TIEMPOS DEL MUNDO
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jueves, 11 de septiembre de 2025
UNA POTENCIAL AMENAZA: ¿Esta la humanidad preparada para una invasión extraterrestre?
La posibilidad de una invasión por seres alienígenas ha sido un tema recurrente no solo en la ciencia ficción, que han alimentado la imaginación colectiva con escenarios donde la humanidad se enfrenta a razas alienígenas hostiles que arriban a la Tierra para conquistarla o destruirla. Al respecto, una de las obras más influyentes que marcó el pensamiento sobre la posibilidad de una invasión extraterrestre fue La guerra de los mundos, escrita por H.G. Wells en 1898. Probablemente, sin saberlo, Wells popularizó la noción de vida en otros planetas en una época en la que apenas comenzaba a estar en el imaginario colectivo, ya que tampoco había sido totalmente aceptada. A través de su relato, nos invita a reflexionar sobre los avances de la humanidad y, al mismo tiempo, sobre nuestra fragilidad frente a lo desconocido en medio de una situación para la que posiblemente no estemos preparados. Lo que distingue a esta obra y la hizo tan fascinante es la forma en que Wells presenta la invasión extraterrestre como una crónica capaz de hacer ‘palpable’ todo lo que sucede. A través de los ojos de un narrador de quien nunca conocemos su identidad, nos adentra en un escenario de tensión global que inicia en el sur de Inglaterra, donde los marcianos, con su avanzada tecnología y su ansia de conquista, arrasan con la humanidad y todos los seres vivos. Esta narrativa le da una sensación de inmediatez y realismo, que hace que la invasión se sienta aún más aterradora. Lo atrayente de La guerra de los mundos no solo radica en la invasión misma, sino en la atmósfera inquietante que crea Wells. A través de sus páginas, abordo temas profundos como el miedo a lo desconocido, la lucha por la supervivencia y el choque entre civilizaciones, reflejando miedos que son profundamente humanos. Como podéis imaginar, el impacto de la obra fue inmediato y trascendió en su época, pero también continuó siendo relevante en los años siguientes, cuando empezó a tomar nuevas adaptaciones. Una de ellas tuvo lugar en 1938, cuando Orson Welles adaptó el libro a una radionovela, lo que desató un pánico masivo. A pesar de la nota introductoria en la que advertía que lo que iban a escuchar estaba basado en una novela de ciencia ficción, la historia colapsó a quienes la escucharon, generando conmoción e incluso motivando las llamadas desesperadas a las autoridades avisando de la supuesta invasión. La fuerza de la narración, el poder de la dramatización y el miedo ante la posibilidad, resultaron en una combinación perfecta para el oyente que se saltó la advertencia inicial y encendió la radio en mitad de la historia. A pesar del tiempo, La guerra de los mundos continúa siendo una obra que nos invita a reflexionar sobre nuestra propia ignorancia y vulnerabilidad, y a la vez, imaginar qué sucedería si un día nos sorprende una invasión extraterrestre. Un clásico de la ciencia ficción que invita a pensar e imaginar cuál será el futuro de nuestra civilización. Por cierto, y volviendo al tema de fondo, para los alienígenas poner a la Tierra en jaque es bien sencillo: solo tienen que acabar con todos nuestros satélites. Sin bajas, sin desembarcos y disparando sus cañones láser -o lo que sean- desde una distancia cósmica prudencial. No hay duda que ése sería el primer paso de una hipotética invasión. ¿Y qué decir de someter al planeta a un brutal pulso electromagnético (PEM) que fría todos los componentes electrónicos? Entre 1961 y 1962 Rusia puso en marcha su Proyecto K, entre cuyos objetivos estaba el estudio de los efectos de un PEM creado por explosiones atómicas en la alta atmósfera. Durante la prueba del 22 de octubre de 1962, el PEM fundió 570 kilómetros de línea telefónica monitorizada e incendió las protecciones que habían colocado, además de causar un incendio que destruyó una central eléctrica e inutilizar 1 000 km de cables eléctricos subterráneos. ¿Se imaginan algo así, pero a nivel planetario? Si quieren hundir nuestra civilización, los alienígenas solo deben procurar que desaparezca la red eléctrica. Obviamente, si su idea es adueñarse del planeta, al final tendrán que enfrentarse a nosotros en algún momento. Aprender a defendernos de un enemigo tecnológicamente superior a nosotros -es lo que se llama guerra asimétrica- es algo para lo que deberíamos estar preparados. En un primer momento podríamos estar tentados a pensar que, como decían los Borg en la serie de ciencia ficción Star Trek, toda resistencia es fútil. Pero no tiene por qué ser así. Si bien los científicos creen que la posibilidad de una invasión “parece remota”, hay quienes han comenzado a considerar los escenarios de riesgo y las capacidades reales de respuesta que tendría la Tierra ante una amenaza de este tipo. Actualmente no existe un protocolo global unificado para enfrentar una invasión extraterrestre, Sin embargo, hay ciertas guías y marcos que podrían adaptarse a una situación así. La ONU, a través de la Oficina de Asuntos del Espacio Ultraterrestre (UNOOSA) ha trabajado en regulaciones relacionadas con el uso pacífico del espacio, pero no cuenta con un plan específico para una amenaza interestelar. La NASA por su parte, ha colaborado en simulacros de contacto con vida extraterrestre - aunque en contextos no hostiles - y ha desarrollado procedimientos de bioseguridad y contención en caso de recibir muestras orgánicas de origen no terrestre. “Tenemos procedimientos para un posible hallazgo de vida microbiana, pero no para civilizaciones avanzadas y hostiles señalo el astrobiólogo David Grinspoon. Pero ¿Cómo responderían los sistemas de defensa de la Tierra? En términos militares, los países más desarrollados disponen de defensa aérea avanzada, pero estas tecnologías están diseñadas para amenazas humanas, como misiles y aviones. Sin embargo, la posibilidad de repeler tecnología extraterrestre - mucho más avanzada que la humana - es altamente cuestionable. EE.UU. China y Rusia cuentan con capacidades de defensa espacial, pero su alcance es limitado frente a posibles armas alienígenas que fácilmente podrían neutralizarlas, dejándonos indefensos. Ante ello, la coordinación internacional seria fundamental, aunque hasta ahora no existe una fuerza global con autoridad y capacidad para actuar de forma unificada. Cabe precisar que el científico y exastronauta Chris Hadfield ha advertido que cualquier contacto con inteligencia extraterrestre debería abordarse con cautela extrema, ya que el desequilibrio tecnológico podría colocar a la humanidad en una situación de vulnerabilidad total. Uno de los mayores desafíos no seria necesariamente militar, sino psicológico y social. Estudios realizados por la Universidad de Arizona y el SETI Institute sugieren que la revelación de vida extraterrestre, especialmente hostil, podría generar pánico global, colapso de sistemas sociales y económicos, así como reacciones irracionales por parte de gobiernos o poblaciones. “Incluso un simple mensaje de contacto ha sido evaluado como potencialmente desestabilizador en términos religiosos, culturales y políticos” explico Jill Tarter, ex directora de SETI Institute. “Además, plataformas digitales podrían amplificar el caos informativo, con desinformación, teorías conspirativas y colapsos en la confianza institucional” acoto. Como sabéis, los clásicos de ciencia ficción han planteado diversos escenarios de contacto hostil. Estos relatos - aunque sean producto de la imaginación - sirven como modelos mentales y advertencias, reflejando los miedos colectivos y nuestras debilidades sociales. En muchos casos, la falta de cooperación global y la desconfianza mutua entre las naciones para compartir información son los factores que agravarían la crisis ante una invasión. Otras narrativas exploran la esperanza en la unidad humana y la resiliencia colectiva, elementos clave si algún día nos enfrentamos a lo desconocido. En conclusión, la humanidad no está realmente preparada para una invasión alienígena. No existen protocolos concretos, la defensa tecnológica seria limitada y el impacto social podría ser desastroso. Sin embargo, el debate abierto es una oportunidad para explorar nuevas estrategias de cooperación global, preparación tecnológica y desarrollo científico. “La preparación para lo improbable también fortalece nuestra capacidad de enfrentar lo inesperado aquí en la Tierra” concluyen varios expertos en geoestrategia y astrobiología. Con la inminente llegada del enigmático objeto interestelar 3I/ATLAS en noviembre, o el reciente anuncio de la NASA de que se descubrió “la señal más clara de vida en Marte”, sí que debemos estar preocupados.
jueves, 7 de agosto de 2025
ALIENÍGENAS ANCESTRALES: ¿Un cohete sumerio de 3.000 años de antigüedad?
