Una noticia dada a conocer hace unos días atrás, nos informó de la muerte del líder de ISIS, Abu Bakr al Bagdadi - un conocido agente del Mossad israelí - cuando se reunía con su cúpula terrorista en una zona cerca de la ciudad siria de Raqa, donde perdió la vida junto a todos ellos, como consecuencia de un bombardeo por parte de la aviación rusa, y cuyo cadáver fue mostrado el pasado 30 de junio por la televisión iraní, lo cual representa un duro golpe no solo para esa organización criminal, sino sobretodo para sus patrocinadores - léase EE.UU. y Arabia Saudita - quienes invirtieron considerables sumas de dinero en financiarlos, entrenarlos y dotarlos de moderno armamento, con el objetivo de desatar el caos y la violencia en el Medio Oriente pero de nada les valió, porque hoy se baten precipitadamente en retirada y son una sombra de lo que alguna vez fueron. Si bien faltaba que este acontecimiento sea confirmado, este ocurrió gracias a unas imágenes proporcionadas por la televisión iraní donde se aprecia el cadáver del criminal entre las ruinas de su guarida, símbolo de la caída de su ilusorio califato que con el patrocinio de los EE.UU. y Arabia Saudita, pretendía instaurar por medio de un baño de sangre en el Medio Oriente, para ‘justificar’ el intervencionismo estadounidense en tan estratégica y codiciada región, pero su violento final acabo con todos sus retorcidos sueños y hoy esta de vuelta en los infiernos, de la cual nunca debió salir. Sin embargo, el colapso definitivo de ISIS, algo que ni siquiera pueden negar hoy quienes los financiaron, armaron y entrenaron ¿significa que las profecías surgidas alrededor de ese grupo no se cumplirán? ¿Qué aquellos visionarios que anunciaron la destrucción del mundo por medio de una hecatombe nuclear estaban equivocados? No necesariamente, ya que solo ha cambiado el protagonista, pero los demoníacos planes de destruir a la humanidad siguen en pie, solo que esta vez quien lo propone es mil veces mas peligroso que al Bagdadi y no es otro que Donald Trump, aquel demente que se cree ‘predestinado’ a dominar al mundo, pero que solo lo arrastrará inevitablemente a su destrucción. En efecto, por estos días somos testigos como de una manera irresponsable y suicida, ha ordenado el desplazamiento de la flota estadounidense a Siria, buscando un pretexto para dar la orden de atacarla, acusándola sin prueba alguna de querer utilizar armas químicas contra la población civil, la misma excusa que utilizó para bombardearla con misiles el pasado 7 de abril, y que luego se descubrió que dicho ‘ataque’ atribuido a Damasco, en realidad fue un operativo de ‘bandera falsa’ preparado por la CIA en confabulación con los terroristas. Fue una burda puesta en escena que pretende repetir para intentar detener la victoriosa ofensiva del ejercito sirio que esta recuperando el control de amplios territorios que estaban en manos de ISIS, donde habían impuesto el terror mas absoluto y que hoy han sido liberadas a costa de un gran sacrificio, contando para ello con el importantísimo apoyo proporcionado por los rusos e iraníes. Este logro pone en peligro los planes de Washington de querer dividir al país e instaurar en el norte un Estado títere kurdo para convertirlo en un enclave ‘estadounidense’ en la región (como lo es Kosovo en Serbia), pero la consolidación de un eje entre Siria e Irán bajo la protección de Rusia impediría que esta se lleve a cabo. Ahora se comprende perfectamente porque Trump pretende evitarlo a toda costa, preparando una intervención militar en Siria, pero a diferencia de su anterior ataque, en esta oportunidad los rusos ya advirtieron que responderían a esta agresión derribando sus misiles y aviones que se atrevan a incursionar en territorio sirio, lo que para Trump seria ‘una declaratoria de guerra’ contra Rusia, lo cual desencadenaría una hecatombe nuclear en el cual no habría vencedores, ya que todos pereceríamos en esa catástrofe ¿Es eso realmente lo que esta buscando? “No cabe duda alguna que ello” dijo al respecto Steve Wohlberg, productor ejecutivo de Lancashire Prophecies for America, quien además es un orador internacional y autor de mas de 30 libros. “Existen pruebas convincentes que Trump es el nuevo Anticristo sobre la Tierra” expresó. “Las antiguas naciones de Babilonia, Persia, Grecia y Roma se mencionan claramente en la profecía bíblica” aseveró. En el libro de Daniel, cap.7 esas naciones están simbolizadas por un león alado, un oso, un leopardo y un dragón (versículos 4-7).”La cuarta bestia será el cuarto reino sobre la Tierra” dice Daniel 7:23. Así, una “bestia” en la profecía simboliza una gran nación. Wohlberg entonces examina Apocalipsis 13:11, que predice: “Entonces vi otra bestia que subía a la Tierra, tenia dos cuernos como un cordero y hablaba como un dragón” Esta nueva bestia sube (accede al poder) en los últimos tiempos, tiene ‘cuernos’ sin coronas (por lo que no es una monarquía, si se compara con el versículo 1) Probablemente se trataba de un bisonte americano que para Juan era desconocido ya que vive solo en América del norte, pero que representa muy bien a los EE.UU. “Era falso ya que de su boca solo salía mentiras”, demostrando con ello que esta bestia se valió del engaño para acceder al mando, pero una vez allí, mostró sus verdaderas intenciones, en su descenso a la tiranía, imponiendo además “una marca apocalíptica” sobre los ciudadanos de la Tierra (vers. 16-17) para afianzar su dominio. “Ninguna otra nación en nuestro planeta al día de hoy se ajusta perfectamente a las especificaciones de esta profecía como los EE.UU.” afirma Wohlberg. “Como si ello no fuera suficiente, la bestia (o sea Trump) ha demostrado su demoníaca personalidad con sus recientes acciones - agudizando las tensiones simultáneamente en todo el mundo - que se trata del heraldo del Apocalipsis anunciado en las Escrituras y que ISIS solo fue un paréntesis sangriento antes de su llegada. Eso significa que estamos a las puertas del Fin” advirtió. De otro lado, es bueno recordar la profecía de Nostradamus acerca de Trump, del cual dimos cuenta ampliamente el 10 de noviembre del año pasado y que por cierto, viendo lo que sucede por estos convulsos días, al parecer no estaba del todo equivocado. Se dice que el famoso astrólogo francés predijo este evento en el siglo XVI, un acontecimiento que anunciará el fin de los tiempos tal como los conocemos. En efecto, en la tercera centuria, cuarteta LXXXI (81), se puede leer lo siguiente: “El gran aullador sin vergüenza audaz, Será elegido gobernador del ejército: La valentía de su contendiente, El puente roto, ciudad de miedo pasmada” Los expertos en las profecías de Nostradamus están convencidos que el “gran aullador” se refiere a la alta capacidad de comunicación de Trump (un demagogo a carta cabal) mientras que el “gobernador del ejército” significa el estar a cargo de la fuerza militar más importante del mundo. Incluso hay otras predicciones ciertamente curiosas, como la segunda centuria, cuarteta LXVII (67): “El rubio de nariz ganchuda acometerá. Por el duelo y echará fuera, Los exiliados dentro hará volver a poner, En los lugares marinos acometiendo a los más fuertes”. Para el presidente de la Sociedad Nostradamus de América, el término “rubio de nariz ganchuda” es una clara referencia a Trump y también demuestra como se dirigía despectivamente hacia él. Con ISIS fuera de escena, queda al descubierto la verdadera amenaza al cual combatir.