TIEMPOS DEL MUNDO

jueves, 30 de noviembre de 2017

¿QUE LO MOTIVA A ELLO?: China busca hacer contacto con los extraterrestres

En el ránking de los países más poderosos del mundo en lo relativo a la economía, el país asiático ha crecido de forma sideral en los últimos años, a tal punto que ha superado ampliamente a los Estados Unidos, ya que además tiene en su poder una gran parte de los bonos hipotecarios de la deuda estadounidense. A no dudarlo, se trata del mayor país capitalista del planeta (que de ‘comunista’ solo tiene el nombre) el cual ahora también busca convertirse en la mayor superpotencia espacial y podría ser el primero en entrar en contacto con los alienígenas, gracias a la construcción del radiotelescopio mas grande del mundo, lo que ha originado un fundado temor entre la comunidad científica, quienes afirman que es peligroso tratar de comunicarse con una civilización desconocida que podría ser hostil con nosotros. En efecto, a mediados del 2016, China estrenó el radiotelescopio FAST, uno de los más grandes del mundo, dedicado, entre otras cosas, a buscar señales de civilizaciones extraterrestres. Y casi de inmediato, John Gertz, fiduciario emérito y ex presidente del consejo de administración del Instituto de Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre (SETI, por sus siglas en inglés), ha advertido del peligro que supone enviar determinados mensajes a alienígenas en un artículo publicado por la revista científica 'Journal of the British Interplanetary Society', disponible en Internet. Este especialista aboga por la búsqueda de vida fuera de la Tierra que no implique una comunicación inminente y aboga por instar los países elaboren “procedimientos rigurosamente definidos y aplicados” para regular los mensajes que se envían al espacio - desde materiales hasta radioseñales y conocidos como METI - un riesgo sobre el cual ya advirtió en otras ocasiones. En este sentido, Gertz cree que el involucramiento de China en este campo, gracias a su mayor capacidad económica y los esfuerzos intensificados de sus científicos en la búsqueda de contacto con los extraterrestres representan un grave peligro, porque sus iniciativas pueden resultar “insensatas, no científicas y poco éticas”. En opinión de Gertz, si los chinos contactan con alienígenas de manera independiente no se puede estar seguro de que compartirían esa noticia (algo que tampoco harían los estadounidenses). Para argumentar esta desconfianza, el fiduciario emérito del SETI recuerda que, en el 2007, China destruyó un satélite propio con un misil y propagó un gran número de piezas de basura espacial potencialmente peligrosas para otros dispositivos. Asimismo, lamenta de que no existan acuerdos ni leyes que establezcan qué hacer a la hora de lograr un contacto con los alienigenas, con lo cual nada impide que alguna potencia u organización envíe mensajes de saludo como si fuera la única que forma parte de la humanidad, “dando a conocer nuestra posición en el universo, ‘invitando’ a los extraterrestres a hacernos una visita, de los cuales desconoceríamos sus verdaderas intenciones” advirtió. Este radiotelescopio de 500 metros de diámetro, representa aproximadamente el doble de tamaño del observatorio de Arecibo en Puerto Rico, con el cual los científicos chinos podrían detectar señales provenientes de las profundidades del espacio, mucho más rápido que nadie. A comienzos de año, la Academia de Ciencias de China invitó a Liu Cixin, el escritor de ciencia ficción más importante de la actualidad, a visitar el radiotelescopio ubicado en el suroeste del país, y al regresar declaró que le parecía como “salido de la ciencia ficción”. Sin embargo, Liu coincide con Gertz al afirmar que un contacto puede implicar un riesgo velado para la Tierra, ya que podría conducir a una guerra mundial y la extinción de la humanidad. Esto es un tema recurrente en la ciencia ficción. Por ejemplo, en la película “Arrival”, que se filmó el año pasado, la repentina aparición de una inteligencia extraterrestre inspira la formación de cultos apocalípticos y casi desencadena una guerra entre las potencias mundiales, ansiosas por obtener una ventaja en la carrera para comprender los mensajes de los alienígenas para su exclusivo beneficio. “Y ello puede ocurrir en la vida real” recalca. “Debemos ser cautelosos si lográsemos tener contacto con seres de otros mundos, ya que quizás una mañana nos despertaremos y encontraremos una nave espacial alienígena del tamaño de la Luna estacionada en órbita. Conocer a una civilización avanzada podría ser como cuando los nativos americanos se encentraron con Colon” puntualizó.