En el Museo Arqueológico de Constantinopla - en la actual Turquía - se conserva una extraña pieza olvidada por la arqueología oficial, la cual plantea un interrogante que roza lo imposible. Se trata del llamado Istanbul Shem, una figura de piedra de unos 23 centímetros de longitud y 10 de alto que, a primera vista, parece un simple objeto arqueológico desgastado pero que, una mirada más atenta, revela algo inquietante: su forma cónica y alargada, sus aparentes aletas posteriores y la presencia de un humanoide en posición de accionar mandos hacen que muchos lo comparen con un cohete espacial. ¿Es esta figura un capricho de nuestra mente, una pareidolia o, por el contrario, estamos frente una representación deliberada de una tecnología desconocida en la Antigüedad? Cabe precisar que el Istanbul Shem es lo que se conoce como un Oopart (Out of Place Artifact, en inglés): un objeto fuera de su contexto histórico. Fue encontrado, al parecer, en una excavación arqueológica realizada en 1975 en la antigua ciudad de Tuspa, también conocida como Toprakkale, por lo que el misterioso objeto también recibe el nombre de Transbordador Espacial Toprakkale. Esta localidad se encuentra al noreste del lago Van, donde se extendió el Reino de Urartu entre el 830 y el 612 a. C. Como podéis imaginar, la figura lleva décadas provocando susurros entre arqueólogos alternativos, teóricos de los antiguos astronautas y ufólogos. La pieza muestra lo que parece ser un individuo sentado en el interior de una cápsula en forma de proyectil, con las manos colocadas sobre una suerte de mandos o controles. La parte trasera está compuesta por lo que algunos interpretan como tobillos de estabilización o aletas aerodinámicas, similares a las de un cohete moderno. Cabe precisar que la investigación más significativa sobre el “Módulo Espacial” provino de Zecharia Sitchin, y se convirtió en el líder del grupo que afirmaba que el "Módulo Espacial" tenía tres mil años. En un artículo publicado en el número 15 de la revista Atlantis Rising, Sitchin describe este objeto como "una maqueta esculpida de lo que, a simple vista, parece un cohete espacial de punta cónica... Impulsado por un conjunto de cuatro motores de escape en la parte trasera que rodean un motor de escape más grande, el cohete tiene espacio para un solo piloto, que de hecho se muestra e incluye en la escultura". Sitchin visitó Turquía un año antes, en 1997. Allí se reunió con el director del museo, el Dr. Alpay Pasinli, quien sacó el artefacto de un cajón y le permitió no solo examinarlo sino también fotografiarlo. Antes - en 1993 - lo había hecho la publicación británica Fortean Times. Sitchin bautizó la pieza como Istanbul Shem vinculándolo a la teoría sobre una visita de seres extraterrestres en la antigüedad, tal como propone en su libro (Los reinos perdidos). Y es que Sitchin, tradujo numerosos textos sumerios que hablaban de los "Shems", vehículos de los dioses Anunnaki, como si se tratara de auténticas naves espaciales. Para él, el término "Shem" no aludía a un templo o a la gloria divina, como sostienen los asiriólogos, sino a un vehículo aeroespacial capaz de llevar a los dioses desde la Tierra hasta los cielos. ¿Puede ser este objeto una representación simbólica de esos Shems? ¿O es una interpretación moderna proyectada sobre una figura ambigua? Lo cierto es que el Istanbul Shem existe físicamente y puede verse ocasionalmente en el Museo Arqueológico de Constantinopla. Sin embargo, la institución no ofrece información oficial sobre su procedencia ni sobre el contexto en que fue hallado. Los curadores del museo decidieron arbitrariamente que este pequeño artefacto “debía de ser una falsificación porque difería del estilo de la época y, lo que es más importante” - agregaron -“porque parece una cápsula espacial”. Como afirman que no había cápsulas espaciales en el pasado, llegaron a la apresurada conclusión de que “solo podía ser falsificación moderna, una broma pesada, hecha de yeso de París y polvo de mármol”. Aseguran además que los análisis químicos y petrográficos del Departamento de Monumentos y Museos del Ministerio de Arte y Cultura “demostraron que estas teorías no se ajustaban a la realidad histórica”. Por cierto, existe información diversa y contradictoria sobre cómo llegó el artefacto al museo. ¿Estamos ante una falsificación moderna, un objeto sacado de contexto o, frente a algo inexplicable? La historia del Istanbul Shem se encuentra en ese incómodo espacio donde la historia y el mito se entrelazan. ¿Y si los antiguos realmente vieron - o imaginaron - tecnologías que solo ahora empezamos a comprender? ¿Podría este pequeño objeto de piedra ser una pista, una reliquia anacrónica que sugiere un pasado más complejo del que nos atrevemos a admitir? Quizás no sea un cohete. Quizás nunca lo fue. Pero como ocurre con todo misterio, lo inquietante no es lo que sabemos... sino lo que todavía no podemos explicar.
jueves, 17 de julio de 2025
PROJECT MAGNET: Investigando a los alienígenas que colonizaron la Tierra en tiempos muy remotos
Es evidente que mucha de la historia de nuestro planeta se ha perdido debido al paso de los miles de millones de años. Tales registros quedaron sepultados bajo toneladas de sedimentos y por la erosión natural. Esto sería suficiente para suponer que los humanos no hemos sido la única especie inteligente en poblar la Tierra. Es posible por ello que otros hayan estado presentes mucho antes. Un alto funcionario canadiense que investigó el fenómeno OVNI para el gobierno, así lo afirmó, según da cuenta The Globe and Mail. En efecto, todo había comenzado unos años antes de que se iniciara la “carrera espacial” entre las dos naciones rivales: Estados Unidos y Rusia. El mundo estaba atónito ante los avistamientos diarios de OVNIS, y las historias de contactos con extraterrestres inundaban los periódicos. Transcurría la era de dos tipos de personas: los primeros eran grupos de personas con ideas afines, por ejemplo, ingenieros, científicos e inventores que descartaban cualquier contacto con extraterrestres y las historias de los que por aquel entonces denominaban “platillos voladores”, mientras que los segundos eran los contactados, que también afirmaban haber sido secuestrados y estado en los OVNIS. Estos grupos nunca se alinearon entre sí, pero Wilbert Brockhouse Smith (1910-1962), un ingeniero canadiense, fue el único nexo de unión entre ambos. Smith trabajó como ingeniero de radio senior para el Departamento de Transporte del Gobierno canadiense a finales de los años 40 y 50. Él fue el responsable de las comunicaciones por radio entre Canadá y Estados Unidos en aquella época. Muy pocas personas saben que el fue quien convenció al gobierno canadiense para que estableciera un programa de vigilancia de los OVNIS, el cual finalmente detectó el extraño fenómeno aéreo que, según él, no era terrestre. Al preguntar a los estadounidenses sobre la existencia de los OVNIS, recibió una respuesta en la que le decían que el gobierno de los Estados Unidos había dado a este tema la máxima prioridad y que era incluso más secreto que la bomba atómica. Wilbert Smith dijo:“Una de las cosas más importantes que tuve que comprender fue que no estamos solos. La raza humana en forma de hombre se extiende por todo el universo y es increíblemente antigua. Además, su apariencia física no es más que una de sus muchas manifestaciones a lo largo del camino del progreso. Este planeta ha sido colonizado muchas veces por personas de otros lugares y nuestra raza humana actual es hermana de sangre de esas personas. ¿Es de extrañar que se interesen por nosotros?” asevero. Además, según el investigador Grant Cameron, Smith desempeñó un papel importante en la creación de Radio Ottawa, utilizada por espías canadienses y también para rastrear comunicaciones secretas rusas. En 1950, el programa canadiense de estudio de OVNIS denominado Project Magnet fue creado por Transport Canada bajo la supervisión de Smith. El gobierno financió el proyecto durante cuatro años, pero posteriormente recibió financiación informal. En 1952, creó un observatorio en Shirley’s Bay para estudiar los hallazgos de avistamientos de OVNIS en el marco del Proyect Magnet. Smith tenía un interés personal en el geomagnetismo, lo que le llevó a concluir que los OVNIS eran de origen extraterrestre, propulsados por fuerzas magnéticas y procedentes en realidad de universos paralelos. Smith dijo: “En mi opinión, los seres de otros lugares eligen todo tipo de métodos para ponerse en contacto con nosotros y, dado que su tecnología y sus conocimientos son muy superiores a los nuestros, pueden utilizar métodos que nos resultan totalmente incomprensibles” apunto. Curiosamente, creía que los OVNIS estaban controlados mediante poderes físicos, aunque tales afirmaciones avergonzaban al Departamento de Transporte. En 1952, cuando la gran ola de OVNIS llegó a los medios de comunicación, Smith afirmó que la Fuerza Aérea de los Estados Unidos tras derribar un OVNI cerca de Washington D. C., recuperó una pieza y se la prestó. Cuando se le preguntó si había devuelto la pieza a la Fuerza Aérea, respondió que la había entregado a un grupo mucho más secreto (que no era ni el FBI ni la CIA), cuya identidad no podía revelar. Sorprendentemente, Smith también era un firme creyente en los extraterrestres. En 1961, pronunció un discurso en el Club OVNI del Área de Vancouver, donde afirmó haber estado en contacto con seres alienígenas, a los que se refería como «los chicos de arriba». Además, dijo que los extraterrestres le habían explicado que la velocidad de la luz no es constante y que el tiempo funciona de manera diferente en el universo, no como el tic-tac cronológico que la gente imagina en la Tierra, sino como una «función de campo» que cambia en todo el universo y que puede ser alterada. Según le dijeron, sus naves se mantenían en el campo gravitatorio de la Tierra. Añadió que los campos que rodeaban sus naves creaban zonas que reducían la fuerza de los objetos que entraban en contacto con ellos, lo que explicaba la destrucción de las naves militares terrestres que volaban demasiado cerca. Esto explicaba, entre otros fenómenos, el accidente de un avión militar en mayo de 1956 en el convento de Villa St. Louis, en Orleans. Según Smith, el avión entró en un “vórtice muy fuerte de reducción de la fuerza de cohesión”, lo que provocó su desintegración. Se comunicaron con la “gente de afuera” Cuando se producían explosiones nucleares, añadió, se formaban vórtices inestables similares. Su amigo anónimo, que también había estado en comunicación con “esta gente de arriba”, afirmaba haber hablado con uno de ellos, Tyla, un recolector de basura cuyo trabajo consistía en limpiar los desastres radiactivos dejados por esas explosiones provocadas por el hombre. Según Smith, Tyla recogió el material, lo transportó a bordo de su barco, lo desactivó y luego lo vertió en un lugar remoto de la Tierra. Según se informa, Tyla le dijo a un amigo en 1948 que vertería su siguiente carga cerca de Ottawa en el momento oportuno para que mucha gente pudiera observarlo. El 21 de noviembre de 1950, Smith escribió un memorándum que fue clasificado como “Top Secret”, pero que más tarde fue recuperado de los archivos de la Universidad de Ottawa. Según el escrito, el Gobierno canadiense se tomaba muy en serio los OVNIS y había estado desarrollando una tecnología secreta que utilizaba la radiación oceánica, la radiactividad atmosférica y el geomagnetismo. Además, escribió que su trabajo en geomagnetismo y la energía con la que funcionaban los “platillos voladores” estaban relacionados. Resumiendo los avistamientos reportados en 1952, Smith informó: “Los OVNIS tenían 30 metros o más de diámetro; pueden viajar a velocidades de varios miles de km. por hora; así como alcanzar altitudes muy superiores a las que deberían soportar los aviones o globos convencionales, y parecen disponer de potencia y fuerza suficientes para realizar todas las maniobras necesarias”. Sin embargo, el Proyecto Magnet se suspendió en 1954, pero a Smith se le permitió usar las instalaciones de Shirley's Bay con sus propios fondos y lo hizo hasta su muerte. The Ottawa Journal informó de que los científicos insistían en que “no hay pruebas de la existencia de los platillos voladores, pero admiten honradamente que no hay evidencias de que todos los objetos extraños y errantes avistados en el cielo sean producto de la imaginación o de la atmósfera”. Antes de morir de cáncer, Smith pidió a su esposa que ocultara toda su investigación y los archivos confidenciales, ya que temía que cayesen en manos equivocadas. “Vendrán a saquear todo mi trabajo“, dijo Smith. Murió el 27 de diciembre de 1962 y, tal y como predijo al poco tiempo, los rusos, los estadounidenses y los canadienses se pusieron en contacto con su esposa, aunque no pudieron quedarse con sus archivos.
