TIEMPOS DEL MUNDO

jueves, 11 de abril de 2019

SOCIEDADES SECRETAS: El Priorato de Sión

Inspirada en los rosacruces, el Priorato de Sión fue una organización secreta, la cual aseguraba guardar el secreto del Santo Grial, que fue fundada por el francés Pierre Plantard durante la década de 1950, el cual pretendía proclamarse heredero directo de la dinastía merovingia, y para tal fin desarrolló una intrincada genealogía que indicaba que sus miembros descendían directamente de Jesucristo. La historia de Plantard llegó tan lejos que, a pesar de que se había descubierto algunas inconsistencias en ella, resurgió en 1982 en el libro “La Santa Sangre y el Santo Grial”, que fue tomado como hecho. "El Código da Vinci" siguió esa línea y trató al Priorato de Sion como algo real. Pero, según Plantard, ¿quién fue parte del Priorato de Sion? Y ¿qué consecuencias tuvo su historia falsa? De acuerdo a Plantard y ciertos teóricos, algunos de los “Grandes Maestres” de esta orden fueron grandes personajes de la historia, como Isaac Newton, Victor Hugo, Boticelli e incluso hasta Juana de Arco, además del previamente mencionado Nostradamus. Este último atrajo aún más atención a esta asombrosa historia, debido a sus predicciones que, como muchos afirman, se han convertido en realidad. Sin embargo, el personaje más importante del Priorato que quizás pudo revelar más de la orden (según los teóricos), sin duda, es Leonardo Da Vinci. Aunque parezca una repetición de "El Código da Vinci", los secretos que pudieron ser más importantes para el Priorato de Sion fueron revelados por él mismo, y aunque podría ser solamente una simple casualidad o un “juego” de da Vinci para los estudiosos religiosos de sus obras, sin duda, es un pedazo de historia muy interesante de analizar. Algunos de los elementos que, según los teóricos, se encuentran en “La Última Cena”, apuntan directamente a que María Magdalena tenía una relación intima con Jesucristo que cualquiera de sus discípulos. E incluso se supone que estuvieran casados. De acuerdo a los análisis, se determina que da Vinci pintó la cena de una manera incorrecta a propósito. Estableció una mesa y pintó a los protagonistas en un solo lado esta, mientras que, históricamente, tuvo que ser diferente. Las teorías tienen como base que el número doce está considerado como un número celestial; de esta forma, se quita la idea de los doce discípulos y menciona que Jesús hablaba de los doce, solamente refiriéndose a un ente celestial, a un grupo santo que lo acompañaba en distintas partes de su vida, en especial durante esta última cena, antes de morir en manos de los judíos. Entonces, las teorías dicen que Leonardo da Vinci pintó a los doce apóstoles en forma de simbolismo para expresar un mensaje oculto. Se habla de las posiciones de los discípulos, en especial Juan, quien se encuentra a la derecha de Jesucristo, y que según los analistas, en realidad se trataría de María Magdalena. Sus rasgos delatan la figura femenina y mediante un estudio de refracción y con el uso de espejos, se llegó a “acomodar” la imagen de Magdalena en el pecho de Jesucristo. Según el orden de asientos en la cena original, Juan y Judas Iscariote tomaron lugar al lado de Jesús, lo que convierte a Juan en la figura que debería estar en el pecho de Jesús, pero con el posible cambio de da Vinci, sin duda, la figura de Magdalena logra empatar para estar inclinada sobre él, creando, junto con el color, una imagen mejor proporcionada, como acostumbraba el pintor. Además, esos análisis encuentran un M, de Magdalena en el cuadro, representada en el ángulo entre Jesús y Juan (María), revelando un poco más. En la esquina derecha de la mesa se encuentra un nudo, que representa un vínculo, una pista más de lo que trata de revelar. Ahora, el momento representado en la imagen es el momento en el que Jesús revela que alguien lo traicionará, seguido de la eucaristía. La reacción de los discípulos parece confirmarnos las sospechas. Lo que mencionan quienes estudian al Priorato de Sión es que Jesús ofreció a sus discípulos su cuerpo y su sangre, pero no de la forma en que conocemos. Según lo que parece mostrar la imagen pintada por da Vinci, Jesús presentó de forma más literal esos elementos mediante María Magdalena: su linaje, su descendencia. El hijo de Jesús fue revelado (como embarazo) durante la Última Cena, por lo que las reacciones no tratan sobre la traición, sino sobre la revelación durante la eucaristía. El hijo de Jesús, es, entonces, El Santo Grial. Por lo tanto, el secreto que ocultaban los Maestres de esa orden de Sion fue la descendencia de Jesucristo. Es razonable pensar que existiría un secreto que la Iglesia no quisiera revelar, ya que para ellos Jesús es el único hijo de Dios; es por ese motivo que la idea de un Jesús que no fue célibe y que dejó un linaje, el cual podría revelarse hoy en día, cambiaría por completo las ideas del mundo eclesiástico. Existen más “pruebas” dentro del cuadro de da Vinci, sin embargo, está lleno de especulaciones. El propósito de Plantard era ser reconocido como parte de ese secreto y cambiar el juego. Sin embargo, la Iglesia tiene el poder sobre toda la información y la mente de las personas está muy aferrada a las ideas ya presentadas, por lo que un cambio no generaría gran escándalo. Probablemente da Vinci sólo jugaba con los estudiosos de la religión, al igual que Miguel Ángel al pintar la Capilla Sixtina. Ocultó grandes cosas detrás de su obra para que pudieran pasar años tratando de descifrar algo que no existe ahí. O quizás sí existe, pero sólo en la pintura. El polímata tenía una de las mejores mentes de su tiempo, pero en el mundo de las teorías y las ideas, de las historias que no pueden corroborarse, cualquier cosa puede desatar un misterio. Aunque bien podría ser solo una fantasía, existen algunas teorías conspiratorias que resultaron ser reales. Hay también otras que te dejarán cuestionando tu propia existencia, al final, uno decide como en este caso, si cree en ellas o no.