TIEMPOS DEL MUNDO

jueves, 28 de octubre de 2021

SLEPPY HOLLOW: La leyenda del jinete sin cabeza

Existe un mito en los EE.UU. que cobra fuerza todos los años en las cercanías de Halloween: el del jinete sin cabeza. Una leyenda que permanece en la imaginación de la gente gracias a series y películas que tratan del tema, que si bien se basa ligeramente en la historia que Washington Irving escribió en 1820, "La Leyenda de Sleepy Hollow", esta terminó por pasar de generación en generación, hasta convertirse en parte de la historia estadounidense. El protagonista es Ichabod Crane, un profesor de escuela que se prenda de una muchacha del lugar y de su fortuna. Volviendo a su hogar tras una fiesta, Crane se encuentra de sopetón con el ominoso jinete sin cabeza -el fantasma de un soldado alemán que perdió la cabeza por una bala de cañón durante la guerra de independencia americana-, quien sale de las entrañas de un árbol maldito. El destino de Crane es incierto, ya que a la mañana siguiente sólo se encuentra cerca de un puente su sombrero y los restos de una calabaza. Este relato proviene de unos asentamientos holandeses que se ubicaban al norte de la ciudad de Nueva York, EE.UU., en el río Hudson. Sucede que durante la Guerra de Independencia de 1776, el ejército de George Washington se vio obligado a retirarse desde Manhattan. En la batalla de White Plains, los comandantes británicos enviaron a sus jinetes de Hesse, mercenarios alemanes con una terrible reputación. Fue en la primera fusilada de cañones donde a uno de estos mercenarios le arrancaron la cabeza. Y fue enterrado en el cementerio de Sleepy Hollow. Desde entonces, se afirma que cada noche de Halloween se levanta como un fantasma malévolo y furioso, en busca de su cabeza perdida, la cual quedó destrozada en el campo de batalla, por lo que busca reemplazarla con la de otras personas, a las que se las corta de un solo tajo. Se trata de uno de los pocos ejemplos de mitología estadounidense y fusiona lo sobrenatural con la historia real vinculada a la fundación de los EE.UU. Dicha leyenda, tras ser llevada a la literatura, ganó un inmediato espacio en la imaginación popular como una emblemática figura del terror, en un fenómeno muy parecido a lo que ocurrió con Drácula, el célebre vampiro creado por el escritor irlandés Bram Stoker. Cabe destacar por cierto, que se trata de uno de los muchos cuentos populares de jinetes sin cabeza en el mundo, que abarcan desde los cuentos teutónicos de los hermanos Grimm hasta la mitología escandinava o la leyenda celta de Dullahan, el demonio sin cabeza que se inclina sobre un caballo negro. En la mitología irlandesa, uno de los primeros referentes se encuentra en el Dullahan irlandés o Dúlajan, perteneciente al reino de hadas irlandés y existiría una que es particularmente activa en los condados de Sligo y Down. Es una criatura sin cabeza, por lo general montado en un caballo negro, llevando la cabeza bajo su brazo derecho, con una horrible sonrisa de oreja a oreja y con ojos pequeños y negros. Se dice que, cerca de la medianoche, en días de fiesta o noches de banquete, este jinete salvaje puede ser observado en la oscuridad de los campos irlandeses portando su cabeza, que brilla intensamente con la fosforescencia de la materia en putrefacción, y que usa a modo de linterna. El Dullahan dice un nombre, y es ese el momento en el que la persona nombrada muere inmediatamente. Hay otras versiones que le describen transportando un carro negro, aunque la más llamativa es la de un cuento escocés que habla de un jinete sin cabeza, de nombre Ewan, decapitado en una batalla entre clanes en la cañada Cainnir en la Isla de Mull. Su muerte le negó cualquier posibilidad de llegar a ser un jefe, y tanto él como su caballo se aparecerían con su cabeza en las proximidades de la zona en que murió. En tanto, las primeras referencias en la mitología germánica comienzan con las leyendas de los hermanos Grimm, que narran dos cuentos populares alemanes sobre un jinete sin cabeza. El primer cuento se sitúa cerca de Dresde, en Sajonia. En esta historia, una mujer sale temprano de su casa una mañana, en domingo, para recoger bellotas en un bosque cercano y al llegar al lugar oye un cuerno de caza, que ignora. Cuando vuelve a escucharlo, se gira y se encuentra ante sí a un hombre sin cabeza con un abrigo largo y gris a lomos de un caballo de idéntico color. El segundo cuento se sitúa en Brunswick, en la Baja Sajonia, donde el jinete sin cabeza es llamado "el cazador salvaje", que sopla un cuerno con el fin de advertir a los cazadores de no viajar ni cazar al día siguiente, a manera de premonición sobre un accidente a evitar. En algunas versiones alemanas del jinete sin cabeza, el sujeto busca a los autores de crímenes capitales. En otros, el propio jinete porta consigo una jauría de fieros perros negros con lenguas de fuego. La leyenda del Jinete sin cabeza, que con el tiempo se transformó también en una suerte de relato de horror tradicional en otros países, recobró actualidad gracias a la película “Sleepy Hollow”, rodada en 1999 por el director Tim Burton, con una nueva versión del relato de Irving, y con las actuaciones de Johnny Depp como Ichabod Crane y Christopher Walken en el rol del jinete sin cabeza. Desde que la leyenda fue introducida en la cultura popular, no sólo apareció en múltiples películas y programas de televisión, sino que también en historietas y videojuegos. En la actualidad es considerado uno de los íconos más imperecederos del terror de todos los tiempos.

