En el año 1353 a.C. se alzaba al poder el décimo faraón de la decimoctava dinastía de Egipto. Su verdadera identidad todavía se discute pero gobernó diecisiete años y cuando subió al trono aplicó una serie de cambios religiosos radicales proclamándose descendiente directo del Sol (Atón) implantando el monoteísmo que a su vez sirvió de base para el judeo-cristianismo y el Islam. Llama la atención además que en las escasas representaciones que se conservan de este enigmático personaje - ya que muchas de sus estatuas fueron destruidas y su memoria maldecida por sus enemigos tras su muerte - su cráneo presenta dimensiones exageradas muy parecidas a las de los cráneos alargados encontrados en diversas partes del mundo y hay quienes están convencidos que tiene un origen extraterrestre. Coronado como Amenothep IV, a los pocos años renegó de su nombre y de la religión politeísta imperante en Egipto, tomando el nombre de Akhenaton, declarando a Atón (representado como el disco del sol con curiosos brazos o rayos apuntando hacia abajo) como el único dios, ordenando construir además una nueva capital en su honor llamada Ajetaton (El Horizonte de Atón) a mitad de camino de las ciudades imperiales de Tebas y Menfis, donde se le rendiría culto exclusivamente,decretando asimismo una implacable persecución de los sacerdotes y adoradores de los antiguos dioses - en especial de Amon - cuyos templos fueron cerrados y sus tesoros confiscados. Desde Ajetaton (la actual Amarna) gobernó durante diez años hasta su misteriosa muerte - posiblemente envenenado - aplicando una serie de audaces reformas nunca antes vistas en Egipto, por lo que sus enemigos lo calificaron como “el faraón hereje”. Tras su desaparición, su memoria fue proscrita y su nombre borrado de ‘la historia oficial’ de Egipto por el clero de Amón sediento de venganza al haber perdido todos sus privilegios durante su reinado. Sucedido en el cargo por su hijo Tutankatón, este fue renombrado por los sacerdotes como Tutankamón tras ‘restaurar’ la religión oficial y abandonar Ajetaton (que cayo en el olvido y cubierto por las arenas del desierto) regresando a vivir en Tebas, bajo la sombra del poderoso clero de Amón, que por cierto, no tardo mucho en deshacerse de el. Cabe destacar que su reinado fue uno de los más insignificantes en la historia de Egipto y si bien es muy conocido, ello se debe únicamente al fabuloso tesoro con el cual fue enterrado, que milagrosamente llego intacto hasta nuestros días. En cuanto a su padre, su rehabilitación recién llego el siglo pasado, cuando hubo una verdadera fascinación entre los egiptólogos europeos por la figura de Akhenatón, al considerarlo un precursor del monoteísmo religioso, por lo que su vida y obras han sido exhaustivamente estudiadas, aunque poco se sabe de sus últimos años y como su reinado llego a su fin. Durante su estancia en la nueva capital, Akhenatón también se dedicó a establecer como tenían que representarlo públicamente y aquí es donde difiere con el resto de faraones. Como sabéis, en la iconografía clásica egipcia, los faraones están representados con cuerpo muy ancho y cintura estrecha tanto en grabados como en estatuas, pero este no fue el caso de Akhenatón, quien tenía rasgos físicos totalmente contrarios si comparamos sus representaciones con las de otros faraones, ya que ordeno a los artistas que les esculpieran y pintaran tal como era, con su cuerpo deforme, el pecho hundido y el cráneo deformado. Venga ya, el realismo en estado puro que a los tradicionalistas les pareció escandaloso. Tras la muerte de Akhenatón, se destruyeron casi todas sus representaciones como los templos a Atón. La gente volvió a adorar a sus antiguos dioses como una forma de rechazar el rígido sistema religioso que el ‘faraón hereje’ impuso a la fuerza, aunque hay quienes afirman que en realidad lo hizo para esconder su origen alienígena. En 1907 un arqueólogo británico descubrió los restos de Akhenatón en el Valle de los Reyes. Se confirmó que efectivamente presentaba un cráneo deformado y alargado. Varios eruditos piensan que tenía una enfermedad conocida como el síndrome de Marfan, que le producía