TIEMPOS DEL MUNDO
jueves, 18 de septiembre de 2025
SECRETOS POR DESCUBRIR: El objeto interestelar 3I/ATLAS podría ser mucho más grande de lo estimado
Un nuevo análisis de datos sugiere que el núcleo del enigmático 3I/ATLAS podría tener un diámetro de hasta 15 kilómetros, un tamaño que desafía los modelos actuales y plantea fascinantes preguntas sobre su origen. La clave de esta nueva estimación reside en observaciones tempranas que captaron al objeto antes de que comenzara su actividad cometaria. Datos recientemente publicados de la cámara Zwicky Transient Facility (ZTF), que identificó a 3I/ATLAS el 15 de mayo del 2025, muestran un comportamiento inesperado. Entre esa fecha y principios de junio, el brillo del objeto se mantuvo constante, creando una especie de «meseta» antes de empezar a aumentar. Este incremento posterior se debió a la pérdida de masa, que formó un resplandor de luz a su alrededor, confirmado por una imagen del telescopio espacial Hubble el 21 de julio. «La interpretación más sencilla de esa “meseta” inicial es que representaba el brillo del núcleo desnudo del objeto, antes de que el calor del Sol comenzara a sublimar sus hielos de forma significativa. El modelo basado en la imagen del Hubble estimaba un núcleo de 5.6 kilómetros. Sin embargo, el brillo constante durante la meseta fue entre 5 y 10 veces mayor de lo esperado para un objeto de ese tamaño», explicó el astrofísico Avi Loeb en respuesta a los resultados del nuevo estudio. «Si esta hipótesis es correcta, el diámetro real del núcleo de 3I/ATLAS sería la raíz cuadrada de ese factor de aumento, lo que resultaría en un impresionante tamaño de aproximadamente 15 kilómetros», añadió. En efecto, un núcleo de 15 kilómetros convertiría a 3I/ATLAS en un verdadero coloso. Sería unas 20 veces más grande en diámetro y unas 8.000 veces más masivo que el anterior visitante interestelar conocido, 2I/Borisov. Este tamaño monumental plantea una gran interrogante: ¿por qué no hemos detectado miles de objetos más pequeños como 2I/Borisov antes de encontrar un gigante como 3I/ATLAS? «El material rocoso disponible en el espacio interestelar es limitado, y la aparición de una roca de esta escala sería un evento extremadamente raro, quizás uno cada varios milenios», señaló Loeb. Una de las explicaciones propuestas es que 3I/ATLAS podría seguir una «trayectoria de inmersión selectiva» hacia el sistema solar interior. Esta trayectoria inusual, junto con su sorprendente alineación con el plano de la eclíptica - el plano en el que orbitan los planetas -, ha llevado a algunos a especular sobre un posible origen astrofísico desconocido o incluso tecnológico. A pesar de lo intrigante de la teoría, los investigadores advierten que los datos tempranos del ZTF tienen márgenes de error considerables, por lo que el brillo podría provenir de un artefacto. Afortunadamente, la solución a este misterio - del que mucho se habla por estos días - está cerca. El 3 de octubre del 2025, 3I/ATLAS pasará a solo 29 millones de kilómetros de Marte, donde la cámara HiRISE a bordo del Mars Reconnaissance Orbiter de la NASA tendrá una oportunidad única para observarlo. Con una resolución de 30 kilómetros por píxel, HiRISE podrá obtener un límite superior mucho más estricto sobre el tamaño del núcleo, actuando como la «lupa de un detective». Como diría el personaje de Arthur Conan Doyle, Sherlock Holmes: «Es un error capital teorizar antes de tener toda la evidencia». Aunque no será una foto detallada, permitirá restringir con mucha precisión el diámetro de su núcleo. Lo que ha llamado la atención de este extraño objeto es que posee una «huella de luz» que no encaja con nada conocido, lo que lo distingue de cualquier otro cometa o asteroide, incluyendo a los otros dos objetos interestelares detectados hasta la fecha, Oumuamua y Borisov. La anomalía detectada reside en su polarización, una propiedad de la luz que revela asimetrías en la forma o composición de un objeto. El estudio, publicado en el servidor de preimpresión arXiv, informa que este invasor interestelar muestra una polarización negativa extremadamente profunda de -2.77 % en un ángulo de fase de 6.41 grados. Además, su «ángulo de inversión» (el punto en que la polarización cambia de signo) es inusualmente bajo, de solo 17.05 grados. «Esta combinación es única. Los cometas conocidos se clasifican en categorías de alta o baja polarización, pero 3I/ATLAS no encaja en ninguna. Este comportamiento polarimétrico nunca se había observado, marcando a 3I/ATLAS como el primer miembro de una clase de objetos completamente nueva para la ciencia», comentó Loeb sobre el estudio. Últimas informaciones dan cuenta que el objeto interestelar está cambiando de color a medida que se aproxima al Sol, pasando de rojo a verde en las últimas dos semanas. Según un informe del Observatorio Europeo Austral, dado a conocer este miércoles, este fenómeno responde a un fuerte aumento en la liberación de cianuro y níquel. Los científicos describen la evolución del objeto como «anómala» y sugieren que parece que «algo se ha encendido» en él. El estudio detalla que los incrementos en su actividad son «superlineales» y no corresponden ni a la disponibilidad de fotones ni a una respuesta térmica gradual. En cambio, los investigadores consideran que podrían deberse a un proceso activado por temperatura. «Lo que quieren decir es que existe un proceso con una temperatura mínima para ponerse en marcha», explicó Loeb a The New York Post. Según afirma, 3I/ATLAS estaría atravesando precisamente ese «efecto umbral». Los científicos del proyecto ATLAS interpretan esta evolución como un cambio en la forma en que el objeto refleja la luz solar, pasando de una superficie enrojecida a la producción de diminutos granos de hielo brillantes que modifican la opacidad de su nube de materiales. Aunque su tamaño exacto sigue siendo un misterio, los registros recientes apuntan a que 3I/ATLAS ya muestra las características de un cometa: una coma brillante, el inicio de una cola e incluso podría emitir su propia luz. La ciencia espera ahora las pruebas definitivas que nos proporcionara el Mars Reconnaissance Orbiter, los cuales - se espera - resuelvan el enigma del tamaño y la composición del 3I/ATLAS.