jueves, 23 de noviembre de 2017

OUMUAMUA: Aquel misterioso objeto que atraviesa el Sistema Solar

El pasado 19 de octubre el telescopio Pan-STARRS 1 captó desde Hawái un débil punto de luz moviéndose a través del cielo. Al principio parecía el típico pequeño asteroide de rápido movimiento, pero las observaciones a lo largo de los días siguientes permitieron calcular su órbita con bastante precisión. Se trataba, sin ninguna duda, de un cuerpo no originado dentro del Sistema Solar. Este misterioso objeto provenía del espacio interestelar. Aunque originalmente fue clasificado como cometa, el Observatorio Europeo Austral (ESO) no encontró signos de actividad cometaria, como una estela, tras acercarse al Sol. El objeto ha sido reclasificado como un asteroide interestelar dentro de una nueva clase y nombrado siguiendo la propuesta de sus descubridores: Oumuamua, una palabra hawaiana que tiene distintas traducciones. Una puede ser: "El mensajero que nos alcanza desde un pasado remoto". "Tuvimos que actuar con rapidez" - explica Olivier Hainaut, miembro del equipo de ESO en la localidad alemana de Garching. "Oumuamua había pasado ya su punto más cercano al Sol y se dirigía de vuelta hacia el espacio interestelar". Los investigadores, que publicaron su estudio en Nature, utilizaron el telescopio VLT (Very Large Telescope) del ESO, para medir la órbita, el brillo y el color del objeto antes de que quede fuera de alcance. Pero las sorpresas no habían acabado. Combinando las imágenes del instrumento FORS del VLT con las de otros grandes telescopios, el equipo de astrónomos dirigido por Karen Meech del Instituto de Astronomía de Hawái descubrió que Oumuamua varía muchísimo su brillo, en un factor de diez, a medida que gira sobre su eje cada 7,3 horas. Karen Meech lo explica: "Esta gran variación en brillo, poco común, significa que el objeto es muy alargado: su longitud es unas diez veces mayor que su anchura, con una forma compleja y enrevesada. También descubrimos que tiene un color rojo oscuro (observaciones posteriores matizaron que es más bien grisáceo), similar a los objetos del sistema solar exterior, y confirmamos que es totalmente inerte, sin el menor atisbo de polvo alrededor de él "Estas propiedades sugieren que Oumuamua es denso, posiblemente rocoso o con gran contenido metálico, sin cantidades significativas de hielo ni agua, y que su superficie ahora es oscura y está enrojecida debido a los efectos de la irradiación de rayos cósmicos durante millones de años. Se estima que mide al menos 400 metros de largo. Cálculos orbitales preliminares sugieren que el objeto viene aproximadamente de la dirección en la que se encuentra la brillante estrella Vega, en la constelación septentrional de Lyra. Pero no es su punto de partida: incluso viajando a la vertiginosa velocidad de 95.000 km/h, Oumuamua ha tardado tanto en llegar que la estrella no estaba cerca de esa posición en origen, hace unos 300.000 años. La irrupción del objeto extrasolar tiene un eco a la novela de ciencia-ficción Cita con Rama de Arthur C. Clarke, en la que un cilindro de más allá del Sistema Solar - más pequeño, de sólo 50 kilómetros de largo - hacía irrupción. Al abordarlo, los astronautas descubrían en su interior un completo ecosistema con su propia gravedad que volvía a la vida al acercarse al Sol. Los astrónomos estiman que un asteroide interestelar similar a Oumuamua pasa por el interior del Sistema Solar una vez al año, pero son débiles y difíciles de detectar, por lo que no se han visto hasta ahora. Los nuevos telescopios de rastreo como Pan-STARRS son lo suficientemente potentes como para detectarlos. No hay, sin embargo, planes sobre la mesa de interceptarlos y organizar una cita con Rama."Seguimos observando este objeto único" - concluye Olivier Hainaut -" y esperamos precisar con más exactitud de dónde proviene y cuál será su próximo destino en su viaje por la galaxia. Y ahora que hemos encontrado la primera roca interestelar, nos estamos preparando para las próximas" aseveró.

