TIEMPOS DEL MUNDO

jueves, 27 de junio de 2019

OVNIS SOBRE KANSAS CITY: ¿Un proyecto secreto del Pentágono?

No cabe duda que ciertos avistamientos de extraños objetos en el cielo, suelen ser confundidos por los testigos con naves alienígenas al ignorar su origen y este puede ser el caso. En efecto, dos supuestos OVNIS de color blanco fueron captados el pasado jueves sobre la ciudad de Kansas City (Missouri, EE.UU.) y despertaron el interés público, ya que incluso el Servicio Meteorológico Nacional parecía perplejo acerca de su origen. Es mas, el ente admitió a través de un tuit que “honestamente no tenemos ninguna explicación para los objetos flotantes sobre Kansas City”. Como podéis imaginaros, este suceso ha sido muy comentado en la Red, donde además de la conocida teoría de conspiración, de que dichas naves son parte de una invasión alienígena a nuestro planeta, existen otras hipótesis que se manejan al respecto, como aquella que asegura que las esferas blancas – que por cierto han sido vistas en diferentes puntos del planeta - forman parte del proyecto ‘Loon’ de Google, una red cada vez mayor de globos de helio equipados con Wi-Fi para expandir el acceso a la banda ancha sobre el terreno, al menos, eso quieren hacernos creer. Se dice además que uno de los usuarios hasta intentó ‘demostrar’ que dos de los globos del gigante tecnológico podrían ser, según su ubicación, los OVNIS en cuestión. No obstante, Scott Coriell, ingeniero de Loon, lo desmintió en un correo electrónico, afirmando que “la compañía no tiene ningún globo que opere actualmente en el área de Kansas City” según publica The Daily Express. Para llegar al fondo del asunto, el tabloide británico contactó con la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa de EE.UU. (DARPA, por sus siglas en inglés) que no confirmó que los OVNIS sobre Kansas City fueran suyos, pero sí indicó que recientemente la DARPA lanzó unos globos blancos del proyecto ‘ALTA’ (Adaptable Lighter Than Air) desde Cumberland (Maryland, EE.UU.). La DARPA incluso tuiteó al respecto el 18 de junio. Si bien es probable que el propósito real del programa ‘ALTA’ permanezca clasificado - como muchos otros, que ha dado origen a numerosas especulaciones - la DARPA solo dice que quiere “desarrollar y probar un vehículo más ligero que el aire adecuado para grandes altitudes y capaz de navegar por el viento en rangos extendidos”. Si los OVNIS sobre Kansas City son estos globos de ALTA, entonces parecen haber cumplido ese objetivo, ya que a la deriva se habrían desplazado hasta el centro geográfico del país en dos días. Pero si no lo son, tal vez sean efectivamente de origen extraterrestre y las autoridades tratan de ocultar el hecho desinformando a la opinión pública acerca de lo que son en realidad. ¿Algún día sabremos la verdad?