jueves, 11 de septiembre de 2025
UNA POTENCIAL AMENAZA: ¿Esta la humanidad preparada para una invasión extraterrestre?
La posibilidad de una invasión por seres alienígenas ha sido un tema recurrente no solo en la ciencia ficción, que han alimentado la imaginación colectiva con escenarios donde la humanidad se enfrenta a razas alienígenas hostiles que arriban a la Tierra para conquistarla o destruirla. Al respecto, una de las obras más influyentes que marcó el pensamiento sobre la posibilidad de una invasión extraterrestre fue La guerra de los mundos, escrita por H.G. Wells en 1898. Probablemente, sin saberlo, Wells popularizó la noción de vida en otros planetas en una época en la que apenas comenzaba a estar en el imaginario colectivo, ya que tampoco había sido totalmente aceptada. A través de su relato, nos invita a reflexionar sobre los avances de la humanidad y, al mismo tiempo, sobre nuestra fragilidad frente a lo desconocido en medio de una situación para la que posiblemente no estemos preparados. Lo que distingue a esta obra y la hizo tan fascinante es la forma en que Wells presenta la invasión extraterrestre como una crónica capaz de hacer ‘palpable’ todo lo que sucede. A través de los ojos de un narrador de quien nunca conocemos su identidad, nos adentra en un escenario de tensión global que inicia en el sur de Inglaterra, donde los marcianos, con su avanzada tecnología y su ansia de conquista, arrasan con la humanidad y todos los seres vivos. Esta narrativa le da una sensación de inmediatez y realismo, que hace que la invasión se sienta aún más aterradora. Lo atrayente de La guerra de los mundos no solo radica en la invasión misma, sino en la atmósfera inquietante que crea Wells. A través de sus páginas, abordo temas profundos como el miedo a lo desconocido, la lucha por la supervivencia y el choque entre civilizaciones, reflejando miedos que son profundamente humanos. Como podéis imaginar, el impacto de la obra fue inmediato y trascendió en su época, pero también continuó siendo relevante en los años siguientes, cuando empezó a tomar nuevas adaptaciones. Una de ellas tuvo lugar en 1938, cuando Orson Welles adaptó el libro a una radionovela, lo que desató un pánico masivo. A pesar de la nota introductoria en la que advertía que lo que iban a escuchar estaba basado en una novela de ciencia ficción, la historia colapsó a quienes la escucharon, generando conmoción e incluso motivando las llamadas desesperadas a las autoridades avisando de la supuesta invasión. La fuerza de la narración, el poder de la dramatización y el miedo ante la posibilidad, resultaron en una combinación perfecta para el oyente que se saltó la advertencia inicial y encendió la radio en mitad de la historia. A pesar del tiempo, La guerra de los mundos continúa siendo una obra que nos invita a reflexionar sobre nuestra propia ignorancia y vulnerabilidad, y a la vez, imaginar qué sucedería si un día nos sorprende una invasión extraterrestre. Un clásico de la ciencia ficción que invita a pensar e imaginar cuál será el futuro de nuestra civilización. Por cierto, y volviendo al tema de fondo, para los alienígenas poner a la Tierra en jaque es bien sencillo: solo tienen que acabar con todos nuestros satélites. Sin bajas, sin desembarcos y disparando sus cañones láser -o lo que sean- desde una distancia cósmica prudencial. No hay duda que ése sería el primer paso de una hipotética invasión. ¿Y qué decir de someter al planeta a un brutal pulso electromagnético (PEM) que fría todos los componentes electrónicos? Entre 1961 y 1962 Rusia puso en marcha su Proyecto K, entre cuyos objetivos estaba el estudio de los efectos de un PEM creado por explosiones atómicas en la alta atmósfera. Durante la prueba del 22 de octubre de 1962, el PEM fundió 570 kilómetros de línea telefónica monitorizada e incendió las protecciones que habían colocado, además de causar un incendio que destruyó una central eléctrica e inutilizar 1 000 km de cables eléctricos subterráneos. ¿Se imaginan algo así, pero a nivel planetario? Si quieren hundir nuestra civilización, los alienígenas solo deben procurar que desaparezca la red eléctrica. Obviamente, si su idea es adueñarse del planeta, al final tendrán que enfrentarse a nosotros en algún momento. Aprender a defendernos de un enemigo tecnológicamente superior a nosotros -es lo que se llama guerra asimétrica- es algo para lo que