cierta anomalía física. Llama la atención que la mujer de Akhenatón, la reina Nefertiti, también presenta estos rasgos craneales en todas sus representaciones (al igual que sus hijos, con quienes aparecen grabados en una famosa estela que ilustra nuestra nota). ¿Porque Akhenatón y su familia fueron representados de esa manera? ¿Tendrían alguna anomalía genética que hizo que sus cabezas y cuerpos fueran deformes? ¿Hay algo más acerca de los orígenes de este extraño faraón que no sepamos? ¿Es posible que hayan sido híbridos humanos extraterrestres? ¿Por qué Akhenatón rompió las tradiciones politeístas de su floreciente reinado en el Antiguo Egipto e instauró un culto a un dios único? Todo se inició con una visión mística. O mejor dicho, con una aparición de un objeto luminoso que le revela que debe ser ‘la nueva religión’ para su nación. Según cuentan los relatos antiguos, durante una cacería de león, el faraón tuvo un encuentro con un “disco solar resplandeciente”, posado sobre una roca. Akhenatón se postró de rodillas ante el disco, quedó traspuesto y empezó una nueva era. Según los teóricos de los antiguos astronautas, este disco solar no era más que una nave extraterrestre en la que viajaba un emisario de Enki, una autoridad estelar superior que le dio las instrucciones requeridas para erradicar el politeísmo e iniciar el culto monoteísta, el primero conocido en la historia de la humanidad. Los seguidores de la teoría de Los Antiguos Astronautas afirman por su parte que Akhenatón procedería del sistema estelar de Sirio, el cual ha ejercido una enorme fascinación en los seres humanos desde hace milenios debido a su cercanía y brillante luz. De ahí su ahínco en la creación de una religión monoteísta centrada en la veneración a Atón (el Sol) entendiéndolo no como nuestra estrella, si no como algo místico más allá de nuestro planeta.
TIEMPOS DEL MUNDO
jueves, 30 de mayo de 2019
jueves, 23 de mayo de 2019
EL TESORO MALDITO DE OAK ISLAND: Un enigma por descubrir
Ubicada junto a la costa de Nueva Escocia cerca de Halifax - en la costa este de Canadá - se encuentra Oak Island, un enigmático lugar lleno de mitos y leyendas que guardaría en sus entrañas un fabuloso tesoro. Sorprende que a pesar de su fama y las continuas excavaciones que padeció, en la actualidad este deshabitada, aunque es una propiedad privada, por lo que para visitarla -y mucho más si se quiere hacer algún estudio- se requiere la debida aprobación de sus dueños. Lo otro que llama la atención son los extraños monumentos allí hallados tiempo atrás, relacionados aparentemente con la masonería, o con rituales de ese culto secreto. Envuelta en enigmas, a partir de varias excavaciones realizadas durante más de 200 años, la muerte pareció ser la constante en todas esas travesías, rozadas por tragedias inexplicables. En los primeros años del siglo XIX la leyenda cita el hallazgo de una enigmática excavación, justo enfrente de un árbol de roble. Debido a las características del pozo, y a que se descubrió una piedra tallada en la que se especificaba el supuesto entierro de un tesoro de más de dos millones de libras esterlinas, justo debajo de donde se desenterró una especie de arcón o cofre de madera. Quienes descubrieron el sitio enseguida lo asociaron, por la manera en que estaba marcado y por los elementos utilizados, como una metodología utilizada por ritos de la masonería. Además, conjeturaron que las misteriosas formaciones de piedra y las piezas encontradas en posteriores excavaciones, en especial la denominada Cruz de Nolan, un monumento en forma de cruz que abarca 300 metros, aproximadamente. Sin embargo, el investigador noruego Petter Amundsen expuso tras su expedición en el 2003, que la llamada Cruz de Nolan no representa a una imagen cristiana, sino que se emparenta directamente con el Árbol de la Vida de la Cábala Judía, ya que sería parte de una formación más compleja. En ese sentido, el Árbol de la Vida no debe descartarse con ritos masónicos, a partir del esoterismo judío. Para ello, también cuenta que durante algunas excavaciones efectuadas entre 1805 y 1810 se descubrió un pozo con nueve plataformas realizadas