TIEMPOS DEL MUNDO

jueves, 5 de septiembre de 2019

UN SUEÑO LARGAMENTE ANHELADO: ¿Es posible expandir la vida humana más allá de la Tierra?

En el Sistema Solar encontramos tres familias de planetas: gigantes gaseosos y fríos similares a Júpiter, compuestos por hidrógeno y helio; análogos a Neptuno, también fríos pero menos masivos y en donde se pueden encontrar distintos tipos de hielos; y rocosos, con densidades significativamente superiores al agua. Los dos primeros tipos se encuentran alejados del Sol, mientras que los similares a la Tierra están situados relativamente cerca. La cantidad de energía que llega hasta Venus, nuestro planeta y Marte es la adecuada para posibilitar la presencia de agua líquida en la superficie, si otras condiciones fueran adecuadas. Sin embargo, un "efecto invernadero" ha provocado que la atmósfera de Venus tenga unas condiciones verdaderamente infernales, mientras que Marte, aunque contiene agua en su superficie, carece de otras características que favorecen la sostenibilidad de actividad biológica, como puede ser la tectónica de placas o un campo magnético global. Júpiter y Saturno poseen cohortes de satélites con características muy variadas. Dos de ellos, Europa y Encelado, tienen envolturas de hielo y posiblemente inmensos océanos bajo la superficie. En nuestra galaxia existen unos 200.000 millones de estrellas y creemos que una fracción muy relevante alberga planetas, que serían en su mayoría distintos a los del Sistema Solar. Desde el descubrimiento del primer exoplaneta en 1995 hemos descubierto varios millares de ellos y la posibilidad de que se haya desarrollado vida en esos mundos ha crecido significativamente. Como ejemplos exóticos, conocemos planetas que orbitan alrededor de tres estrellas, que tienen atmósferas de compuestos metálicos e incluso que giran alrededor de una estrella de neutrones, el resto hiper-denso que permanece tras una explosión catastrófica. También se han detectado y estudiado decenas de planetas rocosos. Algunos poseerían atmósferas, otros estarían cubiertos completamente por inmensos océanos y algunos estarían en la denominada zona de habitabilidad, lo que posibilitaría el desarrollo de actividad biológica. De hecho, algunos de los planetas más interesantes se encuentran orbitando alrededor de estrellas frías y cercanas, tales como Trappist-1 o Próxima Centauri, nuestro primer vecino estelar. GJ1132 b es otro de estos sugestivos astros: su estrella se encuentra a 40 años-luz, es mucho más pequeña y fría que el Sol, el planeta orbita a su alrededor en solo 1,6 días frente a los más de 365 días del año terrestre, pero pesar de ello se ha detectado su cobertura gaseosa. Esta variedad de exoplanetas permite interrogarnos sobre la posibilidad de encontrar mellizos de la Tierra y vida en ellas. También sobre la conveniencia de un éxodo. Nuestro entorno es frágil, tanto por las consecuencias de nuestra actividad como por la hostilidad del universo. Los registros geológicos nos muestran que ha habido extinciones masivas debidas a eventos astronómicos y, por otra parte, la posibilidad de que causemos nuestra propia destrucción por un conflicto nuclear, crece sustancialmente a medida que pasan los años. No es de extrañar por ello quelas primeras voces que piden la expansión fuera de nuestro planeta para asegurar la supervivencia de nuestra especie ya se han manifestado. Como recordareis, el desaparecido físico y divulgador Stephen Hawking afirmó en reiteradas ocasiones: "La expansión en el espacio cambiará completamente el futuro de la humanidad… Nos estamos quedando sin espacio y los únicos sitios a los que se puede ir son otros mundos… La expansión es la única cosa que nos puede salvar de nosotros mismos. Estoy convencido de que los humanos necesitamos abandonar la Tierra… No tenemos otra opción", lo cual representa un gran desafío desde el punto de vista tecnológico y científico. Los primeros pasos ya se están dando. El proyecto más ambicioso es Breakthrough Initiatives, impulsado por Yuri Milner, Mark Zuckerberg y Stephen Hawking. Su programa Starshot pretende desarrollar micronaves interestelares del tamaño de tarjetas de crédito, que se lanzarían en gran número y que serían aceleradas hasta un 20% de la velocidad de la luz por rayos láser emitidos desde la Tierra. En su breve paso por sistemas planetarios próximos nos proporcionarían información sobre su habitabilidad. Tras esa primera etapa de detección de los primeros sistemas idóneos se debería producir la verdadera colonización. Los obstáculos son titánicos: hay problemas tecnológicos no resueltos y los recursos materiales, financieros y humanos requeridos son ingentes. La duración del propio viaje es una barrera difícilmente franqueable, ya que se trataría de éxodo que duraría centenares de años. Sin embargo, las tecnologías emergentes permitirían la colonización. La modificación de nuestros genes para adaptarnos a nuevos entornos o la posibilidad de incorporar elementos mecánicos a nuestra parte biológica, convirtiéndonos en cíborgs, nos abren múltiples oportunidades, pero también peligros. Pero existen alternativas. Eventualmente será técnicamente viable enviar nanorobots autoreplicadores que crearán toda la infraestructura necesaria en el planeta a colonizar, comenzando por un láser que desacelerará la segunda oleada de micronaves. Una vez que se establecieran todos los servicios necesarios, incluyendo terraformación, sería posible producir, a partir de la información de nuestro código genético y con compuestos inorgánicos, una nueva generación de seres humanos. Sería, por tanto, un verdadero nuevo comienzo ex nihilo. ¿Cuáles serían los cambios políticos necesarios para hacer viable esa expansión? ¿Qué elementos sociales se verían afectados de una manera irreversible? ¿Requerirá necesariamente la aceptación de implantes mecánicos que "aumentasen" nuestras capacidades fisiológicas o mentales? ¿Nos escindiremos en distintas especies separadas en un archipiélago estelar? ¿Merece la pena el esfuerzo y dejar de invertir estos recursos, por ejemplo, en la sostenibilidad de nuestras sociedades en la Tierra? Finalmente, ¿cuáles serán lo efectos para la gran mayoría, los que se quedarán atrás en nuestra frágil Tierra? Ellos estarían condenados a la extinción, pero con su sacrificio, se salvaría la especie humana de su desaparición.