TIEMPOS DEL MUNDO

jueves, 31 de agosto de 2023

DESPEJANDO LA INTERROGANTE: ¿Es posible la existencia de vida extraterrestre en ‘el gemelo malvado’ de la Tierra?

Como sabéis, Venus presenta algunas similitudes con la Tierra en cuanto a tamaño, masa y composición. No obstante, ambos planetas son totalmente diferentes en condiciones térmicas y atmosféricas, dado que la temperatura promedio en la superficie venusiana es de alrededor de 465 ºC, mientras que la presión es 92 veces mayor que la terrestre. Asimismo, se tiene evidencia de que su atmósfera es altamente corrosiva, debido a que está compuesta principalmente de ácido sulfúrico, lo que afecta considerablemente a muchos materiales que se utilizan en la fabricación de naves espaciales, como el cobre. Las pocas que pudieron posarse en su superficie hasta el momento como las Venera rusas hace 54 años, se desintegraron al cabo de una hora, aunque antes pudieron enviar imágenes del lugar. Debido a su entorno hostil, Venus es considerado como el 'gemelo malvado' de la Tierra. Sin embargo, la científica del Centro de Vuelos Espaciales Goddard de la NASA, Michelle Thaller, reveló durante una entrevista con el diario The Sun, publicada este miércoles, que se detectaron "posibles signos de vida en la atmósfera de Venus". Asimismo, explicó que se observó que hay elementos en la densa capa de gases, que rodea al segundo planeta del sistema solar, "que podrían producir bacterias". Anteriores estudios sugirieron que Venus tiene el potencial para el desarrollo de vida microbiana, como bacterias y otros organismos. A pesar de las condiciones extremas de su superficie, se piensa que las características presentes en la espesa capa de nubes venusianas permiten el crecimiento de algunas formas de vida microbiana: disponibilidad de luz solar, nutrientes y algo de agua. Los autores de dichas investigaciones detallaron que, cuando el suelo de Venus se volvió más árido, los microorganismos pudieron haber migrado a la atmósfera, en donde hay condiciones más tranquilas y menos extremas. Esta situación puede explicar por qué estos diminutos seres vivos pudieran estar a la deriva, ubicadas a grandes alturas a salvo de su corrosiva atmosfera. Por otro lado, Thaller también propuso que probablemente hubiera vida microbiana "debajo del hielo en las lunas heladas de Júpiter y Saturno". Pese a sus planteamientos, la especialista de NASA reiteró que aún no se tienen "pruebas absolutas" que demuestren completamente la existencia de seres vivos extraterrestres en el sistema solar. "¿Creo que hay vida ahí fuera? Absolutamente. Solo es cuestión de tiempo", concluyó. En efecto, se descubrió que Venus puede tener fotosíntesis durante las 24 hs y, además, vida microbiana. A estas conclusiones arribo un esperanzador estudio realizado por Rakesh Mogul, profesor de bioquímica en la California State Polytechnic University (CalPoly Pomona), y autor principal de un estudio publicado en Astrobiology. Este trabajo analizó la idoneidad de las nubes de Venus y dejo abierta una posibilidad al desarrollo de circunstancias propicias para la vida. La luz solar que se filtra a través de las nubes de Venus podría apoyar la fotosíntesis, similar a la que sucede en la Tierra en las capas de nubes. Este trabajo dio un giro fascinante a lo que se sabía hasta ahora. Los científicos descubrieron que la fotosíntesis puede continuar durante la noche debido a la energía térmica o infrarroja que se origina en la superficie y la atmósfera. En este hábitat, la energía de la luz estaría disponible tanto por encima como por debajo de las nubes, lo que podría proporcionar a los microorganismos fotosintéticos amplias oportunidades para diversificarse a través de las capas de nubes. Tanto la radiación solar como la térmica en las nubes de Venus poseen longitudes de onda de luz que pueden ser absorbidas por los pigmentos fotosintéticos que se encuentran en la Tierra. En Venus no sólo todo está dado para que haya fotosíntesis, sino también hay condiciones químicas potencialmente susceptibles al crecimiento de microorganismos. Según Mogul y su equipo, la fotosíntesis podría ocurrir las 24 horas del día en las nubes de Venus y las nubes medias y bajas reciben energía solar similar a la superficie de la Tierra. Como en la Tierra, los fotótrofos hipotéticos en las nubes de Venus tendrían acceso a la energía solar durante el día. El estudio también encontró que luego de filtrarse a través de la atmósfera de Venus, la dispersión y la absorción eliminan la luz solar de gran parte de la radiación ultravioleta (UV) que es dañina para la vida, proporcionando un beneficio como la capa de ozono de la Tierra. Yeon Joo Lee, coautor del estudio, usó un modelo de transferencia radiativa para mostrar que las capas de nubes medias e inferiores actuales sobre Venus reciben significativamente menos UV, 80-90% menos de flujo en el UV-A en comparación con la superficie de la Tierra, y están esencialmente empobrecidos de radiación en los rayos UV-B y UV-C, que representan los componentes más dañinos de los rayos ultravioleta. Por otra parte, los flujos de fotones de la atmósfera y la superficie de Venus son superiores a los que se registran en espacios de poca luz en el planeta Tierra. Para medir el potencial fotosintético nocturno de Venus, a través de la energía térmica, el equipo dirigido por Mogul comparó los flujos de fotones que se elevan desde la atmósfera caliente y la superficie de Venus con los flujos de fotones medidos dentro de los hábitats fototróficos de poca luz en la Tierra: respiraderos hidrotermales en el East Pacific Rise, donde se informa que las emisiones geotérmicas apoyan la fototrofia a profundidades de 2.400 metros, y el Mar Negro, donde los fotótrofos alimentados por energía solar se encuentran a profundidades de 120 metros. El trabajo de Mogul y equipo se opone a las conclusiones que a mitad de este año arrojaron un estudio del microbiologista John Hallsworth, quien concluyó que las nubes de Venus “eran demasiado secas para albergar vida terrestre”. Para Rakesh Mogul, las nubes de Venus podrían estar compuestas en parte de formas neutralizadas de ácido sulfúrico, como el bisulfato de amonio. Estas condiciones químicas exhibirían actividades de agua dramáticamente más altas en comparación con los cálculos de Hallsworth y acidez mucho más baja en comparación con los modelos actuales para Venus. "Nuestro estudio proporciona un apoyo tangible para el potencial de fototrofia y/o quimiotrofia por microorganismos en las nubes de Venus", sostuvo el bioquímico Mogul en un comunicado. "Los niveles de acidez y actividad del agua se encuentran potencialmente dentro de un rango aceptable para el crecimiento microbiano en la Tierra, mientras que la iluminación constante con rayos UV limitados sugiere que las nubes de Venus podrían ser acogedoras para la vida. Creemos que las nubes de Venus serían un gran objetivo para la habitabilidad o misiones de detección de vida, como las que se planean actualmente para Marte" puntualizo.