jueves, 16 de noviembre de 2017

NIBIRU: La eterna conspiración

¿Estamos a las puertas del fin del mundo tal como lo conocemos? Los teóricos de la conspiración han profetizado durante décadas acerca de un gigantesco planeta en nuestro sistema solar, apodado Planeta X o Nibiru, que tiene la capacidad de colisionar o pasar cerca de la Tierra, con consecuencias catastróficas. Y, por supuesto, la NASA ha sabido del misterioso planeta durante años, pero se ha negado a advertirnos. El planeta, según los investigadores, tiene una masa aproximadamente 10 veces mayor que la de la Tierra y tarda unos 15.000 años en formar una órbita completa alrededor del Sol, y en este momento se dirige hacia la Tierra, con una fecha de colisión no determinada. Pero su peligroso acercamiento podría tener consecuencias devastadoras para nuestro planeta, o por lo menos esto es lo que piensan un grupo de astrónomos quienes recientemente han advertido de que un enjambre de monstruosos terremotos sacudirá la Tierra el 19 de noviembre del 2017, causando la destrucción mundial y la pérdida de millones de vidas. La catástrofe global, de acuerdo con los astrónomos, ocurrirá debido al acercamiento del mítico planeta Nibiru o Planeta X en nuestro sistema solar interno. Según los expertos en la materia, cuando el cuerpo espacial errante se acerque a la Tierra el 19 de noviembre, su atracción gravitatoria causará un gran movimiento de las placas tectónicas, lo que provocará un enjambre de catastróficos terremotos globales, los cuales, según los astrónomos, devastarán las principales regiones del mundo. Gran parte de Europa, incluido Francia, Italia, Alemania y Rusia, serán devastadas, según informa el The Inquisitr. Causará una destrucción de proporciones apocalípticas a lo largo de la costa oeste de los Estados Unidos y Alaska. Provocara la devastación en China, Japón, Vietnam e Indonesia. Según los teóricos de la conspiración, la destrucción conducirá a la pérdida de la vida de millones de personas en todo el mundo. El grupo de astrónomos está seguro de que esta vez cumplirá su predicción, ya que han seguido cuidadosamente durante años el curso del monstruoso cuerpo espacial, conocido como el planeta Nibiru o Planeta X. El enorme planeta errante es en realidad un gemelo de nuestro Sol, y su influencia gravitacional sobre nuestra estrella más cercana ya es mensurable y observable. Pero lo más increíble de todo es que, aunque los científicos son escépticos sobre la popular teoría del Apocalipsis de Nibiru, han estado buscando una hipotética enana marrón que se cree que podría ser una compañera cercana de nuestro Sol. Los teóricos de la conspiración insisten en que la enana marrón que buscan los científicos es nada menos que Nibiru o el Planeta X. Como sabéis, una enana marrón es un cuerpo que se describe como una estrella fallida y se conocen así porque durante su evolución no fueron lo suficientemente masivas como para generar suficiente calor gravitatorio debido a la compresión como para mantener la fusión nuclear de hidrógeno con helio en sus núcleos. Sin embargo, las enanas marrones son demasiado grandes para ser consideradas como planetas. Aunque son difíciles de detectar debido a que no emiten calor y luz significativa, se pueden detectar indirectamente a través de su influencia gravitatoria en los cuerpos cercanos. Basado en el principio de que su presencia puede inferirse de su influencia de la gravedad sobre cuerpos masivos cercanos, muchos científicos sospechan que nuestro Sol tiene un cuerpo gemelo que muy probablemente sea una enana marrón. La NASA recientemente inició un proyecto para buscar una enana marrón cerca de nuestro Sol, utilizando el explorador de campo infrarrojo Wide Survey (WISE) lanzado al espacio. Muchos teóricos de la conspiración afirman que la intensificación de la actividad sismológica en todo el mundo en los últimos meses se debe al acercamiento del supuesto cuerpo apocalíptico. El popular teórico de la conspiración Terral Croft cree que la actividad sísmica mundial debido a la presencia de Nibiru alcanzará su punto máximo en noviembre. “La actividad sísmica global alcanzará su punto más alto en la segunda quincena de noviembre y principios de diciembre del 2017”, dijo Croft. “El evento sísmico previsto de alineación ocurrirá el 19 de noviembre de 2017, cuando la Tierra pase detrás del Sol en relación con la Estrella Negra”. Según Croft, los temblores activarán un sistema de fallas que se extiende desde Indonesia hasta Gibraltar. “Este escenario puede conducir fácilmente a un nuevo terremoto y actividad volcánica para Italia y Francia”, concluyó Croft. Sin embargo, los escépticos no están de acuerdo con esta información y recuerdan que los teóricos de la conspiración temían que el último día de la humanidad iba a ser el sábado 23 de septiembre cuando Nibiru tendría que haber impactado contra la Tierra. Afortunadamente, esta predicción no se cumplió. La NASA dio una explicación muy simple acerca de por qué no ocurrió absolutamente nada, ‘porque Nibiru no existe’: “Varias personas predijeron que el mundo terminaría el 23 de septiembre cuando otro planeta colisione con la Tierra. El planeta en cuestión, Nibiru, no existe, por lo que no habrá colisión. Se trata de un engaño en Internet. No hay una base científica para sustentar estas afirmaciones. Si Nibiru o el Planeta X fueran reales y se dirigieran a un encuentro con la Tierra, los astrónomos lo habrían estado rastreando al menos durante la última década, y ya sería visible a simple vista. Como eso no ha sucedido, obviamente, no existe”, dijo la NASA en su comunicado. Está claro que los teóricos de la conspiración no están de acuerdo con ello, e insisten que el planeta en cuestión causará eventos catastróficos durante un período de siete años a partir de octubre, incluidas las erupciones solares que podrían destruir las redes eléctricas o causar terremotos, erupciones volcánicas y tsunamis. “Si no es visible a simple vista cuando se acerca a nuestro planeta - afirman- es que se esconde detrás del Sol y solo nos daremos cuenta de su presencia cuando ya sea demasiado tarde. La NASA lo sabe, pero mantiene oculta la información para no generar pánico entre la gente”, indicaron. Por lo visto, este el 19 de noviembre sentiremos este peligroso acercamiento. ¿Estáis preparados?

