TIEMPOS DEL MUNDO

jueves, 6 de mayo de 2021

¿CUANTO FALTA PARA EL PRIMER ENCUENTRO?: Científicos sugieren que podría suceder en el 2026

Desde inicio de los tiempos los humanos están convencidos que no estamos solos en el universo, y confirmando esa tendencia, el año pasado varios científicos admitieron que podría haber docenas de civilizaciones extraterrestres no muy lejos de la Tierra. Algunos de ellas incluso pueden estar lo suficientemente avanzadas como para - si quisieran - comunicarse con nosotros. En efecto, según un estudio publicado en la revista científica The Astrophysical Journal, científicos de la Universidad de Nottingham estimaron que hay un mínimo de 36 civilizaciones extraterrestres inteligentes en la Vía Láctea. Incluso aseguraron que la estimación era en realidad conservadora: se basaron en la suposición de que la vida inteligente se forma en otros planetas de una manera similar a como lo hace en la Tierra, usando lo que ellos llaman el Principio Astrobiológico de Copérnico. Los investigadores asumieron que la Tierra no es especial: si un planeta similar a la Tierra se forma en una órbita similar alrededor de una estrella parecida al Sol, albergando una civilización que se desarrolla tecnológicamente de manera similar a los humanos, habría aproximadamente 36 civilizaciones parecidas a la que se desarrolla en la Tierra en nuestra galaxia. ¿Entonces donde se encuentran? Al parecer, dentro de cuatro años saldremos de dudas, ya que la existencia de vida en otro planeta podría demostrarse en el 2026 gracias a un nuevo telescopio que podría detectar firmas hechas por criaturas vivientes. Una investigación de la Universidad Estatal de Ohio, EE.UU., presentada en la reunión de abril de la Sociedad Estadounidense de Física, muestra que el telescopio espacial James Webb de la NASA podría detectar una señal de vida en otros planetas en tan solo 60 horas. La estudiante de postgrado Caprice Phillips explicó que los resultados de su estudio muestran que podemos ‘encontrar de manera realista signos de vida en otro planeta en los próximos 5 a 10 años’. Phillips calculó que cuando el telescopio espacial James Webb se lance en octubre, podría detectar amoníaco alrededor de planetas enanos gaseosos después de unas pocas órbitas. Cabe destacar que ninguna de estas supertierras o minineptunos existen dentro de nuestro sistema solar, por lo que los científicos intentan determinar si sus atmósferas contienen amoníaco y otros signos potenciales de seres vivos. Phillips y su equipo modelaron cómo los instrumentos de James Webb responderían a las diferentes nubes y condiciones atmosféricas en un planeta enano gaseoso. Luego produjeron una lista clasificada de dónde debería buscar vida el telescopio, creando un conjunto potencial de objetivos para las primeras observaciones. “La humanidad ha contemplado las preguntas, ¿Estamos solos? ¿Qué es la vida? ¿Es la vida en otros lugares similar a la nuestra?”, dijo Phillips. “Mi investigación sugiere que, por primera vez, tenemos el conocimiento científico y las capacidades tecnológicas para comenzar de manera realista a encontrar las respuestas a estas preguntas”. Como sabéis, existen algunos tipos diferentes de planetas que no se encuentran en el sistema solar, incluidas las súper Tierras, los Júpiter calientes, los planetas hinchados y los mundos denominados ‘minineptuno’. Este último tipo, también conocido como planeta enano gaseoso o de transición, es menos grande que Neptuno pero es similar al mundo helado en términos de atmósfera y temperatura. Es un planeta gaseoso que tiene un núcleo rocoso rodeado por una gruesa envoltura de hidrógeno, helio y otras sustancias químicas, con un radio de hasta cuatro veces el de la Tierra. Debido a la gravedad más fuerte que la Tierra, esta clase de exoplanetas puede retener una atmósfera considerable dominada por hidrógeno que puede albergar vida extraterrestre. Precisamente, el telescopio espacial James Webb, que se lanzará a finales de este año, ofrecerá una visión sin precedentes de la composición atmosférica de los planetas enanos gaseosos. Las atmósferas de los mundos objetivo tienen una química completamente diferente a la de un planeta habitado similar a la Tierra con una atmósfera oxidante. Para su estudio, Phillips investigó la detectabilidad del amoníaco, una posible firma biológica, en las atmósferas de siete planetas enanos gaseosos potencialmente habitables. Esto se basó en el uso de varios instrumentos que operarán en el telescopio espacial James Webb cuando esté activado. “Usamos el paquete de código abierto petitRADTRANS y PandExo para modelar las atmósferas de los planetas y simular las observaciones del telescopio espacial James Webb”, continuó explicando Phillips. Consideraron diferentes escenarios al variar las condiciones de las nubes, los pesos moleculares medios y las proporciones de mezcla de amoníaco. Esto les permitió definir una métrica para cuantificar la importancia de la detección y proporcionar una lista clasificada para observaciones en busca de biofirma en planetas enanos gaseosos. En general, es difícil buscar las diminutas moléculas de amoníaco en la atmósfera densa de hidrógeno debido al “ruido” de fondo. Con unas diez órbitas del sol, los científicos tendrán suficientes datos de James Webb para decir si una enana gaseosa alberga vida extraterrestre. El telescopio espacial no estará en órbita alrededor de la Tierra, como el telescopio espacial Hubble, sino que en realidad orbitará el Sol, a 1 millón de kilómetros de la Tierra. “El estudio muestra que la búsqueda de biofirma ahora es factible con una inversión razonable de tiempo del telescopio espacial James Webb”, aclaró la NASA. Lo que tiene de especial esta órbita es que permite que el telescopio se mantenga en línea con la Tierra mientras se mueve alrededor del Sol. Esto permite que el gran parasol del satélite proteja el telescopio de la luz y el calor del Sol y la Tierra.” Por ello, parece ser que el momento de la “Gran Revelación” se acerca, y ya tenemos fecha: 2026. Ese será el momento en que por fin sabremos ‘oficialmente’ si estamos o no solos en el universo... Aunque creo que ya sabemos la respuesta.