TIEMPOS DEL MUNDO

jueves, 1 de diciembre de 2011

EL UNICORNIO : Un mito que se pierde en la noche de los tiempos

El unicornio es un animal fabuloso de la antigüedad, representado habitualmente como un majestuoso caballo blanco y caracterizado por tener un cuerno en su frente, protagonista de numerosas historias y leyendas. En la Edad Media estaba considerado como un animal fabuloso capaz de derrotar a animales más fuertes físicamente, incluso elefantes. Existen dos hipótesis que intentan explicar la aparición de la leyenda del unicornio en Europa: La primera procede del Imperio de Alejandro que se extendió hasta la India, donde existían relatos de criaturas de un solo cuerno, probablemente rinoceronte índicos. Si el hipopótamo fue llamado "caballo de río" por los exploradores griegos "caballo" y "río", parece verosímil suponer que igualmente describirían a un rinoceronte indio como un caballo con un cuerno sobre la cabeza. La segunda proviene de los vikingos que comerciaban en el interior de Europa cuerno de narval; es más, las primeras representaciones artísticas conocidas de este cetáceo en el interior de Europa eran similares a un unicornio marino. Muy probablemente, y dado que el mito está documentado desde la antigua Grecia, los nórdicos tan solo aprovecharon la leyenda preexistente para vender colmillos de narval como si fueran cuernos de unicornio, asociados a todo tipo de propiedades curativas. Hablando de hechos enlazando con el primer punto, se hace referencia a la cultura del valle del Indo donde se han hallado unos 2000 sellos, que representan todo tipo de animales de la zona, en la cuarta parte de los 2000 hallados, encontramos grabados de animales de cuerno único y curvo (como cabía esperar, no recto); se da por válido, ya que el resto de grabados no poseen animales míticos, es más, esta civilización desaparecida no tenía religión conocida, ni templos ni grandes estatuas, por lo que se descartan la mitología, dioses o similares. Las primeras versiones del mito del unicornio son del médico griego Ctesias, historiador griego del siglo V a. C., y datan del año 400 a. C. durante sus expediciones a la India, quien lo describió como un animal silvestre de la India con la apariencia de un caballo, pero con el cuerpo albo, la cabeza púrpura y los ojos de color azul intenso. El cuerno de esta prodigiosa bestia, según la descripción de Ctesias, era negro con la punta roja y la base blanca, y tenía propiedades medicinales que permitían sanar problemas estomacales, epilepsia o envenenamientos. También era descrito como un animal blanco con cuerpo de caballo, barba de chivo, patas de ciervo y cola de jabalí o de león, con un cuerno espiral en su frente que crecía recto hacia delante. El unicornio era un animal de hábitos solitarios y muy esquivo, pero igualmente agresivo, así que su caza era particularmente difícil. Los nobles de la Edad Media enviaban cazadores a la India para dar caza al unicornio. Durante la Edad Media era perseguido por su cuerno ya que brindaba protección contra todos los venenos así como enfermedades, lo cual lo hacía muy longevo a quien se lo administraba; los nobles y los hombres buscaban estos dones consumiendo ese cuerno en forma de polvo en la comida y bebida, preferiblemente en una copa hecha del mismo material. Por obtener este remedio contra la muerte, los nobles de la antigüedad pagaban cifras astronómicas. De este modo creían que jamás podrían ser envenenados. En realidad, la materia prima de estas milagrosas copas debía provenir de los cuernos de algún rinoceronte o del colmillo del narval, una pequeña ballena cuyos machos desarrollan tales colmillos a partir de uno de los dos únicos dientes que poseen. Se ha especulado mucho sobre la identidad del animal que pudo haber dado principio a la leyenda del unicornio. La explicación más plausible es que naciera como un intento de Ctesias y sus ayudantes de describir el rinoceronte de la India, un animal de hasta cuatro toneladas que, efectivamente posee un único cuerno sobre su hocico y que debido a la caza indiscriminada de la que es objeto - por la absurda creencia de que su cuerno posee propiedades afrodisíacas - se encuentra en peligro de extinción. Esos son los verdaderos “unicornios” a los que hay que salvar.