jueves, 26 de junio de 2025
¿UNA CONEXIÓN CON CULTOS ANCESTRALES?: Descubren esculturas “alienígenas” de 7000 años de antigüedad
Un grupo de arqueólogos ha desenterrado en Kuwait unas raras estatuas de cabezas alargadas y con aspecto alienígena que datan de hace más de 7 000 años. Dicho hallazgo permitirá conocer mejor el origen y la evolución de uno de los asentamientos más antiguos de la península arábiga. Desde el 2009, el yacimiento Bahra 1, donde se hallaron las estatuas, es uno de los principales lugares de investigación sobre las antiguas sociedades de la Edad de Piedra de Arabia. Las excavaciones en el sitio han permitido comprender más acerca de la cultura del periodo El Ubaid, que, durante su apogeo, se extendió desde la Mesopotamia hasta Anatolia y la península arábiga. Durante una excavación realizada posteriormente, se han descubierto varias cabezas hechas de arcilla, pequeñas, pero finamente trabajadas. Con cráneos alargados, ojos oblicuos y narices chatas, se parecen a las representaciones modernas de alienígenas. Según los investigadores, dichos rasgos son característicos de las estatuillas de la cultura Ubaid. Mediante un comunicado, arqueólogos de la Universidad de Warsaw que formaron parte de la investigación, explicaron que, a pesar de que ya se habían encontrado este tipo de esculturas en la Mesopotamia, el hallazgo del sitio Bahra 1 es el primero en la región del Golfo. “La presencia [de estas esculturas] plantea interrogantes sobre el propósito y el valor simbólico, o posiblemente ritual, que tenían para la gente de esta antigua comunidad”, manifestó el arqueólogo Piotr Bieliński. El hallazgo también permite comprender un poco más sobre los tamaños y los tipos de cerámica producidos en la región. Cabe precisar que en la península arábiga se utilizaban dos tipos de cerámica. Una era la Ubaid, importada de Mesopotamia, y la otra era un tipo de cerámica local llamada cerámica roja gruesa. Aunque se sabía que esta última se producía en la región del Golfo, se desconocían los lugares reales de fabricación. Gracias a la última excavación en el yacimiento Bahra 1, se ha encontrado evidencia concreta sobre la fabricación de cerámica, ya que los investigadores hallaron vasijas de arcilla sin coser pertenecientes a un tipo de cerámica llamada Coarse Red Ware (cerámica roja gruesa). Según los arqueólogos, Bahra 1 sería el lugar de producción de cerámica más antiguo de la región del Golfo. Asimismo, los análisis de trozos de plantas añadidos durante la fabricación de algunas vasijas pueden aportar información sobre el contexto medioambiental de la península arábiga. Este tipo de restos orgánicos se han encontrado incrustados en la cerámica de Ubaid como en la roja. Los investigadores esperan que estos restos vegetales les permitan determinar cómo era la flora local de mediados del VI milenio a. C. “Los resultados de los primeros análisis han revelado la presencia de restos de plantas silvestres, sobre todo juncos, en la cerámica de producción local, mientras que en la cerámica importada de Ubaid se han hallado restos de plantas cultivadas, incluidos cereales como la cebada y el trigo”, explicó el arqueólogo Roman Hovsepyan al respecto. Es indudable que el misterio que rodea a estos extraños artefactos, continuará sin resolver, quien sabe por cuanto tiempo. Mientras tanto y como podeís imaginar, las especulaciones continuan.
jueves, 19 de junio de 2025
REVELACIÓN SORPRENDENTE: Documento de la CIA dice que los rusos recuperaron planos de un «platillo volador» al final de la II Guerra Mundial
Un documento desclasificado por la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) ha reactivado una de las teorías más intrigantes del siglo XX: la posibilidad de que Rusia haya tenido acceso a planos técnicos de una nave con forma de un «platillo volador» - como inicialmente se les denominaba a los OVNIS - de diseño avanzado y origen incierto tras el final del Tercer Reich, en 1945. Pero a diferencia de otras hipótesis centradas en la recuperación de naves estrelladas, este informe de 1953 sugiere que lo que los rusos obtuvieron no fue una nave física, sino documentación técnica detallada, posiblemente derivada de proyectos secretos desarrollados por los nazis durante la guerra. En la primera parte del documento puede leerse lo siguiente: “Georg Klein, un ingeniero alemán, declaró que aunque muchas personas creen que los «platillos voladores» fueron un desarrollo posterior a la guerra, en realidad ya estaban en fase de planificación en las fábricas aeronáuticas alemanas desde al menos 1941. Klein aseguró haber sido ingeniero en el Ministerio de Speer (probablemente en referencia a Albert Speer, Ministro de Armamento y Municiones del Tercer Reich desde 1942) y afirmó haber estado presente en Praga, el 14 de febrero de 1945, durante el primer vuelo experimental de un «platillo volador». Durante esa prueba, según su testimonio, la nave alcanzó una altitud de 12.400 metros en solo tres minutos, y una velocidad de 2.200 kilómetros por hora. Klein añadió que, de acuerdo con los planes alemanes, estos «platillos» estaban diseñados para alcanzar hasta 4.000 kilómetros por hora. Si bien reconoció que la obtención de materiales adecuados fue inicialmente un obstáculo técnico, afirmó que ese problema había sido resuelto hacia finales de 1945, y que la construcción del modelo operativo ya estaba programada para comenzar. Tras esta introducción, el documento presenta el punto central que le da título: Ingeniero afirma que los planos del «platillo» están en manos rusas: Durante los últimos días de la guerra, cuando toda esperanza de una victoria alemana ya había sido abandonada, los ingenieros del grupo estacionado en Praga recibieron órdenes de destruir completamente todos sus planos sobre el modelo antes de que llegaran los rusos. Los ingenieros de las fábricas de Mite en Breslau, sin embargo, no fueron advertidos con suficiente antelación sobre el avance del enemigo, quienes lograron apoderarse del material. Los planos, junto con personal especializado, fueron enviados de inmediato y bajo fuerte custodia directamente a Moscú coincidiendo con la salida de Berlín del creador del Stuka (Junkers Ju 87), quien más tarde desarrolló el MiG-13 y 15 en Rusia. (...) Klein opinaba que los «platillos» están siendo actualmente construidos de acuerdo con principios técnicos alemanes, y expresó su creencia de que constituirán una seria competencia para los aviones a propulsión a chorro. Cabe destacar que el contenido citado no constituye un informe de inteligencia elaborado por la agencia, sino una transcripción de publicaciones periodísticas internacionales archivadas por su posible interés estratégico. En particular, los testimonios atribuidos al ingeniero alemán y otros datos sobre proyectos de platillos voladores nazis provienen de artículos de prensa publicados en medios de la época. Cabe precisar que durante la Guerra Fría, la CIA solía recopilar y clasificar notas aparecidas en diarios extranjeros como parte de su monitoreo global, sin que ello implicara una verificación oficial de su veracidad. Aun así, el hecho de que estos documentos hayan sido conservados en sus archivos indica que fueron considerados relevantes o dignos de seguimiento. Debido a lo explicado anteriormente, el documento no explica ni profundiza en cómo los nazis podrían haber llegado a concebir diseños tan avanzados como para plasmarlos en planos técnicos con potencial militar. Una pieza clave para llenar ese vacío histórico es la presunta caída de un objeto volador no identificado en 1933 en Magenta, Italia. Bajo el régimen de Benito Mussolini, el incidente habría sido gestionado en secreto por un gabinete especial conocido como RS/33, con la participación del célebre físico Guglielmo Marconi. Investigaciones recientes sostienen que, tras la caída del fascismo en 1943, los restos del objeto fueron confiscados por agentes estadounidenses y trasladados a territorio