TIEMPOS DEL MUNDO
jueves, 23 de octubre de 2025
EL DRAGÓN DE BROSNO: Enigmas de lo desconocido
Escondido en la remota región de Tver, en el oeste de Rusia, se encuentra el lago Brosno, un lago profundo y helado que se encuentra aislado lejos de la civilización. El área es imponente y solo está escasamente habitada en los tiempos modernos, y su ambiente inquietante que pareciera ser de otro mundo, el cual se ve reforzado por las ruinas de un pueblo fantasma en sus costas, así como los restos de una iglesia ortodoxa ubicada bajo el agua en sus sombrías profundidades. Al contemplar este lugar, salvaje y azotado por el viento con sus ruinas irregulares, es fácil tener la sensación de que esta es una tierra abandonada llena de fantasmas y monstruos, y si, la leyenda y la tradición creen que el lago está habitado por un monstruo, según algunos relatos un auténtico dragón. En efecto, las historias de algo muy grande y amenazante que acecha en el lago Brosno se remontan al siglo XIII. Uno de los relatos tempranos más populares sobre el llamado Dragón de Brosno (también conocido como Brosnia), rodea a un ejército tártaro-mongol que se dirigía a Novgorod en el siglo XIII con la intención de conquistarla, liderado por el gobernante mongol y nieto del genocida Genghis Khan, llamado Batu Khan. Se dice que cuando sus tropas llegaron a las orillas del lago, se detuvieron para descansar y dar agua a sus caballos en la orilla. Según el relato, cuando los caballos y los hombres se reunieron junto al agua, un enorme dragón surgió de las profundidades para atacarlos, arrastrando caballos y hombres al agua para devorarlos. La criatura era tan formidable y feroz que el ejército invasor se batió en retirada, salvándose de esta forma Novgorod. Otro antiguo relato es el de un grupo de vikingos (Varegos como eran conocidos en Rusia) que se dispusieron a remar a través del lago para llegar a una isla, donde tenían la intención de enterrar el botín procedente de sus saqueos. Mientras los vikingos cruzaban sus aguas, el dragón atacó y destruyó el barco, matando a todos los que estaban a bordo. De hecho, esto se convertiría en un tema recurrente con respecto al Dragón de Brosno, que tenía la costumbre de destruir o volcar botes, hasta el punto de que los pescadores estaban aterrorizados durante mucho tiempo incluso de intentar salir al agua en dicho lugar. Algunas de las historias más dramáticas dicen que las fauces abiertas del dragón son tan masivas que literalmente puede succionar botes enteros y sus tripulaciones. Históricamente, el Dragón de Brosno se describiría como una criatura de gran tamaño, apareciendo como una “montaña de arena” que se eleva desde el lago y a menudo se dice que tiene cientos de pies de largo. Tales historias asombrosas continuaron hasta bien entrados los tiempos más modernos, con una descripción más concreta y algo menos fantástica de la bestia que se hizo clara. La mayoría de los informes describirían a la criatura como de alrededor de 20 pies de largo, con una cola larga, una cabeza de reptil, una boca de gran tamaño, parecida a un pez, y toda ella cubierta de escamas irregulares como la piel de un cocodrilo. Es más, algunos informes incluso mencionaron lo que parecía ser una especie de bioluminiscencia. Sin embargo, algunos de los informes todavía tenían el aire de una leyenda sobre ellos, describiendo cómo la criatura podía tragarse a personas enteras con sus fauces cavernosas, e incluso hay un caso de la Segunda Guerra Mundial cuando aparentemente se tragó un avión de combate alemán que se había estrellado en el lago. Posteriormente, la mayoría de los informes comenzaron a describir a la criatura como algo tímida y propensa a alejarse nadando si alguien se le acercaba. Aunque la lejanía del lago significa que actualmente los avistamientos de la criatura sean raros, ha habido algunos informes modernos bastante notables. En 1996, una familia procedente de Moscú estaba vacacionando en el lugar y cuando navegaban en el lago, su hijo pequeño comenzó a gritar y señalar por encima del agua. Los padres lograron ver algo grande y anómalo en la superficie, e incluso aparentemente le tomaron una foto, pero resultó ser demasiado borrosa para contar como evidencia significativa. En el 2002, la Asociación de Investigación Kosmopoisk lanzó una expedición al lago con la misión expresa de tratar de encontrar evidencias del Dragón de Brosno. Con este fin, hicieron barridos del lago utilizando un equipo avanzado de localización de eco y un sonar, y mientras lo hacían afirman haber encontrado un organismo muy grande de algún tipo en las profundidades, lo que los llevó a lanzar un dispositivo incendiario dentro del agua. Un miembro del equipo llamado Vadim Chernobrov explicaría lo sucedido: “El eco sonoro profundo registró una anomalía. Había una enorme masa gelatinosa del tamaño de un vagón de ferrocarril que se extendía cinco metros por encima del fondo. La masa permaneció inmóvil. Cuando el dispositivo explotó, la criatura comenzó a subir lentamente. Miramos el agua y estaba clara; no había nada parecido a un monstruo, sin embargo, algo inusual todavía se sentía en el agua del lago”. Según el equipo, lograron recuperar una extraña biomasa del agua, que se creía que había sido parte de algo vivo en algún momento y quizás era una parte de la criatura removida por la explosión. Se dice que se tomaron muestras de él, los cuales no coincidían con ninguna criatura conocida que habitara el lago. Obviamente, considerando que no se sabe nada más sobre estas pruebas, y no se hayan tomado fotografías, quizás sea mejor tomar estas afirmaciones con pinzas. Sin embargo, hasta el día de hoy ha habido informes de avistamientos esporádicos del Dragón de Brosno, y nos preguntamos qué podría ser. Existen muchas teorías al respecto, incluyendo que se trata de un pez de gran tamaño, identificaciones erróneas de bancos de olores o un animal como un alce, jabalí, o un oso. Otra versión afirma que hay un volcán en el fondo del lago que hace eyecciones a la superficie del agua de vez en cuando. Es bien sabido que hay varias fracturas en el fondo del lago, la profundidad y la dirección de estas no se pueden definir. No se descarta que el cráter de un volcán se pueda hallar dentro de una de tales fracturas. Pero este hipotético volcán aún no ha sido descubierto. Por otro lado, hay quienes aseguran que podrían tratarse de depósitos de gas que brotan del fondo. Sin embargo, la cantidad de sulfuro de hidrógeno debería ser considerable para poder volcar barcos. Asimismo, también existe la idea de que podría ser una especie no descubierta o un dinosaurio sobreviviente de algún tipo, similar al famoso Nessie escocés, pero no hay evidencia real que lo confirme. Lo que sea que exista o se produzca en las profundidades de ese remoto lago, ha permanecido en el misterio hasta el día de hoy, y mientras no surjan pruebas convincentes de lo que realmente alberga, permanecerá en las oscuras profundidades de la especulación.