deberíamos estar preparados. En un primer momento podríamos estar tentados a pensar que, como decían los Borg en la serie de ciencia ficción Star Trek, toda resistencia es fútil. Pero no tiene por qué ser así. Si bien los científicos creen que la posibilidad de una invasión “parece remota”, hay quienes han comenzado a considerar los escenarios de riesgo y las capacidades reales de respuesta que tendría la Tierra ante una amenaza de este tipo. Actualmente no existe un protocolo global unificado para enfrentar una invasión extraterrestre, Sin embargo, hay ciertas guías y marcos que podrían adaptarse a una situación así. La ONU, a través de la Oficina de Asuntos del Espacio Ultraterrestre (UNOOSA) ha trabajado en regulaciones relacionadas con el uso pacífico del espacio, pero no cuenta con un plan específico para una amenaza interestelar. La NASA por su parte, ha colaborado en simulacros de contacto con vida extraterrestre - aunque en contextos no hostiles - y ha desarrollado procedimientos de bioseguridad y contención en caso de recibir muestras orgánicas de origen no terrestre. “Tenemos procedimientos para un posible hallazgo de vida microbiana, pero no para civilizaciones avanzadas y hostiles señalo el astrobiólogo David Grinspoon. Pero ¿Cómo responderían los sistemas de defensa de la Tierra? En términos militares, los países más desarrollados disponen de defensa aérea avanzada, pero estas tecnologías están diseñadas para amenazas humanas, como misiles y aviones. Sin embargo, la posibilidad de repeler tecnología extraterrestre - mucho más avanzada que la humana - es altamente cuestionable. EE.UU. China y Rusia cuentan con capacidades de defensa espacial, pero su alcance es limitado frente a posibles armas alienígenas que fácilmente podrían neutralizarlas, dejándonos indefensos. Ante ello, la coordinación internacional seria fundamental, aunque hasta ahora no existe una fuerza global con autoridad y capacidad para actuar de forma unificada. Cabe precisar que el científico y exastronauta Chris Hadfield ha advertido que cualquier contacto con inteligencia extraterrestre debería abordarse con cautela extrema, ya que el desequilibrio tecnológico podría colocar a la humanidad en una situación de vulnerabilidad total. Uno de los mayores desafíos no seria necesariamente militar, sino psicológico y social. Estudios realizados por la Universidad de Arizona y el SETI Institute sugieren que la revelación de vida extraterrestre, especialmente hostil, podría generar pánico global, colapso de sistemas sociales y económicos, así como reacciones irracionales por parte de gobiernos o poblaciones. “Incluso un simple mensaje de contacto ha sido evaluado como potencialmente desestabilizador en términos religiosos, culturales y políticos” explico Jill Tarter, ex directora de SETI Institute. “Además, plataformas digitales podrían amplificar el caos informativo, con desinformación, teorías conspirativas y colapsos en la confianza institucional” acoto. Como sabéis, los clásicos de ciencia ficción han planteado diversos escenarios de contacto hostil. Estos relatos - aunque sean producto de la imaginación - sirven como modelos mentales y advertencias, reflejando los miedos colectivos y nuestras debilidades sociales. En muchos casos, la falta de cooperación global y la desconfianza mutua entre las naciones para compartir información son los factores que agravarían la crisis ante una invasión. Otras narrativas exploran la esperanza en la unidad humana y la resiliencia colectiva, elementos clave si algún día nos enfrentamos a lo desconocido. En conclusión, la humanidad no está realmente preparada para una invasión alienígena. No existen protocolos concretos, la defensa tecnológica seria limitada y el impacto social podría ser desastroso. Sin embargo, el debate abierto es una oportunidad para explorar nuevas estrategias de cooperación global, preparación tecnológica y desarrollo científico. “La preparación para lo improbable también fortalece nuestra capacidad de enfrentar lo inesperado aquí en la Tierra” concluyen varios expertos en geoestrategia y astrobiología. Con la inminente llegada del enigmático objeto interestelar 3I/ATLAS en noviembre, o el reciente anuncio de la NASA de que se descubrió “la señal más clara de vida en Marte”, sí que debemos estar preocupados.
jueves, 4 de septiembre de 2025
EL CASTILLO HOUSKA: ¿Una entrada al Inframundo?