norteamericano, posiblemente a instalaciones militares clasificadas. De confirmarse esta versión, Estados Unidos habría tenido acceso a tecnología no humana más de una década antes del incidente de Roswell, y parte de esa información técnica pudo haber sido filtrada, compartida o replicada posteriormente. Otro evento enigmático fue la aparente caída de una nave en la Selva Negra (Schwarzwald), Alemania, en 1938. Se especula que científicos del Tercer Reich, posiblemente bajo la supervisión de las SS y con vínculos a sociedades esotéricas como la Thule o la Vril-Gesellschaft, habrían recuperado y estudiado el enigmático objeto. A partir de esos hallazgos, habrían surgido planos técnicos avanzados que describían naves discoidales con posibles capacidades antigravitacionales. Algunos de estos diseños podrían haber sido los mismos que, en años posteriores, terminaron en manos rusas. Si el contenido citado es verídico, el documento desclasificado de la CIA deja abierta una posibilidad inquietante: que, al finalizar la Segunda Guerra Mundial, planos de una tecnología no convencional - posiblemente de origen no humano - hayan terminado en manos tanto de Rusia como de Estados Unidos. Mientras los primeros habrían capturado documentos y personal en zonas como Breslau y Praga, los estadounidenses se adelantaron con la Operación Paperclip, llevándose consigo a destacados científicos nazis y, posiblemente, parte de los secretos que quedaron tras el colapso del Tercer Reich. Lo que emerge de este escenario es una carrera tecnológica encubierta, iniciada mucho antes del caso Roswell, en la cual ambas potencias habrían competido por replicar o entender tecnologías más allá de su tiempo. Quizás, el resultado del accidente de un «platillo volador» en Roswell haya sido el resultado de la caída de una nave experimental alemana que los estadounidenses habrían logrado capturar. Y con ello, surgen muchas preguntas: ¿Qué avances que hoy consumimos surgieron de estos intentos de retroingeniería nazi? ¿Y qué descubrimientos, tras más de 80 años, siguen bajo siete llaves por su capacidad de romper las reglas del mundo tal como lo conocemos?
jueves, 12 de junio de 2025
THE WALL STREET JOURNAL: “Los OVNIS son un mito creado para ocultar tecnología militar del Pentágono”
Durante décadas, las campañas de desprestigio, manipulación y mentiras en torno al fenómeno OVNI estuvieron a la orden del día, especialmente entre finales del siglo XX y principios del XXI. En aquellos años, una Internet poco masiva y la falta de herramientas de verificación rápida jugaban a favor de quienes deseaban mantener estos temas bajo la sombra. Medios tradicionales, muchas veces alineados con intereses gubernamentales o militares, no dudaban en bajar línea o reproducir versiones oficiales sin cuestionarlas. Hoy, en cambio, cualquier usuario puede confrontar la información con rapidez y exponer contradicciones. Justamente por eso, sorprende aún más que un diario como el Wall Street Journal (WSJ) haya publicado recientemente un artículo que retoma -con aire de autoridad - muchas de las viejas fórmulas del descrédito y la negación sistemática. Titulado The Pentagon Disinformation That Fueled America’s UFO Mythology, el texto presenta un relato que intenta posicionar al fenómeno OVNI “como una construcción basada exclusivamente en engaños originados dentro del propio Pentágono”. Sin embargo, esta versión ha sido duramente cuestionada por denunciantes, testigos y expertos, quienes advierten que el artículo no hace más que reeditar el viejo manual de encubrimiento, plagado de omisiones estratégicas, tergiversaciones y afirmaciones carentes de sustento. Uno de los principales impulsores de esta visión es el Dr. Sean Kirkpatrick, exdirector de la Oficina de Resolución de Anomalías en Todos los Dominios (AARO), cuya gestión ha sido duramente criticada por minimizar los fenómenos UAP (Fenómenos Anómalos No Identificados) y por omitir información clave que podría confirmar la existencia de programas de recuperación de tecnología no humana. Por ejemplo, Kirkpatrick promovió explicaciones como reflejos del sol, drones o ilusiones ópticas, descartando de plano los informes más inquietantes, incluso aquellos respaldados por imágenes térmicas, radar o testimonios múltiples. Asimismo, este exfuncionario ha sido acusado directamente de mentir por el denunciante David Grusch, exoficial de inteligencia con acreditación de alto nivel, quien afirma que EE.UU. posee un programa clandestino de ingeniería inversa aplicado a naves alienígenas. El artículo del WSJ intenta además desacreditar el testimonio de Robert Salas, exoficial de la Fuerza Aérea, quien fue testigo en 1967 de la desactivación simultánea de 10 misiles nucleares tras el avistamiento de un objeto volador no identificado sobre la base Malmstrom, en Montana. El WSJ atribuye lo ocurrido a efectos de pruebas con pulsos electromagnéticos (EMP), aparentemente destinadas a evaluar la resistencia de las barreras defensivas y los sistemas de respuesta de la base ante un posible ataque nuclear ruso. No obstante, el artículo no aporta evidencia técnica sobre estos ensayos ni explica por qué dicha información fue ocultada durante más de 50 años. Indignado, Salas escribió en su cuenta de X: «Acabo de publicar un enlace al artículo de desinformación del WSJ. Está tan equivocado en tantos aspectos que me hace pensar si no fue escrito por la Cábala Secreta UAP. Estaré refutando parte de esto relacionado con mi incidente en el podcast de Matt Ford The Good Trouble Show, que grabamos mañana». El artículo también ignora los cientos de testimonios actuales de pilotos militares y civiles que reportan encuentros frecuentes con UAPs. Entre ellos, Ryan Graves, expiloto de combate de la Marina y fundador de la organización Americans for Safe Aerospace, quien expresó su frustración con el autor del artículo: «Este artículo no refleja en nada la realidad casi diaria de los avistamientos que experimentan pilotos, miembros de las fuerzas armadas y personas comunes. Me decepciona que, tras múltiples conversaciones en buena fe que tuve con Joel Schectman (autor del artículo en el WSJ), él haya omitido toda esta información, resultando en una nota completamente parcial». El WSJ relata cómo algunos oficiales de la Fuerza Aérea fueron víctimas de una aparente «broma» institucional, en la que se les presentaban documentos falsos sobre tecnología antigravitatoria. Pero en lugar de desacreditar los testimonios de décadas, esta revelación demuestra cómo la propia estructura militar cultivó el mito mientras silenciaba a quienes tenían dudas reales. Este patrón de manipulación no es anecdótico. El propio artículo reconoce que el Departamento de Defensa omitió deliberadamente información clave en el informe oficial de AARO de 2024, “para proteger programas secretos y evitar vergüenzas institucionales”, según sus propias palabras. Esa admisión confirma que el ocultamiento sigue vigente, y refuerza la desconfianza sobre la versión presentada. En conclusión, el sesgado artículo del WSJ, lejos de esclarecer el fenómeno UAP, parece funcionar como un intento coordinado de reducir su seriedad, desacreditar a testigos legítimos y desviar la atención del creciente clamor por transparencia. Hacía mucho que un medio masivo no publicaba una pieza de desinformación sobre los OVNIs tan flagrante y descarada. Las omisiones deliberadas, explicaciones improvisadas y negaciones sin evidencia hacen de esta publicación una herramienta más de desinformación, no de revelación. La comunidad merece respuestas serias, no burlas institucionales. La verdad sigue aguardando tras un muro de secretismo, y cada intento por ocultarla no hace más que fortalecer la determinación de quienes insisten en sacarla a la luz y creer en la existencia de vida en el universo... A que no estamos solos.
jueves, 8 de mayo de 2025
EL VATICANO Y LOS OVNIS: ¿Qué secretos guarda la Iglesia sobre los extraterrestres?
