TIEMPOS DEL MUNDO
jueves, 13 de octubre de 2022
SECTAS DEL DEMONIO: Heaven’s Gate
Heaven's Gate (Puerta del Cielo en inglés) fue el nombre que recibió una de las sectas más peligrosas y fanáticas de los EE.UU. durante las últimas décadas del siglo XX. Marshall Herff Applewhite, su fundador, creó un culto alienígena sin parangón en una sociedad estadounidense en pleno cambio, que vivía la Guerra Fría inmersa en el temor de un conflicto nuclear. Applewhite, natural de Texas, era conocido por su talento musical y dramático. Era un buen orador y solía impresionar al público con su imponente voz de barítono. Incluso intentó cumplir su sueño de convertirse en actor realizando varias actuaciones en Nueva York pero fracaso, por lo que regreso a Houston para dirigir el departamento de música en una universidad. Casado y con dos hijos, Applewhite se divorció en 1968 y dos años más tarde dejó su trabajo al sufrir una crisis nerviosa. Sin embargo, en 1972 conoció a Bonnie Nettles, una enfermera con profundas creencias bíblicas e interesada en lo paranormal. Pronto la pareja decidió autodenominarse como los dos elegidos mencionados en el libro del Apocalipsis y que debían cumplir una importante misión espiritual. Pasaron meses viajando por el país e infligieron multitud de leyes, ajenos a las normas terrenales, siendo Applewhite detenido y encarcelado por el robo de un coche en alquiler. Durante sus meses de confinamiento, su paranoia se desarrolló hasta llegar a autodenominarse como “un enviado extraterrestre a la Tierra con el objetivo de ayudar a las personas a alcanzar el cielo”. Para él, el cuerpo humano era tan sólo un vehículo terrenal del que era necesario deshacerse para alcanzar un nivel superior. De hecho, llegó a convencerse de que un OVNI pronto vendría a llevarlos de vuelta al cielo y así poder completar su misión. En concreto, el OVNI viajaría junto al cometa Hale-Bopp, uno de los más brillantes y mejor estudiados en las últimas décadas. Tras cumplir la condena, la pareja volvió a emprender sus viajes, impartiendo charlas y conferencias que dejaron una huella imborrable en la mayoría de los asistentes. Se dice que en una de aquellas citas, en la comunidad universitaria de Cañada College (California), más de la mitad del público se adhirió a la secta ese mismo día. La secta llegó a reunir a más de 200 acólitos. En Heaven's Gate se dirigían a sus discípulos como “tripulantes” y se les instruía para que abandonaran todos sus deseos, necesidades y conexiones con lo mundano: familia, amigos, medios de comunicación, sexo e incluso el vello facial. Con el paso de los años, la congregación llegó a reunir a más de 200 seguidores que trabajaban como misioneros propagando sus creencias fanáticas. Hasta que en la década de 1990, tras la muerte de su pareja, Applewhite decidió que el momento del ritual final había llegado. Antes de ello, grabó un video donde calificó los suicidios como la “salida final” del grupo y señaló que “odiaban este mundo con toda honestidad”. Es así como entre el 22 y el 23 de marzo de 1997, los 39 miembros de Heaven's Gate se suicidaron en un acto que representó su salida de la Tierra. De forma escalonada, los miembros ingirieron una combinación tóxica de barbitúricos y alcohol que produjo una ralentización considerable de su respiración. Un envenenamiento que facilitó su asfixia bajo bolsas de plástico que habían atado a sus cabezas momentos antes. De acuerdo a las costumbres del grupo, cada individuo llevaba un uniforme idéntico al de sus compañeros, pero en los últimos meses se habían añadido un pequeño parche con el mensaje “El Equipo de la Puerta Lejos del Cielo” que les identificaba como meros visitantes de nuestro planeta en lugar de habitantes. Además, para su último y fatal ritual se cubrieron con sudarios de color púrpura. Una elección que se asemeja a muchas costumbres funerarias de todo el mundo. Un color que coincidía con el de la fiesta de Pascua, tan popular en los EE.UU. y que también era el color favorito de Bonnie Nettles, la cofundadora de la secta que falleció de cáncer 12 años antes del suicidio en masa. Pero otro de los elementos que más llamó la atención de los investigadores fue el hallazgo de un billete de cinco dólares y tres centavos en el bolsillo de cada uno de los cadáveres, un detalle que más tarde se reveló como una práctica habitual para evitar ser abandonados y sin dinero para el transporte, algo que podría delatar cierta desconfianza entre los miembros. Los suicidios se realizaron de forma escalonada para asegurar la muerte de todos sus miembros. En concreto, fueron en tres oleadas: los miembros de cada oleada se duchaban y arreglaban una vez muertos sus compañeros, y les retiraban las bolsas de plástico y cuerdas de la cabeza. En concreto, Applewhite se quitó la vida durante el segundo día, acompañado de sus ayudantes más cercanos. Fue un ex-miembro de la secta quien encontró los 39 cuerpos, al recibir una carta en la que detallaba el emplazamiento elegido para el ritual. Es probable que el hecho más importante y perturbador sea la equivalencia de los suicidios con actos religiosos. Sus integrantes no lo entendieron como una muerte autoinfligida, sino como una especie de salvación o graduación con el propósito de obtener la liberación de su alma y así poder viajar al siguiente nivel en el cielo. Por lo tanto, si siguiese esta teoría, es evidente que los verdaderos suicidios los cometieron quienes se quedaron en la Tierra. Bajo la lógica de la secta, simplemente “dejaron” el mundo que habían rechazado durante tanto tiempo. Una trágica muestra de la delgada línea que nos separa de la locura.