Muchos antiguos e imponentes castillos suelen ser escenarios de historias extraordinarias y de misteriosas leyendas. En algunos casos, pueden sonar a mitos disparatados, pero no es el caso del Castillo Houska, ubicado en la Republica Checa. Esta fortaleza medieval que se encuentra en un cerro aislado fue escenario de horripilantes sucesos de fuerzas sobrenaturales. O al menos así lo relatan los testigos de ello. Hay varios datos que no cierran sobre los primeros relatos del Castillo Houska. La razón de su construcción es una gran incógnita para sus historias ya que la edificación corona un monte sin importancia estratégica. El edificio no tiene agua y, lo que resulta aún más extraño, es que está fortificado por dentro en lugar de por fuera. Es decir, para contener a aquellos que querían escapar de él. Al respecto, el administrador de Houska, Miroslav Konopásek, explicó la versión sobre la tarea del castillo: “En las crónicas no hay muchos registros sobre la primera construcción del castillo, pero queda claro que Houska no debe protegerse de sus alrededores, sino que protege al mundo de algo que se encuentra en su interior y que no debe salir”. Los lugareños tienen una clara y precisa respuesta sobre esta particularidad: fue creado para sellar la entrada al infierno. Según una leyenda, en la cima del monte ubicado en la región de Bohemia, a una hora de Praga, existía una profunda hendidura sobre la que se alzó el castillo. Los registros sobre su construcción son difusos y hay pocos datos oficiales. Uno de los primeros indicios se remonta al príncipe Slavibor Pšovany, miembro de una importante familia que gobernaba la zona durante el siglo X. Él fue quien construyó la primera edificación para otorgársela a su hijo Houza, de quien recibió el nombre. Sin embargo, poco se conoce de aquellos primeros años del castillo, que volvió a aparecer en las páginas de la historia en 1270. En aquel momento, se edificó la estructura que se conoce en la actualidad por orden del Rey Přemysl Ottokar II de Bohemia. Aunque son pocos los documentos que reconstruyen la época, padaso casi un siglo, en 1316, se hallaron nuevos documentos cuando la edificación pasó a manos de la nobleza. A partir de allí, su leyenda comenzó a cobrar vida. Estos escritos señalan que Ottokar ordenó construir el imponente castillo para “sellar la entrada al infierno”. Por este motivo, el mecanismo de defensa no estaba destinado a un enemigo exterior sino para proteger al mundo de una fuerza misteriosa proveniente del interior. Según la leyenda que trascendió a través de los años gracias al boca a boca de los habitantes de la zona, de aquella hendidura “emergían monstruos mitad humanos y mitad animales”, por lo que nadie se atrevía a acercarse. Además, jamás se logró determinar la profundidad de la misteriosa grieta. “Yo insisto en que la puerta al infierno existe aquí. Se dice que, en el siglo IX, cuando construyeron aquí un asentamiento de madera, la roca debajo de él se resquebrajó. Las crónicas cuentan que por la grieta salían criaturas infernales que causaban daños a personas, animales y perjudicaban la cosecha”, explicó Konopásek. Cuando el rey ordenó la construcción que se conoce en la actualidad, muchos obreros murieron durante el trabajo. Poco se supo de sus fallecimientos, pero esto obligó a Ottokar a emprender una investigación para descubrir qué ocurría en las profundidades. Por eso, le ofreció a varios condenados a muerte el perdón a cambio de bajar a la siniestra grieta y desentramar sus misterios. Quienes aceptaron el reto fueron colgados de una soga hacia la temible grieta. Al descender, todos ellos gritaron aterrorizados y regresaron suplicando la condena. Quienes relataron estos acontecimientos, aseguraron que “volvían con el pelo blanco y que habían envejecido 30 años”. Finalmente, la mayoría murió sin emitir una palabra de lo que habían presenciado allí. Sin pruebas sólidas pero con el terror como bandera, el rey ordenó construir una capilla para contener las fuerzas del mal y sellar la aparente puerta al infierno. Esta obra está consagrada a San Miguel y cuenta con varias pinturas acordes. Las personas que la visitaron relataron que una de ellas refleja a una arquera zurda, mitad mujer y mitad monstruo, que apunta su arco contra un hombre. Según sus historiadores, representa lo que vivían quienes presenciaban las espectrales apariciones. El encargado del castillo, que visita a diario las instalaciones, añadió: “Las crónicas aseguran que la historia de los reos es cierta y en su momento creyeron que la creación de una iglesia contendría a esas criaturas del mal. Sin embargo, también aseguran que este lugar es vigilado por un ser sin rostro, con una capucha negra, que no representa peligro para los humanos”. Pero su misterioso acceso al infierno no describe la leyenda completa del castillo Houska. Durante el siglo XV, a causa de la Guerra de los Treinta Años que azotó a Praga, la construcción se fortificó y funcionó como refugio de una facción del ejército sueco, dirigida por el comandante y hechicero Oronte. Según