Nacido en la ciudad suiza de Bülach, el reconocido ufólogo Billy Meier asegura que mantiene contacto con los extraterrestres de forma habitual. Durante la década de los 70, presentó gran variedad de material controvertido y respaldó su relación con una civilización alienígena llamada los plejaren con fotografías, videos y grabaciones de sonido. Según Billy, son humanoides de aspecto nórdico que vienen del Sistema Estelar de las Pléyades, un cúmulo estelar abierto en la constelación de Tauro, mejor conocido como las “Siete Hermanas”. Los astrónomos aseguran que se trata del cúmulo estelar más cercano a la Tierra (a 440 años luz de distancia) y puede ser visto a simple vista en el cielo nocturno; por ese motivo, algunas civilizaciones en la antigüedad le tenían un gran respeto y hacían diversas interpretaciones fantásticas. Ya para finales de los años 40, las personas comenzaron a asegurar que los “Pleyadianos” eran habitantes como de 1.80 o 2.10 metros, con cuerpos robustos, piel blanca, cabello rubio, ojos de color y cuerpos cubiertos por una especie de trajes, sin embargo, lo más importante era que venían con un mensaje. Según se relataba, estos extraterrestres querían comunicarse con nosotros para pedirnos que fuéramos una mejor especie y que cuidáramos al planeta, y aunque muchas personas no contaban con las pruebas de los encuentros, Meier aseguro que sí los tenía. En los años 70 saltó a la fama al compartir una serie de fotografías en las que se podían apreciar naves espaciales, llamadas beamships, y a los mismos seres alienígenas. Asimismo, había logrado grabar varios audios con los sonidos que producían e incluso presentó a un grupo de investigadores diversos metales provenientes según dijo, de esos lejanos lugares y que hasta la fecha continúan siendo objetos de gran polémica. Aunque Meier se hizo de una gran base de seguidores, hubo escépticos que afirmaron que sus pruebas eran “fraudulentas” e incluso aseguraron que las fotos que tomó durante sus presuntos viajes a través del espacio “fueron tomadas de libros y pantallas de televisión”. Aunque hasta la fecha Meier continúe siendo uno de los personajes mas controvertidos entre la comunidad mundial OVNI, nadie puede negar que varias de sus predicciones fueron acertadas: el asesinato de Juan Pablo I, las dos guerras de los EE.UU. en Irak, los terribles efectos del cambio climático, la superpoblación, la epidemia de SIDA, el SARS y el rápido brote del terrorismo islámico financiado por Washington en el siglo XXI como ISIS y Al Qaeda, sólo por mencionar algunos. Las predicciones de Billy Meier se caracterizan por ser detalladas y contener información específica, incluso con datos científicos y astronómicos. ¿Será por eso que intentaron asesinarlo en Suiza en 1997? Ahora, en el 2019, ha vuelto a la carga y ha profetizado que los extraterrestres le han advertido acerca del peligro que representa para la Tierra el asteroide Apophis - el 'Dios del Caos' - que se aproximara al planeta dentro de diez años. En efecto, según The Daily Express, Michael Horn, un científico investigador y representante de Meier, afirma que este fue contactado por los extraterrestres para advertirle sobre los peligros que supone para la humanidad la llegada de este cuerpo celeste. Horn reveló los alienígenas quieren que el mundo se una para desviarlo de su trayectoria, aunque la NASA ha insistido en que es muy poco probable que Apophis termine por impactar en la Tierra aunque aun así, lo han considerado un asteroide potencialmente peligroso, lo cual por cierto, ha generado mucha preocupación en la comunidad científica. Horn agrego: “Afortunadamente en 1981, Meier ya recibió esta información de parte de los alienígenas, quienes le dieron ideas de cómo poder evitar el desastre” aseveró. “Si bien hay quienes piensan que la solución seria volar en mil pedazos el asteroide, no es lo mas recomendable porque sus restos podrían caer a la Tierra, por lo que lo mas adecuado en estas circunstancias es tratar de desviarlo de su ruta, detonando una carga nuclear en un lugar especifico del asteroide para empujarlo fuera de su trayectoria, sin destruirlo”. Cuando se le preguntó por qué las conclusiones de Meier difieren con los de la NASA, Horn respondió: “La tecnología alienígena es infinitamente superior a la humana. Nos consideran primitivos y tratan de alertarnos ante el potencial peligro que amenaza al planeta” acotó. "Para demostrarlo, le dieron a Meier información específica sobre los impactos devastadores del asteroide Apophis décadas antes de que nuestros propios científicos la descubrieran y le explicaron los numerosos efectos posteriores. Apophis impactara en la Tierra creando un nuevo continente, abriendo una enorme grieta desde el Mar del Norte hasta el Mar Negro, desde donde arrojará lava candente y gases potencialmente venenosos que cubrirán el planeta, acabando con la vida en ella” puntualizó. Venga ya, ¿Cuánto de cierto hay en esta terrible predicción?