jueves, 20 de junio de 2019

VULCANO: El planeta fantasma

Seguramente a más de uno le suena que Vulcano era el hogar ancestral del hiperlógico Spock de Star Trek. Pero Gene Roddenberry, creador de la serie televisiva americana de los años sesenta, no se sacó ese nombre de la manga. El planeta ya existía. O al menos existía en la imaginación de astrónomos del siglo XIX, en particular en la de Urbain Le Verrier. Todo indicaba que estaba ahí. Y ese 'todo' eran los cálculos de eminentes científicos que conocían a la perfección ese Universo que había legado Isaac Newton y las leyes que lo regían desde 1687. La ley de la gravitación universal había explicado el movimiento celestial de los astros sin lugar a dudas durante dos siglos y, según ese marco teórico, lo único que podía explicar la órbita de Mercurio, uno de los fenómenos más desconcertantes del Sistema Solar, era la existencia de un planeta hasta entonces no avistado. "Un planeta, o si uno prefiere un grupo de planetas más pequeños que circulan en las proximidades de la órbita de Mercurio, sería capaz de producir la perturbación anómala sentida por el último planeta", propuso en 1859 Urbain Joseph Le Verrier, el más famoso astrónomo del mundo en ese entonces y director del Observatorio de París. Así como su existencia, el nombre de ese planeta que orbitaba tan cerca de las llamas del Sol tenía sentido: Vulcano, el equivalente romano del dios griego Hefesto, el herrero divino. Le Verrier no fue el primero en sospechar la presencia del planeta fantasma: Un diagrama del Sistema Solar para escuelas y academias fue publicado por la litografía neoyorquina E. Jones & G.W. Newman, en 1846. Sin embargo, el hecho de que fuera precisamente ese gran astrónomo quien diera a conocer la hipótesis de que fuera Vulcano el causante de la excentricidad de la órbita del planeta más pequeño le daba peso dada la razón de su excelente reputación. Unos 13 años antes, Le Verrier había hecho pública en la Academia Francesa su predicción de la posición de un planeta que perturbaba la órbita de Urano. Además, se la había enviado por carta a Johann Galle del Observatorio de Berlín quien al recibirla, el 23 de septiembre de 1946, se había puesto inmediatamente en la tarea de buscar el entonces desconocido planeta. En cuestión de pocas horas lo ubicó a sólo 1º de la posición predicha: Era Neptuno. Le Verrier había revelado su existencia a punta de cálculos matemáticos. Así como Mercurio, Urano - el planeta conocido que estaba más lejos del Sol - mostraba una pequeña discrepancia en su órbita que no podía ser explicada por la fuerza de gravedad de los otros planetas y el Sol.Sin embargo, partiendo de la ley de gravedad y suponiendo la presencia y movimiento de un cuerpo celeste más distante que Urano, había logrado no sólo descubrir un nuevo astro y convertirse él mismo un astro de la ciencia, sino además, reafirmar la verdad newtoniana. Para resolver la incógnita del excéntrico Mercurio – cuyo perihelio (el punto en el que pasa más cerca del Sol) parecía cambiar ligeramente con cada órbita – Le Verrier había seguido el mismo método, con la misma meticulosa atención a los detalles. Tras calcular la influencia que tenía la atracción gravitatoria de Venus, la Tierra, Marte y Júpiter, sus predicciones de la órbita de Mercurio estaban siempre ligeramente erradas. Sucede que ese último planeta sencillamente nunca estaba donde se suponía de acuerdo a todos los conocimientos de la época. La solución al enigma debía ser, como en el caso de Urano, la presencia de Vulcano, pero sólo hacia falta encontrarlo. El lío en esta ocasión era que estaría tan cerca del Sol que sólo podría verse durante eclipses totales o si pasaba directamente entre la Tierra y el Sol, cuando se aparecería como un círculo oscuro recorriendo en línea recta de oeste a este la cara de nuestra estrella. El siguiente eclipse no estaba lejos: julio de 1860, no obstante, dado que hasta que no fuera satisfactoriamente explicada la anomalía mercurial el cosmos seguiría en desorden, era preferible encontrar a Vulcano lo antes posible. ¿O quizás los astrónomos dedicados a observar la superficie del Sol ya lo habían visto sin darse cuenta? sorpresivamente, así era. Un doctor aficionado a la astronomía llamado Edmond Modeste Lescarbault unos meses antes había observado con su telescopio un punto negro pasando por delante del Sol, había tomado nota del tamaño, la velocidad y la duración del tránsito. Meses después, tras leer sobre el planeta hipotético de Le Verrier, le mandó una carta con todos los detalles. El renombrado astrónomo fue a visitarlo, revisó el equipo y las notas del doctor y, entusiasmado, anunció el descubrimiento de Vulcano a principios de 1860. Sin embargo, aún era necesaria la confirmación independiente de un profesional y el nuevo planeta era tremendamente difícil de divisar. Aunque muchos, frustrados, empezaron a dudar de su existencia, Vulcano se convirtió en uno de los cuerpos celestes más buscados de la astronomía... y ‘encontrados’. A lo largo de los años hubo avistamientos de aficionados y astrónomos respetados, su existencia fue confirmada y desmentida varias veces, los medios difundieron la noticia de su presencia más de una vez y la especulación persistió hasta el siglo XX, más exactamente, hasta un día de noviembre de 1915. La existencia real o imaginaria de Vulcano llegó a su fin en la Academia Prusiana de las Ciencias cuando Albert Einstein desbarajustó la visión que se tenía del Universo con su Teoría de la Relatividad General. Poco antes de presentarla la había usado para armar el rompecabezas de Mercurio y comprobó que explicaba perfectamente la discrepancia en su órbita. "Einstein no sólo dijo, mis cálculos son mejores. Dijo: 'Tienen que cambiar fundamentalmente la idea que tienen de las características de la realidad", le explicó a National Geographic Thomas Levenson, profesor de MIT y autor de "The Hunt for Vulcan". El meollo de la Relatividad General es que el espacio y el tiempo no son estáticos, sino dinámicos y pueden cambiar. Lo que Einstein argumentó para explicar la peculiaridad de la órbita de Mercurio fue que un objeto masivo – en este caso el Sol – era capaz de doblar el espacio y el tiempo y alterar el camino de la luz, de manera que un rayo que pase cerca del Sol recorre un camino curvo. "Desmentir la existencia de Vulcano fue central para Einstein porque mostró que esta extraña y radicalmente nueva idea suya de que el espacio-tiempo fluye era en realidad la manera correcta de ver el Universo", subrayó Levenson. Mercurio no estaba siendo arrastrado por algún otro objeto, concluyó, simplemente se movía a través del espacio-tiempo distorsionado. Así, "Vulcano fue expulsado del cielo astronómico para siempre", escribió el autor Isaac Asimov en su ensayo científico "El planeta que no fue" de 1975. Con todo el respeto que tiene bien merecido, quizás debió especificar que fue expulsado de nuestro Sistema Solar para quizás, "alcanzar lugares donde nadie ha podido llegar", encontremos uno que otro vulcano. Y no nos sorprendería que con los continuos descubrimientos de exoplanetas que ocurren gracias los telescopios espaciales, así fuera.

