TIEMPOS DEL MUNDO
viernes, 16 de noviembre de 2012
FOO FIGHTERS: El misterio de los OVNIS construidos por los nazis
La capacidad tecnológica de la Alemania nazi es algo que nunca se ha puesto en duda. En efecto, no sólo disponían de carros de combate de última generación, sino que, según cuentan algunos documentos de guerra, los ingenieros de Hitler llegaron incluso a construir naves con forma de platillos voladores y unas extrañas «bolas luminosas» que tenían la capacidad de volar y seguir a los cazas enemigos para desconcentrarlos durante el vuelo A pesar de lo extraño que pueda parecer, no es raro pensar que se pudieran haber llevado a cabo pruebas para dar forma a unos objetos voladores no identificados en Alemania. Y es que Adolf Hitler, como demuestra su búsqueda de la lanza con la que atravesaron a Cristo en la cruz o la del Santo Grial, estaba obsesionado con obtener cualquier poder paranormal que pudiera usar en contra de sus enemigos. En este caso, la fuerza radicaría en usar estos objetos volantes nunca antes vistos para sembrar el pánico entre sus adversarios basándose en viejos miedos que aflorarían nada más ver sus curiosas creaciones. Al parecer, el Fuhrer alemán no iba desencaminado, pues el terror ante la posible aparición de extraterrestres es algo que aún hoy nos quita el sueño. Una de las historias que avalan la creación de OVNIS por los nazis ha sido la de los "Foo Fighter", unas pequeñas esferas incandescentes que, según relataron varios pilotos aliados, les seguían durante el vuelo a pesar de no tener tripulantes. Estos extraños objetos han hecho correr ríos de tinta por su misterio y el miedo que desencadenaban entre los aviadores contrarios al régimen nazi, siempre acongojados durante los vuelos de bombardeo en territorio alemán. Se trataban de unos objetos, normalmente esféricos, de diversos tamaños, que podían ir desde unos centímetros de diámetro a tener el aspecto de un gran globo, y emitían un brillo extraordinario. Su color también variaba; podía ser rojo, naranja o azul, aunque solía ser blanco o plateado. Al parecer, estas esferas aparecían súbitamente en el cielo durante las misiones de bombardeo que se llevaban a cabo en la Alemania nazi. En cuanto fueron vistas en unas pocas ocasiones, los soldados decidieron ponerles este nombre en recuerdo de una serie de entretenimiento de la época. Estos objetos se comportaban de un modo imprevisible y desconcertante. Se colocaban al lado de los aviones aliados y les acompañaban durante un tramo. Si el aparato conseguía burlarles, en segundos la bola luminosa volvería a seguirlo de cerca, ejecutando maniobras imposibles para la tecnología de la época. La primera referencia a los "Foo Figthers" se remonta al 13 de febrero de 1944. Ese día, el Cuartel General Supremo de la Fuerza Expedicionaria Aliada (SHAEF) en París envió a los medios de comunicación una nota de prensa que hacía referencia a la aparición de ‘una nueva arma alemana en el frente aéreo occidental’ En términos de ese comunicado, los aviadores norteamericanos habían hallado durante una acción de bombardeo unas «esferas de color plateado en el espacio aéreo alemán, parecidas a las bolas que adornan los árboles de Navidad. El nuevo artefacto parecía ser ‘un arma de defensa antiaérea, aunque no hay información de cómo se sostiene, que hay en su interior o para qué sirve en realidad’», decía la nota. Sin embargo, los avistamientos de estas misteriosas esferas decayeron hasta el 2 de enero de 1945, día en que el diario norteamericano Herald Tribune que publicó un texto explicando los diferentes tipos de "Foo Fighters" que los aviadores habían visto hasta ese momento: "No explotan ni nos atacan, solamente parecen seguirnos como fuegos fatuos" explico un piloto. Con la victoria aliada, el interés por este fenómeno decayó. Sin embargo, en diciembre de ese mismo año, el investigador Jo Chamberlin volvió a sacar a colación el tema al escribir un artículo titulado «El misterio de los "Foo Fighters", publicado en la revista American Legion Magazine. Chamberlin había recopilado las descripciones de varios pilotos que decían haber sido testigos de aquellos artefactos. Para este autor, ninguna razón convencional podía explicar las inverosímiles evoluciones de aquellas luces, ni tan siquiera el que se tratase de un dispositivo para desorientar a los radares. Su conclusión fue tajante: estos objetos eran realmente armas nazis. Para ello se basó en la idea de que las luces voladoras «desaparecieron cuando las fuerzas de tierra aliadas capturaron el área al este del Rin. Ésta era conocida por ser la localización de muchos centros de experimentación alemanes. Según Chamberlin, los militares aliados no estaban dispuestos a hacer públicas las informaciones con que contaban sobre el origen de estas avanzadas armas, por lo que su origen “permanecerá oculta durante mucho tiempo, posiblemente para siempre” aseveró. Otro de los secretos alemanes, incluso más conocida que la anterior, es la creación de unos extraños artefactos por los nazis a partir de 1940 – a los cuales ya le dedique una entrada y cuyo enlace encontrarán al final de la nota- que tenían una forma ovalada y alcanzarían una velocidad de nada menos que 2092 kilómetros por hora en sólo tres minutos a través de la propulsión de unos motores anti gravitatorios y como según informa el Daily Mail, iban a ser utilizados para atacar Londres y New York. Lamentablemente llegaron tarde y no pudieron cambiar el curso de la guerra, por lo que los alemanes decidieron destruirlos junto a los "FooFigthers" para evitar que cayeran en manos enemigas, pero como sucedió con los cohetes V-2 tal vez se pudieron capturar algunas. A esto hay que agregar que los científicos encargados de estos proyectos fueron llevados a Estados Unidos para utilizar allí la misma tecnología, lo que explicaría la masificación en los avistamientos de OVNIS tras la II Guerra Mundial. Sin embargo, cabe recalcar que el avistamiento de OVNIS en anterior a los nazis, por lo que su verdadero origen es un misterio sin resolver.