Este extraño incidente ocurrió en Rusia en el 2007 y que a diferencia de encuentros similares con otros seres alienígenas, tuvo un final insólito. En efecto, según informa esta semana The Moscow Times, recordando lo sucedido, en aquel año, luego de una fuerte tormenta en el mar de Azov, los residentes de una aldea de la región de Rostov, en Rusia, capturaron una extraña criatura parecida a un tiburón que producía extraños chillidos. Los pescadores creyeron originalmente que habían atrapado a un extraterrestre y decidieron filmar al monstruo con la ayuda de un celular con cámara fotográfica. La película muestra claramente la cabeza, el cuerpo y la larga cola de la criatura de origen desconocido, la cual pesaba casi 100 kilogramos. Sin embargo, los ufólogos y científicos se decepcionaron grandemente cuando descubrieron que los pescadores se habían comido al monstruo. Dijeron que a pesar de su intimidante aspecto, no estaban asustados por la criatura así que decidieron utilizarla como alimento. Uno de los hombres dijo que fue el plato más delicioso que había comido en toda su vida. Al respecto, el Presidente del Servicio de Fenómenos Anómalos, Andrei Gorodovoi, indicó que la criatura, que él pudo ver en el vídeo, era un ser anómalo. Sin embargo, difícilmente podría ser descrito como una forma de vida extraterrestre, agregó. Gorodovoi también rechazó la versión de que se trataba de una sirena. “Hay muchas leyendas sobre las sirenas que viven en el mar de Azov. Sin embargo, los especialistas del Servicio de Fenómenos Anómalos nunca han confirmado esos cuentos de hadas. Sin embargo, no negamos la posibilidad de otras formas de vida en el mar de Azov, desconocidas para la ciencia”, dijo el ufólogo. Un portavoz del parque zoológico de Rostov, Alexander Lipkovich, contactó en esa oportunidad con ictiólogos locales y les preguntó su opinión sobre el extraterrestre de Azov. “Dijeron que el pez se parece a un esturión. Era una criatura extremadamente interesante. Nunca he visto algo similar en toda mi vida”, dijo el especialista, lamentando no haberla tenido en sus manos para estudiarla con detenimiento y saber finalmente su verdadero origen y de donde provenía, si era realmente un ser alienígena o el producto de una mutación genética. Han pasado siete años de aquel incidente y nunca mas se volvió a encontrar una criatura semejante. Venga ya, vaya uno a saber que secretos nos quedan aún por descubrir en los lugares más remotos y recónditos de nuestro planeta.
