TIEMPOS DEL MUNDO

jueves, 10 de febrero de 2022

ASERA: ¿La esposa olvidada de Dios?

Quienes nos criamos en la tradición cristiana podemos sorprendernos al saber que el Dios que nos dijeron que era singularmente sagrado, tuvo una esposa, llamada Asera. Conocida como Ishtar por los babilonios y Astarté por los fenicios, Asera también figura de manera prominente como la esposa de Él, el dios supremo sumerio, según unos textos cuneiformes que se encontraron en la ciudad portuaria de Ugarit (en el norte de Siria actual). Es por ese motivo que durante cientos de años antes de que Abraham emigrara a lo que se conocería como Israel, Asera ya era venerada como la diosa de la fertilidad. Al entrar en la región, los antiguos israelitas pronto la adoptaron y le dieron el nombre hebreo equivalente de Asera. Una excavación realizada en Ugarit a mediados de 1928 la rescato el olvido luego de miles de años. Pero, ¿quién era Asera para los antiguos israelitas? ¿Y por qué a menudo se la encuentra emparejada con Yahvé, el Dios hebreo? Historiadores y arqueólogos han reconstruido la narrativa de Asera y han encontrado historias entrelazadas en los artefactos de la región y en las escrituras de la propia Biblia. La evidencia sugiere que Asera fue adorada en el antiguo Israel ya en el siglo XII a.C., hasta unas pocas décadas antes de la caída del reino sureño de Judá (587-588 a.C.), una época conocida como el período preexílico. ¿Eso quiere decir que fueron politeístas los israelitas antes del exilio ? De hecho, la misma noción de politeísmo es inherente a la búsqueda de Asera. Al fin y al cabo, el lugar de Asera en su panteón está junto al de Yahvé, la deidad suprema. Además, diversos artefactos encontrados que representan a Asera y su culto de la región contradice la prohibición bíblica contra la creación de ídolos. Entonces, ¿Por qué era adorada? En este punto, es importante hacer una distinción entre la religión oficial de las clases dominantes y la religión popular tal como se practicaba en las comunidades rurales de las que formaban parte la mayoría de los israelitas. La alfabetización era casi inexistente en las comunidades rurales, por lo que la religión, tal como se practicaba en las ciudades, tendría poco significado en la vida de los habitantes de las zonas periféricas. En cambio, las comunidades rurales tenían sus propias creencias religiosas utilizando para ello estatuas y otros artefactos sagrados, propios de los cananeos con quienes ellos tenían mayor contacto que aquellos que habitaban las ciudades, más apegados a la tradición, quienes depuraron la Biblia para que sea vista desde la perspectiva de las clases altas o dominantes. No es de sorprender por ello, que Asera sea inicialmente mencionada en la Biblia primitiva unas cuarenta veces distintas. En general, los escritores bíblicos oficiales estaban descontentos de que Asera estuviera a la altura de su deidad masculina, Yahvé, y repetidamente quisieron erradicarla para borrar su legado. Pero por mucho que la élite gobernante trató de ocultar el "matrimonio" de Asera y Yahvé, su unión parece solidificada tras el descubrimiento de varios restos arqueológicos en varios sitios excavados en la región. Una inscripción dice: "Te he bendecido por Yahvé... y su Asera". Este grabado se encontró en el antiguo cementerio de Khirbet el-Qom, que data del año 750 a.C. De hecho, esta frase "Yahvé y su Asera" era tan cotidiana que de hecho aparece en la Biblia misma. La bendición críptica se encuentra en una versión temprana de Deuteronomio 33.2-3, cuando la influencia de Asera aún no estaba completamente subordinada. El himno completo dice: "YHWH vino del Sinaí y resplandeció... a su derecha su propia Asera" Sin embargo, a medida que la Biblia fue depurada oficialmente, Asera sería marginada de las Escrituras hasta el punto de ser reducida a un simple objeto de culto: el árbol estilizado o poste de madera que se conoció como asherah o asherim. Como sabéis, los árboles fueron venerados como símbolos de vida y nutrición en las regiones áridas y por lo tanto, se asociaron con Asera y su culto. Muchos eruditos creen que el árbol de Asera funcionó en la parábola del Jardín del Edén. La élite gobernante hizo propaganda contra la adoración a la diosa integrando la historia de la caída de la humanidad al árbol que estaba claramente asociado con Asera. Pero mientras que la influencia de Asera estaba restringida en la religión oficial, su presencia cobró gran importancia en las comunidades rurales, la mayoría de las veces en forma de figurillas que son prolíficas en la región. Incluso aunque la idolatría es vilipendiada en la Biblia, una amplia evidencia arqueológica sugiere que había quienes idolatraban estatuas y objetos de culto como parte de su religión. Asera fue representada muchas veces en diversas formas esparcidas por toda la región. Pero las más abundantes son sus estatuillas de pilares, que fueron populares desde el siglo X al VII a.C. Es más, el término "imágenes de Asera" se usa a menudo en la Biblia y se cree que estas estatuillas de pilares son lo que los escritores del Antiguo testamento tenían en mente. Debido a que los senos sean de tamaño exagerados para las manos que los sostienen, se cree que simbolizan la fecundidad. En un mundo acosado por las dificultades y la sequía, probablemente la preocupación por tener una familia numerosa fue lo que atrajo a los israelitas a adorar a la diosa Asera, a quien asociaron con la abundancia. Su culto fue extirpado completamente durante la reforma de Josias, reapareciendo en siglos posteriores tras el encuentro de diversos artefactos que nos hablan de su relación con Dios. Si bien todavía faltan piezas que completar en el rompecabezas. ¿Era Asera la esposa de Yahvé, como muchos eruditos sostienen? ¿Estaba su adoración confinada a la religiosidad popular o su influencia se sintió también en la Biblia? De ser si ¿Por qué fue erradicada de manera oficial? De hecho, rescatar del olvido a una diosa que ha estado enterrada durante casi dos milenios tiene sus claras desventajas. Sin embargo, cada vez más, la influencia de Asera en la región está siendo reconocida tanto por arqueólogos como por historiadores, lo que ha ocasionado un mayor escrutinio y estudios acerca de la misteriosa diosa.