en roble, una madera muy fácil de hallar allí. Al lugar se lo llamó "Pozo del Dinero", en cuyo nivel más bajo se encontró una placa grabada con un mensaje cifrado. Todo esto rememora las ceremonias de iniciación de la masonería: el Santo Arco Real y el Arco Real de Enoc, que se conmemora a partir de una historia hebrea: los judíos descubren una bóveda secreta del Rey Salomón, mientras reconstruían el Templo de Jerusalén (en 534-516 a. C.). Allí descubren una placa de oro en la que aparecía escrito el nombre secreto de Dios. La similitud del relato sobre el Santo Arco Real con la leyenda del pozo de Oak Island es ineludible, porque las similitudes saltan a la vista: el templo de Enoc tenía nueve niveles y en el último fue donde se halló la placa de oro con el nombre secreto del todopoderoso. A partir de esa idea los investigadores se preguntan si la placa encontrada en la perdida isla canadiense no tiene registrado el nombre secreto de Dios. Lo que lleva a pensar que los masones conocieron el sitio y lo utilizaron como el lugar elegido para practicar sus diferentes rituales, incluidos los de la iniciación. Pero ¿qué tipo de tesoro hay? De ser cierto lo de los dos millones de libras esterlinas enterrados, no tendría nada que ver con la masonería, por lo que muchos lo relacionan con el tesoro del capitán William Kidd o Edward Teach (Barbanegra), quienes como recordareis, dijeron que sepultaron sus tesoros "donde nadie más que Satanás y yo mismo pueda encontrarlo", citaron. Y que la isla era ideal como escondite. Otros piensan en un tesoro naval de un galeón español o de tropas británicas de la revolución estadounidense. John Godwin concluyó que, debido al tamaño y complejidad, puede tratarse de una obra de ingenieros navales franceses que ocultaron el tesoro de la Fortaleza de Luisburgo luego de que cayera en poder británico durante la guerra contra Francia. Una tercera teoría habla, sin tantos sustentos, de que allí se habrían escondido unas cuantas joyas de María Antonieta, quien habría ordenado a su doncella tomar algunas de sus posesiones e intentar huir durante la Revolución Francesa. La mujer, que habría escondido todo entre su ropa interior, al llegar a Londres ayudada por oficiales de la marina francesa, luego siguió rumbo a Nueva Escocia, con instrucciones precisas de la reina. Entre los relatos se cita que María Antonieta contrató a la naval francesa para cavar el pozo que poco después habría descubierto Daniel McGinnis en 1795. En tanto, en 1953 se publicó el libro “The Oak Island Enigma: A History and Inquiry Into the Origin of the Money Pit”, de Penn Leary, quien expresa que el filósofo inglés Francis Bacon usó el pozo para ocultar documentos que lo avalan como autor de las obras de William Shakespeare. Otros le atribuyen el supuesto tesoro a la obra de los Caballeros Templarios como su escondite para el Santo Grial o el Arca de la Alianza, que habría sido llevada por esa logia a Escocia, donde la familia noble Sinclair los habría ayudado a esconderlo en aquel remoto lugar. Los relatos sobre excavaciones y potenciales hallazgos se han sucedido desde finales del siglo XVIII, pero todo siempre ha quedado en la nada, o lo que es peor, a muchos la fatalidad los sorprendió. Lo concreto es que varias de las pruebas encontradas ya no se encuentran en el lugar, vueltas a enterrar por las lluvias o bien porque se han perdido. Así, en 1795, Daniel McGinnis, un adolescente de apenas 16 años, descubrió una hondonada circular en el extremo sur de la isla junto a un árbol que tenía marcas de haber sido golpeado con un tecle en una de sus ramas. McGinnis y sus amigos, Anthony Vaughan y John Smith (aunque en otros relatos aparece como Samuel Bal) excavaron hasta encontrarse con una capa de lajas a 30 cm de profundidad. En las paredes del pozo había claras marcas de un pico. Decididos a seguir excavando se toparon con una capa de troncos a 3 m. Y si bien continuaron su búsqueda abandonaron la excavación a 10 m porque, según refirieron, les dio mucho miedo. La Onslow Company volvió al sitio, ya en 1803, y luego de una extensa travesía, con el único objetivo de seguir los datos aportados