Algún momento en el futuro, los humanos como especie dejará de existir. Ya sea que nos extingamos sin descendientes evolutivos, o dejemos una o más especies post-humanas como nuestra herencia, los humanos eventualmente nos iremos para siempre. Pero si dejamos descendientes futuristas, estos podrían estar muy interesados en crear simulaciones ancestrales, universos virtuales poblados por humanos conscientes. Y si la tecnología para elaborar tales simulaciones fuera suficientemente avanzada, podrían proliferar tan ampliamente que la experiencia de tales simulaciones superaría en número a las experiencias en primera persona de humanos que realmente han existido en la realidad fundamental. Esto presenta un problema interesante si te encuentras teniendo una experiencia consciente en primera persona: ¿cómo uno puede estar seguro si es un humano original o una simulación ancestral? El filósofo Nick Bostrom lo consideró famoso en su tesis “¿Estás viviendo en una simulación por ordenador?”, donde propuso que toda nuestra existencia puede ser solo un producto de simulaciones informáticas muy sofisticadas ejecutadas por seres avanzados cuya naturaleza real tal vez nunca seamos capaz de conocer. Pero ahora ha surgido una nueva teoría que va más allá: ¿qué pasa si tampoco hay seres avanzados y todo en realidad es una auto simulación que se genera a partir del pensamiento puro? El universo físico es un “extraño circuito”, dice el nuevo artículo, titulado “The Self-Simulation Hypothesis Interpretation of Quantum Mechanics” (La interpretación de la hipótesis de la auto simulación de la mecánica cuántica), del equipo de Quantum Gravity Research , un instituto de física teórica ubicado en Los Ángeles fundado por el científico y empresario Klee Irwin. Se basan en la hipótesis de simulación de Bostrom, que sostiene que toda la realidad es un programa informático extremadamente detallado, y preguntan, en lugar de depender de formas de vida avanzadas para crear la increíble tecnología necesaria para componer todo en nuestro mundo, ¿no es más eficiente proponer que el universo mismo es una auto simulación mental? Vinculan esta idea a la mecánica cuántica, viendo el universo como uno de los muchos posibles modelos de gravedad cuántica. Un aspecto importante que diferencia esta visión se relaciona con el hecho de que la hipótesis original de Bostrom es materialista, ya que considera que el universo es inherentemente físico. Para Bostrom, podríamos simplemente ser parte de una simulación de antepasados, diseñada por posthumanos. Incluso el proceso de evolución en sí mismo podría ser un mecanismo por el cual los seres futuros están probando innumerables procesos, moviendo a propósito a los humanos a través de niveles de crecimiento biológico y tecnológico. De esta manera, también generan la supuesta información o historia de nuestro mundo. En definitiva, no sabríamos la diferencia. Pero ¿de dónde viene la realidad física que generaría las simulaciones, se preguntan los investigadores? Su hipótesis adopta un enfoque no materialista, diciendo que todo es información expresada como pensamiento. Como tal, el universo “se auto actualiza” a sí mismo a la existencia, basándose en algoritmos subyacentes y una regla que llaman “el principio del lenguaje eficiente”. Según esta propuesta, la simulación completa de todo lo que existe es solo un “gran pensamiento”. ¿Cómo se originaría la simulación misma? Siempre estuvo ahí, dicen los investigadores, explicando el concepto de “emergentismo atemporal”. Según esta idea, el tiempo no existe. En cambio, el pensamiento global que es nuestra realidad ofrece una apariencia anidada de un orden jerárquico, lleno de “subpensamientos” que llegan hasta el agujero del conejo hacia las matemáticas básicas y las partículas fundamentales. Aquí también es donde entra la regla del lenguaje eficiente, lo que sugiere que los humanos mismos son tales “subpensamientos emergentes” y que experimentan y encuentran significado en el mundo a través de otros subpensamientos (llamados “pasos de código o acciones”). “Si bien muchos científicos presumen que el materialismo es cierto, creemos que la mecánica cuántica puede proporcionar indicios de que nuestra realidad es una construcción mental”, dijo el físico David Chester al portal web Big Think. “Avances recientes en la gravedad cuántica, como ver el espacio-tiempo emergente a través de un holograma, también es una pista de que el espacio-tiempo no es fundamental. Esto también es compatible con la antigua filosofía hermética e india. En cierto sentido, la construcción mental de la realidad crea el espacio-tiempo para comprenderse de manera eficiente al crear una red de entidades subconscientes que pueden interactuar y explorar la totalidad de las posibilidades.” Los científicos vinculan su hipótesis al panpsiquismo, que ve todo como pensamiento o conciencia. Los autores piensan que su “modelo de auto simulación panpsíquica” puede incluso explicar el origen de una panconsciencia general en el nivel fundamental de las simulaciones, que “se auto actualiza en un ciclo extraño a través de la auto simulación”. Esta panconsciencia también tiene libre albedrío y sus diversos niveles anidados esencialmente tienen la capacidad de seleccionar qué código actualizar, mientras hacen elecciones de sintaxis. ¿El objetivo de esta conciencia? Para generar significado o información. Si todo esto es difícil de entender, los físicos ofrecen otra idea interesante que puede vincular su experiencia cotidiana con estas consideraciones filosóficas. Piensa en tus sueños como tus propias simulaciones personales, postula el equipo. Si bien son bastante primitivos (según los estándares de inteligencia artificial súper inteligentes del futuro), los sueños tienden a proporcionar una mejor resolución que el modelo actual de computadora y son un gran ejemplo de la evolución de la mente humana.“Lo más notable es la resolución de ultra alta fidelidad de estas simulaciones basadas en la mente y la precisión de la física en ellas”, escriben los científicos. Señalan especialmente los sueños lúcidos, donde el soñador es consciente de estar en un sueño, como ejemplos de simulaciones muy precisas creadas por su mente que pueden ser imposibles de distinguir de cualquier otra realidad. Con ese fin, ahora que lees este artículo, ¿cómo sabéis realmente que no estás en un sueño? La experiencia parece muy real, pero también algunos sueños. No es demasiado difícil imaginar que un ordenador extremadamente poderoso que podamos hacer en un futuro no muy lejano podría duplicar este nivel de detalle. El equipo también propone que en los próximos años podremos crear conciencia de diseño para nosotros mismos, ya que los avances en la edición de genes podrían permitirnos hacer nuestras propias simulaciones mentales mucho más poderosas. También seremos testigos de mentes emergentes que no requieren materia.