En los casi 80 kilómetros de estanterías de los Archivos Secretos del Vaticano, se custodian documentos que van desde notas papales manuscritas hasta misivas presidenciales. Algunos científicos e investigadores creen que en ellos podrían esconderse claves que relacionen los UAP (Fenómenos Anómalos No Identificados) con la vida extraterrestre. En efecto, investigadores y exfuncionarios de inteligencia sostienen que la Iglesia Católica habría acumulado información confidencial sobre esos encuentros y los mantiene ocultos. Las afirmaciones sugieren además que algunas apariciones religiosas históricas, como de la Virgen de Fátima, podrían haber sido malinterpretaciones de avistamientos de seres alienígenas. Frente a la inminente elección en un Cónclave que se celebra en El Vaticano de un nuevo Papa que suceda al hereje Francisco I, crecen los pedidos para que se revele lo qué sabe realmente sobre la vida más allá de la Tierra. Como sabéis, los Archivos Secretos del Vaticano siempre han generado misterio por todo lo que contiene lejos de la vista de público, pero recientemente surgieron teorías que involucran directamente a los OVNIS. Según el investigador Mark Christopher Lee, especializado en la relación entre religión y fenómenos inexplicables, la Santa Sede tendría en su poder cientos de documentos clasificados que registran encuentros con naves alienígenas. Por ello Lee pidió que el próximo pontífice libere toda la información relacionada con los extraterrestres. Para muchos expertos, si la Iglesia Católica decidiera revelar lo que sabe, podría cambiar por completo la forma en que el mundo comprende la vida en el universo y el rol que ha jugado la institución en el manejo de este conocimiento. Una de las teorías más llamativas sostiene que las apariciones marianas de Fátima, ocurridas en 1917, no habrían sido manifestaciones religiosas sino en realidad avistamientos extraterrestres. Lee explicó a The Daily Mail que los testimonios originales de los pastorcitos portugueses mencionan “luces y esferas brillantes en el cielo”, elementos que podrían interpretarse como intentos de comunicación por parte de una inteligencia no humana. Esta hipótesis, aunque polémica, gana adeptos entre quienes consideran que ciertos eventos sobrenaturales en la historia de la Iglesia podrían tener otra explicación. Para estos investigadores, los archivos secretos del Vaticano serían clave para confirmar si estos fenómenos fueron malinterpretados o si existe un patrón de ocultamiento deliberado por parte de la institución. Como recordareis, David Grusch, exoficial de inteligencia de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, declaró en el 2023 que el Vaticano habría estado al tanto de la existencia de vida extraterrestre desde los años 40. Según su testimonio, durante el régimen de Benito Mussolini, el gobierno italiano recuperó una nave alienígena estrellada y, en lugar de revelarlo, contó con la colaboración del Papa Pío XII para encubrir el hecho. Este misterioso accidente ocurrió el 13 de junio de 1933, cuando un vehículo aéreo no identificado se estrelló cerca del lago Maggiore, entre Piamonte y Lombardía. Pensando que se trataba de un arma secreta alemana, el objeto fue recuperado y analizado por un equipo liderado por el inventor Guglielmo Marconi. Grusch también sostuvo que el Vaticano compartió la información con agencias estadounidenses, que luego se encargaron de trasladar y estudiar la tecnología recuperada. Esta versión refuerza la idea de que la Iglesia habría actuado como intermediaria en uno de los mayores secretos del siglo XX, temiendo que la confirmación de vida fuera de la Tierra pusiera en riesgo su influencia espiritual sobre millones de creyentes. Pero Grush no es el único que ha afirmado tal cosa. La profesora de estudios religiosos en la Universidad de Carolina del Norte, en Wilmington, Diana Walsh Pasulka, comentó en su libro American Cosmic (2019), que los Archivos Apostólicos del Vaticano poseen documentos “llenos de eventos OVNI”, acusándolos de tener prisa por digitalizar el archivo sin “priorizar lo más importante”. A este pensamiento se le une el científico Garry Nolan, profesor de medicina en la Universidad de Stanford, añadiendo que “el Vaticano es probablemente el sistema de bibliotecas de conocimiento paranormal o sobrenatural más antiguo que aún existe, con un aura de misticismo y un sentimiento de profunda verdad que si sabes leerlo, puedes extraer información”. Igualmente, cree que si otra especie llegara a La Tierra sería síntoma de “esperanza”, que los humanos sobrevivirían al cambio climático o la crisis energética. Además de profesor, Nolan es uno de los fundadores de la Fundación Sol, nacida en el 2023 para investigar OVNIS y fenómenos no identificados. Su director, Peter Skafish, manifestó en CNS su deseo de diálogo con el Vaticano, “una entidad con la que involucrarnos”. Tratar de averiguar el contenido de los Archivos Apostólicos del Vaticano no es nuevo. La fundación tiene su origen en un centro de retiro de California, el Instituto Esalen, el cual ha tenido una influencia progresista y contracultural especial durante la década de los 60 y 70 del siglo XX. Allí se reúnen tecnólogos, líderes espirituales e innovadores de Silicon Valley para discurrir sobre espiritualidad, psicología y crecimiento personal. Uno de los fundadores del instituto le pidió al sacerdote católico Francis Tiso, experto en diálogo interreligioso, la necesidad de hacer “accesible a la comunidad científica” este almacén de documentos vaticanos. En otra ocasión, Tiso comentó que el estudio de los milagros de los santos como fenómenos paranormales podría conectar con “la idea de que los seres humanos estamos conectados con otros seres conscientes del universo”. Estos hechos sobrenaturales reconocidos por la Iglesia han sido de interés para esta comunidad por ser sucesos considerados imposibles o muy improbables.
jueves, 1 de mayo de 2025
KASPUTIN YAR: La base militar rusa que esconde secretos sobre contactos extraterrestres
Como sabéis, la historia marca el 7 de julio de 1947 como uno de los días clave en el mundo de los posibles contactos de la humanidad con extraterrestres. Algunas fuentes hablan de un OVNI que aparentemente cayó en Roswell y que se realizaron autopsias de loa alienígenas a cargo de militares estadounidenses. Los escépticos dicen que nunca llegó a ocurrir y que todo se trata de un montaje. Pero lo que poca gente conoce es que existe un caso similar, a muchos kilómetros de distancia. Se trata de la base rusa de Kapustin Yar. Un lugar envuelto en secretos no revelados, conspiraciones y hasta una batalla entre un MIG ruso y un OVNI, con ambas naves derribadas. Tras el final de la II Guerra Mundial, Rusia - al igual que hizo EE.UU. - se apodero de valiosa documentación sobre la avanzada tecnología nazi y también capturo a varios científicos alemanes, quienes fueron llevados a Kapustin Yar, una zona desolada a 100 kilómetros de Volvogrado (la antigua Stalingrado). El fin era uno solo: aumentar el sistema armamentístico del país aprovechando la tecnología robada a los alemanes. El 3 de julio de 1947 se terminó de construir Kapustin Yar. Una base militar ultra-secreta. Y Rusia empezó a lograr los resultados que buscaba. En 1948 se lanzó el primer balístico soviético, el R-1 (copia del V-2 nazi). Luego vino el monstruoso cohete R-5, el primer misil nuclear de la URSS. Y Kapustin Yar fue el lugar de todas las pruebas de armas atómicas y las pruebas nucleares llevadas a cabo entre 1957 y 1961. Y apareció el primer misterio: los aviones espía americanos que sobrevolaban la zona se sorprendieron por el diseño geométrico de esa base rusa. Tenía una forma muy parecida al Pentágono (departamento de Defensa de los EEUU) inaugurado en 1943. Pero llegó una explicación: el diseño de Kapustin Yar tenía como finalidad atraer naves espaciales extraterrestres. Es que el genocida Iósif Stalin estaba obsesionado con el fenómeno OVNI y quería obtener pruebas. Organizó para ello una expedición a Tunguska, un lugar remoto de Rusia donde el 30 de junio de 1908 una roca espacial de aproximadamente 37 metros de ancho, penetró la atmósfera terrestre y detonó en el cielo liberando energía equivalente a alrededor de 185 bombas de Hiroshima. Muchos sospecharon que allí en realidad se había estrellado un OVNI. Y el propio Stalin así lo creía por informes secretos que le pasaron. Para ello ordenó la construcción de la base en Kapustin Yar porque allí habían ocurrido decenas avistamientos de OVNIS. Quería matar dos pájaros de un tiro: armas ultra avanzadas e investigación extraterrestre. Y el día soñado por Stalin llegó. Un avión MIG ruso logró derribar un OVNI que tenía forma de cigarro. El hecho sucedió en 1950. Se detecto en el cielo un objeto no identificado, por lo que un MIG 19 fue enviado para interceptarlo y derribarlo. Pero cuando el MIG lanzó un misil, el OVNI lanzó un rayo. Ambas naves fueron destruidas y cayeron a tierra. El OVNI fue llevado a una instalación subterránea en Kapustin Yar para ser estudiado y se supo, por archivos secretos de la KGB que fueron desclasificados, que en 1960, otra nave similar fue derribada, pero esta vez a diferencia del abatido en 1950, iba tripulado. Dentro del OVNI habrían encontrado dos seres sin vida que fueron llevados al Instituto de Problemas Médicos de Moscú donde se les practicó una autopsia. Otros informes dicen que en 1968 la base fue atacada por OVNIS que consiguieron destruir cuatro de sus silos. En 1975 se registró otro hecho sin explicación oficial. Una potente explosión destruyó parcialmente algunos silos de lanzamiento de misiles. Hay testigos que afirman haber visto un OVNI sobrevolar la zona y atacar la base con un extraño rayo. Y el último avistamiento fue en 1989, cuando una nave alienígena sobrevoló Kapustin Yar. "Hubo muchos casos de encuentros aéreos con OVNIS en el cielo sobre Kapustin Yar", dijo Mikhail Gershtein, ex presidente de la Comisión OVNI de la Sociedad Geográfica Rusa. Y agregó: "Uno de estos casos fue incluido en el llamado ‘Expediente azul’, el dossier OVNI de la KGB que fue revelado en 1991, justo luego del colapso de la Unión Soviética. En la noche del 28-29 de julio de 1989, objetos desconocidos con forma de disco fueron reportados por personal de la armada rusa en un depósito de armas y otra base militar del distrito. Tenían entre 2 y 5 metros de diámetro, con una media esfera en la parte superior, que se iluminaba brillantemente. El comando llamó a un avión caza, pero este era incapaz de verlo en detalle, porque el OVNI no permitió que la aeronave se acercara a él”. Tras la caída de la URSS, las dificultades económicas provocaron el cierre temporal de las actividades en esta base, y en el 2010 se produjo el último lanzamiento de un cohete: el Kosmos 3M que despegó rumbo al espacio con seis satélites Orbcomm de fabricación estadounidense. Lo cierto es que Kapustin Yar sigue en pie y al igual que Roswell, oculta secretos aun no revelados ¿Sabremos algún día la verdad?
