No cabe duda que en los convulsos tiempos en que vivimos, los EE.UU. y la OTAN intentan por todos los medios agudizar las tensiones al máximo y desencadenar la III Guerra Mundial que arrasaría con toda la humanidad, como es el deseo de aquellos seres demoníacos que están al servicio de las fuerzas de la Oscuridad. Si el musulmán encubierto Barack Hussein Obama es el Anticristo - como muchos acertadamente lo han descrito - la Criminal de Guerra y fundadora de ISIS, Hillary Clinton es la Gran Ramera de Babilonia que aparece en el libro del Apocalipsis. Las coincidencias son de tal magnitud que no deben ser pasadas por alto. Como sabéis, se trata de uno de los personajes que aparecen en los capítulos 17:1-2 en el cual es descrita de la siguiente manera: Entonces vino uno de los siete Ángeles que llevaban las siete copas y me habló: “Ven, que te voy a mostrar el juicio de la Gran Ramera, que se sienta sobre grandes aguas” (v. 1). En la Biblia, la referencia a ‘muchas aguas’ significa multitud de personas. Hoy los EE.UU. se jactan de tener bajo su control a millones de personas, utilizando para ello su poder económico y militar. El pasaje luego dice: "Con la cual han fornicado los reyes de la tierra" (v. 2). Si hacemos un repaso a la actualidad, nos damos cuenta de que casi todos los gobiernos del mundo tienen lazos políticos, económicos y militares con los EE.UU. y la mayoría de las naciones tienen representantes diplomáticos en la Casa Blanca. "Y los moradores de la tierra se han embriagado con el vino de su fornicación" (v. 2). Vemos actualmente como las políticas agresivas y expansionistas de los EE.UU. han ocasionado multitud de conflictos en los países del Medio Oriente con el propósito de apoderarse de sus ingentes recursos energéticos de gas y petróleo, propiciando invasiones de países bajo falsas acusaciones - como en el caso de Irak - para presentarlo como ‘una amenaza para el mundo ‘ y acto seguido, invadirlo y destruirlo por completo, reservando para si el control de los grandes pozos de petróleo, dejando el resto del país en medio del caos y el desgobierno mas absoluto. Similares casos sucedieron en Afganistán y Libia, que al igual que Irak - ‘gracias’ a las intervenciones de los EE.UU. - son caldo de cultivo para la aparición de grupos extremistas, quienes mediante la violencia y el terror tratan de imponerse sobre los demás. Esto es la obra del Demonio, cuyos discípulos aventajados en la Casa Blanca han convertido en una siniestra realidad. No contentos con ello, estas bestias sedientas de sangre han dirigido su mirada asesina a Siria y al fracasar sus intentos de atacarla en forma directa (con 624 misiles de crucero que ya tenía preparada la OTAN paso previo a la invasión terrestre) debido a la enérgica oposición de Rusia que desbarató sus planes iniciales, armaron y financiaron a grupos terroristas como ISIS - creado por Hillary Clinton, tal como ella misma lo confesó y liderado por un agente del Mossad israelí - para que desate el terror ‘justificando’ así la injerencia estadounidense en la región. La Biblia continúa diciendo: "Y la mujer estaba vestida de púrpura y escarlata…. ebria de la sangre de los santos". EE.UU. ha torturado, mutilado y asesinado a millones de personas a través de la historia en su demencial intento de querer dominar el mundo y ello se ha acrecentado en los últimos años ‘gracias’ a la aparición de grupos terroristas como Al Nusra, Al Qaeda e ISIS, todos financiados por Washington y que ‘trabajan’ en estrecha coordinación con la CIA. "Es la madre de todas las rameras y de las abominaciones de la tierra" dice el Apocalipsis, una frase que le cae a pelo a Hillary Clinton y todo lo que representa. Al respecto, acabo de leer un artículo titulado “Is Hillary Rodham Clinton the whore of Babylon as prophesied in Revelation?” el cual traducido y entrecomillado me permito reproducir debido a su interés ¿vale?: “Tal vez ningún ser humano sea plenamente identificado con el mal como Hillary Clinton. Hay tantas contradicciones en su vida que todo lo relacionado con ella genera un profundo rechazo. Y ahora, esta desalmada mujer