TIEMPOS DEL MUNDO

jueves, 27 de diciembre de 2018

ARCTURIANOS:¿Una raza extraterrestre que protege a la humanidad?

Dentro de la ufología, existen investigadores que se dedican a recoger las historias contadas por supuestos contactados con extraterrestres para luego darlas a conocer por medio de libros o entrevistas. La mayoría de estas crónicas hablan sobre los denominados seres “Grises”, quienes serían los aliens que más secuestros realizan por todo el mundo. Pero, además de ellos, estarían los “Reptilianos”, y otras especies humanoides de las que se ha hablado en múltiples oportunidades. Sin embargo, en esta ocasión repasaremos las principales características de una raza llamada “Los Arcturianos” que, según las pocas personas que supuestamente se han contactado con ella, le tendrían especial “cariño” a nuestro planeta y a todos quienes lo habitan. Cabe precisar que, si bien no existen pruebas irrefutables de su existencia, hemos querido proporcionarle los antecedentes principales de esta presunta civilización de la cual ya se viene hablando desde hace varios años en Internet. En cuanto a su lugar de procedencia, de acuerdo a diversos relatos, seria el sistema estelar “Arcturus” el cual albergaría, una de las civilizaciones alienígenas más avanzadas de nuestra galaxia. Como sabéis, Arcturus es la estrella más brillante de la constelación de Bootes y está a 36 años luz de distancia de la Tierra. Según lo que plantean estas increíbles narraciones, el aspecto de los Arcturianos es semejante al nuestro en el sentido de que también son bípedos, poseen un tronco, cabeza y extremidades. Lo que los diferencia de nosotros, en tanto, es su piel (que tiene un ligero tono de color azul verdoso pálido), el poseer tan solo tres dedos en sus manos y pies, y también el tener unos ojos muy grandes. Entre ellos, casi no hay diferencias físicas, y se enorgullecen de eso, porque han eliminado las tendencias de comparación tan presentes en la Tierra. En particular son de baja estatura, con 1 – 1,2 m de alto y son delgados. De acuerdo a los ‘contactados’, los Arcturianos tendrían facilidad para mover objetos con el poder de la mente (telequinesis). Además, su audición está bien desarrollada, incluso más que sus capacidades telepáticas. Por lo general, viven entre 350 a 400 años y se alimentan de un líquido efervescente que tiene poderes vitalizantes para todo su cuerpo. Su avance espiritual les permite mantenerse jóvenes, pudiendo transitar más allá del tiempo y el espacio. Sus vidas expiran cuando su contrato termina, es decir, cuando fijan los detalles de sus existencias. No hay enfermedades en Arcturus, las cuales han sido completamente eliminadas hace bastante tiempo.Para los Arcturianos, cuanto más alta es la frecuencia de energía de la vibración, más cerca se está de Dios. Justamente su sociedad está regida por lo que ellos denominan “Sabios”, quienes son respetados por su alto nivel de sabiduría y por las energías vibratorias extremadamente altas y refinadas. La vibración alta a la que se hace mención es el amor. Los Arcturianos son, según los contactados, seres muy amorosos y que nunca juzgan a nadie. Para ellos es tan importante la frecuencia de vibración y los colores del aura, que los consideran fundamentales para determinar las profesiones que ejercerán las personas. Por ejemplo, los que están a cargo del cuidado de los niños deben tener un aura color violeta, ya que el violeta es un indicativo de que es un alma sabia y sólo a las almas más sabias se les permite asociarse con los jóvenes. Cada pensamiento, palabra, obra y producto es juzgado por su capacidad de elevar la vibración más cerca de Dios. Si no es así, no existe en Arcturus según sus presuntos voceros acá en la Tierra. La frecuencia de vibración de una persona está relacionada directamente con el dominio que tiene sobre su cuerpo, las emociones, pensamientos, acciones y creaciones. Si un particular arcturiano recibe la información de que no está cumpliendo con sus propias metas para la evolución, entonces, inmediatamente los ancianos envían maestros para ayudar a esa persona. Asimismo, los Arcturianos son capaces de viajar en el tiempo. Sus naves son impulsadas por un cristal que tiene la capacidad de conducir energía de la luz del gran sol ubicado al centro de la galaxia. Y no usan computadoras, porque hace tiempo que sobrepasaron esa tecnología obsoleta. Otra de sus notables características es que tienen la capacidad de tomar a cualquier integrante de la tripulación y mandarlo de vuelta a su planeta tan solo con su cuerpo etérico (no físico), lo cual los ayuda a rejuvenecer mientras están lejos de casa por un largo periodo de tiempo. En cada nave tienen además un completo banco de datos que contiene todos los aspectos de la vida varios planetas, incluyendo el nuestro. Una de las razones por las que nuestro mundo nunca ha sido atacado por extraterrestres, según los supuestos contactados, es por su miedo a las avanzadas naves de los Arcturianos. De hecho, una de ellas, llamada “Estrella de Atenas” (en honor a la diosa griega), estaría estacionada cerca de la Tierra para protegerla. Una de las supuestas contactadas asegura que los Arcturianos han estado cuidando la Tierra desde que empezó la vida en este sector del cosmos. Ellos tendrían muchas bases acá, y también en la Luna, que en su mayoría se encontrarían dentro de las montañas. Una supuesta arma que tendrían estas naves sería una sección de vaporización que instantáneamente puede hacer que cualquier persona u objeto desaparezca. Aunque lo más sorprendente de todo es que estas máquinas pueden volver a formar lo mismo que vaporizaron hace años, tan solo consultando los registros internos de las naves.Esta cualidad bélica sumado al hecho de que ellos trabajarían junto a seres que están en las más altas densidades, a los que muchos llaman “Maestros Ascendidos”, los hacen unos muy buenos aliados de los humanos, según lo que afirman distintos contactados. Finalmente, los Arcturianos no solo vendrían a protegernos, sino que también estarían aquí para ayudar a los seres humanos a entrar en la cuarta y quinta dimensiones de la realidad y en el aumento de sus frecuencias vibratorias.