los escritos, en una habitación llamada “El salón de los cazadores”, él practicaba magia negra cada noche, con la colaboración de estas espeluznantes criaturas. “Con sus experimentos, buscaba la inmortalidad y por eso se creía que los espíritus lo acompañaban durante sus rituales”, agregó el encargado del castillo. En esa misma cámara fue asesinado por dos cazadores desde el exterior. En la actualidad, según atestiguan los visitantes del castillo, “se pueden ver sus huellas deambulando por el salón cada noche”. Se cree que su alma aún vive en Houska. Más adelante, cuando el mundo se vio inmerso en la Segunda Guerra Mundial, el castillo también fue protagonista. Cuando los nazis ocuparon los Sudetes en octubre de 1938, las tropas alemanas confiscaron el castillo bajo las órdenes de Heinrich Himmler. Así, la policía secreta alemana ocupó Houska y lo utilizó como un depósito de libros judíos y masónicos, extraídos de las bibliotecas de Berlín y Hamburgo. Si bien jamás se pudieron corroborar con pruebas fehacientes estos relatos, los lugareños mantienen la creencia de que los nazis realizaban experimentos sobrenaturales, buscando dominar las fuerzas demoníacas que allí residían. Además, sus testimonios sostienen que también funcionó como un laboratorio, donde los médicos alemanes realizaban estudios con los habitantes de la zona que secuestraban. No obstante, no existen pruebas al respecto. Miroslav Konopásek se refirió a aquellos acontecimientos y apuntó: “No hay escritos que afirmen qué ocurrió realmente durante la época nazi en el interior del castillo. Su toma es algo real y ocurrió, pero los sucesos de experimentos son un mito que trascendió entre los habitantes que residían en las cercanías de Houska. Más allá de eso, hay muchos testigos que contaron, a través de sus familias, las desapariciones y los secuestros de los campesinos”. Tras la guerra, y luego de permanecer abandonado por muchos años, en la década del 90′ se le encargó al ingeniero Jaromír Simonek su reconstrucción. Se trabajó en ella durante años hasta que en 1999 sus puertas se abrieron al público como una atracción turística. De esta manera, luego de varios siglos, los visitantes pueden atestiguar los extraños sucesos del castillo Houska. A pesar de que cientos de turistas lo visitan cada año, nunca nadie se atrevió a profundizar en investigaciones para desentramar los misterios que perduran en la grieta. Según relatan los guías del castillo, aún se puede acceder al sótano y ver la misteriosa hendidura, la aparente entrada al infierno. “El que entre en Houska y se comporta como un invitado, no le va a pasar nada. Sin embargo, los que pretenden algo malo, tendrán problemas”, aseguró Miroslav Konopásek. Quizás nunca se sepa si es solo una leyenda pero, si esta no lo es, las tenebrosas criaturas del mal todavía descansan selladas debajo del castillo.
jueves, 28 de agosto de 2025
TODO PUEDE SER POSIBLE: ¿El interestelar que se acerca al Sol podría ser una nave alienígena?
El conocido astrofísico Avi Loeb - jefe del proyecto Galileo, director fundador de la Iniciativa Black Hole de la Universidad de Harvard, director del Instituto para la Teoría y la Computación del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian y autor del bestseller Extraterrestrial: The first sign of intelligent life beyond earth, así como de su nuevo libro Interstellar– argumenta que las características inusuales, órbita retrógrada y proximidad a la Tierra del 3I/Atlas pueden apuntar a que sea una nave o sonda de una civilización interestelar, el cual os presentamos traducido y entrecomillado como ya es habitual ¿vale?: “ Hoy he sido coautor de un intrigante estudio nuevo con mis brillantes colaboradores, Adam Hibberd y Adam Crowl, de la Iniciativa para Estudios Interestelares en Londres, Reino Unido. Una de las soluciones a la pregunta de Enrico Fermi sobre los extraterrestres: "¿dónde están todos?" la ofrece la hipótesis del bosque oscuro, popularizada por la novela de ciencia ficción 'El bosque oscuro' de Cixin Liu. Esta hipótesis propone que nuestra vecindad cósmica es peligrosa, llena de civilizaciones inteligentes que son hostiles y silenciosas para evitar la detección por posibles depredadores. En este contexto, el silencio en las búsquedas de señales de radio por parte de la comunidad SETI no es causado por la falta de civilizaciones inteligentes extraterrestres, sino que es una consecuencia de que éstas temen la destrucción mutua. Nuestro estudio explora la posibilidad de que el objeto interestelar descubierto recientemente, 3I/ATLAS, pueda proporcionar pruebas en apoyo de la hipótesis del bosque oscuro. Este nuevo intruso interestelar ha mostrado una serie de características anómalas, algunas de las cuales se resumieron en un ensayo que escribí luego de su descubrimiento. En particular: El plano orbital retrógrado (definido por el vector de momento angular orbital) de 3I/ATLAS alrededor del Sol se encuentra a menos de 5 grados del de la Tierra —el llamado plano eclíptico. La probabilidad de esa coincidencia, entre todas las