jueves, 9 de noviembre de 2017

TERRIBLE PREDICCIÓN: Stephen Hawking vaticina que la Tierra se convertirá en una bola de fuego para el 2600

Stephen Hawking, una de las mentes más brillantes del mundo moderno, parece haber perdido la esperanza de que la humanidad pueda sobrevivir en la Tierra durante mucho más tiempo y nos aconseja huir de ella. En efecto, el físico teórico, astrofísico y cosmólogo británico predice que nuestro planeta se convertirá en una “bola de fuego” para el año 2600, ello debido al aumento en el tamaño de la población y las crecientes demandas de energía nos llevarán a la catástrofe, según publica este miércoles The Sun. Es por ese motivo que la humanidad debería comenzar a buscar refugio entre las estrellas para evitar desaparecer - aseveró - agregando que nuestro vecino más cercano, Alpha Centauri, es el mejor candidato hacia donde dirigirnos para salvarnos de la extinción. Hawking,quien hizo estos vaticinios durante el evento “Tencent Web Summit” celebrado el pasado lunes en China, - instó a posibles patrocinadores financieros a respaldar un proyecto que algún día podría conducir a vuelos tripulados cuando llegue ese momento. Como sabéis, el astrofísico británico británico está respaldando el proyecto Breakthrough Starshot. El proyecto consiste en desarrollar un ejército de minúsculas naves (tan pequeñas que tendrían el tamaño de un chip de ordenador,) que serían lanzadas hacia el sistema estelar Alfa Centauri a la búsqueda de planetas que, como el nuestro, pudieran albergar vida. Starshot reduciría el viaje hasta los 20 o 30 años, ya que las naves viajarían a 60.000 km/segundo y para lograrlo, utilizarían la luz. Serían nanonaves con velas fotónicas impulsadas por un gigantesco láser instalado en la Tierra. “Tal sistema podría llegar a Marte en menos de una hora, o llegar a Plutón en días, pasar a la Voyager en menos de una semana y llegar a Alpha Centauri en poco más de 20 años”, aseguró Hawking. Alfa Centauri es el sistema estelar más cercano a nuestro Sol, y está a 4.37 años luz de distancia. Con la tecnología existente hoy en día, un viaje duraría unos 30,000 años para llegar hasta llegar allí. El 24 de agosto del 2016 los científicos anunciaron el descubrimiento de un planeta del tamaño de la Tierra que órbita alrededor de la estrella más cercana a nuestro Sol, abriendo la brillante perspectiva de un mundo habitable que algún día podría ser explorado. Se trata del planeta llamado Próxima b que órbita a la estrella Próxima Centauri. Hawking reiteró que nuestros días en la Tierra están contados, luego de haber pasado el punto de no retorno. “Nuestro destino se encuentra allí y tendremos que hacer este viaje su queremos sobrevivir” puntualizó.

jueves, 2 de noviembre de 2017

INTRIGANTE TEORIA: ¿Los alienígenas podrían estar viviendo en océanos subterráneos de planetas congelados?