jueves, 6 de febrero de 2025
MISTERIO INDESCIFRABLE: Exfuncionario del Pentágono confirma la existencia de un lenguaje alienígena
En una reciente entrevista, Luis Elizondo, exfuncionario del Departamento de Defensa de EE.UU. y antiguo director del Programa Avanzado de Identificación de Amenazas Aeroespaciales (AATIP), confirmó la existencia de un lenguaje o escritura observada en objetos voladores “de origen no humano”. Durante su participación en el programa Debriefed, publicado en el canal Area52, Elizondo respondió afirmativamente a preguntas sobre la presencia de inscripciones o símbolos en naves de origen desconocido. Según el exfuncionario, los grabados hallados en estos objetos recuerdan antiguas escrituras humanas, incluyendo jeroglíficos y caracteres cuneiformes, lo que sugiere un sistema de comunicación estructurado. “Cuando estaba en el Pentágono, pasé una cantidad considerable de tiempo investigando escrituras antiguas para ver si había similitudes con lo que se ha observado en estas naves”, declaró. Además, enfatizó que las inscripciones no parecen ser meros adornos, sino mensajes codificados con un propósito concreto. Otro aspecto intrigante de sus revelaciones es que estos caracteres no estarían escritos, sino grabados en la superficie de las aeronaves, lo que sugiere un diseño intencional y posiblemente una función tecnológica aún desconocida. “No era algo pintado, estaba grabado directamente en el material del vehículo”, señaló. Elizondo también abordó la posibilidad de que estos escritos sean clave para comprender la naturaleza y el propósito de estas naves. “El hecho de que exista una inscripción indica un nivel de inteligencia y comunicación que va más allá de la simple estructura física del objeto, agregó”. Estas afirmaciones han generado especulaciones sobre la posibilidad de que el gobierno de EE.UU. posea registros detallados de estas inscripciones y que las haya estado analizando en secreto durante décadas. Según el exfuncionario, la divulgación de esta información podría representar un avance significativo en la comprensión de los Fenómenos Anómalos No Identificados (UAPs) y su relación con inteligencias no humanas. La revelación de un posible lenguaje alienígena plantea preguntas fundamentales sobre el contacto con otras civilizaciones y el impacto que este conocimiento podría tener en la humanidad. ¿Podría ser esta la clave para descifrar mensajes de origen extraterrestre? Además de la discusión sobre un lenguaje alienígena, Elizondo abordó otros temas relevantes. Uno de los puntos más impactantes fue la mención de un enorme objeto submarino que se desplazaba a velocidades imposibles para cualquier tecnología humana conocida. Según los informes, esta estructura de forma discoidal se movía bajo el agua a velocidades estimadas entre 450 y 550 nudos, superando con creces la capacidad de cualquier submarino o torpedo actual. Este avistamiento ha reforzado la teoría de que algunas de estas naves no identificadas podrían tener bases sumergidas en los océanos del planeta. Otro tema clave de la conversación fue la mencionada “revelación de 2027”. Elizondo insinuó que en los próximos años podría producirse una divulgación importante sobre la presencia de inteligencias no humanas en la Tierra. Aunque no especificó detalles, dejó entrever que existen planes en curso para preparar a la humanidad para un eventual anuncio oficial. En relación con esto último, habló - tal vez a modo de aperitivo - sobre The Age of Disclosure, un documental a estrenarse este año que cuenta con los testimonios de 34 altos funcionarios y contratistas del gobierno de los Estados Unidos.
jueves, 9 de enero de 2025
PROJECT STARGATE: Documentos desclasificados de la CIA revelan la existencia de pirámides en Marte y humanoides delgados
A pesar de que nunca se ha enviado una misión tripulada a Marte, la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA) concibió hace 40 años un método alternativo para lograr explorar el planeta rojo. En efecto, durante la Guerra Fría, la CIA colaboró con el Instituto de Investigación de Stanford para llevar a cabo investigaciones altamente secretas relacionadas con fenómenos paranormales, específicamente con la 'visión remota', con el propósito de recopilar información militar importante de sus adversarios, según da cuenta The Daily Mail. El informe, 'Exploración de Marte, 22 de mayo de 1984', detalla cómo la agencia utilizó la proyección astral (la idea de que el espíritu de una persona puede viajar a través del plano astral) para transportar a un 'sujeto' a Marte aproximadamente un millón de años antes de Cristo. De acuerdo con el científico Mahadeva Srinivasan, la visión remota, también conocida como percepción extrasensorial, es la capacidad que posee una persona para adquirir información sobre objetivos geográficos remotos que de otro modo serían inaccesibles por cualquier modo sensorial conocido. La Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA) se hizo cargo de esta iniciativa a mediados de la década de 1980, renombrándola como 'Proyect Stargate', una unidad secreta del Ejército de EE. UU. establecido en 1977 que se centró en fenómenos anómalos, incluida la visión remota, la telepatía y la psicoquinesis. El proyecto clasificado se llevó a cabo en Fort Meade, Maryland, y se reclutaron hombres y mujeres que afirmaban tener percepción extrasensorial (ESP) para ayudar a descubrir secretos de inteligencia militar y nacional. Cerró en 1995, pero durante sus más de 10 años de existencia, los psíquicos conocidos como "videntes remotos" participaron en una amplia gama de operaciones, desde localizar rehenes secuestrados por grupos terroristas islámicos hasta rastrear las rutas de criminales fugitivos dentro de los Estados Unidos. Los expertos cuentan que las ideas en las que se basaba este programa eran tan radicales que se mantuvieron en secreto por varios años. Sin embargo, han podido conocerse algunos detalles gracias a la Ley de Libertad de Información. En un documento desclasificado por la CIA se detalla acerca de un experimento de visión remota realizado en 1984, como parte del proyecto Stargate. Este consistió en pedirle a un psíquico que describiera sobre su visión de cómo era Marte hace un millón de años. Tras hacer uso de sus aparentes habilidades psíquicas, el entrevistado relató al encargado del experimento que había visto grandes estructuras piramidales y monumentos antiguos que parecían haber sido construidos artificialmente, similares a los conocidos entre los antiguos egipcios en la Tierra, afirma el informe. También narró acerca de las condiciones atmosféricas del planeta rojo, como fuertes vientos y tormentas de polvo. En un momento, el psíquico aseguró haber visto humanoides altos y delgados, que parecían estar en una especie de hibernación o animación suspendida. Asimismo, dijo que estos individuos se vieron obligados a vivir debajo de la tierra debido a los cambios ambientales, como las violentas tormentas de polvo que azotan el planeta rojo. "Son gente antigua. Están muriendo, ya pasó su tiempo o su edad", manifestó el psíquico, señalando que estos seres eran muy filosóficos y buscaban "una forma de sobrevivir", pero que no lo conseguían. En el documento no se explica por qué los servicios de inteligencia de EE.UU. tenían interés en conocer detalles sobre el pasado de Marte, mostrándose únicamente la transcripción de la entrevista entre el psíquico y el encargado del experimento. En 1995, la CIA desclasificó y dio por terminado el proyecto Stargate al percatarse de que la visión remota tenía un valor práctico limitado, que "no producía la información concreta y específica que se valora en la recopilación de inteligencia". Previo a su cierre se publicó 'Mars Exploration May 22, 1984', un documento desclasificado en el 2017 que recientemente ha resurgido en línea. El documento es escaso en detalles, comenzando con: 'Método de adquisición del sitio: sobre sellado junto con coordenadas geográficas'. El sobre fue entregado al ‘sujeto’ antes de la entrevista, pero que fue abierto posteriormente. 