va por el trono del reino de los cielos: América, la nación escogida. ¿Realmente hemos caído tan bajo para que sea ella quien nos gobierne? Si eso es así, definitivamente estamos viviendo los tiempos finales del mundo y no tardaremos en ver el regreso de Jesús para que mediante una lluvia de fuego y azufre acabe con los impenitentes y seguidores de Satanás, aposentados en la Casa Blanca. Vemos como Ucrania se ha convertido en un nuevo Estado terrorista, ISIS es la mayor amenaza creciente para el mundo practicando el genocidio contra los cristianos y demás minorías religiosas, y que están ampliando su influencia gracias al apoyo de nuestro gobierno que tiene a un musulmán como presidente, Libia es un desastre por obra nuestra, Europa se encuentra en estado de sitio, nuestros aliados ya no confían en nosotros y no nos respetan, nuestros enemigos se ríen de nuestras amenazas vacías ‘cual líneas dibujadas en la arena’. Hacemos tratos con líderes terroristas, permitiendo que sus combatientes sean liberados y vuelvan al campo de batalla para seguir asesinando soldados estadounidenses. Los grandes medios de comunicación en manos del sionismo, está tratando de mantener oculta la corrupción generalizada de la actual administración demócrata de cara a los próximos comicios, atacando encarnizadamente a quien representa una ‘amenaza’ para sus intereses - Donald Trump - a quien el establishment no puede manipular a su antojo debido a los millones que tiene y que no los necesita para nada. Algo inédito en la política de nuestro país habituado de ver a nuestros políticos tocar insistentemente las puertas de los grandes banqueros y corporaciones judías para que ‘financien’ sus campañas políticas y una vez elegidos, ‘pagar’ el favor dejando que sean ellos quienes realmente gobiernen el país, lo que no sucedería con el candidato republicano. De allí el odio que le tienen, los que los ha llevado a tomar partido y apoyar de forma abiertamente desvergonzada - como nunca antes lo habíamos visto - al candidato contendor, en este caso Hillary Clinton, quien representa el continuismo de todo lo malo que existe. La prensa liberal estadounidense, el Partido Demócrata y todos aquellos quienes han desangrado el país de sus recursos económicos, despojándonos de nuestro orgullo, no pueden soportar la idea de que los años de subvenciones de billones de dólares desperdiciados en programas de ayuda para los inmigrantes ilegales podría estar llegando a su fin. Debemos tomar ese dinero para ayudar a nuestros veteranos injustamente olvidados y continuamente humillados, así como salvar la Seguridad Social, la cual no tendría que ser rescatada si los políticos corruptos no hubiesen robado todo lo que pudieron en primer lugar. Creo que no hay razón para tener miedo de la actual ‘clase política’ corrupta y decadente que defiende Hillary Clinton, la Gran Ramera de Babilonia que sólo representa la corrupción, la codicia y el fracaso. A ello debemos agregar el grave déficit comercial de Estados Unidos, el cual nos pone en desventaja económica con respecto a otros países, ocasionando que las empresas estadounidenses trasladen sus fábricas al extranjero y millones de nuestros compatriotas se queden sin trabajo. Detroit es una muestra de ello, una ciudad que agoniza ante la indiferencia del actual gobierno, cuyas políticas Hillary Clinton pretende continuar. Es así como esta mala mujer, mentirosa patológica por naturaleza, y que esta al servicio de oscuros intereses, pretende llegar a la Casa Blanca …. para destruirnos desde dentro. Con su elección, sólo aceleraremos el final de nuestra gran nación debido a una horrible decisión como esta. Si Hillary Rodham Clinton es la Gran Ramera de Babilonia, ISIS es la Bestia y Barack Hussein Obama el Anticristo ¿Qué haremos para enfrentarnos a esta siniestra posibilidad?” puntualiza la nota. Es obvio que Hillary Clinton es aquella que aparece descrita en el Apocalipsis, quien con el apoyo de los banqueros judíos de Wall Street y su histeria antirrusa, pretende desatar una conflagración nuclear que acabará con todos nosotros. Ni el Diablo lo haría mejor.