jueves, 13 de junio de 2019

LA CIVILIZACIÓN MU: El continente desaparecido del Pacífico

Se trata de un supuesto continente que habría existido hace miles de años en el Océano Pacífico y que según las leyendas estaba habitado por una antigua civilización muy avanzada, conocida como Mu, que al igual que otros supuestos continentes perdidos como la Atlántida o Lemuria, tras sufrir un gran cataclismo, acabó por hundirse en las profundidades del mar. La primera idea acerca de la existencia de Mu proviene de la obra de Augustus Le Plongeon, quien tras sus investigaciones en las ruinas mayas de Yucatán, anunció que había traducido varios escritos antiguos mayas que señala que su civilización era más antigua de lo que se creía ‘anterior incluso a las de Grecia y Egipto y que posiblemente procedían de un continente mucho más antiguo’. Se cree que Le Plongeon en realidad cogió el nombre de Mu de una traducción que estaba realizando en 1864 el historiador y arqueólogo francés Charles Étienne Brasseur de Bourbourg, quien había traducido un códice maya que según él, narraba una gigantesca erupción volcánica que destruyó un continente entero. El nombre del continente según la traducción sería Mu y se identificaba con una tierra sumergida por una catástrofe. Le Plongeon en sus teorías sobre este continente desaparecido mezcló el mito de Mu con la Atlántida y llegó a afirmar que la civilización del antiguo Egipto fue fundada por la Reina Moo, una ‘refugiada’ proveniente del continente desaparecido. Otros ‘refugiados’ supuestamente huyeron a América y se convirtieron en los mayas. Mu, como continente perdido del Océano Pacífico fue popularizado y dado a conocer al gran público por el británico James Churchward a través de sus libros, especialmente el titulado "El Continente perdido de Mu, la patria del hombre" publicado en 1926 y reeditado en 1931. Según su historia, Churchward, mientras era soldado en la India entabló amistad con un alto sacerdote que le mostró una serie de antiguas tablillas de arcilla, escritas supuestamente en ‘un lenguaje Naga-Maya’ ya perdido y que solo él y otras dos personas en la India podían leer. El británico aprendió el idioma y basándose en estas tablillas, Churchward afirmaba no solo que el continente Mu existió realmente, sino que era además dio origen a grandes civilizaciones surgidas en Egipto, Grecia, América Central, India y muchas otras, como la Isla de Pascua. Según él, fue también el origen de la arquitectura megalítica antigua. Como prueba de sus afirmaciones, se basaba en los temas comunes que eran símbolos en todo el mundo de forma muy parecida. Por ejemplo, según agregó, el Rey de Mu era Ra , que se asociaría con el dios egipcio del Sol, Ra y la palabra que se usa en lenguaje RapaNui para sol, ra 'a .Según su relato y traducción de estos objetos antiguos, en las tablillas se describía Mu como el hogar de una civilización muy avanzada llamada Naacal que se desarrolló hace entre 50.000 y 12.000 años aC. En el momento de su desaparición, Mu tendría 64 millones de habitantes, varias ciudades grandes y diversas colonias en otros continentes. Su población era de raza blanca con ojos y cabellos oscuros, la cual se dividía en diez tribus dedicadas principalmente a la agricultura, el comercio y la pesca. Adoraban al Sol y creían en la inmortalidad del alma. Una suerte de paraíso terrenal donde apenas existía la violencia. Era una cultura avanzada y floreciente que sin embargo, desapareció de repente (las similitudes con el mito de la Atlántida son evidentes). El continente perdido de Mu se encontraría en el Océano Pacífico y se extendía de este a oeste desde las Marianas hasta la Isla de Pascua y de norte a sur de Hawai a Mangaia, que tras una serie de terremotos y erupciones volcánicas, fue arrasado en una sola noche hundiéndose para siempre en el mar debido a un gigantesco cataclismo. Una de las teorías existentes sostiene que los numerosos archipiélagos que existen actualmente en el centro del Pacífico serían los restos de ese antiguo continente tras su hecatombe, aunque esta teoría está descartada por los geólogos ya que el origen de estas islas parece claramente volcánico y no son parte de una masa de tierra sumergida. Existe también una leyenda que dice que los grandes