Ante todo, cabe resaltar que en sánscrito, la palabra “Vimana” se refiere a un mítico vehículo volador que podría traducirse como “carro de los dioses” o “carro celestial”, empleado según la tradición hinduista para el transporte de los dioses a través del cielo. Son muchos los templos del sur de la India que se encuentran adornados con pequeñas construcciones vimanas, algo así como un sombrero con forma de cúpula, coronando este tipo de edificio religioso. La literatura sánscrita, con una antigüedad de más de 2 mil años, recoge el relato de estas enigmáticas máquina voladoras, algo que desde la perspectiva de la hipótesis de los Antiguos Astronautas se interpretada como prueba de que la India fue visitada por extraterrestres. La mitología hindú señala que este tipo de vehículo fue muchas veces empleado durante la guerra, como el caso del Ramayana, texto religioso que describe una vimana de flores a través de la cual el rey de los demonios Rávana volaba por los cielos. Entre las muchas descripciones, se encuentra la vimana del dios sol, muy luminosa, o las de otros dioses que usaban vimanas tiradas por animales, o con ruedas. También se describen vimanas de diversos tamaños y formas, algunas pequeñas, otras tan grandes como un edificio. Hay quienes creen que se trata de un mito, pero en el 2013, se filtro una información acerca del hallazgo de un extraño aparato, el cual seria nada menos que una vimana. En efecto, un informe filtrado ese año por el Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia, se refería a un intrigante descubrimiento en Afganistán que llamó la atención, hasta que todo quedó en una gran nebulosa. Sucede que mientras se efectuaba una operación exploratoria en una zona semidesértica, ocho soldados de las fuerzas armadas de los Estados Unidos se sorprendieron por algunos extraños signos en una cueva. Una vez dentro, el equipo militar encontró rastros de la tecnología que en última instancia les condujo a un antiguo Vimana, ese mítico dispositivo que utilizaban los llamados dioses en tiempos remotos y que resultan detalladamente descriptos en las epopeyas en sánscrito de la India antigua. Sin embargo, el final tendría un cierre fatal. El hallazgo, si bien fue comunicado inicialmente por los efectivos, tuvo consecuencias nefastas para los ocho estadounidenses, quienes no pudieron salir de allí para contarlo. Su equipo de grabación y aparatos de comunicación que llevaban fueron luego descubiertos, pero sus cuerpos no pudieron ser localizados. Luego de esa tragedia, se dice que algunos líderes mundiales, se arriesgaron para ir a esa región azotada por la guerra, para presenciar in situ el descubrimiento. Claro que, para entonces, todo había sido silenciado, y apenas se conoció el caso por una filtración lograda por el servicio secreto ruso. El informe vincula que este antiguo dispositivo volador tendría al menos 5 mil años de antigüedad, y tiene un escudo de energía protector que mantiene a raya a aquellos que tratan de extraerlo. Los investigadores que visitaron la misteriosa cueva más tarde describieron el hallazgo como un "Vimana" encerrado en una "capsula del tiempo" y reconocieron que la desaparición de los ocho soldados estadounidenses está directamente relacionada con este descubrimiento de otro mundo. Lo que nunca se pudo saber es qué sucedió con el aparato, y cuánto se pudo avanzar en el análisis de su tecnología, materiales de construcción y si es que se llegó a poner en marcha. De acuerdo con los relatos antiguos que se encuentran en la epopeya sánscrita, “El Mahabharata”, un Vimana mide doce codos de circunferencia, con cuatro ruedas sólidas. El texto también describe el mecanismo ofensivo colocado en el que incorpora “misiles ardientes” y otras armas mortales que se activan a través de un “reflector” circular que produce un “rayo de luz” que, cuando se centra en cualquier diana biológica, la consume inmediatamente con su poder. Por lo tanto, ¿podría ser que esta fuerza de desintegración del Vimana la responsable de la misteriosa desaparición de los soldados estadounidenses? Aunque esta historia es incomprobable para nuestra lógica terrestre, es muy posible que este tipo de dispositivos voladores antiguos existieran en el pasado, dado que recientes documentos hallados así lo demuestran. En ese contexto, los chinos desenterraron ciertos documentos en sánscrito en Lhasa, región del Tíbet. Traducidos en la Universidad de Chandrigarh, los textos contienen instrucciones para construir naves espaciales interestelares. Además, ofrece datos adicionales acerca de su sistema de propulsión que se basa en un concepto anti-gravitatorio sobre la base de un sistema análogo llamado “laghima”, una extraña fuerza emanada desde el ego existente en la estructura fisiológica del hombre, Lo que, descrito en otras palabras, podría traducirse como una fuerza centrífuga demasiado potente como para contrarrestar toda la fuerza gravitacional. Según los yoguis hindúes, fue esta “laghima” la que permitía a una persona levitar. Los investigadores expresaron que a bordo de estos dispositivos llamados “Astra” en los textos, los antiguos indios podrían haber enviado un grupo de hombres a cualquier planeta. Si aquel hallazgo resulta ser auténtico, entonces se trata de una herramienta muy poderosa. Se conoció asimismo que los escritos antiguos que se encontraron dentro de la cueva afgana, aseguran que este Vimana pertenecía a un gran líder religioso del pasado, el gran profeta Zoroastro, fundador del zoroastrismo - que era la religión oficial de Persia y cuya extensión llegaba hasta la India -el cual vivió en la parte oriental del imperio en el siglo X antes de Cristo, pero la religión que lleva su nombre no es reconocido por la historia moderna hasta el siglo IV a.C. En consecuencia, el Vimana descubierto en el interior de la cueva afgana podría haber pertenecido a este líder religioso, lo que explica el mecanismo de defensa hostil que posee dentro. Tal vez los antiguos Vimana que se describen en los antiguos textos hindúes sean sólo una de las muchas piezas de tecnología perdida a la que culturas antiguas de todo el mundo tuvieron acceso. Curiosamente, hace poco tiempo, un grupo de investigadores chinos encontraron lo que parecen ser unos planos para la construcción de naves espaciales interestelares, utilizando métodos de propulsión antigravitacionales. El presunto manuscrito escrito en el siglo IV A.C. fue descubierto en Lhasa Tabet por investigadores chinos. Muchos creen que estos antiguos documentos, traspasarían las fronteras de la ciencia moderna y reescribiría la historia, ya que se cree que son parte de una colección mucho más grande de los antiguos escritos sánscritos que describen los antiguos Vimana y los diferentes sistemas de propulsión utilizados por ellos. Existen numerosos textos antiguos que los describen perfectamente y su extraordinaria capacidad de viajar no sólo por todo el planeta, sino que también al espacio exterior.