TIEMPOS DEL MUNDO

lunes, 6 de agosto de 2012

NADA NI NADIE PODRIA EVITARLO: Salvar al planeta de una colisión cósmica es científicamente imposible


Muchos recuerdan que en la película Armageddon realizada en 1998, Bruce Willis - un ingeniero de una plataforma de perforación de petróleo - aterriza en la superficie de un asteroide disparado hacia la Tierra, taladra el centro del mismo y hace estallar un arma nuclear, dividiendo el asteroide por la mitad, cuyas piezas resultantes pasan a ambos lados de nuestro planeta, salvándolo de su destrucción. Nada más lejos de la realidad, según una investigación realizada por la Universidad de Leicester (Reino Unido), que asegura que esa técnica no podría funcionar de ninguna manera. De acuerdo con antiguas profecías, estas afirman que un asteroide - o quizá un planeta - podría estar en camino para acabar con el mundo el 21 de diciembre de 2012. Sea cierto o no este vaticinio, si una roca espacial realmente se cruzara en nuestro camino, ¿podríamos desviar su curso de colisión? Para la Universidad de Leicester la respuesta es definitivamente no, ya que humanidad no dispone de una bomba lo suficientemente potente para ello y es que para ser efectivo, el dispositivo tendría que ser alrededor de mil millones de veces más fuerte que la mayor bomba detonada en la Tierra, la bomba de hidrógeno de 50 megatones rusa llamada «Gran Iván» o «bomba del Zar», a fin de salvar al mundo de un asteroide de tamaño similar. Para ello, se ideo una fórmula para encontrar la cantidad total de energía cinética que se necesita en relación con el volumen de los asteroides, su densidad, el radio de distancia de seguridad -que se tomó como el radio de la Tierra más 643 km-, la velocidad del asteroide antes de la detonación y su distancia de la Tierra en el momento de la detonación. Utilizando las medidas y las propiedades del asteroide como se indica en la película, la fórmula reveló que serían necesarios 800 billones de terajulios de energía para dividir el asteroide en dos y salvar de esa manera a la Tierra. Sin embargo, la producción total de energía del «Gran Iván» solo llega a 418.000 terajulios. Los investigadores creen que habría que construir una bomba cerca de mil millones de veces más fuerte que el arma más poderosa jamás construida pero actualmente no disponemos ni por asomo de la tecnología para hacerlo. También señalan que previamente se tendría que detectar el asteroide mucho antes de su llegada a nuestro sistema solar para tener alguna posibilidad de conjurar el peligro. Además de esto, una vez descubierta la amenaza, habría que localizar milimétricamente el punto exacto en el asteroide del lugar en el cual se detonaría la bomba, algo materialmente imposible de realizar ya que no habría tiempo para hacerlo porque generalmente, cuando un meteorito se aproxima al Tierra, su presencia recién es detectada cuando se encuentra demasiado cerca al planeta y seria sumamente peligroso hacer detonar una bomba, porque lo mas probable es que se partiera en miles de pedazos y caerían como bólidos uno detrás de otro trayendo la muerte y destrucción. Una cosa son las fantasías de finales felices propalada por Hollywood, y otra muy distinta la cruda realidad. Si un fatídico día descubrimos que un asteroide o un planeta se dirigen hacia la Tierra, habrá llegado nuestra hora y nada de lo que hagamos nos salvaría de nuestro destino.