TIEMPOS DEL MUNDO

jueves, 25 de febrero de 2016

LOS KELPIES: Aquellos espíritus malignos de los lagos de Escocia

Un kelpie es una criatura fantástica perteneciente a la mitología celta. Estos serían seres espirituales, que según las leyendas vivirían en los lagos, ya que serían espíritus del agua. Los habitantes de las Highlands, las tierras altas escocesas, saben bien que jamás deben acercarse a un lago al anochecer, ya que seguramente encontrarán a un caballo negro como el azabache o de un blanco luminoso, tan bello que ninguno en la tierra podría igualársele. Cuenta la leyenda que los viajeros al encontrarse ante esta visión son incapaces de resistir la tentación de montar al animal y se acercan imprudentemente a él, quien acepta su presencia y permite al caminante que suba sobre su grupa, pero una vez que han logrado su propósito galopan justo hacia el centro del lago, donde se sumergen sin que su jinete pueda hacer nada por evitarlo. Tendrá suerte si muere ahogado, pero lo más común es que termine siendo devorado vivo. Si bien los kelpies se aparecerían ante los seres humanos usualmente tomando forma de caballo, también puede tomar forma humana e incluso hay versiones en las que se representa como una especie de hipocampo. De carácter eminentemente maligno, son carnívoros y voraces por lo que suelen aparecerse en las inmediaciones de los lagos escoceses en busca de sus víctimas. En su forma humana, su aspecto es el de un hombre o mujer empapada y de revuelta cabellera que intenta ganarse la confianza de los viajeros para atraerlos al lago y lanzarlos al agua. También puede saltar sobre la grupa del caballo de los jinetes viajeros y hacerles perder el control del animal, dirigiéndolos hacia el interior del lago. En su forma equina, aparece como un magnífico ejemplar negro como la noche de salvajes ojos pero de comportamiento dócil. Cualquier viajero que monte sobre su grupa será testigo impotente de cómo el kelpie galopa hasta el lago y se lanza a la parte más honda junto con el jinete, que puede verse en graves apuros si no sabe nadar. La única forma de escapar de este destino es cambiar las bridas que lleva el kelpie por otras, lo que hará que la criatura quede bajo el total dominio del jinete. Parece haber cierta distinción entre los kelpies de lagos de agua salada y los de agua dulce. Mientras que aquellos que moran cerca de lagos de agua salada se conforman con que su víctima se dé un chapuzón, los kelpies de agua dulce son mucho más peligrosos. Una vez se ha lanzado al agua, el kelpie de agua dulce se revuelve contra su víctima y la devora, dejando como único resto las entrañas del jinete. Los Kelpies han sido retratados en sus formas variadas en el arte, la literatura y de manera más reciente, en dos esculturas de acero de 30 metros en Falkirk, las cuales se titulan The Kelpies, completadas en octubre del 2013 y con los cuales ilustro la nota ¿vale?