por Vaughan y con mejor equipamiento, prosiguieron la excavación hasta 27,43 m y encontraron más troncos cada 3 m y capas de carbón, masilla y fibra de coco a 12, 15 y 18 metros. De esta expedición, según un texto, a 27 m los operarios ubicaron una piedra plana con símbolos escritos, y alguien lo tradujo. Aparentemente, cita que "a 14 pies abajo, 2.000.000 de libras esterlinas están enterradas", pero de esa piedra, desaparecida en 1912, no quedaron fotos ni registros de su destino final. El pozo posteriormente se inundó a 10 m de profundidad y no se pudo reducir el nivel del agua, por lo que la excavación fue abandonada. Investigadores de la antigua Truro Company, en 1849, siguieron excavando hasta 26 m de profundidad, produciéndose otra inundación, pero igual continuaron. Según el relato, a los 30 m la perforación atravesó una plataforma de picea, un espacio de 30 cm, 56 cm de algo descrito como "fragmentos metálicos", 20 cm de roble, 56 cm de metal, 10 cm de roble, otra capa de picea y 7 pies de arcilla, sin encontrar nada más. En 1861 la compañía Oak Island Association llegó hasta el fondo del pozo para toparse con una caverna natural, que constituía un enorme peligro para los excavadores. El primer deceso ocurrió al incendiarse el calentador de una bomba y tres años después, la empresa fundió y se retiró. Los siguientes intentos de excavaciones fueron más de seis, entre 1866 y 1959, y todos fracasaron. Otro accidente fatal sucedió en 1887, cuando un obrero encontró la muerte al caer al pozo, pero otros siguieron ese mismo destino. En 1928, el magnate del acero Gilbert Hedden recopiló información escrita e hizo seis viajes a la isla, luego indagó en Inglaterra a Harold Tom Wilkins, autor de Captain Kidd and His Skeleton Island, pensando haber encontrado relación entre la isla del Roble y el mapa del libro de Wilkins. Con una inmensa fortuna, Hedden compró el extremo sur de la isla y empezó a excavar en 1935. Con una profundidad de 50 m - en un área más al sur de lo que se cree fue la excavación de 1897 - encontró varios artefactos, como un hacha, un ancla y un zapapico. Pero para aquel entonces el sitio ya estaba lleno de escombros, y todo se hizo cuestionable. En 1960 la expedición de los Restall terminó en tragedia cuando cuatro hombres fallecieron asfixiados cerca de la playa cala Smith. En 1965, Robert Dunfield empleó una grúa de 70 toneladas para cavar un área de 41 m de profundidad y 30 m de ancho. La tierra removida fue cuidadosamente revisada en busca de objetos. Para transportar la grúa fue necesario construir un camino, que todavía existe, en el extremo oeste de la isla hasta 200 m tierra adentro en el punto de Crandall. Posteriormente Triton Alliance Ltd. (fundada en 1967) compro casi toda la isla. Cuatro años después, los operarios excavaron 72 m con ayuda de un pozo de cimentación de acero hasta un lecho rocoso. Con cámaras introducidas descubrieron los que les parecieron “algunos restos humanos, cunas de madera y herramientas”, pero como las imágenes eran borrosas no se pudo confirmar lo hallado. El pozo luego colapsó por lo que la excavación fue abandonada, aunque luego retomada por presión de sus dueños, alcanzando otro lecho rocoso, pero las labores luego se detuvieron por falta de fondos. Ya en los 90 no prosperaron los intentos de nuevas excavaciones de la Triton y en el 2005 una parte de la isla fue vendida a la Oak Island Tourism Society, que si bien hablaban de turismo, su verdadero objetivo era realizar nuevas exploraciones. En el 2007, cerca de Oak Island fue descubierto un barco hundido que podría ser romano y en su interior una espada ceremonial bien conservada que pudo ser recuperada. J. Hutton Pulitzer, investigador de historia, ayudado por académicos de la Ancient Artifact Preservation Society (‘Sociedad para la Conservación de Antiguos Artefactos’) escribió un artículo en el año 2016 sobre el hallazgo y reveló asimismo otra posible evidencia de que los romanos podrían haber llegado al Nuevo Mundo 1.000 años antes que Cristóbal Colón. El debate sobre esta pieza y sus posibles repercusiones para los libros de historia aún continúa en la actualidad.
