Fotografiada por primera vez un 26 de julio de 1976 por la célebre sonda Viking I, el 'Rostro de Marte' conmocionó al mundo y a una buena parte de la comunidad científica. Aunque en el momento en que se dio a conocer la fotografía, los expertos de la NASA alegaron que se trataba de una mala pasada del sol, por el ángulo de incidencia de este sobre una formación rocosa ordinaria, la escalofriante imagen no pudo menos que desparramarse como pólvora por el mundo entero.Atlantes, antiguos marcianos, o mensajes de visitantes extraterrestres fueron solo algunas de las hipótesis que se manejaron entre algunos investigadores y amantes del jugoso mercado del engaño místico.Pero el gran mito cayó de bruces cuando la sonda Mars Express enviada por la ESA (agencia espacial europea) captó luego de muchos intentos por malos climas, el verdadero patrón que se escondía tras el enigmático rostro. Cydonia, la región marciana en la que nació y murió el mito de la cara, se caracteriza por ser una planicie salpicada de formaciones rocosas sobresalientes y aisladas unas de otras. En este contexto geográfico, la Mars Express pudo obtener fotografías tridimensionales de muy alta calidad, en las que revelaban que el “mensaje de otras civilizaciones” no era más que un conjunto de accidentes erosionados de tres kilómetros de largo por un kilómetro y medio de ancho.Aunque, aún hoy hay quienes afirman que la desmitificación no solo se trata de un encubrimiento científico, sino que Cydonia alberga una replica de la región de la pirámide de Gizeh, en Egipto, donde el rostro representaría a la Gran Esfinge terrestre.Sea lo que fuera, el misterio perdura hasta hoy.
