TIEMPOS DEL MUNDO

jueves, 20 de enero de 2022

EL ENIGMATICO PAIS DE PUNT: En busca de la tierra sagrada de los egipcios

Anotaciones procedentes del antiguo Egipto que se remontan a unos miles de años atrás, hablan de un extraño país, una tierra rebosante de abundancia que se habría desarrollado entre el año 2450 a.C. y el 1155 a.C., de donde los egipcios obtenían oro, resinas aromáticas, ébano, marfil, animales salvajes y esclavos. Los antiguos egipcios la llamaban Punt (la Tierra Divina o la Tierra de los Dioses). Cuando se interpreta como "tierra santa" o "tierra de los antepasados", significa que los antiguos egipcios consideraban la Tierra de Punt como su patria ancestral, y su ubicación es hacia el amanecer, la morada del dios sol Ra, aunque su ubicación exacta nos es desconocida. Al respecto, en el Templo de Athribis, construido por orden de Ptolomeo XII, un relieve muestra los diferentes árboles que crecían en Punt. Así ese misterioso lugar aparece como una tierra muy diferente del actual desierto que actualmente cubre todo Egipto. Sin embargo, a pesar de tan extensas descripciones y relatos sobre esta tierra paradisiaca, numerosos estudios y búsquedas han fallado a la hora de localizarla, llevando a algunos, incluso, a dudar de su existencia. Durante la XII Dinastía, Punt fue inmortalizada en la literatura egipcia gracias a la muy popular 'Historia del marinero náufrago', en la que un marinero egipcio discute con una gran serpiente que se hace llamar "Señor de Punt" y que envía el marinero de vuelta a Egipto cargado de oro, especias y preciosos animales: “De repente escuché un ruido como de un trueno, que creía ser de una ola del mar. Los árboles temblaron y la tierra se movió. Cubrí mi cara, y vi que una serpiente se acercó... […] ...su cuerpo era como revestido de oro y su color como el verdadero lapislázuli[…] era el príncipe de la tierra de Punt...” Alrededor del año 1477 a.C. Hatshepsut - la infame usurpadora del trono egipcio - financió una misteriosa expedición a ultramar hasta la Tierra de Punt, representada en un relieve de Deir el-Bahri ( la actual Luxor). En él se muestra cinco barcos donde cada uno mide, aproximadamente, 70 pies de largo, con 210 hombres, cargados de oro, árboles y animales exóticos como leopardos, simios y jirafas: todas especies encontradas en el continente africano. Asimismo, el relieve muestra varias especies de peces marinos: un zoólogo identificó algunos de ellos como especies pertenecientes a la costa africana y a lo largo de la península árabe. Durante más de un siglo los arqueólogos cuestionaron la capacidad de Egipto para llevar a cabo semejante travesía oceánica, creyendo que la tierra de Punt debía ubicarse en el interior. Sin embargo, pruebas descubiertas en el 2011 indicaron que los antiguos egipcios también podían realizar expediciones marítimas. Los indicios que llevan a pensar algo así están vinculados a una serie de relevantes descubrimientos hallados en un área de la costa del Mar Rojo que probaron que los egipcios aplicaron sus habilidades de construcción de naves. Los arqueólogos excavaron una laguna seca conocida como Mersa Gawasis y desenterraron restos de un antiguo puerto, desde el que se habrían realizado los primeros viajes, como el de Hatshepsut, por el océano abierto. Dentro de una serie de cuevas artificiales encontraron madera, cordaje, anclas de piedra caliza, remos de dirección, esteras, tablones de cedro y restos de los buques de navegación en alta mar más antiguos jamás descubiertos, lo que ofrece una magnífica prueba de las raíces náuticas de los egipcios así como pistas importantes para la posible ubicación de Punt. "Estos nuevos hallazgos quitan toda duda acerca de que hay que llegar a Punt por mar," dijo el egiptólogo John Baines. "Los egipcios debieron poseer una considerable experiencia marítima." Indicó. Las evidencias sugieren que los egipcios viajaron a Punt en barco descendiendo por el Nilo a través del Wadi Tumilat, en el Delta Oriental y hasta el Mar Rojo. Hay pruebas de que los equipos egipcios desmontaban sus barcos, los llevaban por tierra, los usaban en el mar para el comercio y luego los llevaban otra vez por tierra, hasta el Nilo. Pero la biología nos da otra pista para encontrar la tierra perdida de Punt. Entre los objetos que se trajeron de ese desconocido lugar, según se observa en el relieve de Deir el-Bahari, había una serie de animales exóticos como babuinos. En el 2010, unos investigadores analizaron muestras de pelo de babuinos momificados (animales de compañía de personas relevantes, como la familia del Faraón) de 3.000 años de antigüedad encontrados en las tumbas del Valle de los Reyes. Comparando los resultados de las antiguas muestras de pelo con las muestras de pelo de los animales modernos que viven en Etiopía, Eritrea, Somalia, Uganda y Mozambique. Los investigadores concluyeron que se encuentra más semejanza con el pelo de babuinos procedentes de Eritrea y Somalia por lo que han llegado a suponer que allí se encontraba el enigmático país de Punt ¿Puede ser que, finalmente, se haya resuelto el misterio? Aún no. Más de un milenio duró el comercio entre Egipto y Punt. Finalmente, tras una última expedición al reinado de la usurpadora Hatshepsut, Punt desaparecio del mundo egipcio y de la historia. Resulta un tanto extraño que tratándose de unas tierras tan ricas y abundantes y con las que Egipto mantenía esas buenas relaciones, se haya esfunado su ubicación al mismo tiempo y del mismo modo en que Hatshepsut lo hizo. Y es que como muchos ya sabéis a esta se le aplicó la conocida “Damnatio memoriae” en un intento de borrar de la historia su nefasto reinado y su paso por el trono egipcio, eliminando su legado y con él, toda noticia acerca de Punt. Todavía resta mucho trabajo que desarrollar antes de encontrar una ubicación precisa que se pueda demostrar. Pero una cosa es cierta: la Tierra de Punt, que se esfumó transformada en leyenda tras la XVIII Dinastía, no es un lugar mítico, sino un lugar real que todavía está esperando ser descubierto.