jueves, 21 de octubre de 2021

ALIENIGENAS ANCESTRALES: Venimos de las Pléyades

En muchas culturas antiguas, existen relatos de antepasados que viajaron a la Tierra desde las Pléyades. Es más, últimos descubrimientos científicos revelan que los orígenes de la humanidad podrían no estar en la Tierra, sino a 445 años luz. Ante todo, cabe precisar que se trata de un cúmulo de estrellas visibles en el otoño e invierno. En la Antigüedad, se creía que sólo quienes tenían una vista privilegiada podían verlas todas. El objeto más distante que puede ver el ojo humano es Andrómeda, la galaxia vecina de la Vía Láctea ubicada a 2.5 millones de años luz de la Tierra. Sin embargo, dentro de ese rango es posible observar desde menos de 100 estrellas en el cielo de una ciudad, hasta 2 mil 500 en un área sin contaminación lumínica. Al margen de los planetas, el Sol y la Vía Láctea, el grupo de estrellas más visible desde nuestro planeta son las Pléyades, un cúmulo estelar de cientos (tal vez miles) de estrellas jóvenes formadas en los últimos 100 millones de años, cuando los dinosaurios dominaban la Tierra. La mayoría de las estrellas visibles a ojo desnudo de las Pléyades son gigantes azules cinco veces más grandes que nuestro Sol. En una noche despejada, sin luz de Luna ni contaminación lumínica, es posible ver siete estrellas o más. Y a pesar de que aproximadamente 445 años luz nos separan de estas estrellas, las Pléyades son conocidas desde hace miles de años e inspiraron distintas leyendas en la Antigüedad. Como sabéis, el cúmulo abierto de las Pléyades es una de las imágenes más familiares del cielo de diciembre en el hemisferio norte. Es popularmente conocido, en muchos lugares del mundo, como las siete hermanas. Pero, si se observa detenidamente, veremos que en realidad contiene seis estrellas. ¿Qué pasó con la séptima? ¿Por qué se le llama así? Muchas culturas, a lo largo y ancho del mundo, cuentan historias bastantes similares sobre las siete hermanas. Se ha mencionado que, quizá, las primeras historias sobre las Pléyades pudieron originarse hace 100 000 años. En aquel momento, la constelación tenía un aspecto muy diferente al que podemos observar en el presente. En la mitología griega, las Pléyades eran las siete hijas del titán Atlas. Fue obligado a mantener el cielo durante toda la eternidad, impidiendo que pudiese proteger a sus hijas. Así que, para evitar que fuesen violadas por Orión, el cazador, Zeus las transformó en estrellas. La historia dice, sin embargo, que una hermana se enamoró de un mortal y decidió ocultarse. Por eso, en el firmamento, solo podemos observar seis estrellas. Otra historia parecida se cuenta entre los grupos aborígenes de Australia. En muchas de sus culturas, son un grupo de chicas jóvenes, generalmente asociadas con ceremonias sagradas e historias de mujeres. Las Pléyades, además, son parte importante de los calendarios y la astronomía aborígenes. En algunos grupos, de hecho, su primera aparición en el cielo del atardecer marca la llegada del invierno. No muy lejos de las Pléyades está la constelación de Orión, que al igual que en la mitología griega, era un cazador de mujeres. Específicamente, de aquellas que se encuentran en la constelación de las Pléyades. Una de ellas, según la versión, ha fallecido, está oculta, es muy joven o ha sido secuestrada, por lo que solo seis son visibles. En las culturas europeas, africanas, asiáticas, indonesias y nativas de América, muchas culturas entienden que el cúmulo tiene siete estrellas pero solo seis son visibles. Así, dan lugar a una historia que explica por qué la séptima es invisible. Pero, ¿cómo es posible que se de esa similitud en historias tan lejanas, y dispares, como las de la antigua Grecia y los aborígenes australianos que no tuvieron contacto alguno? Durante, al menos, 50 000 años, hubo poco contacto entre las culturas aborígenes y el resto del mundo. Así que, ¿de dónde sale ese origen común? Algunos investigadores como Ray Norris y Barnaby Norris sugieren cuál podría ser la explicación. Según un estudio publicado en el libro Advancing Cultural Astronomy, en el se explora la conexión entre las Pléyades y las historias a su alrededor. Se dice que los seres humanos modernos descienden de individuos que vivieron en África antes de que comenzasen sus migraciones a otros lugares del mundo, hace unos 100 000 años. ¿Es posible que las historias de las siete hermanas sean tan antiguas? ¿Puede que aquellos seres humanos llevasen, consigo mismos, las historias a medida que viajaban a Australia, Europa