grandes como un caballo son otras de las especies que se han podido avistar. Se han reportado asimismo avistamientos de bolas de luz que sobrevuelan el pantano, estas cambian de color, forma, tamaño e intensidad y aparecen como respuestas a la acción de algún ser humano que se atreve a ingresar al lugar. A finales de 1960, cinco testigos vieron una bola de luz flotando entre algunos árboles, pero luego de gritarle, la bola creció y voló hacia ellos. Cuentan además sobre la existencia de grandes pájaros (thunderbirds), de aparentemente más de 10mts de envergadura y numerosas apariciones de criaturas demoníacas de varias cabezas con grandes cuernos que habitan el lugar. En invierno de 1970, un vecino de las inmediaciones aseguraba haber visto a una extraña criatura de unos 3 metros de alto, cubierto con un pelaje marrón oscuro. También una mujer lo vio, robando calabazas en su jardín. Se afirma además que en 1993 un hombre detuvo su coche y apuñalo de improviso a su novia, para posteriormente suicidarse, justo a unas millas del pantano. Muchos casos similares, en los que una persona sana asesina a alguien más sin motivo aparente han sucedido en esta región, como si una fuerza maligna los obligara a ello. Sin duda el Triangulo de Bridgewater, tiene algo de misterio, por lo cual ha sido usado como punto de reunión de sectas satánicas que realizan sacrificios de animales, y se presume que también de personas, ya que se han encontrado cuerpos mutilados. Cabe resaltar que no necesariamente se tiene que ingresar en el pantano para presenciar alguno de estos sucesos sobrenaturales, ya que entre las múltiples carreteras que cruzan o rodean el triangulo, en una de ellas, un vagabundo de pelo rojo, aparece sentado dentro de los autos que circulan para luego desaparecer súbitamente. También hay testigos que afirman visto a un camión fantasma que viaja a gran velocidad, y atraviesa los autos de los conductores que intentan esquivarlo.No es de extrañar que todos estos sucesos planteen más preguntas que respuestas. Parece que algo misterioso y sobrenatural ha elegido al Triangulo de Bridgewater como su verdadero hogar. Y lo más probable es que, pronto, muy pronto, volvamos a tener interesantes noticias de él...

jueves, 11 de febrero de 2021

DETECTABILIDAD MUTUA: ¿Un nuevo método para encontrar civilizaciones extraterrestres?

