¿Qué sucedería si de pronto aparecieran dos jóvenes pequeños que no saben de dónde vienen, no hablan tu idioma y los distingue un color verde por todo su cuerpo? Es la historia de los llamados "Niños Verdes de Woolpit" (descubiertos en las afueras de la aldea del mismo nombre a mediados del siglo XII) una de las más extrañas que ha salido de la Inglaterra medieval. Aunque se han propuesto todo tipo de explicaciones acerca de su origen, se trata de un misterio que hasta nuestros días no ha recibido una explicación certera. Existen varios relatos escritos de aquella época que describen ese inusual encuentro con muchos detalles. El primer relato de los llamados "Niños Verdes de Woolpit" proviene del cronista medieval William de Newburgh (vivió 1136-1198) en el Libro Uno, Capítulo 27 de su libro Historia rerum Anglicarum ("Historia de los hechos de los ingleses”), que escribió alrededor de 1189. William de Newburgh comienza su relato afirmando que no tenia intenciones de escribir la historia porque le parecia muy extraña e increíble, pero al haberlo escuchado de tantas personas diferentes de la máxima respetabilidad, se sintió obligado a contarla. Según el relato, durante la temporada de cosecha de un año durante el reinado del rey Esteban (1135-1154), los aldeanos de Woolpit en East Anglia descubrieron a dos niños, un niño y una niña, que habían emergido “de una de varias zanjas antiguas” que se encontraban cerca de la ciudad. Nos dice que los cuerpos de los niños eran totalmente verdes y que vestían ropa de colores inusuales y material desconocido y que hablaban un idioma extranjero que nadie podía reconocer. Él dice que los aldeanos trataron de darles comida, pero no la tomaron, a pesar de que estaban "casi desmayándose de hambre". Luego, por casualidad, sucedió que los aldeanos estaban trayendo los frijoles de los campos. Los niños agarraron algunos de los tallos y buscaron frijoles en ellos, pero no encontraron ninguno, así que lloraron. Luego, los aldeanos sacaron los frijoles de las vainas y se los dieron a los niños, quienes los devoraron crudos. Durante meses, los niños no comían nada más que habas crudas, pero eventualmente aprendieron a comer pan y otros alimentos normales. Luego de que comenzaron a comer una dieta más diversa, su color verde de la piel se desvaneció y su piel se volvió de un color normal. Finalmente, los niños aprendieron a hablar inglés. Les dijeron a los aldeanos que venían de una tierra con enormes cavernas y pasajes subterráneos de grandes dimensiones. El lugar era como un sitio donde el crepúsculo era eterno y un río subterráneo separaba su tierra de otra más iluminada. Sucede que ellos mientras paseaban por la llamada La tierra de San Martín siguiendo el rebaño de su padre, escucharon un sonido muy extraño proveniente de los túneles de una cueva cercana... recorrieron el sitio hacia arriba durante dos días y cuando salieron, vieron la luz brillante de Woolpit. Intentaron regresar a su mundo por la caverna por donde ascendieron, pero la luz cegadora que nunca antes habían visto hizo imposible que dieran marcha atrás. Los niños fueron bautizados, pero el niño, que era el menor de los dos, cayó enfermo y murió al poco tiempo. La niña, sin embargo, sobrevivió hasta la edad adulta. Como mujer adulta, no era diferente de ninguna manera de las mujeres inglesas nativas. Finalmente se casó con un hombre de King’s Lynn en Norfolk. William nos dice que escuchó que ella todavía vivía allí solo unos años antes de que escribiera la cuenta. El segundo relato sobreviviente de los Niños Verdes de Woolpit proviene del Chronicum Anglicanum ("Crónica inglesa"), que fue escrito alrededor de 1220, unos treinta años después de Historia rerum Anglicarum de William of Newburgh, por un cronista inglés llamado Ralph of Coggeshall, quien escribió mucho más tarde que William de Newburgh, pero vivía mucho más cerca de Woolpit, ya que la ciudad natal de Ralph, Coggeshall, está a solo 26 millas (42 kilómetros) de Woolpit. Además, Ralph declara explícitamente que aprendió la historia del Richard de Calne, el hombre que cuidó a los niños. No tenemos ninguna razón para dudar de esta afirmación y, si es cierto, la historia de Ralph of Coggeshall sería una historia directa de segunda mano en lugar de una tercera o incluso una cuarta. El relato de Ralph parece ser completamente independiente del de William, lo que indica que ninguno de ellos inventó la historia. En otras palabras, ambos ciertamente escucharon la historia de otra persona. El relato de Ralph es algo más corto que el de William de Newburgh y, aunque los dos relatos coinciden en la mayoría de los aspectos de la historia, hay algunos detalles en los que no están de acuerdo. Por ejemplo, mientras William de Newburgh dice que los niños fueron encontrados durante el reinado del rey Esteban, Ralph de Coggeshall afirma que fueron encontrados durante el reinado del sucesor de Esteban, Enrique II (1154-1189). Además, según el relato de Ralph, el niño murió antes de que tuviera la oportunidad de aprender inglés y los aldeanos supieron de dónde procedían los niños exclusivamente de la niña. La versión de Ralph de la historia de cómo los niños llegaron a Woolpit también es bastante diferente de la de William. Ralph dice que la tierra de donde vinieron los niños no solo estaba en un estado de perpetuo crepúsculo, sino que también todo era verde. También dice que los niños se habían perdido después de seguir a algunas de las vacas de su padre a una cueva; y que encontraron la salida de la cueva siguiendo el sonido de las campanas de la iglesia, que los llevó a Woolpit. Ralph también brinda más información sobre lo que le sucedió a la niña kuego de la muerte de su hermano pero antes de su matrimonio. Nos cuenta que trabajó durante muchos años como sirvienta en la casa de Richard de Calne, pero agrega que, según el propio Richard de Calne, ella era "nimium lasciva et petulans" ("extremadamente lasciva e insolente"). Aparte de algunas discrepancias entre ambos cronistas, lo cual es comprensible dado que escribieron acerca del extraño suceso de manera independiente y en distintas épocas, lo cierto es que no hay certeza alguna de donde procedían ambos niños. Según los teóricos de los antiguos astronautas, tendrían un origen extraterrestre, aunque haya estudiosos quienes aseguran en cambio que serian intraterrestres, eso es, que el extraño mundo de donde provendrían se encuentre oculto en las profundidades de la Tierra donde se ha desarrollado un civilización ajena a la nuestra y los minerales en ella eran los culpables de su peculiar color. Las teorías al respecto abundan y en realidad no hay ninguna certeza de lo que en realidad ocurrió, por lo que podemos asegurar que los niños verdes de Woolpit seguirán calificándose como uno de los misterios más extraños sin resolver.