Todo comenzó un viernes de mayo de 1989, cuando un misterioso personaje apareció en la cadena de televisión de Las Vegas KLAS-TV, con el rostro completamente oculto. Este individuo aseguró que en el desierto cerca del Área 51 había nueve platillos voladores, probados y analizados en secreto por el gobierno de los EE.UU. y aseguraba haberlos visto, es más, que había trabajado en el lugar para aplicar ingeniería inversa a los sistemas de propulsión en aeronaves que hubieran sido totalmente imposibles que hubiesen sido creados por los mejores científicos estadounidenses. El hombre, con el seudónimo de “Dennis”, explicó a los periodistas que el sistema de propulsión era un sistema por gravedad y la fuente de poder se trataba de un reactor de antimateria, una tecnología completamente inexistente en nuestro planeta. No pasaría mucho tiempo antes de que se revelara que “Dennis” era en realidad Bob Lazar, un científico que posee títulos del Instituto Tecnológico de California (CIT) y del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), y que ha día de hoy es considerado el “mesías” de la ufología. Si escribes ‘Bob Lazar’ en Google, te encontraras con mas de 10 millones de resultados, con sitios web de todo tipo, incluidos medios de comunicación, mencionado su historia. Sin embargo, pasaron 30 años y no se supo absolutamente nada de el….hasta ahora. Mientras que Lazar revelaba la sorprendente historia del Área 51 en 1989, había un niño curioso de 13 años llamado Jeremy Corbell que lo escuchaba atentamente a través de su televisor, quien en el 2018 ha dirigido un nuevo documental llamado “Bob Lazar: Area 51 and Flying Saucers”, que trata sobre la controvertida figura, investigando la increíble historia y logrando entrevistar al científico en su casa, en una pequeña y tranquila ciudad de Míchigan. Este nuevo documental, estrenado el 4 de diciembre a nivel mundial, ha puesto de relieve sus extraordinarias revelaciones sobre el Área 51, la base estadounidense altamente secreta en el desierto de Nevada, y la existencia de OVNIS. Como era de esperar, “Bob Lazar: Area 51 and Flying Saucers”, se convirtió rápidamente en el número uno en las listas de iTunes, analizando las teorías conspirativas del Área 51 y detallando como el científico ha sido constantemente perseguido por el FBI. El documental de Corbell recuerda como en 1989, Lazar colocó el Área 51 en el punto de mira en una entrevista anónima afirmando que había estudiado tecnología extraterrestre en las instalaciones de S-4, ubicadas cerca del desierto de Nevada. En la S-4 Lazar trabajaba en OVNIS con asientos alienígenas pequeños que estaban hechos de un material llamado elemento atómico 115. El científico insiste en que no sabía cómo el gobierno consiguió estas naves espaciales y que le habían amenazado por divulgar esta información. Luego de la revelación, el gobierno estadounidense negó la existencia del Área 51 hasta que un documento de la CIA publicado en el 2013 lo incluyó como “unas instalaciones de pruebas de aviones experimentales”. “A riesgo de sonar paranoico, siempre tengo la sospecha de que alguien me está vigilando, es algo difícil que salga de mi mente”, explica Lazar en el documental. Además, señala que a las personas no solo se les está ocultando la verdad sobre la vida extraterrestre, sino también una sorprendente tecnología que tiene el poder de cambiar la economía mundial. En la entrevista con Corbell, Lazar recuerda cómo la tecnología produce y controla la gravedad, y la usa para propulsión. El estadounidense afirma que se trata de una “nave sin reacción” y que, en lugar de expulsar algo, crea una distorsión en el espacio y el tiempo, donde el espacio se curva. Lazar dice que esta tecnología no podría haber sido creada por el hombre de ninguna manera. “Hay otra civilización en existencia que es inteligente de la que sabemos, y de hecho tenemos artefactos de ellos”, insiste Lazar 30 años después. “La ciencia y la tecnología nos pueden cambiar dramáticamente” aseveró. Pero el momento más impactante del documental es cuando Corbell, de 41 años, le enseña una imagen de los escáneres para entrar en un edificio de alto secreto administrado por el gobierno estadounidense cerca de la Base Aérea de Nellis, situada en el estado de Nevada, al noreste de Las Vegas. Sorprendentemente, la imagen en cuestión coincide perfectamente con la descripción que dio Lazar en su momento. “Nunca pensé que volvería a ver uno de estos”, admitió Lazar luego de de ver la foto. “Traté de explicárselo a la gente tantas veces y nunca me creyeron. Ahí está, un escáner biométrico que examina los huesos de la mano”. Está claro que el documental “Bob Lazar: Area 51 and Flying Saucers” demuestra que la historia de Lazar es real, ya que es imposible mantener una mentira así durante tanto tiempo. Sin embargo, existe otra posibilidad más allá de la conexión extraterrestre. Robbie Graham, el periodista que lo entrevistó en 1989, cree en la versión del científico, pero podría tratarse de una conspiración preparada por el gobierno estadounidense para difundir ciertas historias relacionadas con los OVNIS.“Él siempre se ha mostrado absolutamente sincero y se ha resistido a cambiar su testimonio original”, explica Graham al sitio web Mysterious Universe. “Soy de la opinión de que Lazar nunca ha hablado falsamente sobre sus recuerdos del Área 51 y S-4. Sin embargo, nunca he dudado de que la historia que él cuenta no sea cierta, lo que quiere decir que las circunstancias y los eventos de la historia de Lazar fueron cuidadosamente orquestados y organizados específicamente para él como parte de una campaña sofisticada, probablemente con fines de contrainteligencia más allá del tema OVNI”. Graham continúa explicando que hay buenas razones para creer que Lazar realmente trabajó en el Área 51 por un corto periodo de tiempo a finales de los años ochenta. Pero parece que fue elegido para su trabajo según su perfil psicológico y su historial personal y profesional irregular. En otras palabras, se sabía que cuando llegara el momento sería fácil desacreditarlo públicamente, asegurando que su historia no fuese aceptada por todos, sino por un cierto número de personas con la intención de que formase parte de en un sistema de creencias subculturales en rápida expansión. Pero el documental también nos deja aspectos personales del científico luego de la revelación en 1989. Lazar asegura que su vida ha cambiado, a peor. Las repercusiones fueron tan negativas que probablemente no tomaría las mismas decisiones si volviese a tener la misma oportunidad nuevamente. Aun así, aceptó participar en el documental para aclarar ciertos detalles de su vida. Incluso consiguió rehacer su vida en Míchigan con su esposa y continuar su trabajo en la ciencia. Ahora dirige United Nuclear, que vende productos químicos, láseres, materiales de laboratorio y otros productos científicos. Y sorprendentemente, afirma haber dejado el mundo de los OVNIS. “No sigo las historias o informes de OVNIS y no estoy interesado en investigar la vida fuera de la Tierra”, dijo Lazar al Daily Mail. “Mi interés principal era, y sigue siendo, la tecnología increíblemente avanzada. Sé que, si podemos controlarlo y desarrollarlo, puede cambiar el mundo”. Sin embargo, a pesar de su nuevo estilo de vida alejado del mundo extraterrestre, aún mantiene que el gobierno estadounidense no se ha olvidado de él y está convencido de que lo están vigilando.