y Asia? Las observaciones astronómicas muestran que las Pléyades se mueven lentamente en el firmamento. Algo que resulta muy útil. En la actualidad, una estrella, Pleione, está tan cerca de la estrella Atlas que parecen un único astro a simple vista. Pero si se retrocede en el tiempo, hace 100 000 años Pleione estaba más lejos de Atlas. Hubiese sido fácilmente observable a simple vista. En aquel entonces, por tanto, la gente habría visto siete estrellas. Ese movimiento, explican los investigadores, podría ayudar a resolver dos rompecabezas. Por un lado, la similitud entre las historias aborígenes y griegas. Por otro, el hecho de que comúnmente sea conocida como las siete hermanas. Algo que choca con su aspecto actual, en el que solo seis estrellas son visibles. Esto permite a los investigadores pintar un cuadro de lo más curioso. ¿Es posible que las historias de las Siete Hermanas, y Orión, sean tan antiguas que nuestros lejanos ancestros las contasen en torno a hogueras, hace 100 000 años? Plantean que podrían ser, de hecho, las historias más antiguas del mundo. Pero los teóricos de los antiguos astronautas tienen otra respuesta a la interrogante, argumentando que este conocimiento común se debe a que fuimos creados por los pleyadianos. Son ancestros de los humanos quienes aportaron su ADN para el nacimiento de la raza. Son humanoides, prácticamente humanos con algunas diferencias anatómicas, con rasgos semejantes a las personas escandinavas (del norte de Europa) por lo que también se les denomina “nórdicos”. De excelente estado físico, tienen una estructura corporal bien formada, usan trajes ajustados y brillantes. Tienen una altura aproximada de entre 2,20 y 2,40 metros los hombres y entre 1,70 y 2,20 metros las mujeres. Poseen una larga melena rubia y ojos azules rasgados, más grandes de lo normal, mientras su piel sería entre blanca pálida a un tono más acaramelado. Según los describen los ufólogos, son unos seres de luz altamente evolucionados y espirituales (al contrario que el resto de extraterrestres). Su biología funciona similar a la de los humanos pero su desarrollo tecnológico y espiritual es más mas avanzado. Tiene sus propios maestros espirituales y distinguen como la luz como información y la oscuridad como falta de información. El amor, las ideas y los ideales son los motores de su sociedad. Los estudiosos de esta raza, aseguran que los pleyadianos visitan la Tierra para ayudar a los humanos a despertar y recordar quiénes son y de esta forma recuperar su poder y destino. Es decir, que descubran su divinidad y la conexión con el creador y con todo lo que existe. Siempre de acuerdo a los teóricos de los antiguos astronautas, los dioses creadores desarrollaron el Universo, por ende también la Tierra. Esta última fue elegida como un lugar de libre albedrío y con el tiempo llegaron otros dioses rivales al planeta. En efecto, entre estos nuevos líderes, arribaron los reptilianos. Ellos construyeron túneles subterráneos para manipular a sus habitantes. Como ellos se alimentan de vibraciones de conciencia negativas, sembraron el temor y el caos en la humanidad. El centro de operaciones estaba en la Mesopotamia asiática, donde surgió la misteriosa civilización sumeria hace miles de años. Los malvados reptilianos fueron modificando el ADN de los humanos y cortaron la conexión con los pleyadianos. Además, bloquearon con una especie de cerca eléctrica toda la información de luz, optimismo, esperanza y confianza. Para salir de este control, los humanos puros y los pleyadianos encarnados tratan de conectar con la luz del universo para iluminar la humanidad. Precisamente, algunas personas afirman haber sido contactadas por ellos. Entre estos contactados se encuentra el controvertido Billy Meier, uno de los primeros en asegurar la realidad de la visita de estos seres a nuestro planeta. El ser que lo contactó dijo llamarse Sfath. En los años 1950, una mujer estadounidense llamada Cynthia Appleton aseguró haber sido embarazada por pleyadianos, quienes serían los padres de su hijo Mattew. Desde la década de 1980 han ido apareciendo en todo el mundo más y más contactados, entre ellos se cuentan la norteamericana Bárbara Marciniak que ha publicado varios libros, la argentina Áditi Prem que durante sus lecturas de registros akáshicos contacta constantemente con estos seres, y el más conocido en la actualidad, el norteamericano Michael Love, principal canalizador de los pleyadianos desde el 2015. No queda duda que aún queda mucho que investigar para llegar a la verdad.

