TIEMPOS DEL MUNDO

jueves, 12 de mayo de 2016

IAPETUS: ¿Es la extraña luna de Saturno una construcción artificial alienígena?

La teoría de conspiración que nos trae esta vez The Inquisitr proviene de una luna de Saturno, llamada Iapetus, la cual debido a su peculiar forma y extrañas características, ha sido motivo de gran controversia desde que estas fueron conocidas en el 2007 cuando fue “visitada” por la sonda Cassini, que ha llevado a muchos ufólogos a creer que se trata de un satélite artificial construido por los alienígenas e incluso se afirma que tiene un gran parecido a la famosa Death Star de la saga Star Wars. Pero ¿Qué hay de cierto en ello? Iapetus es uno de los satélites más raros del planeta Saturno, es el octavo más distante al planeta y el tercero en tamaño, con un diámetro de alrededor de 1.500 km, después de los satélites más grandes Titán y Rea. Fue descubierto por Giovanni Cassini en 1671. También es conocido como Saturno VIII y tarda en completar una vuelta alrededor de Saturno 79,33 días, a una distancia media de 3.561.300 km. Una de las anomalías que llama la atención - y tiene muchas - es un misterioso canto ecuatorial masivo que alcanza hasta 20 km de altura, 1.300 km de largo y 20 km de ancho, y rodea más del 75 por ciento de la luna, siendo las estructura mas alta del sistema solar. No está claro cómo se formó la cordillera. Esta característica extraña y desconcertante de Iapetus es única y no se ha observado en ningún otro lugar. Asimismo, los astrónomos siguen sin poder explicar los inusuales procesos geológicos que podrían haber formado la cordillera y por qué sigue el ecuador casi a la perfección. Hay por lo menos cuatro hipótesis actuales: La cresta podría ser material helado que brotó de debajo de la superficie y luego se solidificó; Iapetus podría haber tenido un sistema de anillos durante su formación debido su gran esfera de Hill, y que la cresta ecuatorial se produjo entonces por la acreción de coalición de este anillo; La cresta y la protuberancia son el resultado un antiguo vuelco convectivo; La cuarta hipótesis es que Iapetus no es una luna natural, sino un objeto alienígena construido artificialmente por alguna civilización desconocida. La propia NASA, reconoce la rareza de dicho objeto, si bien, argumenta que su formación procede de Oort, y que su origen se debe a residuos ancestrales de cuerpos sólidos existentes allí, o colisiones cósmicas durante el nacimiento de nuestro sistema solar, no aclara cuáles son sus anomalías, ya que no existe una explicación “natural” que alcance a explicar su configuración esferoide y el “pliegue central”, así como todas y cada una de las peculiaridades que tiene. La forma del satélite no es esférica, como podría esperarse de una luna de gran tamaño, con partes achatadas y una cordillera ecuatorial tan alta que distorsiona la forma del satélite, incluso observada desde gran distancia. Por este motivo y debido a que la sonda Cassini no ha fotografiado la totalidad de su superficie, no existe un consenso sobre cuál es exactamente la figura de este cuerpo. Al respecto, Donald Goldsmith y Tobias Owen, escribieron un informe de la NASA que dice: "Esta inusual luna es el único objeto del Sistema Solar que podría considerarse seriamente como de origen extraterrestre, un objeto natural modificado deliberadamente por una civilización avanzada para un propósito que aun hoy desconocemos". En efecto, al observar de cerca el pliegue del satélite, y la erosión en el mismo con un mayor detalle, parece que ambos hemisferios del esferoide han sido literalmente ensamblados, incluso el pliegue parece una “junta de dilatación”. En palabras textuales de Donald Goldsmith: “No existe un modelo geológico viable para explicar el muro de sesenta mil metros de altura, sesenta mil metros de ancho, cuatro millones de metros de largo que abarca un hemisferio del planeta entero y mucho menos, que se encuentra en el plano exacto de su ecuador” aseveró. La estructura, de acuerdo con los teóricos de la conspiración, podría ser el resultado de la modificación deliberada de un objeto natural existente o bien sería el resultado de un satélite artificial construido desde cero por una civilización tecnológica avanzada. El mayor reto de todos, sin embargo, sería explicar para que se construyó Iapetus, quienes lo hicieron y con que motivo.