conocimientos de la civilización Naacal o Mu fueron guardados en cristales perfectamente tallados justo antes de ser destruida por el cataclismo. Una teoría que enlazaría con la leyenda de los cráneos o calavera s de cristal maya s y muy similar en muchos aspectos. A pesar del escepticismo de los historiadores acerca del tema, existen investigadores que defienden la existencia de continentes perdidos como la Atlántida, Lemuria o el propio Mu. Se basan principalmente en que existieron civilizaciones avanzadas mucho más antiguas de las que tenemos constancia y que esta teoría explicaría ciertos aspectos de la historia que aún siguen sin aclarar como la conexión cultural o similitudes arquitectónicas que hay entre distintas culturas y civilizaciones antiguas separadas por miles de kilómetros. La existencia de estos continentes - afirman - habría servido de puente entre estas culturas, compartiendo conocimientos y expandiéndose o incluso podría ser el origen común de todas las grandes civilizaciones posteriores. En el caso de Mu se esgrimen algunas pruebas que podrían avala r su existencia como diversos textos budistas antiguos que hacen referencia a una gran extensión de tierra que estaría en medio del Pacífico; o una posible migración masiva ocurrida h ce miles de años en la costa este del Pacífico. Además, llama la atención como civilizaciones tan distantes como la egipcia y la maya hayan compartido sorprendentes similitudes como un sistema de escritura basada en jeroglíficos, creencias comunes en un dios solar y algunas construcciones arquitectónicas muy parecidas como las pirámides. El descubrimiento más importante para quienes defienden la existencia de este continente perdido se produjo hace unos años en Japón, cuando se descubrió las ruinas de lo que aparenta ser una ciudad sumergida de varios miles de años de antigüedad en la isla de Yonaguni. Se trata de una serie de estructuras de piedra sumergidas bajo las aguas descubiertas en 1985 junto a la isla japonesa del mismo nombre en el archipiélago de Ryu Kyu. Desde su descubrimiento por un submarinista japonés, el monumento ha estado envuelto en polémica debido a su origen. Se ha estimado que su antigüedad es de 10.000 años, lo que la convertiría en una de las estructuras más antiguas del planeta. Mientras que muchos geólogos e historiadores consideran que este yacimiento tendría un origen natural, hay quienes están convencidos que fue construida o tallada en parte por el hombre. En 1998 se produjo otro hecho importante y es que un terremoto submarino destruyó parte de la isla y del monumento de Yonaguni. Cuando se realizaron filmaciones acerca del daño causado se descubrieron nuevas estructuras no vistas hasta entonces, algunas de ellas con formas de Zigurats que nos recuerdan a construcciones similares de Mesopotamia, en cualquier caso, se trata de unas construcciones que difícilmente pueden haberse dado de forma natural en la piedra sin la intervención humana. En total las ruinas cubren un área de 300 por 150 metros. En las estructuras se puede distinguir de forma más o menos clara las ruinas de un castillo, varios templos, un gran estadio, varios caminos y canales de agua protegidos por lo que podrían ser enormes muros. La estructura más grande es una pirámide monolítica, que se alza hasta 25 metros. Rápidamente se asoció este descubrimiento en Yonaguni con el continente perdido de Mu, considerándose por parte de muchos como la prueba irrefutable de su existencia, siendo estos restos antiguos vestigios de la civilización perdida. Sin embargo, investigaciones posteriores de estas estructuras señalan que su antigüedad puede ser menor, en torno a los 5.000 años y se habría hundido en las aguas hace unos 2.000 años, insistiendo que se trata de formaciones geológicas naturales propias de una zona con gran actividad sísmica. Sea como fuere, aún no se ha podido explicar fehacientemente a día de hoy acerca de su origen o que civilización la pudo haber construido por lo que continua formando parte de un misterio mucho mayor que sigue dividiendo a los investigadores e historiadores: si el continente perdido de Mu y su antigua civilización es un mito o tiene - como ha ocurrido otras veces - un trasfondo histórico y real detrás que aún tenemos que descubrir.

