Por lo visto, la NASA pretende darnos la noticia en pequeñas dosis, como preparándonos para lo inevitable. Y es que el último “hallazgo” de la agencia espacial estadounidense acerca del Planeta Rojo hace pensar que el siguiente paso debe ser la confirmación de vida extraterrestre. Se sospechaba su existencia desde hace mucho tiempo, pero no se había podido probar. “Hay más humedad de la que podríamos haber pensado”, aseguró Jim Green, director del Programa de Ciencia Planetaria de la NASA, quien reconoció que aún faltan cosas por estudiar sobre el importante hallazgo. “Aún no entendemos bien qué ocurre, pero hoy sabemos que Marte no es el planeta seco que pensábamos. Bajo ciertas circunstancias, hay agua líquida en Marte” aseveró. Todo esto hace pensar más allá. ¿Hay vida en el Planeta Rojo? El cine nos ha hecho pensar tantas veces que si, que ahora su confirmación genera mas inquietud acerca de su existencia. Sin embargo, no es la primera vez que se anuncio el descubrimiento de agua en Marte. Desde los años 70, las sondas espaciales han proporcionado indicios de que este líquido imprescindible para la vida fluyó en algún momento sobre el planeta rojo. En tiempos más recientes, las imágenes han permitido deducir que el agua no solo es cosa del pasado y han permitido continuar encontrando titulares sobre el hallazgo de agua en Marte. La sonda Mariner 9 llegó a Marte en 1971. Gracias a ella se obtuvieron imágenes de cañones y lechos de ríos que sugerían que el agua había fluido sobre la superficie de aquel planeta que ahora parecía estéril. Los satélites orbitales de las misiones Viking ampliaron la información de la Mariner 9 y encontraron multitud de formaciones que suele producir a su paso el agua. Además, observaron que el polo norte contenía una gran cantidad de agua helada. En tierra, los robots también realizaron análisis del suelo que indicaban que podía haber agua en el presente, pero los datos no se consideraron concluyentes. A partir de los años noventa, nuevas misiones más sofisticadas comenzaron a proporcionar mapas de gran precisión de la superficie marciana, y en la década siguiente se han acumulado los anuncios del hallazgo de agua en Marte en distintas formas. En el 2002, la NASA afirmaba que su sonda Mars Odyssey había encontrado hielo en el subsuelo marciano como para llenar dos veces el lago Michigan, y que, probablemente, se trataba solo de la punta del iceberg. En el 2004, la agencia espacial de EE UU anunció que su rover Opportunity había obtenido pruebas sobre el terreno de que el agua líquida había sido abundante en el pasado de Marte, y poco después comenzaron a aparecer indicios de que también podía existir en el presente. En el 2006, después de comparar imágenes tomadas durante 10 años por la sonda Mars Global Surveyor, encontraron barrancos nuevos que podían haber sido fruto de torrentes de agua. Esta interpretación, que fue recogida por The New York Times como “las pruebas más sólidas hasta el momento de que el agua fluye en Marte”, ya había aparecido en el año 2000 con un análisis similar de imágenes de la misma sonda. En 2008, este mismo periódico publicaba que “La NASA confirma que hay agua en Marte”. Entonces, la noticia se refería al trabajo de la sonda Phoenix. Su brazo robótico había depositado una muestra del suelo marciano en un instrumento que había identificado vapores de agua. En el 2011, se publicaron nuevos indicios de que el agua corría sobre Marte. Entonces, las imágenes procedían de la sonda Mars Reconnaissance Orbiter (MRO), y se trataba de miles de rastros oscuros que aparecen sobre la superficie de algunas pendientes del planeta en los periodos cálidos. Entonces, como en el descubrimiento anunciado el lunes, se hacía referencia a la presencia de sales en el agua, una circunstancia que permitiría que el hielo se derritiese a una temperatura menor. Es por ello que el hallazgo anunciado por la NASA es uno más de una serie en la que se van acumulando pruebas de que el líquido fundamental para la vida continúa corriendo por Marte, pero es probable que no sea la última vez que la agencia espacial estadounidense se pronuncie acerca de su existencia. A partir de ahora, esos lugares servirán para orientar a los científicos sobre los mejores lugares en los que buscar la existencia de vida extraterrestre. Entonces, los titulares se dedicarán a ese descubrimiento excepcional, pero tampoco serán del todo nuevos, ya que se sospecha de antemano que no estamos solos en el universo. Solo falta la confirmación oficial y quizás no tarden mucho en darlo a conocer al mundo.