TIEMPOS DEL MUNDO
jueves, 28 de noviembre de 2019
jueves, 21 de noviembre de 2019
MORGAWR: El monstruo marino de Cornualles
A pesar de que numerosos científicos siguen mostrándose escépticos ante la existencia de monstruos subacuáticos, los informes sobre observaciones, algunos muy detallados, desde todos los rincones de la Tierra, continúan dando testimonio de gigantescas criaturas. Uno de los monstruos más activos de los últimos ańos es el que recibe el nombre de Morgawr (un dialecto córnico que significa “gigante de los mares”), el cual ha sido visto con frecuencia entre 1975 y 1976 junto a Falmouth Bay, en la costa de Cornualles (Gran Bretaña), describiéndose como un tronco con un cuello muy largo y una piel “como la del león marino”. Los pescadores de caballa locales culparon del mal tiempo y de la mala pesca a los supuestos avistamientos del monstruo. Algunas versiones de la historia dicen que el monstruo apareció luego de que el submarino alemán U28 torpedeó un barco mercante británico durante la Primera Guerra Mundial, y lo describe de 18,29 metros largo, con forma de cocodrilo, con cuatro patas palmeadas y una poderosa cola. Hay quienes especulan que el autor de Cornualles, Tony “Doc” Shiels inventó a la criatura, acuñando el nombre de “Morgawr” luego de afirmar haberlo visto en 1976. Según la historia, Shiels envió el periódico Falmouth Packet fotografías del monstruo atribuido a un individuo anónimo llamado “Mary F.”. En julio de ese mismo año, los pescadores John Cock y George Vinnicombe afirmaron haberlo avistado en las aguas de Lizard Point. También en 1976, Shiels dijo haber fotografiado a la criatura que yacía bajo en el agua cerca de Mawnan. Según algunas anécdotas, la escritora británica Sheila Bird afirmó haber visto al monstruo mientras caminaba por los acantilados de Gerrans Bay en 1985. En los años setenta del siglo pasado, el Morgawr fue visto cada mes. En 1999, un viejo empleado del Museo de Historia Natural de Londres, John Holmes, filmó un gran animal en la bahía de Gerrans, cerca de Cornualles, con la cámara. Para quienes creen en la existencia de Morgawr y algunos expertos, han declarado que el vídeo es auténtico que demuestra que el monstruo es real. Las características más citadas de la criatura son las tres protuberancias en la espalda y el largo cuello de serpiente. El animal también tendría pequeños cuernos en sus ojos y cerdas o espinas en su cuello. Dado que algunos testigos creen que Morgawr se parece más a un mamífero que a una serpiente, se han formulado nuevas teorías acerca de lo que es en realidad. Para algunos sería una nueva especie desconocida para la ciencia. Para otros sería un reptil acuático prehistórico, el Elasmosaurus. En 1976, una mujer de la cual solo se conoce su nombre “Mary”, tomó dos fotos de Morgawr y los envió al periódico local Falmouth Packet, que los publicó en la portada con el título “Morgawr-mania”. La leyenda continúa hasta el día de hoy con esporádicas apariciones en la franja costera entre Rosemullion Head y Toll Point conocida popularmente como “Milla de Morgawr”. Los avistamientos más recientes han hecho que los investigadores y paleontólogos indaguen en este caso, y han concluido en una cosa: Es un lugar idílico para que pueda vivir semejante criatura por la cantidad de alimentos, la profundidad y la seguridad de la zona. Esperemos que algún día se aclare el misterio.