Buscar a los que nos están buscando. Esa es la idea central de un estudio llevado a cabo por un investigador de la Universidad de Manchester que propone una novedosa estrategia, basada en la llamada “teoría de juegos”, para incrementar las posibilidades de hallar civilizaciones extraterrestres. El trabajo, realizado por el astrofísico Eamonn Kerins, del Observatorio Jodrell Bank de la Universidad de Manchester, se acaba de publicar en The Astronomical Journal. Como sabéis, los actuales programas de búsqueda del SETI INSTITUTE - cuya labor se centra en encontrar vida en el espacio exterior - suelen tener dos enfoques: El primero es “barrer” una gran área de cielo con la esperanza de captar, en algún lugar, una señal que indique la presencia de seres inteligentes. El método tiene el inconveniente de que genera muy rápidamente un enorme volumen de datos entre los que resulta muy difícil encontrar lo que se está buscando. El segundo se basa en una “búsqueda dirigida”, centrada en sistemas estelares específicos en los que se sabe que podría haber planetas capaces de albergar vida. El riesgo, claro, es dedicar muchos recursos a pocos candidatos, en los que podría, como de hecho sucede, no encontrarse nada. Y es aquí donde encaja la idea de Kerins, la cual según el investigador, podría inclinar la balanza de las posibilidades de éxito a nuestro favor. En su estudio, Kerins propone usar la teoría de Juegos, en la que existe, explica, “una clase de juegos, conocidos como juegos de coordinación, que involucran a dos jugadores que tienen que cooperar para ganar, pero que no pueden comunicarse entre sí. Cuando nosotros hacemos búsquedas SETI, igual que cualquier civilización que esté intentando encontrarnos, estamos jugando exactamente a ese tipo de juego. Entonces, si tanto ellos como nosotros queremos establecer contacto, ambos podemos recurrir a la teoría de juegos para desarrollar la mejor estrategia”. Kerins ha bautizado su idea como “detectabilidad mutua”, de forma que los mejores lugares para buscar señales serían aquellos planetas desde los que fuera posible determinar si la Tierra misma puede estar habitada. “Si tenemos evidencia de un planeta potencialmente habitable -explica el investigador- y la civilización de allí tiene una evidencia similar sobre nuestro propio planeta, ambos lados deberían estar igualmente motivados para emprender la búsqueda entre sí, porque ambos sabrían que la evidencia es mutua”. Según la nueva teoría, por lo tanto, lo mejor sería examinar los planetas en tránsito (que pasen por delante de sus estrellas anfitrionas) de tipo terrestre (hechos de roca) y en las zonas habitables de sus soles, es decir, a la distancia correcta para que pueda haber agua líquida en su superficie. Pero no solo eso. Los planetas candidatos, además, deberán estar alineados con el plano orbital de la Tierra. En palabras de Kerins, “¿qué pasa si esos planetas están situados en línea con el plano de la órbita de la Tierra? Entonces podrían ver nuestro planeta transitar por el Sol y podrían acceder al mismo tipo de información sobre nosotros de la que nosotros tenemos de ellos. Los dos planetas serían mutuamente detectables” indicó. La zona desde la que es posible ver nuestro planeta en tránsito por el Sol es conocida como Zona de Tránsito de la Tierra. Y según el estudio, debería haber miles de planetas potencialmente habitables en ella. La duda, sin embargo sigue siendo si debemos limitarnos a “escuchar” una posible señal de esos mundos candidatos o si, por el contrario, deberíamos lanzarnos directamente a enviarles nuestras propias señales. La cuestión no es menor. Algunos científicos, entre ellos el ya fallecido Stephen Hawking, advierten de los potenciales peligros de enviar señales a civilizaciones de las que no sabemos nada y que al tener una gran superioridad tecnológica con respecto a nosotros, podrían venir en plan de conquista. Otros, por el contrario, señalan que si todas las civilizaciones tienen el mismo temor no enviarían ninguna señal, por lo que nunca podrían ser detectados. Es lo que se conoce como “la paradoja SETI”, y en su trabajo Kerins muestra un modo de resolverla. En su artículo, en efecto, el investigador explica que las posibles civilizaciones de un planeta situado en la Zona de Tránsito de la Tierra pueden saber cuál de los dos mundos, el suyo o el nuestro, es más claramente visible desde el otro. Algo que también nosotros sabremos. Según Kerins, por lo tanto, “tiene sentido que la civilización que tiene la vista más clara del otro planeta se sienta más tentada a enviar una señal. La otra parte lo sabrá y, por lo tanto, debería observar y buscar activamente una señal”. Kerins cree que la gran mayoría de os planetas habitables en la Zona de Tránsito de la Tierra están en órbitas alrededor de enanas rojas, estrellas de baja masa y menos brillantes que el Sol, por lo que tendrían, desde su posición, una visión más clara de nosotros de la que nosotros tenemos de ellos. Por lo tanto, según la teoría de la Detectabilidad Mutua, los programas SETI específicos deberían concentrarse en buscar señales de posibles civilizaciones en planetas potencialmente habitables alrededor de ese tipo de estrellas. “Pronto - dice Kerins - deberíamos tener disponible el primer catálogo de planetas que puedan estar habitados por civilizaciones que ya saben algo sobre nuestro mundo. Es posible incluso que sepan lo suficiente como para sentirse tentados a enviar un mensaje. Esos son los mundos en los que debemos concentrarnos. Si conocen la teoría de Juegos, esperarán que los escuchemos” puntualizó.