jueves, 16 de mayo de 2019
¿EN BUSCA DE UNA NUEVA ESPECIE HÍBRIDA?: Los extraterrestres se están reproduciendo con humanos en la Tierra
Lo creas o no, no seriamos los únicos seres inteligentes en nuestro planeta. A finales del 2018, Fox News publicó un sorprendente artículo titulado “Un científico de la NASA dice que la Tierra puede haber sido visitada por extraterrestres”. Como era de esperar, esa noticia se hizo viral en Internet y los principales medios de comunicación se hicieron eco de ello. El artículo en cuestión se basaba en un documento del sitio web de la NASA escrito por Silvano Colombano, investigador del Centro de Investigación Ames de la NASA en Mountain View, California, quien sostuvo que los científicos deberían de tomar en serio la idea de que desde tiempos inmemoriales los extraterrestres pueden haber estado visitando la Tierra. Pero Colombano no es el único que lo cree. Un profesor de la Universidad de Oxford ha afirmado esta semana que los extraterrestres no solo ya se encuentran entre nosotros, sino que se están reproduciendo con los humanos para producir una nueva especie híbrida. En efecto, el Dr. Young-hae Chi, profesor de coreano en el Instituto Oriental de Oxford, esta convencido que esta nueva especie podrá salvar a la raza humana de la amenaza que representa el calentamiento global. El Dr. Chi dijo que existe una fuerte correlación entre el cambio climático y las abducciones extraterrestres, según informa The Sun. Es mas, en su nuevo libro, titulado “Alien Visitations and the End of Humanity” (Visitas extraterrestres y el fin de la humanidad), el profesor explica cómo prosperan los alienígenas en su propio sistema biológico que no podemos ver, ya que estamos limitados por la funcionalidad de nuestros órganos. También describe cuatro tipos diferentes de extraterrestres: pequeños, altos e intrépidos, escamosos con ojos de serpiente e insectoides. Dijo además que es probable que las criaturas similares a insectos sean los líderes y den instrucciones a los otros tipos. En el 2012, durante una conferencia llamada “Las abducciones extraterrestres y la crisis ambiental” hablo sobre su teoría “del mundo de lo invisible” afirmando que tal vez la civilización humana está llegando a su fin. El profesor citó a un investigador estadounidense que afirmó que los extraterrestres y los seres humanos se están reproduciendo para producir una especie híbrida que sea tan inteligente y sea capaz de resolver los principales problemas del planeta. “Entonces, no vienen por el bien de nosotros, sino por el de ellos, de su propia supervivencia, que en realidad es la supervivencia de toda la biosfera”, dijo el Dr. Chi. Si bien sugiere que los extraterrestres prefieren evitar manifestarse abiertamente, añade que solo aparecerán cuando el mundo se enfrente a una grave crisis, como una guerra nuclear por ejemplo, como la que patrocinan en este momento Donald Trump y su equipo de desequilibrados paranoicos que lo rodean - una panda de dementes escapados sin duda alguna de algún hospital siquiátrico - quienes le ‘aconsejan’ insistentemente para desatar un conflicto mundial agudizando sus diferencias hasta el infinito con Rusia y China, lo que es algo suicida porque ambos países tienen arsenales similares a la estadounidense, capaces de destruir toda forma de vida del planeta y donde no habría ganadores en caso de estallar la guerra. Es en ese momento de nuestra hora final cuando los extraterrestres irrumpirían en escena para detener esa locura impulsada por la Casa Blanca. “Se puede suponer más o menos que el proyecto híbrido es precisamente una respuesta a esta inminente desaparición de la civilización humana”, continúa explicando el Dr. Chi, quien agregó que aún está buscando más pruebas para apoyar su teoría, por lo que ha propuesto un debate sobre el tema en el Oxford Union, pero que hasta el momento ha sido rechazado, pero al no darse por vencido, continuara con sus esfuerzos para ser escuchado.