jueves, 14 de noviembre de 2019
DRAMATICA ADVERTENCIA: Las luces que emite el planeta pueden atraer a los extraterrestres con planes de conquista
Encontrar vida en otro planeta es como el Santo Grial de la exploración espacial y tratar de contactarnos con ellos por medios de señales enviadas desde la Tierra ocurre desde hace décadas. Sin embargo, existe el fundado temor de que una vez que localizasen nuestra ubicación, los extraterrestres podrían querer venir a matarnos. Por ese motivo, para prevenir la posible aniquilación de la raza humana, dos astrónomos de la Universidad de Columbia están proponiendo el uso de rayos láser para ocultar a nuestro planeta de posibles invasiones alienígenas. En efecto, el profesor David Kipping y el estudiante de postgrado Alex Teachey publicaron un artículo en la revista Monthly Notices de la Real Sociedad de Astronomía sobre cómo la Tierra puede ocultarse de otras formas de vida inteligente que quieran eliminarnos y explotar nuestro planeta por sus recursos naturales. Como sabéis, los científicos buscan planetas similares a la Tierra al tratar de detectar pequeñas disminuciones de iluminación, las cuales sugieren que un planeta está orbitando alrededor de una estrella. De hecho, la misión Kepler de la NASA busca estos eventos, también conocidos como tránsitos, para encontrar planetas. Hasta ahora, la nave espacial ha descubierto miles de planetas, y una innumerable cantidad de ellos se encuentran en zonas habitables - al menos para los humanos - en relación a la estrella que orbitan. Sin embargo, cabe la posibilidad que así nuestros científicos están buscando civilizaciones extraterrestres por medio de disminuciones de iluminación, los alienígenas estén utilizando métodos similares para encontrarnos a nosotros, dijo Kipping. Esta idea de extraterrestres hostiles no es nueva. Científicos como Stephen Hawking han advertido en contra de que los seres humanos difundan nuestra existencia en el espacio. Pero existe otro problema que no habíamos tomado en cuenta antes y ya puede ser tarde para remediarlo. Sucede que desde hace décadas, las imágenes de la Tierra durante la noche revelan nuestra presencia en el cosmos de una manera espectacular. Ciudades y caminos delinean los contornos de los continentes, mientras que las plataformas petroleras salpican los mares y los barcos dibujan líneas a través del océano. Este tipo de luz, que ha reemplazado a las fuentes incandescentes más antiguas, no es natural. Desde las lámparas de sodio naranja o mercurio azulado, hasta los diodos emisores de luz blanca (LED), el origen artificial de este "espectro" debería ser fácil de detectar para los extraterrestres tecnológicamente avanzados y puedan atraerlos a nuestro planeta con planes de conquista, al considerarnos una especie primitiva y sumamente peligrosa, dada nuestra ‘afición’ a las guerras que han ensangrentado a la humanidad. La luz artificial no solo nos permite ver, sino también que nos observen. Por lo tanto, bien podría atraer esa atención no deseada. Si en las próximas décadas, las agencias espaciales de la Tierra desarrollan la tecnología para detectar luz artificial en planetas que orbitan alrededor de otras estrellas, quizás nos llevemos una sorpresa, ya que los alienigenas pueden creer que lo más inteligente para no ser detectados seria permanecer en la oscuridad o vivir bajo la superficie del planeta. En cambio, es posible que ellos ya conozcan nuestra posición exacta en el universo ‘gracias’ a que hemos estado difundiendo involuntariamente nuestra presencia desde hace décadas con la televisión, la radio de frecuencia modulada, el radar y las luces que iluminan nuestras ciudades, por lo que ahora bien puedan estar en camino para acabar con nosotros. Esto plantea la pregunta: ¿debemos atenuar nuestras luces antes de que sea demasiado tarde?
