TIEMPOS DEL MUNDO

jueves, 24 de enero de 2019

UNA INQUIETANTE POSIBILIDAD: ¿Será posible viajar a través de un agujero negro?

Todos hemos visto como en las series y películas de ciencia ficción, como los agujeros negros son usados como portales que transportan a otras dimensiones a los protagonistas. Lo que hasta ahora ha sido visto como una fantasía podría estar más cerca de hacerse realidad de lo que cualquiera imagina, según publica esta semana Space. Como sabéis, los agujeros negros son posiblemente uno de los objetos más misteriosos del universo. Nacen como consecuencia de la muerte de las estrellas. Cuando estas llegan al final de su vida, es decir, cuando se extingue toda su energía, puede acabar produciendo un objeto con una densidad infinita capaz de absorber hasta su propia luz. Son toda una singularidad, un agujero en el tejido espacio-temporal que podría permitir viajar sobre distancias cósmicas en un corto período. A pesar que los científicos creían que ninguna nave espacial podría usar los agujeros negros como portales de este tipo porque la temperatura y la densidad de podría llevar a la nave a vaporizarse por completo, un estudio de la Universidad de Massachussets ha demostrado que los agujeros negros no son creados por igual. "Si un agujero negro como Sagitario A, ubicado en el centro de nuestra propia galaxia, es grande y está girando, entonces las perspectivas para una nave espacial cambian radicalmente. Y esto se debe a que la singularidad con la que tendría que lidiar una nave espacial sería, en ese caso, muy suave, y podría permitir un paso tranquilo", cuentan los responsables del estudio. Posiblemente, la singularidad que presenta el interior de los agujeros negros podría ser, en algunas ocasiones, más débil. Los objetos que atravesaran agujeros negros giratorios, que son técnicamente débiles, no se verían dañados. Uno puede pensar que es algo así como pasar rápidamente el dedo por la llama de una vela sin quemarse, pero esta vela tendría una temperatura de casi 2.000 grados. El estudio ha descubierto además que, bajo algunas condiciones, un objeto que cae en un agujero negro giratorio no experimentará efectos infinitamente grandes al pasar a través de la singularidad del horizonte interior del agujero. Esta es la singularidad por la que un objeto que entra en un agujero negro giratorio no puede moverse ni evitarlo. No sólo eso, bajo las circunstancias adecuadas, estos efectos pueden ser despreciablemente pequeños, permitiendo un paso más cómodo a través de la singularidad. De hecho, puede que no haya efectos perceptibles en absoluto en el objeto que cae dentro del agujero negro, en este caso, la nave espacial. Esto aumenta la posibilidad de usar grandes agujeros negros giratorios como portales para viajes hiperespaciales. Los científicos, sin embargo, advierten que en ese trabajo hay “simplificaciones importantes”, como trabajar con un agujero negro hipotético, aislado y no sujeto a las perturbaciones, por ejemplo, de una estrella cercana, o rodeado de polvo, gas o radiación. Por eso, cree que el siguiente paso será repetir el estudio en un contexto más realista y teniendo en cuenta las condiciones reales del entorno del agujero negro. Khanna explica que usar simulaciones para estudiar lo que sucede dentro de un agujero negro es algo muy común, ya que “no hace falta decir que aún no tenemos la capacidad de realizar experimentos reales en o cerca de agujeros negros, por lo que los científicos recurren a la teoría y las simulaciones para desarrollar su comprensión y hacer predicciones y descubrimientos nuevos”. Si todo sale como se espera, no estaríamos muy lejos de hacer realidad del viaje de Cooper, el personaje al que Matthew McConaughey da vida en Interstellar.