jueves, 4 de febrero de 2021

ALIENIGENAS ANCESTRALES: El elemento 115

Moscovio, Ununpentio, eka-bismuto o simplemente el "elemento 115" es un elemento sintético, es decir, sintetizado por el hombre y cuyo número atómico (número de protones) es 115. Este elemento era solo una teoría hasta que en el 2004 unos científicos rusos lo descubrieran. Posteriormente, en el verano del 2013 fue confirmado por científicos de la Universidad de Lund(Suecia) bombardeando con iones de Calcio una fina película de Americio. El resultado fueron 4 átomos de Ununpentio que desaparecieron 100 milisegundos luego por emisión de partículas alfa. Pero, ¿porqué puede ser tan importante este elemento? Como sabéis, todos los elementos que aparecen en la tabla periódica más allá del Uranio (cuyo número atómico es 92) tienen una existencia efímera antes de desintegrarse. Y es que estos elementos superpesados conocidos como “elementos transuránicos” son radiactivos y tienen una vida media más corta que la edad de la Tierra, lo que hace que ya no se encuentren ni en nuestro planeta ni Sistema Solar si es que alguna vez lo estuvieron. Su fama radica en que según los teóricos de los antiguos astronautas, ha sido identificado como el combustible de las naves de origen extraterrestre que se han estrellado a lo largo de las últimas décadas en los EE.UU. y que podría ser utilizado por los humanos para viajar al espacio infinito. Ahora que su existencia ha sido confirmada ¿está el ser humano a punto de fabricar el combustible de los OVNIS? ¿Podría encerrar este nuevo elemento la clave de una poderosa fuente de energía y del control de la gravedad? Cuando en noviembre de 1989 un curioso personaje llamado Bob Lazar apareció en una entrevista en un canal televisivo de Las Vegas (Nevada, EE.UU.) muy pocos tomaron en serio sus explosivas declaraciones. Afirmaba que había estado trabajando en una base supersecreta del gobierno de los EE.UU. llamada S-4 y situada cerca de la famosa Área 51. Allí - sostenía - había analizado unas naves de origen extraterrestre que habían sido capturadas por los militares. Según Lazar, su cometido consistió en investigar como físico el sistema de propulsión de aquellos artefactos e intentar reproducir, en la medida de lo posible, su avanzada tecnología. Pero - siempre según la versión de Lazar - no había sido posible comprender en tu totalidad, y menos aplicar, aquella tecnología alienígena. Sí se logró, por el contrario, determinar que el secreto del funcionamiento de las naves residía en un elemento que no se encuentra en nuestro planeta. Mucho más pesado que el plomo y de aspecto anaranjado, el elemento 115 - afirmaba Lazar - tenía unas extraordinarias propiedades que lo convertían en una asombrosa fuente de energía y en la llave para generar gravedad artificial. Lazar no pudo documentar sus afirmaciones, como tampoco pudo demostrar que hubiese trabajado para el gobierno estadounidense ni que hubiese estudiado física - como había dicho - en instituciones de prestigio. Pero, a pesar de todo, los datos que facilitó sobre el supuesto elemento 115 resultaban más que sugerentes. Y, con el paso del tiempo, algunas de sus afirmaciones se han cumplido. El testimonio de Lazar parecía extraído de una novela de ciencia ficción y como tal fue tomado por muchos. Aseguraba haber llegado al Área 51 de la mano del doctor Edward Teller, así como haber estudiado varias naves de procedencia alienígena que se encontraban en poder de las autoridades estadounidenses. También explicó que su propósito era la “ingeniería inversa”, es decir, tratar de replicar la tecnología extraterrestre, mucho más avanzada que la terrestre. Aunque no proporcionó demasiados datos técnicos, Lazar subrayó que lo que sí se había podido comprobar era que la fuente de energía de aquellas naves era un elemento superpesado, el 115. Se trata de un elemento que no se encuentra en nuestro sistema solar, pero que podría estar presente en otras zonas del Universo como un subproducto de las supernovas. Según Lazar, en el interior de la nave el elemento 115 se sometía a un bombardeo de neutrones que producía su transmutación en el elemento 116, mucho más inestable. Éste iniciaba de inmediato una reacción que tenía dos extraordinarios efectos. El primero consistía en emitir partículas de antimateria que, al entrar en contacto con otras de materia, se desintegraban y producían una enorme cantidad de energía, que se aprovechaba en un generador enormemente eficiente. Más sorprendente aún era el segundo efecto: la creación de una onda de lo que llamó “gravedad B”, un fuerte campo gravitatorio propio que, a través de tres dispositivos situados en la base de las naves, podía ser dirigido a voluntad para desplazarse por el espacio. De este modo - proseguía Lazar - la fuerza de gravedad creada por la desintegración del elemento 115 permitía que las naves viajasen de una forma más o menos convencional, pero también hacía posible retorcer el espacio de manera que el aparato pudiera trasladarse casi instantáneamente de un punto del Universo a otro muy distante. La fórmula permitía que ambos lugares se aproximaran al “plegar” el espacio. Lazar afirmó incluso que las autoridades estadounidenses habían llegado a conseguir unos 200 kilos de este material de manos de los alienígenas. Cabe destacar que en el centro de investigación nuclear de Dubna (Rusia), donde se ha sintetizado el ununpentium, varios equipos internacionales llevan años tratando de obtener nuevos elementos químicos. Allí se descubrió también el elemento 114 y, posteriormente logró indicios del ansiado 115. Es muy probable que sea en este centro donde se consiga un isótopo estable de este elemento. Y parece que Lazar se adelantó unos años al hablar de un elemento estable con 115 protones, Venga ya ¿Este exótico elemento contiene la clave del futuro de la humanidad en las estrellas? Según Bob Lazar, ello es posible. Si somos capaces de aprovechar su increíble energía, el mundo cambiará para siempre.