jueves, 7 de noviembre de 2019
EL ETERNO ENIGMA DEL MARY CELESTE: Un barco fantasma encontrado navegando sin tripulación
Desde siempre, el mar ha ejercido una profunda fascinación en las mentes, dando origen a un sinnúmero de historias difundidas por marinos de imaginación encendida. Una de ellas, el del Mary Celeste, contribuye a mantener el mito de los barcos fantasmas. El 5 de diciembre de 1872, el Dei Gratias, bajo las órdenes del capitán David Reed Morehouse se encuentra a unas 600 millas de las costas portuguesas, cuando se cruza con el barco, que zigzaguea curiosamente y cuyas velas están casi todas desplegadas. La fama de esta embarcación no era nada buena, ya que desde hacía tiempo rondaban historias de que podía estar encantada. En efecto, el Mary Celeste parece haber sido marcada por el destino. Su primer capitán muere incluso antes del viaje inaugural, durante el que choca con un barco pesquero. El 10 de junio de 1864, mientras se llama todavía la Amaron, uno de sus numerosos comandantes, Henri Winchester, se ahoga en el puerto de Boston. A los pocos años, el barco encalló a la altura de Key West. Comprado por sucesivos armadores navieros, el buque vuelve a naufragar, sobre la Isla de Cap-Bretón en 1867, a la vuelta de un viaje a Inglaterra, en el que hundió una goleta. Adquirido por James H. Winchester en 1869 a un precio de 11.000 dólares, y rebautizada como Mary Celeste, vuelve al mar como una nave mercante. Sin embargo, la historia más enigmática sucedió en el año 1872 cuando sobreviene el drama que la haría célebre. El entonces capitán del barco, Benjamin Briggs, zarpó desde Nueva York con dirección a Italia, en noviembre de ese mismo año. Llevaba a cargo un valioso cargamento de barriles de alcohol. A bordo solo se encontraban 10 personas: el capitán, siete marineros y dos pasajeras; así como la familia de Briggs, su esposa Sarah y su hija de 2 años, Sophia. En el mes de diciembre de 1872 la tripulación del barco Dei Gratias se percató a la distancia de que el Mary Celeste se encontraba navegando sin rumbo con las velas extendidas. Luego de observarlo por un tiempo, notaron que no había nadie en cubierta. Entonces el capitán Morehouse, envió a algunos tripulantes a revisar la embarcación. Lo que encontraron al interior de la nave, fue realmente desconcertante, ya que parecía que la tripulación había desaparecido furtivamente. Las pertenencias de los pasajeros se encontraban intactas, incluyendo su ropa, joyas, alimentos y agua. Lo que faltaban eran el bote salvavidas, el sextante, el cronómetro y la bitácora. La única señal de vida que encontraron, fue el diario de navegación. La última fecha reportada era el 24 de noviembre, sin información relevante, solamente una indicación de que el clima había estado un poco revuelto. Por otro lado, encontraron todas las barricas de alcohol intactas, las cuáles tenían un valor de casi 37.000 dólares. Un dato enigmático es que en la cocina dicen había comida recién hecha y aún caliente, con tres platos de comida servidos y tres tazas de té. Así como, tres prendas de ropa puestas a secar. Pero nuevamente… nadie a bordo, señaló el mismo medio. Llevada al puerto de Gibraltar, el Mary Celeste fue examinada por las autoridades judiciales. Los resultados son decepcionantes, con la excepción del descubrimiento de una tajadura reciente de dos metros de largo, ubicada sobre la línea de flotación. Se encontraron también rastros rojizos sobre la borda pero investigaciones ulteriores comprobaron que se trataba de óxido. La hipótesis del procurador general Solly Flood es que la tripulación se emborrachó y asesinó al capitán Briggs, junto a su esposa, su pequeña hija y al teniente. Los marineros habrían dañado el barco para dar la impresión que fueron obligados a abandonarlo luego de haber chocado con unas rocas y se habrían ido en los botes salvavidas. Pero, como no se encontró ningún rastro de violencia a bordo del buque, esta explicación no convenció a todo el mundo. Según el teniente Deveau, del Dei Gratias, los marineros asustados por la gran cantidad de agua que invadió las bodegas por alguna razón desconocida, habrían abandonado el barco pensando que iba a naufragar. Para él la tripulación murió probablemente en el mar. En cuanto se supo del misterio del Mary Celeste, la noticia estuvo en la primera plana de los diarios del mundo entero; posteriormente, al no resolver la investigación el enigma, las revistas piden a diferentes autores que conciban una explicación. Conan Doyle y H. O. Wells responden al llamado, Los años pasan y se proponen las soluciones más diversas: islas volcánicas que habrían alzado momentáneamente el barco, ataque de un pulpo gigante como en las antiguas leyendas, locura colectiva, envenenamiento e incluso, la intervención de extraterrestres. Cualquiera de las teorías sobre lo que pasó con el Mary Celeste, no logro dar una convincente explicación de lo sucedido. En 1885, la nave encalla una última vez en Haití llevándose para siempre su secreto, que sigue siendo uno de los más célebres de la historia del mar.
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