orientaciones aleatorias, es del 0,2 %; Como mostré en un estudio reciente, la luminosidad de 3I/ATLAS implica un objeto de unos 20 kilómetros de diámetro (para un albedo típico de aproximadamente el 5 %), demasiado grande para ser un asteroide interestelar. Deberíamos haber detectado un millón de objetos por debajo de la escala de los 100 metros del primer objeto interestelar reportado, el I/`Oumuamua por cada objeto de 20 kilómetros, pero ello no ha sucedido, no porque no los haya, sino que no se dejan ver; No se encuentran características espectrales de gas cometario en las observaciones espectroscópicas de 3I/ATLAS. El enrojecimiento detectado de la luz solar reflejada podría originarse en la superficie del objeto. La difuminación observada alrededor de 3I/ATLAS no es concluyente dado el movimiento del objeto y la inevitable difuminación de su imagen durante el tiempo de exposición; Para sus parámetros orbitales, 3I/ATLAS está sincronizado para acercarse inusualmente a Venus (0,65 unidades astronómicas, donde 1 unidad astronómica es la separación Tierra-Sol), Marte (0,19 unidades astronómicas) y Júpiter (0,36 unidades astronómicas), con una probabilidad acumulada del 0,005 % en relación con órbitas con los mismos parámetros orbitales, pero con un tiempo de llegada aleatorio; Asimismo, el 3I/ATLAS alcanza el perihelio en el lado opuesto del Sol con respecto a la Tierra. Esto podría ser intencional para evitar observaciones detalladas desde telescopios terrestres cuando el objeto es más brillante o cuando se envían dispositivos a la Tierra desde ese punto de vista oculto. La trayectoria retrógrada a una velocidad en el perihelio de 68 kilómetros por segundo, opuesta a la dirección de moción de la Tierra alrededor del Sol a 30 kilómetros por segundo, hace que la diferencia de velocidad entre la Tierra y 3I/ATLAS sea de 98 kilómetros por segundo. Por lo tanto, no es práctico para los terrícolas aterrizar en 3I/ATLAS en el punto más cercano abordando cohetes químicos, ya que nuestros mejores cohetes alcanzan como máximo un tercio de esa velocidad; El punto óptimo para una maniobra de Oberth solar inversa para quedar ligado al Sol es en el perihelio. En una maniobra de Oberth, el empuje de una nave espacial se aplica a su velocidad orbital máxima, es decir, en el periapsis, para maximizar el cambio resultante en la energía cinética. Esto se aplica tanto para acelerar y lograr el escape del sistema solar, o alternativamente para reducir la velocidad desde una alta velocidad (una "maniobra de Oberth inversa") para frenar, permanecer ligado al Sol y potencialmente visitar un planeta como la Tierra. Es este punto de frenado óptimo para 3I/ATLAS el que está oculto a nuestra vista por el Sol; La dirección de la que procede 3I/ATLAS está orientada hacia el centro brillante de la Vía Láctea, donde la aglomeración de estrellas de fondo dificultó su detección antes de julio de 2025. Las figuras de nuestro estudio muestran que si los astrónomos hubieran detectado 3I/ATLAS más de un año antes, habríamos tenido la oportunidad de lanzar una nave espacial que podría haber interceptado 3I/ATLAS en su trayectoria. A estas alturas, tal intercepción no es factible con nuestros cohetes; Los impulsos de velocidad necesarios para el lanzamiento de dispositivos desde 3I/ATLAS para interceptar Venus, Marte o Júpiter son inferiores a 5 kilómetros por segundo, lo que se puede lograr con misiles balísticos intercontinentales. De otro lado, la casi alineación de la trayectoria retrógrada de 3I/ATLAS con el plano eclíptico ofrece varios beneficios a una inteligencia extraterrestre, ya que permite que una nave espacial acceda a la Tierra con relativa impunidad. El eclipse de 3I/ATLAS por el Sol en el perihelio para los observadores en la Tierra permitiría que una nave espacial realizara una maniobra de Oberth solar inversa clandestina, una estrategia óptima de alto empuje para que las naves espaciales interestelares frenen y permanezcan ligadas al Sol. Una intercepción óptima de la Tierra implicaría una llegada a finales de noviembre o principios de diciembre del 2025. La detección de una aceleración no gravitacional también podría indicar una intención de interceptar Júpiter, no muy lejos de la trayectoria de 3I/ATLAS, y una estrategia para encontrarse con él luego del perihelio. Nuestro estudio es contingente en una hipótesis notable pero comprobable de que 3I/ATLAS es un artefacto tecnológico en funcionamiento, a lo cual ni yo ni mis dos coautores nos adscribimos necesariamente. Sin embargo, esta hipótesis es digna de un análisis científico por dos razones: Las consecuencias, en caso de que la hipótesis resultara ser correcta, podrían ser potencialmente graves para la humanidad y posiblemente requerirían la adopción de medidas defensivas (aunque estas podrían resultar inútiles). La hipótesis es un ejercicio interesante por derecho propio y es divertido de explorar, independientemente de su probable validez. Dada su velocidad interestelar de 60 kilómetros por segundo, 3I/ATLAS entró en el límite exterior del