jueves, 14 de octubre de 2021

¿QUE SE OCULTA EN LAS PROFUNDIDADES?: El extraño caso del submarino nuclear estadounidense y un "objeto no identificado" en el Mar de China

Un inesperado suceso ocurrió hace unos días en el Mar de China Meridional, donde un submarino de propulsión nuclear chocó con un “objeto desconocido” mientras estaba sumergido en el lugar, según confirmaron funcionarios militares de los EE.UU. En efecto, el USS Connecticut, un submarino de ataque rápido propulsado por energía nuclear clase Seawolf, impactó con el objeto desconocido el pasado 2 de octubre y aunque una docena de marineros resultaron heridos, no hubo que lamentar víctimas mortales, dijo la Marina de los EE.UU. en un comunicado. Las autoridades dijeron que la planta de propulsión nuclear del submarino no se vio afectada y permaneció en pleno funcionamiento. “El submarino permanece en una condición segura y estable”, dijo el comunicado. “Se está evaluando la extensión del daño al resto del submarino”. Funcionarios estadounidenses, que hablaron bajo condición de anonimato, confirmaron que el incidente tuvo lugar en aguas internacionales en el Mar de China Meridional. Dijeron que aún no estaba claro qué objeto había golpeado el submarino, pero que no era otro submarino. Otro funcionario explicó que podría haber sido un barco o contenedor hundido u otro objeto desconocido. La mayoría de los marineros heridos sólo sufrieron lesiones leves, mientras que dos sufrieron heridas “moderadas”. Ahora el submarino se dirigía hacia Guam para realizar una investigación. Pero las reacciones del tal incidente no tardaron en llegar. China ha exigido más explicaciones a los EE.UU. sobre la colisión de su submarino nuclear, criticando la falta de información como “irresponsable” y expresando serias preocupaciones sobre cualquier “fuga nuclear”. “EE.UU. debería aclarar más detalles del suceso, incluida la ubicación específica, la intención de su navegación, qué tipo de objeto había golpeado el submarino, si causó una fuga nuclear que contaminaría el medio ambiente marino”, dijo el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Zhao Lijian, al periódico South China Morning Post. “Es irresponsable y muestra una falta de transparencia por parte de los EE.UU. para retrasar y ocultar deliberadamente los detalles del accidente”. Zhao también culpó del accidente a los ilegales despliegues navales estadounidenses en el Mar de China Meridional bajo el “estandarte de libertad de navegación (operaciones)”. “Esta es la causa fundamental del accidente y representa una grave amenaza y un gran riesgo para la paz y la estabilidad regionales”, concluyó Lijian. Si bien hasta el momento no hay noticia de que objeto impacto con el submarino, hay quienes no descartan que se trate nada menos que de un OSNI, tal como se ha dado a conocer esta semana en The Daily Star. Como sabéis, este es el acrónimo de objeto submarino no identificado, y se refiere a avistamientos de objetos desconocidos emergiendo o sumergiéndose en el agua, que dada la avanzada tecnología que poseen, no son de origen humano. En innumerables ocasiones, grandes flotas de barcos y aviones se han desplegado en partes remotas del mundo para buscar, e incluso para destruir, estos objetos misteriosos que aparentemente no pertenecen a ninguna nación conocida. Estos “submarinos fantasmas” han sido avistados por tripulaciones enteras de barcos y aviones, y han sido rastreados por radar y sonar. En algunos casos, el misterioso objeto submarino ha quedado “atrapado” en desembocaduras o ríos, pero siempre han logrado escapar. Las descripciones de testigos indican que estas extrañas naves son considerablemente más grandes que cualquier submarino conocido. Sus superficies y superestructuras son perfectamente lisas, y no tienen escotillas o equipos tecnológicos visibles. Y lo que es aún más increíble, hay un gran número de avistamientos bien documentados en los que los objetos no solo han salido a la superficie, sino que se han elevado en el aire y se han alejado como si fueran dirigibles gigantes. Y es que este incidente entre el submarino nuclear y ‘el objeto desconocido’ no podía ocurrir en peor momento. Un artículo publicado en el periódico ultranacionalista chino Global Times, decía que el pacto entre EE.UU. y Taiwán – que China considera suya – puede dar inicio la Tercera Guerra Mundial. Casi 150 aviones de guerra chinos han violado el espacio aéreo de Taiwán desde el pasado viernes, incluidos 56 aviones el último lunes, en una dramática demostración de fuerza china contra su “provincia rebelde” que se separo del continente a instancias de los EE.UU. en 1949. Precisamente, la aurodenominada ‘presidenta’ de Taiwán, Tsai Ing-wen, prometió “hacer lo que sea necesario para proteger a Taiwán de una invasión china”. Independientemente de este conflicto azuzado por los EE.UU., lo que está claro es que no sabemos qué colisiono contra el submarino nuclear, por lo que podría tratarse de un OSNI. Hasta el momento Marina de Guerra de EE.UU. todavía guarda silencio. Pero, en algún lugar de los vastos océanos del mundo, definitivamente hay misteriosos objetos que pueden moverse más rápido y sumergirse más profundamente que cualquier embarcación conocida. Lo más seguro es que nunca sepamos la verdad de lo que sucedió.

jueves, 7 de octubre de 2021

EL POZO SUPERPROFUNDO DE KOLA: ¿Una entrada al infierno?

