TIEMPOS DEL MUNDO

jueves, 7 de abril de 2016

EXPEDIENTE OVNI: El Incidente Norwich

El siguiente caso de nuestro expediente sucedió el 8 de octubre de 1953 en los cielos de Norwich, una ciudad ubicada al este de Inglaterra. Sucede que ese día, F.W. Potter, un astrónomo aficionado y miembro de la Sociedad Astronómica de Norwich, estaba examinando el firmamento celeste con su telescopio de 3,5 pulgadas. Imagínense la sorpresa que se dio cuando en lugar de ver la Luna - o algunos meteoritos que pasan raudamente cruzando la atmosfera - vio lo que parecía ser una nave extraterrestre que iba surcando los cielos a gran velocidad. Potter describió al objeto de este modo: "Los rayos o haces de luz se podían ver claramente desde la cúpula y se unían directamente debajo de ella, era una cúpula más grande y aplanada con una banda que sobresale recorriendo en una circunferencia alrededor de su borde. Asimismo la parte inferior de la nave parecía estar al rojo, pero no había rastros de vapor o gases que se pudieran ver”. Como podéis imaginar, Potter contactó con el diario local The Eastern Evening News quien difundió la primicia al día siguiente, la cual incluía una carta suya con detalles sobre el supuesto avistamiento de un Objeto Volador No Identificado. Una noticia como esa no podía pasar desapercibida por aquellos días, por lo que fue publicada días mas tarde en The Sunday Observer. Coincidentemente, la nave que vio Potter en esa oportunidad ya era conocida en la época, gracias a un californiano llamado George Adamski, quien afirmaba haber sido 'contactado' por los alienígenas en 1952 y allí se percato que la nave extraterrestre observada por Potter era muy parecida a las que afirmo haber visto. Estos objetos - dijo Adamski - eran piloteados por seres de aspecto nórdico, “quienes venían desde Venus” y que lo hacían en son de paz, siendo muy discretos en sus apariciones en nuestro planeta para no causar pánico entre los humanos. Adamski respaldó sus afirmaciones con unas fotografías que afirman que se tratan de las naves “provenientes de Venus”, en los cuales aparecían unos objetos vistos desde grandes distancias, sin características de fondo visibles. Sin embargo, a pesar de estas “pruebas” presentadas y que además haya afirmado que llegó a reunirse con sus ocupantes e incluso hizo “una vista guiada” en una de sus naves, pocos creyeron en sus palabras, por lo que su historia fue poco creíble para la gran mayoría, quienes estaban convencidos que solo lo hacía para ganar dinero. Quienes si creyeron en su palabra fueron los ufólogos, quienes – previo pago por sus fotografías - se encargaron de difundir sus aparentes “encuentros” haciéndose conocido por ello. Pasado algunos años, Adamski fue entrevistado por una televisora local y cuando se le pregunto si seguía teniendo esa clase de experiencias con extraterrestres, dijo que no, afirmando a modo de excusa que “con el actual avance de la tecnología y como casi todo el mundo posee los medios para tomar fotos o hacer una película, sea con cámaras fotográficas o filmadoras fáciles de llevar (conste que en esa época aún no existían los smartphones, agrego yo), los alienígenas se han vuelto mas discretos” aseveró. ”Ya no aparecen en los cielos objetos con forma de cigarros o platillos de gran tamaño, para ser vistos por todo el mundo al mismo tiempo. Aquellos días en que era posible un encuentro cercano con los extraterrestres han quedado atrás” manifestó. En efecto, ahora los OVNIS se manifiestan como pequeños e inconsistentes puntos de luz que bien podrían ser un drone, una nave experimental, un ave o un fenómeno atmosférico. Es una pena, pero los alienígenas se han vuelto cada vez más distantes desde que hemos agudizado nuestra visión del universo. Ahora sabemos por ejemplo, que Venus esta cubierto de espesas nubes corrosivas y con altísimas temperaturas en el cual sería imposible toda forma de vida, asemejándose más a un infierno que a una “utopía floreciente y pacífica del cual provenían los alienígenas”, como afirmaba Adamski. Por el contrario, la sonda New Horizons, con sus hallazgos sobre Plutón y sus lunas o los telescopios espaciales como el Hubble o el Kepler que descubren miles de exoplanetas capaces de albergar vida, demuestran que ya no necesitamos depender de las fantásticas invenciones de nuestra imaginación para emocionarse con las maravillas del universo. En cuanto a lo que sucedió en 1953 en Norwich nunca se supo de lo que se trato en realidad, pero no fue la única vez que ello ocurrió, ya que por alguna extraña razón, Norwich ha sido “visitada” continuamente desde entonces por extrañas naves de origen desconocido, lo que nos hace abrigar la esperanza de que no estamos solos.