'En el sobre había una tarjeta de 3x5 con la siguiente información: El planeta Marte. Época de interés: aproximadamente un millón antes de Cristo', se lee en el documento. El administrador del experimento transmitió verbalmente el contenido del sobre y permitió que los sujetos proporcionaran sus observaciones. La hora de inicio fue las 10:09 am ET. Se pidió al ‘sujeto’ que centrara su atención en "40,89 grados norte, 9,55 grados oeste". "Parece... Tengo una especie de vista oblicua de una... pirámide o forma de pirámide", dijo el ‘sujeto’. Continuaron describiendo la estructura como de color ocre, un tono que va del amarillo al naranja intenso y al marrón. El ‘sujeto’ entonces observó sombras de seres "muy altos y delgados" que vestían ropas extrañas. El administrador pidió al ‘sujeto’ que permaneciera en ese período de tiempo pero se trasladara a otra ubicación en el espacio. El paisaje presentaba un camino muy largo con lo que parecía ser el Monumento a Washington al final. "Es como un... obelisco", dijo el sujeto antes de que le pidieran que se moviera a diferentes lugares hasta volver a ver gente. El ‘sujeto’ se trasladó entonces a un lugar donde una violenta tormenta azotaba Marte y la gente usaba las pirámides gigantes como refugio. "Posee diferentes habitaciones... pero están casi desprovistas de cualquier tipo de... mobiliario o cualquier cosa. Es como... eh... estrictamente funcional, un lugar para dormir... o esa no es una buena palabra... hibernación, alguna forma", dijo el ‘sujeto’. “No puedo... Recibo información muy cruda, tormentas, tormentas salvajes y sueño durante las tormentas”. El administrador le pidió al ‘sujeto’ que describiera quién dormía durante las tormentas. 'Son personas muy... altas, muy grandes... pero delgadas. Parecen así por su altura, y visten como si fueran... ¡oh, demonios!, como una seda muy ligera, pero no es un tipo de ropa suelta. Es como si estuvieran cortadas a medida', explico. El ‘sujeto’ le dijo al administrador que se trataba de personas antiguas que estaban muriendo. "Ya pasó su tiempo o su edad", dijo el ‘sujeto’. "Son muy filosóficos al respecto. Buscan una manera de sobrevivir, y no pueden". El ‘sujeto’ dijo que parecían preocupados por los pueblos antiguos, que estaban buscando una salida o esperando que algo regresara. "Es como si estuviera recibiendo todo tipo de información abrumadora sobre la... corrupción de su entorno", dijo el ‘sujeto’. "Está fallando muy rápidamente, y este grupo se fue a algún lugar, un largo trecho, para encontrar otro lugar donde vivir". El ‘sujeto’ afirmó además haber hablado con una de esos extraños seres, quien le dijo que un grupo había salido en lo que "parece el interior de una embarcación más grande". El administrador le dijo al ‘sujeto’ que siguiera el viaje y reportara lo que veía. "La impresión es de un lugar realmente raro, con volcanes, bolsas de gas y plantas extrañas; un lugar muy volátil. Es como pasar de la sartén al fuego", dijo el ‘sujeto’. "La diferencia es que parece que hay mucha vegetación donde en otro lugar no la había. Y un tipo de tormenta diferente". El administrador luego le dijo al ‘sujeto’ que era hora de regresar. "Vuelve ahora a la habitación, vuelve al sonido de mi voz, retrocede aún más hasta el sonido de mi voz del 22 de mayo de 1984", le dijeron al ‘sujeto’. Según el portal IFL, la Agencia Central de Inteligencia estadounidense se dio cuenta que su exploración en temas sobrenaturales había resultado infructuosa, además de que sus métodos eran poco científicos. Pero de lo poco que se ha llegado a saber, es indudable que ahonda el enigma que envuelve al planeta rojo,
jueves, 12 de diciembre de 2024
ALIENIGENAS ANCESTRALES: La Cruz de Constantino
El 28 de octubre del año 312 se enfrentaron en las cercanías de Roma los ejércitos de los autoproclamados emperadores romanos Constantino y Majencio, saliendo victorioso el primero. Esta contienda -conocida como la batalla del Puente Milvio, por tener lugar junto al citado puente, uno de los que cruzan el río Tíber al norte de la capital del Imperio - contribuyó de forma decisiva a la expansión del cristianismo, ya que hasta ese momento estaba perseguido en el Imperio Romano. En agradecimiento por la misteriosa señal de la Cruz aparecida en el cielo, Constantino I el Grande (272-337) legalizó la religión cristiana gracias al Edicto de Milán, que firmó en el año 313. Según cuentan las crónicas, mientras Constantino marchaba con sus soldados hacia el campo de batalla, vio una cruz en el cielo, junto al sol, que interpretó como “una señal divina”. Tras aquella visión, el emperador tuvo un sueño en el que volvió a ver la cruz flotando en el aire, pero con una inscripción en griego donde ponía: Εν τούτω νίκα, que en latín se expresa como: In hoc signo vinces (IHSV) y que significa: “con este signo vencerás”. Mandó entonces pintar en los escudos de su ejército el famoso crismón o lábaro, que es una cruz compuesta por las letras griegas χ y ρ, que son las iniciales de Cristo en griego. Desde entonces, la cruz cristiana sustituyó a las águilas imperiales de las insignias de los soldados, pasó a formar parte del estandarte de los emperadores romanos y también apareció en las monedas de la época. Al margen del carácter legendario de la historia, el hipotético sueño de Constantino quizás podría estar basado en la observación de un fenómeno óptico real ocurrido en la atmósfera. A comienzos del siglo IV d.C., el llamado “Óptimo Climático Romano” - un período de clima benigno que favoreció la expansión del Imperio Romano - empezó a declinar, dando paso a un período más frío en Europa. En ese contexto climático, encaja un tiempo más invernal que otoñal, con bajas temperaturas, a finales de aquel mes de octubre en que tuvo lugar la batalla de Puente Milvio. Cuando el aire está frío, la presencia de cristales de hielo en su seno favorece la aparición de fenómenos ópticos atmosféricos. La visión de una cruz de luz en torno al sol puede conseguirse si tenemos, de forma simultánea, un pilar solar (línea vertical) y un círculo parhélico (línea horizontal). Ambos fenómenos están bien documentados y estudiados; se explican por la manera en que la luz se refleja y refracta al incidir sobre determinados cristales de hielo presentes en la atmósfera, orientados de determinada manera con respecto a la fuente luminosa (el sol, en el caso que nos ocupa). Puede que Constantino observara únicamente un pilar solar, pero que diera la casualidad que a la altura del sol y atravesándolo se situara una nube alargada que, al cortar transversalmente el pilar, diera como resultado la formación de una cruz en el cielo. Otra posibilidad es que lo que viera fuera sólo un círculo parhélico (paralelo al horizonte y a la altura del sol, cruzándolo) y que desde el disco solar se proyectaran también, hacia arriba y hacia abajo, sendos destellos, configurando la cruz. También podría haber sido una visión estelar de un evento que se produce cada mil años aproximadamente: un alineamiento de los planetas Júpiter, Saturno, Marte y Venus justo por debajo de dos constelaciones: la del águila y la del cisne. Este evento cósmico se observaría al oeste, sobre el horizonte de la campiña romana, pero en un momento el evento cósmico se “apoyaría” sobre la línea del horizonte formando una casi perfecta cruz, como si se viera clavada sobre la tierra. Según los teóricos de los antiguos astronautas, se habría tratado de una señal de los seres estelares que enviaron a Jesús a la Tierra, y luego de que se elevó al cielo, se propusieron difundir “sus enseñanzas” por todo el mundo y la mejor manera de hacerlo, era a través de un imperio que lo impusiera en sus vastos dominios. Aunque nunca llegaremos a saber con certeza si el emperador Constantino vio aquella cruz en el cielo, al menos sabemos que la hipotética visión fue posible.