jueves, 9 de mayo de 2019
APOPHIS: El dios de la muerte que ‘visitará’ la Tierra en el 2029
Como sabéis, los grandes asteroides son una amenaza cada vez mayor para la Tierra, y el anuncio de la aproximación de uno de ellos a nuestro planeta siempre es materia de controversia. Recordemos lo que sucedió con los dinosaurios cuando uno de esos cuerpos celestes impacto hace 65 millones de años, desencadenando una potencia superior a cualquier bomba nuclear conocida, extinguiéndolos de la faz de la Tierra. Vistos con temor desde la antigüedad al ser considerados como portadores de oscuros presagios, los identificaron con sus dioses del caos y la destrucción. Uno de ellos, bautizado apropiadamente como Apophis (el dios egipcio de la muerte) en poco menos de 10 años, específicamente el 13 de abril del 2029, pasara muy cerca de nuestro planeta, sin llevar a impactarla, antes de proseguir su camino y perderse nuevamente en el espacio hasta su ‘retorno’ el 2036. Cuando los astrónomos del Observatorio Nacional de Kitt Peak (Arizona, EE.UU.) lo descubrieron en el 2004, inicialmente calcularon una probabilidad del 2.7 por ciento de que impactaría en la Tierra y le asignaron un nivel 4 en la Escala de Torino, la asignación más alta para un objeto cercano a la Tierra. Aunque desde entonces ha sido degradado y se espera que no represente una amenaza para el planeta, es una versión real de los escenarios de asteroides simulados que los científicos están actualmente desarrollando. “La llegada de Apophis en el 2029 será una oportunidad increíble para la ciencia”, dijo Marina Brozovic, una científica del radar del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en Pasadena, California, en un comunicado de prensa. De hecho, durante el 2019 IAA Planetary Defense Conference realizado recientemente en Maryland, se comenzaron a discutir los planes de observación y las oportunidades científicas de un evento celeste para el que aún falta una década. Además, se planteó la posibilidad de enviar una misión al asteroide. De acuerdo con la NASA, que un objeto tan grande pase cerca de la Tierra es un fenómeno relativamente raro. A simple vista, Apophis será visualizado como un punto brillante de luz. “A medida que el asteroide pasa sobre el océano Atlántico, su trayectoria cambia brevemente de rojo a gris, ese es el momento de mayor acercamiento. Luego de llegar a su punto más cercano, el asteroide se moverá hacia el cielo diurno y ya no será visible”, indicó la agencia en un comunicado. “Al observar a Apophis durante su sobrevuelo en el 2029, obtendremos un importante conocimiento científico que algún día podría usarse para la defensa planetaria”, agregó Paul Chodas, director del Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra. Cuando Apophis sobrevuele el 13 de abril del 2029, se nos acercará sorprendentemente, llegando a una distancia de 33,000 kilómetros de la superficie de la Tierra. En comparación, la distancia promedio entre la Luna y la Tierra es de 384,400 km. Esta será una rara oportunidad para estudiar de cerca este asteroide de 340 metros. Sin embargo, hay científicos que lo ven como una amenaza para la humanidad y tienen motivos para ello. En efecto, Yuri Záitsev, miembro de la Academia de Ingeniería de Rusia, afirmo: "los asteroides nunca ocuparon un lugar central en la astronomía ni en las investigaciones espaciales". Agregó que esto se debe a que se consideraban ‘ínfimas’ las probabilidades de que un asteroide chocase con la Tierra y, por lo tanto, no tenía sentido