sistema solar (a 100 000 veces la separación Tierra-Sol) hace unos 8.000 años. Esto fue aproximadamente cuando las tecnologías creadas por el ser humano se hicieron lo suficientemente avanzadas como para comenzar a documentar la historia en la Tierra. Si la hipótesis sobre un artefacto tecnológico resulta ser correcta, entonces hay dos posibles implicaciones: primero, que las intenciones de 3I/ATLAS son completamente benignas, y segundo, que son malignas. En el primer caso, la humanidad no necesita hacer nada más que esperar la llegada de este mensajero interestelar con los brazos abiertos. Es la segunda opción la que es de gran preocupación. Dadas las dramáticas implicaciones de la segunda posibilidad, podemos aplicar la lógica de la apuesta de Pascal que sugería que es más racional creer en la existencia de Dios que no creer. La idea ofrecida por el matemático Blaise Pascal era que los beneficios potenciales de creer (en nuestro caso, alertar a la humanidad sobre el riesgo existencial de 3I/ATLAS) superan con creces las pérdidas potenciales (en nuestro caso, una idea teórica que no describe la realidad), mientras que las pérdidas potenciales de no creer son mucho mayores que los beneficios potenciales. Nuestro estudio es en gran medida un ejercicio pedagógico, con interesantes descubrimientos dignos de ser registrados en la literatura científica. Con mucho, el resultado más probable será que 3I/ATLAS sea un objeto interestelar completamente natural, probablemente un cometa, y esperamos los datos astronómicos que apoyen este origen probable. No obstante, visto desde una perspectiva abierta y sin prejuicios, nuestro estudio incluye muchas ideas convincentes que podrían aplicarse a decenas de objetos interestelares que se espera que sean detectados durante la próxima década por el observatorio Vera C. Rubin. El riesgo existencial de la inteligencia extraterrestre (inteligencia artificial externa) no se discute tan a menudo como otros riesgos existenciales, como la inteligencia artificial (nuestra inteligencia artificial). En un bosque oscuro, las incertidumbres sobre la propia fuerza relativa pueden justificar el ocultamiento como un mecanismo de supervivencia, especialmente si una civilización fue lastimada en el pasado. Además, el dominio podría depender del tiempo, ya que siempre podría haber alguna civilización tecnológica joven en ascenso que se vuelva poderosa rápidamente, lo que requeriría misiones de reconocimiento en trayectorias similares a la de 3I/ATLAS. Pronto podríamos darnos cuenta de que la extensión de la selección natural al espacio interestelar implica la supervivencia del más apto. En un ensayo reciente, proporcioné un menú de métodos para distinguir una nave espacial extraterrestre de una roca interestelar. Esperamos que este menú sea utilizado por otros astrónomos. Ignorar la opción tecnológica no es un signo de inteligencia” puntualizó.
jueves, 21 de agosto de 2025
ASPIDOCHELONE: El mundo a sus espaldas
Sus orígenes se remontan a varias culturas y períodos de tiempo, y su nombre proviene de fuentes griegas e inglesas de la Edad Media. En la mitología griega, “Aspidochelone” proviene de “aspis”, que significa escudo, y “chelone”, que denota tortuga marina, mientras que en la Inglaterra medieval comúnmente se lo escribía como “aspidechelone”. Como sabéis, los bestiarios medievales, un compendio de criaturas fantásticas, plantas y minerales, desempeñaron un papel importante en la difusión de la historia del Aspidochelone. La palabra griega antigua “aspis”, que significa “escudo”, es la base de los orígenes griegos del Aspidochelone. Su asociación con la criatura surge de su engañosa semejanza con una isla flotante, que se asemeja a una masa de tierra con forma de escudo en la superficie del agua. Además, el término griego “chelone”, que hace referencia a una tortuga marina, desempeña un papel vital en el nombre de la criatura. El concepto de una colosal criatura marina o isla capaz de atrapar a marineros y barcos sirve como advertencia, con raíces en la mitología griega, que abunda en relatos de marineros que se enfrentan a desafíos peligrosos y encuentran formidables monstruos marinos durante sus viajes. Precisamente, el Aspidochelone personifica los peligros e incertidumbres del mar abierto, donde las apariencias pueden engañar y la frontera entre la realidad y la ilusión se difumina. La ortografía inglesa media del nombre de la criatura, “aspidechelone”, destaca su presencia en la literatura y el folclore medievales europeos. A lo largo de la Edad Media, diversas formas escritas, incluidos bestiarios, diarios de viaje y manuscritos, difundieron historias de criaturas míticas. Un medio importante a través del cual se difundió la historia del Aspidochelone fue el bestiario medieval. Además, estos bestiarios eran compendios de criaturas fantásticas, plantas y minerales, a menudo acompañados de interpretaciones morales o alegóricas. Así, el Aspidochelone encontró su lugar entre estas colecciones eclécticas de seres míticos. En el contexto de los bestiarios, el