jueves, 6 de junio de 2019

ENIGMATICAS SEÑALES: La Luna emite unos misteriosos destellos y los científicos no saben por qué

Considerada como la contraparte de nuestro Sol, la Luna es una fuente de fenómenos cósmicos, que nos brinda hermosos eclipses, cambios en las mareas y, en un futuro, el centro de operaciones para las misiones a Marte y más allá. Pero si miramos más de cerca, encontramos una serie de características que sugieren que podría ser de origen artificial, y que en su interior habría una base secreta extraterrestre. En 1970, dos astrónomos rusos estudiaron nuestro satélite natural y sugirieron que probablemente la Luna es artificial construida por una raza alienígena muy avanzada. Su teoría se basaba en anomalías registradas previamente, que demostraban que había sido habitada internamente durante años. Si bien puede parecer inverosímil que estemos siendo vigilados por una raza extraterrestre en la Luna, o que haya sido colocada intencionalmente en la órbita de la Tierra como una base secreta, en la actualidad continúan habiendo fenómenos inexplicables en la Luna que desafían toda lógica y racionalidad. Este es el caso de los misteriosos destellos de luz que vienen de la superficie lunar. Los astrónomos están intentando observar y comprender los misteriosos destellos de luz en la superficie de la Luna. En efecto, los llamados “fenómenos lunares luminosos” transitorios se producen varias veces a la semana y se iluminan partes del paisaje lunar durante un breve período de tiempo antes de desaparecer. A veces, también se ha observado un efecto inverso que hace que la superficie lunar se oscurezca. Aunque existen varias teorías sobre los orígenes de las luces de misterio lunar, aún no se han explicado completamente. Ahora, los astrónomos de la Universidad Julius Maximilians de Wurzburgo en Baviera, Alemania, han instalado un telescopio que utiliza inteligencia artificial para que se puedan detectar automáticamente los destellos. Según informa The Sun, cuando se detecte un estallido de luz, el telescopio recogerá videos o fotografías de los fenómenos que se estudiarán para ayudar a los científicos a comprender los destellos.“Los llamados fenómenos lunares transitorios se conocen desde la década de 1950, pero no han sido también de manera sistemática ni a largo plazo”, dijo Hakan Kayal, profesor de tecnología espacial. Kayal tiene una hipótesis sobre lo que está causando los destellos de mayor duración y espera probar esta teoría. “También se observaron actividades sísmicas en la luna”, agregó el profesor. “Cuando la superficie se mueve, los gases que se ven la luz solar van a escapar del interior de la luna”. Esto explicaría los fenómenos luminosos, algunos de los cuales duran horas. Sin embargo, no hay una explicación para los flashes más breves. La ciencia no sabe exactamente cómo ocurren estos fenómenos en la luna, aunque el impacto de un meteoro podría causar un breve resplandor. “Ciertos destellos también pueden ocurrir cuando las partículas del viento solares cargadas eléctricamente reaccionan con el polvo de la luna”, explicó el profesor Kayal. Recientemente hemos estado expuestos a varias historias que hacen que parezca que es solo cuestión de tiempo que se revele la existencia de vida extraterrestre inteligente. Primero, estaba Oumuamua, la roca espacial con forma de cigarro que pasó por nuestro sistema solar a 120.000 kilómetros por hora y básicamente se parecía a una nave de las películas de ciencia ficción. Luego, hace unos días, los pilotos de la Marina informaron que vieron ovnis volando “más allá de los límites físicos de una tripulación humana”. Y ahora los astrónomos alemanes nos dan más razones para creer que algo importante está a punto de ocurrir. Pero, aunque la mayoría de personas desean que se haga la revelación extraterrestre, podría provocar una gran conmoción. A algunos perderían sus más preciadas creencias en cuestión de segundos, otros se asustarían y entrarían en pánico. El impacto se vería agravado por el hecho del encubrimiento OVNI. Las personas tendrían que aceptar que se les ha mentido durante más de 60 años, si consideramos que el incidente Roswell fue el evento desencadenante que creó la necesidad de un encubrimiento. La información esencial que estaba destinada a toda la raza humana se ocultó durante demasiado tiempo. Con toda probabilidad, habría manifestaciones en todo el mundo en contra de los gobiernos, por lo que las autoridades intentarían utilizar la divulgación a su favor, haciéndose pasar por los protectores de la humanidad, pero la realidad es que pasaría mucho tiempo antes de que la gente volviera a confiar en ellos nuevamente. Aunque no podemos descartar la posibilidad de que estemos a las puertas de una invasión extraterrestre. Todo es posible.