Alan Stern, investigador principal de la misión New Horizons, que actualmente explora Plutón, acaba de aventurar una respuesta a la vieja cuestión planteada por la paradoja de Fermi: Si es cierto que existen civilizaciones extraterrestres, ¿por qué no hemos entrado aún en contacto con ellas? Stern, científico planetario en la Universidad de Boulder en Colorado, no duda de que los extraterrestres existen, pero sugiere que podrían vivir confinados en océanos subterráneos de mundos helados, parecidos a algunas de las lunas de Saturno y Júpiter, como Encelado y Europa. Esos océanos están congelados, pero bajo la corteza planetaria el agua está en estado líquido. Sus corrientes podrían transportar nutrientes que formasen ecosistemas parecidos a los que existen en lo más profundo de los océanos del planeta Tierra. El científico lanzó esta idea durante una reunión de la División de Ciencias Planetarias de la Sociedad Astronómica Americana, celebrada recientemente en la localidad de Provo, en Utah. Propuesta por primera vez por el Nobel de Física Enrico Fermi en la pasada década de los cincuenta, la célebre paradoja que lleva su nombre hace referencia al hecho de que, si hay civilizaciones ahí fuera, no hemos logrado establecer contacto con ninguna de ellas, lo cual no tiene sentido. Desde entonces, y a pesar de que muchos astrónomos han escudriñado durante décadas el cielo en busca de señales de radio, el resultado sigue siendo el mismo: un desconcertante silencio. Las razones aducidas hasta ahora para esta falta de comunicación resultan muy variadas. Puede, por ejemplo, que ellos existen utilizando tecnologías desconocidas e indetectables para nosotros; o incluso podríamos pensar que debido a que nos ven como seres primitivos y salvajes, envueltos en constante guerras, no quisieran saber nada de nosotros, evitando cualquier tipo de contacto. A falta de una explicación comprobada, cualquier teoría es posible… Por eso la idea de Stern resulta tan simple como atractiva. En efecto, el científico aventura la posibilidad de que la mayor parte de los mundos capaces de albergar vida no se parecen a la Tierra, con sus continentes, su atmósfera y sus mares en superficie. Y que en vez de eso, podrían ser planetas congelados, con vastos océanos subterráneos atrapados bajo gruesas capas de hielo. Hasta hace muy poco ni siquiera sabíamos que esa clase de mundos existía. Pero ahora hemos podido comprobar que resultan muy comunes, y que ni siquiera es necesario salir de nuestro propio Sistema Solar para encontrar varios de ellos. Si esa proporción se mantiene también alrededor de otras estrellas, podríamos tener centenares de mundos como Encelado o Europa. Para Stern, si esos planetas helados albergaran vida inteligente, muy probablemente no podrían establecer contacto con nadie, ni ser escuchados fuera de su entorno acuático, ya que las capas de hielo de la superficie bloquearían sus señales de radio, que no podrían propagarse por el espacio y ser captadas desde otros mundos. Esas extrañas civilizaciones, además, podrían desconocer por completo que hay algo de interés por encima de sus “techos” helados, e incluso si encontraran alguna razón para taladrar las gruesas capas de hielo sobre sus cabezas, es posible que no supieran qué son todas esas luces que brillan en el cielo, si es que disponen de ojos para contemplarlas… Las cosas no serían fáciles para ellos ni siquiera si hubieran superado todos estos obstáculos y estuvieran predispuestos para la exploración espacial. De hecho, tendrían que llevar en sus desplazamientos enormes cantidades de agua, en vez de aire, para el mantenimiento de vida. Y eso sería sin duda un gran impedimento ya que, en palabras de Stern, incluso en nuestro caso, “todo lo que sabemos sobre viajes espaciales implica el ser capaces de construir naves más ligeras”. Según el científico, otro factor en contra para que existan mundos con océanos exteriores, como el nuestro, es que quedan expuestos ante cualquier anomalía que provenga del cielo: “Todos conocemos la historia de los impactos como el que con toda probabilidad terminó con el periodo Cretácico y los dinosaurios, y ese es solo uno de los peligros posibles. Aunque ninguno de ellos afectaría a la vida oceánica bajo el hielo”. Además, abunda Stern, esta clase de planetas no tienen por fuerza que estar dentro de las “zonas de habitabilidad” de sus soles, ni siquiera cerca de ellas, como se cree generalmente. “Un océano interior en Plutón resulta igual de húmedo y caliente que uno en el interior de una luna galileana” expresó. El propio Stern, sin embargo, admite que incluso si las cosas fueran realmente así, la paradoja de Fermi seguiría siendo válida, ya que seguiríamos sin saber por qué ninguno de los otros mundos “sin techo”, como el nuestro, ha revelado hasta ahora su presencia. Y hoy sabemos que, aunque no fueran el tipo dominante de planetas habitables en el Universo, ahí afuera podría haber billones de mundos parecidos a la Tierra. En su intervención, Stern afirmó que su idea constituye, sencillamente, un punto de partida para centrar la discusión. “Apenas estamos empezando a entender lo que sucede en el interior de esos mundos desconocidos. Vaya a saber uno que sorpresas encontraremos cuando una nave proveniente de nuestro planeta taladre su superficie congelada y podamos ver su interior” aseveró.