Ubicado en un lugar hoy abandonado en Rusia y cubierto por una tapa extremadamente pesada de metal y oxidada incrustada en el piso, se encuentra el pozo más hondo jamás perforado por el ser humano para ver que se esconde en las profundidades de la Tierra. Nos referimos al pozo superprofundo de Kola, que hoy vuelve a ser noticia ya que las autoridades de la región de Múrmansk, en el noroeste del país, se plantean ceder al Estado dicha propiedad y quizás, abrirlo para visitas turísticas, informa al respecto The Daily Mirror. En efecto, el pozo tiene una profundidad de 12.262 metros, lo que lo convierte en el objeto científico de su tipo más hondo del mundo. La historia de la instalación comenzó en 1970, y se debió a la carrera entre Rusia y los EE.UU. para llegar a la discontinuidad de Mohorovicic, el límite entre la corteza y el manto terrestre. El pozo está ubicado en el escudo Báltico, una antigua placa tectónica de unos 3.000 millones de años. Durante cuatro años, los investigadores taladraron 7.263 metros. A esa profundidad, la primera perforadora, similar a las industriales, ya no era eficaz, por lo fue necesario sustituirla por una nueva que pudiera continuar la perforación a una velocidad de 60 metros por mes. El reemplazo de maquinaria duró un año entero. En 1983 se había logrado alcanzar una profundidad de 12.066 metros, pero al año siguiente la perforadora se rompió y una sección del aparato se quedó en el túnel principal, de manera que los científicos tuvieron que empezar labores de nuevo en el túnel de reserva. Ocho años más tarde consiguieron llegar a la profundidad actual. A ello siguieron dos averías más que impidieron continuar la perforación. En el 2008, la instalación fue cerrada oficialmente. A 12 kilómetros de profundidad, las condiciones de trabajo se volvieron todavía más difíciles, relató en el 2007 el entonces director de la instalación, David Gubermán. “Nos enfrentamos a lo que los perforadores llaman ‘curvatura natural’. Cuando las rocas duras se intercalan frecuentemente con rocas blandas, el pozo deja de avanzar verticalmente y ‘gira’ hacia las rocas suaves”, señaló el científico, en una entrevista, en el 2007. La leyenda más famosa relacionada con el pozo de Kola cuenta que unos científicos dirigidos por el Dr. Azzacov, habían excavado un agujero de unos 14.4 km antes de encontrar una cavidad subterránea. Intrigados por este inesperado descubrimiento, hicieron descender un micrófono extremadamente resistente al calor junto con otros dispositivos sensoriales dentro del pozo. La temperatura registrada era de unos 1.100 º C. De inmediato comenzaron a escucharse gritos y lamentos, que fueron interpretados como los gritos de los condenados en el infierno. De hecho, la historia se originó en un diario finlandés, que la publicó el 1 de abril de 1989, pero al poco tiempo ya la divulgaban medios de todo el mundo, dando al pozo superprofundo una inesperada popularidad. “Para mí, estas publicaciones fueron una completa sorpresa. Trabajábamos tranquilamente […] y de repente una ráfaga de llamadas telefónicas cayó sobre nuestra oficina. […] Finalmente, le pregunté directamente a una persona que llamó: ‘¿Por qué todos se interesan repentinamente por nosotros?’ ‘Bueno’, respondió, ‘en todos los periódicos dicen: ‘Llegaron al infierno y despertaron a los demonios”, recuerda Gubermán. No obstante, las condiciones en el fondo del pozo sí podrían considerarse infernales, ya que, dada la proximidad del núcleo terrestre, a esa profundidad la temperatura es de 200 grados centígrados. Durante la perforación, los investigadores extrajeron del pozo superprofundo de Kola 4.400 metros de muestras de rocas que les permitieron analizar la estructura de la corteza continental. “Se suponía que a una profundidad de unos 7.000 metros se descubriría la llamada discontinuidad de Conrad entre granitos y basaltos. Al final, entramos en los granitos, es decir, las arqueas, a una profundidad de 6.840 metros, y ya no los abandonamos. No había basaltos ni siquiera a 12.000 metros. De manera que el pozo mostró que la estructura de capas de la corteza terrestre no es un dogma”, explicó Gubermán. El antiguo director del pozo reveló otro descubrimiento geológico inesperado, y es que las rocas extraídas a 3-4 kilómetros de profundidad resultaron casi idénticas a las de la Luna. Al mismo tiempo, el pozo supuso un avance importante también para la biología, ya que, al detectar en las muestras 14 especies de microorganismos petrificados, los investigadores constataron que la vida en nuestro planeta se originó al menos 1.500 millones de años antes de lo que se creía. Cabe destacar que el esfuerzo y el dinero invertido en este faraónico proyecto no fueron en vano. Gracias a él conocemos mejor la corteza de nuestro planeta y cómo se comporta sometida a grandes presiones y temperaturas. Hoy en día seguimos sin haber podido alcanzar el manto. Nunca hemos podido estudiar “en vivo” lo que hay bajo la corteza, pero el sueño de conseguirlo no se ha esfumado. Existen proyectos que buscan perforar el lecho marino de una zona del Pacífico cuya corteza mide apenas seis kilómetros de grosor. Otras propuestas más futuristas apuestan por cápsulas capaces de propulsarse hasta la discontinuidad de Mohorovičić, fundiendo la corteza a su paso y ahorrándonos la fiebre de los pozos casi imposibles. Sea como fuere, hemos viajado al espacio antes que las profundidades de nuestro mundo. En el interior del planeta existen misterios que permanecen ocultos. Secretos reales que nos hablan de la historia del planeta, de nuestro pasado y nuestro futuro. Historias que tan solo suponemos conocer mediante teorías de las más diversas, pero de las que nos faltan pruebas directas para comprobar su veracidad. No cabe duda que nuestro viaje al centro de la Tierra ni siquiera ha comenzado.