Aspidochelone servía como representación simbólica del engaño y la tentación. Su capacidad para atraer a los marineros con el encanto de una isla exuberante antes de revelar su verdadera naturaleza monstruosa era una poderosa metáfora de los peligros de sucumbir a las tentaciones mundanas y desviarse del camino de la rectitud. Dentro del reino de las criaturas míticas, el Aspidochelone pertenece a un linaje único y misterioso. Debido a su hábitat oceánico y sus proporciones monstruosas, a menudo se lo asocia con otros monstruos marinos como el Kraken, el Leviatán y la Escila. Sin embargo, el Aspidochelone se distingue por sus características distintivas, lo que lo convierte en una criatura única. A partir de la descripción de la apariencia y las características del Aspidochelone, la legendaria criatura marina es una figura fundamental en los bestiarios y el folclore medievales. Además, se lo describe como una tortuga marina colosal o un monstruo marino, y su inmenso tamaño a menudo hace que se lo confunda con una isla o una enorme ballena flotante. Su nombre, que deriva de las palabras griegas “aspis” (escudo) y “chelone” (tortuga), subraya su parecido con una tortuga gigante con un caparazón similar a un escudo. Esta apariencia engañosa atrae a los marineros y aventureros incautos que anclan sus barcos en su lomo, creyendo que han encontrado un puerto seguro. Sin embargo, cuando el Aspidochelone siente el peso de los barcos, emprende una transformación siniestra y se sumerge bajo las olas, ahogando finalmente a los marineros y condenando sus barcos a una tumba acuática. La literatura medieval y los cuentos morales arraigan profundamente la leyenda del Aspidochelone en la tradición de los monstruos marinos míticos, y con frecuencia la utilizan como un cuento con moraleja. Se erige como una dura advertencia para aquellos que confían ciegamente en las apariencias, recordándoles los peligros ocultos que acechan bajo la superficie. La narrativa imaginativa de la época moldea estas habilidades y rasgos, que carecen de fundamento en la realidad. A continuación, se enumeran algunas de las habilidades y características clave asociadas con los Aspidochelone en el folclore: 1-Tamaño gigantesco: muchas personas describen al Aspidochelone como una enorme criatura marina que inspira asombro e intimidación debido a su inmenso tamaño. Su tamaño es tan grande que fácilmente puede confundirse con una isla o una masa de tierra flotante; 2-Apariencia engañosa: La habilidad más notable del Aspidochelone es su capacidad de engañar a los marineros y aventureros. Se dice que su espalda está cubierta de arena, rocas y tierra, lo que le da la apariencia de una isla acogedora y habitable. Esta apariencia engañosa atrae a los marineros desprevenidos que anclan sus barcos en su espalda, creyendo que han encontrado un puerto seguro; 3-Sumersión: Una vez que los barcos y los marineros se han anclado en su lomo, el Aspidochelone utiliza su fuerza para sumergirse bajo el agua, arrastrando consigo a los barcos y a sus ocupantes. Este acto provoca el ahogamiento de aquellos que fueron engañados por su apariencia. En cuanto a lo que simboliza, en primer lugar, representa el engaño y la ilusión. La capacidad de la criatura para camuflarse en una isla acogedora sirve como advertencia sobre los peligros de confiar en las apariencias sin una investigación exhaustiva. Además, el Aspidochelone simboliza la naturaleza implacable e impredecible del mar. Muchas culturas marineras antiguas veneraban y temían al mar por igual, y el papel del Aspidochelone como amenaza marítima enfatizaba la noción de que el océano albergaba belleza y peligro. Cabe precisar que diversas mitologías y escritos medievales difunden relatos sobre el Aspidochelone. Existe un relato famoso en el “Physiologus”, un texto cristiano primitivo del siglo II d. C., que describe al Aspidochelone como una criatura marina monstruosa que atrae a los marineros con su apariencia seductora antes de devorarlos. El aspidochelone también aparece en las leyendas artúricas. En “Los viajes de Sir John Mandeville”, un popular libro de viajes medieval, el explorador epónimo se encuentra con la criatura. El relato de Mandeville enfatiza la naturaleza traicionera del aspidochelone y su capacidad para atrapar a los incautos. Con su engañoso atractivo y su letal intención, el Aspidochelone, se erige como una figura cautivadora y aleccionadora en el mundo de las criaturas míticas. Además, nacido de las profundidades de los mitos antiguos y perpetuado a lo largo de los siglos, este colosal monstruo marino sirve como recordatorio de los peligros que se esconden bajo la superficie del aparentemente sereno mar. Además, su capacidad para transformarse en una trampa mortal, su aspecto hipnótico y su papel en varias culturas lo convierten en una criatura legendaria verdaderamente extraordinaria y perdurable. Por lo tanto, el Aspidochelone continúa inspirando asombro y fascinación mientras navega por los mares de la imaginación humana.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)