jueves, 7 de noviembre de 2024
IMPACTANTE REVELACIÓN: “Lockheed Martin posee nave construida por inteligencias no humanas”
Como recordareis, hace varios meses el ex líder de la mayoría en el Senado y ahora fallecido, Harry Reid, reveló que la compañía aeroespacial Lockheed Martin estaría en poder de los restos de una nave potencialmente extraterrestre. A pesar de su alta habilitación, a Reid se le negó el acceso a estos programas. Ahora, un conocido ufólogo contemporáneo ha dado una impresionante revelación que ha reabierto el caso. Ante todo, cabe precisar que una división encubierta de la CIA, conocida como la Office of Global Access (OGA), ha estado a la vanguardia de la recuperación de Objetos Voladores No Identificados (OVNI) estrellados en todo el mundo durante muchos años, según múltiples informantes. Estas fuentes, que solicitaron el anonimato, afirman que el gobierno estadounidense ha recuperado al menos nueve “naves no humanas”, algunas dañadas por accidentes y dos en perfecto estado. Según diversos divulgadores, una de estas naves fue llevada a las instalaciones de Lockheed Martin, una compañía multinacional de origen estadounidense de la industria aeroespacial y militar con grandes recursos en tecnología avanzada y guerra global y con intereses en todo el mundo. Nacida de la fusión en marzo de 1995 de las compañías Lockheed Corporation y Martin Marietta, tiene su sede en Bethesda, Maryland, en el área metropolitana de Washington D. C. Lockheed Martin es una empresa clave del complejo industrial-militar de Estados Unidos, siendo el mayor contratista militar del país y uno de los mayores del mundo por volumen de ingresos. Sucede que el cineasta e investigador de OVNIS Jeremy Corbell ha publicado en una su cuenta de X. un dato sorprendente sobre Lockheed Martin: “Lockheed Martin intentó hacer lo correcto para los Estados Unidos… transferir un OVNI - una nave real, física y completa, diseñada y construida por una INTELIGENCIA NO HUMANA (NHI), posiblemente de origen interestelar y capaz de viajar a través del espacio-tiempo - que tenían en su posesión en ese momento, y probablemente aún lo tienen. La ‘dirección exacta’ es conocida por personas como David Grusch”. Agregó: “Esta operación tenía como destino a la Agencia de Inteligencia de la Defensa (DIA) y había sido facilitada entre 2007 y 2008 por el entonces vicepresidente de Lockheed Martin, probablemente un verdadero patriota. Sin embargo, el intento de devolver esta nave a la SUPERVISIÓN LEGAL Y CONSTITUCIONAL de los Estados Unidos fue impedido por el jefe/director de Ciencia y Tecnología de la CIA de aquel momento” añadió. Cabe destacar que el Dr. James Lacatski, exjefe del Programa de Aplicaciones de Sistemas de Armas Aeroespaciales Avanzadas (AAWSAP), confirmó detalles sobre esta controvertida operación. A propósito - y para quien no lo conoce - Jeremy Corbell es un ufólogo estadounidense que reside en Los Ángeles, California. Corbell, que en un principio ganó prominencia como artista visual, a fines de la década del 2010 se convirtió en una figura reconocida en la comunidad OVNI y produjo documentales y podcasts sobre el tema. Se ha descrito a Corbell como una celebridad ufóloga y un "entusiasta de los OVNIS. Asimismo, ha realizado varios documentales relacionados con el tema. Entre sus películas se encuentra Hunt for the Skinwalker , basada en un libro de George Knapp y Colm Kelleher, distribuida por The Orchard , y centrada en Skinwalker Ranch , un lugar asociado con afirmaciones paranormales y relacionadas con OVNIS. Corbell también ha publicado varios vídeos e imágenes fijas relacionados con naves alienígenas. Entre ellos se incluyen imágenes filtradas de un avión de la Marina de los EE. UU. asociado con el USS Omaha y un vídeo de lo que parecían ser objetos triangulares en el cielo, filmados por personal de la Marina de los EE. UU., que son compatibles con artefactos visuales debido a una apertura de lente triangular. En el 2018, Corbell dirigió el documental Bob Lazar: Area 51 & Flying Saucers . El documental, que se estrenó en Netflix en el 2019, ofrece un relato comprensivo de Bob Lazar, quien afirma haber trabajado en ovnis cerca del Área 51 en la década de 1980. El documental volvió a poner a Lazar en el centro de la atención del público e inspiró el meme Storm Area 51. Además, Corbell es coanfitrión del podcast "Weaponized", centrado en los ovnis, junto con su colega ufólogo y periodista George Knapp. También ha aparecido en el podcast Joe Rogan “Experience” para hablar sobre los OVNIS.
jueves, 17 de octubre de 2024
IMMACULATE CONSTELLATION: El programa secreto del Pentágono que logro capturar naves interestelares
Michael Shellenberger acaba de publicar un artículo afirmando que una de sus fuentes ha revelado que un programa secreto del Pentágono llamado Immaculate Constellation tiene la misión de investigar, recuperar y realizar ingeniería inversa de tecnologías de naves de origen interestelar, según da cuenta Metro. En efecto, Shellenberger, un periodista de investigación independiente, afirma que su fuente apunta a que el gobierno estadounidense estaría gestionando estas actividades sin conocimiento, supervisión ni autorización del Congreso desde hace décadas. No es la primera vez que se hace una acusación de este calibre. Como recordareis, en el 2023, David Grusch, exoficial de inteligencia y veterano de la Fuerza Aérea, presentó una denuncia formal ante el Inspector General de la Comunidad de Inteligencia, alegando un encubrimiento del Departamento de Defensa sobre la recuperación de tecnologías alienígenas. Grusch afirmó que el gobierno estadounidense ha recuperado vehículos "atribuidos a inteligencia no humana” basándose en sus morfologías únicas, análisis de materiales y firmas radiológicas distintivas. Más tarde, reiteró estas afirmaciones bajo juramento en un testimonio ante el Subcomité de Seguridad Nacional del Congreso. El nuevo informante ha dado un paso más, revelando el nombre de un 'Unacknowledged Special Access Program' (Programa de Acceso Especial No Reconocido) del Pentágono denominado Immaculate Constellation . Este programa, según el testimonio, no solo investiga sino que también intenta replicar tecnologías de otras civilizaciones interestelares, manteniendo todo en el más absoluto secreto. "El Poder Ejecutivo ha estado gestionando cuestiones UAP/NHI sin conocimiento, supervisión ni autorización del Congreso durante algún tiempo, posiblemente décadas", declaró la fuente a Shellenberger. Tim McMillan, cofundador del blog The Debrief, ha argumentado que el gobierno de Estados Unidos es capaz de mantener un programa de semejante escala en secreto, incluso fuera del alcance del Congreso. En su artículo sobre Immaculate Constellation, McMillan recuerda que el historial del Poder Ejecutivo de los Estados Unidos muestra un patrón de secretismo en temas de seguridad nacional que hasta ahora han sido extremadamente efectivos, citando ejemplos como el uso del Privilegio de Secretos de Estado para evitar la divulgación de información sobre el área 51, donde se negó incluso la existencia de la base militar. "La autoridad presidencial para clasificar y desclasificar información amplifica el poder del presidente, permitiendo gestionar programas altamente clasificados con poca interferencia externa", dice McMillan. McMillan también relata cómo, a mediados de la década de 1990, Bill Clinton firmó una orden ejecutiva que eximía al sitio operativo del lago Groom, más conocido como Área 51, de las leyes federales de divulgación medioambiental. Este acto permitió al gobierno ocultar actividades relacionadas con la manipulación de tecnología extranjera, protegiéndolas del escrutinio tanto público como legislativo. Para McMillan, "las estructuras burocráticas y los precedentes históricos demuestran que programas secretos como Immaculate Constellation podrían existir sin la supervisión del Congreso". Frente a este tipo de impactantes testimonios, extrañamente el astrofísico de Harvard Avi Loeb se muestra escéptico. Loeb, conocido por su trabajo en el Proyecto Galileo y por su teoría sobre la potencial naturaleza tecnológica el objeto interestelar 'Oumuamua y el objeto IM1 estrellado en el Pacífico, afirma que “se necesitan pruebas científicas reproducibles antes de aceptar afirmaciones tan extraordinarias”. Loeb recuerda que "no hay detalles científicos en estos informes" y que cualquier afirmación sobre naves alienígenas debe ir acompañada de evidencia verificable y empírica. "Los datos científicos de calidad son la clave para aclarar si los UAPs son extraterrestres", dice Loeb, quien apunto a que esta es la razón por la que necesitamos investigar en varios frentes. Una, las expediciones en el marco del Proyecto Galileo, diseñadas para recopilar datos de calidad que ayuden a determinar el origen de los UAPs. "Hasta ahora, hemos identificado un millón de objetos en el cielo y estamos analizándolos", dijo. El objetivo no es especular, sino basarse en pruebas directas y reproducibles. La otra es el trabajo de campo, como la que encontró trozos de metal del objeto interestelar IM1 - verificados ya de forma independiente - o la nueva misión planificada para buscar piezas grandes del mismo objeto. No es la primera vez que se denuncian actividades secretas del Pentágono relacionadas con la recuperación de tecnología de origen desconocido. Cabe precisar que los informes de Grusch y otros oficiales - negados por el gobierno de los Estados Unidos - afirman que el Pentágono ha estado involucrado en la recuperación de vehículos de origen extranjero durante décadas. De nuevo, no hay pruebas de esto pero sí de otros programas secretos de recuperación de aeronaves de potencias enemigas, principalmente Rusia, durante la Guerra Fría. Sabemos que algunos de estos objetos han sido almacenados y estudiados en la legendaria Área 51. Estos esfuerzos incluyen operaciones de alto secreto como el Proyecto 'Have Doughnut', en el que un caza ruso MiG-21 fue llevado a Estados Unidos para ser sometido a pruebas. O el caso del submarino ruso K-129, recuperado por la CIA con el Hughes Glomar Explorer bajo el nombre de Proyecto Azorian, un testimonio del nivel de recursos y capacidades que el gobierno estadounidense ha dedicado a la adquisición de tecnología extranjera. Sin embargo, la posibilidad de que vehículos de origen no humano también formen parte de este tipo de programas secretos lleva las especulaciones a un nuevo nivel. La denuncia de Grusch y la revelación de Immaculate Constellation no son más que un capítulo adicional en un reciente historial de informes no autorizados operaciones clandestinas para encontrar y controlar tecnología de otras civilizaciones. “Hasta ahora sigue sin admitirse ni demostrarse ninguna de ellas. Es evidente que necesitamos pruebas verificables empíricamente. Como científico que se guía por pruebas, debo hacer una advertencia: no hay detalles científicos en este informe", dice Loeb. Cualquier revelación sobre inteligencias no humanas debe basarse en datos tangibles, no en rumores o testimonios sin corroborar. Esta postura crítica es esencial para separar hechos de la ficción, especialmente cuando se trata de afirmaciones que podrían cambiar nuestra comprensión del universo. De esta manera, Immaculate Constellation se suma a la larga lista de programas secretos del Pentágono. Las afirmaciones de Grusch y otros denunciantes aún deben superar el escrutinio científico riguroso. Sí, es más que posible que el Pentágono mantenga programas de recuperación de cualquier tipo de objeto detectado a su alcance y la pregunta sigue siendo si el gobierno estadounidense tiene algo que ocultar. Y sí, también es factible que se pueda haber encontrado algo ya, estadísticamente hablando. Pero hace falta evidencia que pueda demostrarlo científicamente.
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