TIEMPOS DEL MUNDO
jueves, 23 de enero de 2025
EL APOCALIPSIS SECRETO DE LA CIA: Alimentando otra teoría de conspiración
Un libro clasificado por la CIA durante más de 50 años contiene una impactante teoría sobre cómo acabará el mundo. En efecto, The Adam and Eve Story (La historia de Adán y Eva), escrita por el ex empleado de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, investigador de OVNIS y autoproclamado psíquico Chan Thomas, fue escrita en 1966, pero extrañamente su publicación fue impedida por la agencia. Fue desclasificado silenciosamente en el 2013, al menos en parte, pero permaneció oculto en la base de datos de la CIA, hasta ahora. En su libro, Thomas afirma que cada 6.500 años, un desastre importante de la escala del “Gran Diluvio” bíblico golpea la Tierra. Mientras los expertos debaten la fecha exacta de ese diluvio en el libro del Génesis, Thomas afirma que ocurrió hace aproximadamente 6.500 años, y afirma que hay cierta evidencia arqueológica y geológica que respalda esa afirmación. Según esa lógica, Thomas sostiene que una catástrofe es inminente. En cuanto a cómo será el fin del mundo, Thomas cree que el campo magnético de la Tierra cambiará repentina y drásticamente, causando estragos en todo el planeta. El motivo por el cual el libro fue clasificado no está claro aún, pero algunos han sugerido que la agencia estaba preocupada de que el libro pudiera causar pánico masivo o filtrar información relacionada con investigaciones secretas del gobierno. Thomas tenía vínculos con proyectos clasificados durante su tiempo en la extinta empresa aeroespacial McDonnell Douglas. Asimismo, formaba parte de un pequeño equipo de científicos reunido por la empresa para investigar informes sobre OVNIS. Si bien no existen registros oficiales de que Thomas haya trabajado directamente para la CIA, el acuerdo de secreto de la agencia significa que los empleados anteriores deben obtener aprobación antes de publicar libros y otros trabajos de comunicación. “En una fracción de día, todos los vestigios de civilización han desaparecido y las grandes ciudades - Los Ángeles, San Francisco, Chicago , Dallas, Nueva York - no son más que leyendas”, escribe. “Apenas quedan unas piedras donde millones de personas caminaron hace apenas unas horas”. El primer capítulo, titulado 'El próximo cataclismo', comienza así: 'Como sucedió con Noé hace 6.500 años... Como sucedió con Adán y Eva hace 11.500 años... Esto también sucederá...' La críptica apertura sugiere que el próximo cataclismo está a punto de ocurrir en cualquier momento. El libro tiene 55 páginas, pero Thomas escribió más de 200. El resto se mantiene en secreto hasta el día de hoy. Y el motivo de la intervención de la CIA sigue siendo un misterio. El relato apocalíptico comienza con la destrucción de California, explicando cómo vientos "con la fuerza de mil ejércitos" destrozarán todo lo que vean con su "bombardeo supersónico", mientras el tsunami del Pacífico ahogara Los Ángeles y San Francisco "como si fueran sólo granos de arena". Thomas afirma que estos impactos alcanzarán todo el continente norteamericano "en tres horas", ya que un terremoto crea simultáneamente grietas masivas en el suelo que permiten que el magma suba a la superficie. Pero no será sólo América del Norte la que será absorbida por la destrucción. Ninguno de los continentes podrá escapar del ataque, escribe Thomas, y cada uno experimentará versiones ligeramente diferentes del mismo final dramático. “Para el séptimo día, el horrendo alboroto ha terminado y toda la Tierra ha cambiado”, escribe. "La cuenca de la Bahía de Bengala, al este de la India, se encontraría ahora en el Polo Norte, mientras el océano Pacífico, al oeste de Perú, se ubicaría en el Polo Sur", explica Thomas. “Incluso Groenlandia y la Antártida serian arrojadas hacia el ecuador lo que originaría que sus capas de hielo se disuelvan bajo el calor tropical". Como podéis notar, Thomas pinta un panorama aterrador de un cambio climático que destruiría la civilización y una reorganización tectónica, pero no hay evidencia científica que sugiera que tal cataclismo sea posible. "Es una lástima que se publiquen estas cosas", dijo a The Verge Martin Mlynczak, científico investigador principal del Centro de Investigación Langley de la NASA. "Las afirmaciones extraordinarias requieren pruebas extraordinarias. Y no hay pruebas, ni ciencia, ni física que respalden ninguna de las afirmaciones sobre la asociación entre el cambio del campo magnético y el cambio climático". Es más, no hay evidencia que sugiera que el campo magnético de la Tierra haya realizado o vaya a realizar alguna vez el giro de 90 grados que describe Thomas. "Eso es totalmente falso. Si eso es lo que sucede cada 6.500 años, sin duda lo veríamos; estaría en todos los registros... La cantidad de energía necesaria para que eso ocurra es enorme. Y, como sabéis, no hay nada que lo inicie", dijo Mlynczak. Este fenómeno se denomina "inversión de polos" y los registros paleomagnéticos sugieren que ocurre aproximadamente cada 300.000 años en promedio, aunque los intervalos de tiempo reales varían ampliamente. "Durante una inversión de polos, el campo magnético se debilita, pero no desaparece por completo", afirma la NASA. 'La magnetosfera, junto con la atmósfera de la Tierra, continúan protegiendo a la Tierra de los rayos cósmicos y las partículas solares cargadas, aunque puede haber una pequeña cantidad de radiación particulada que llegue a la superficie de la Tierra. 'El campo magnético se vuelve confuso y pueden surgir múltiples polos magnéticos en lugares inesperados.' Pero esto nunca causa el tipo de devastación generalizada que Thomas describe en su libro. Incluso si su teoría sobre por qué y cómo terminará el mundo tuviera mérito científico, todavía habría motivos para cuestionar su afirmación de que el apocalipsis es inminente. Afirma que la última catástrofe de esta naturaleza - el diluvio bíblico de Noé - ocurrió hace 6.500 años, y que esto significa que nos espera la próxima. Existen algunas evidencias geológicas y arqueológicas que sugieren que esa fecha puede ser correcta. Por ejemplo, un estudio del 2006 afirmó que la madera de 6.500 años recuperada del lugar donde se posó del arca de Noé en el monte Ararat “era en realidad parte del arca misma”. Pero la edad de la madera ha sido cuestionada por otros expertos. La fecha más aceptada para el diluvio es de entre 4.000 y 5.000 años atrás. Si este acontecimiento realmente ocurrió durante esa época, entonces la fecha estimada por Thomas para el fin del mundo estaría más de 1.000 años fuera de lugar. Por lo tanto, toda la evidencia sugiere que el violento desastre detallado en The Adam and Eve Story en realidad no sucederá... por el momento.