invertir enormes recursos en neutralizar una amenaza tan improbable. "Creo que luego de lo que ocurrió en Cheliábinsk este enfoque será revisado. Si el bólido de Cheliábinsk hubiese estallado más cerca de la ciudad, el desastre en la central nuclear de Chernóbil no nos parecería tan grave", indicó. El académico se refería al meteoroide que el 15 de febrero del 2013 se desintegró en la atmósfera y provocó una lluvia de meteoritos junto a esa ciudad rusa en los montes Urales, dejando heridas a más de un millar de personas, la mayoría por la rotura de cristales. Záitsev añadió que se comenzó a tomar plena conciencia del peligro que representan los asteroides cuando fue descubierto el Apophis, que pasara a una distancia donde se sitúan las órbitas geoestacionarias de la mayoría de los satélites de telecomunicaciones. "No se descarta que la gravitación terrestre afecte la trayectoria del Apophis, por lo que se podría esperar que en el 2036 pase más cerca de la Tierra e, incluso, choque con nuestro planeta", agregó. El académico dijo que las consecuencias de esa colisión serán mucho más graves que las del meteorito de Tunguska, que cayó en Siberia en 1908 y destruyó millones de árboles sobre una extensión de más de 2.000 kilómetros cuadrados, aunque (agregó) "seguramente no tendrían carácter global". En su opinión, para que el choque de un asteroide contra la Tierra sea una catástrofe global el cuerpo celeste tendría que tener en su parte más ancha más de un kilómetro, mientras que el Apophis mide alrededor de 325 metros. "La Tierra ha tenido suerte con las 'rocas celestiales' desde la extinción de los dinosaurios", aseguró Záitsev, quien recordó que la superficie de la Luna, Marte y Mercurio está cubierta de cráteres dejados por éstas. Agregó que Júpiter, con su gran masa, ha recibido la mayoría de los asteroides y que la atmósfera terrestre es una buena defensa, pero sólo contra cuerpos relativamente pequeños. "Pero no hay garantías de seguridad", sostuvo el científico, quien destacó que la Tierra ha entrado en una especie de estela de grandes cuerpos celestes. Explicó que en el último decenio han sido descubiertos más asteroides que en los dos siglos anteriores y que anualmente se detectan más de un millar de nuevos cuerpos. "Los choques son inevitables. La pregunta es cuándo se producirán", concluyó.
jueves, 2 de mayo de 2019
ENIGMÁTICOS VISITANTES: El aumento de OVNIS avistados en los EE.UU. lleva a la Armada a establecer un protocolo de registro
Un reciente aumento en los avistamientos de objetos voladores no identificados (OVNIS), o como los militares los llaman "fenómenos aéreos inexplicables", llevó a la Marina estadounidense a cambiar sus procedimientos formales para que los pilotos documenten los encuentros, publica esta semana The Daily News. En efecto, estas intrusiones han estado ocurriendo de manera regular desde el 2014 y no se sabe cual es su procedencia. Recientemente, objetos no identificados han ingresado al espacio aéreo designado por el ejército varias veces al mes, dijo Joseph Gradisher, portavoz de la oficina de operaciones navales. En cuanto a las preocupaciones de seguridad y protección ante sus reiteradas apariciones en los cielos, Gradisher se comprometió a investigar todos y cada uno de los informes: "Queremos llegar al fondo de esto. Necesitamos determinar quiénes lo están haciendo, de dónde vienen y cuáles son sus intenciones. Tenemos que tratar de encontrar formas de evitar que ello vuelva a suceder” advirtió. Por su parte, Chris Mellon, ex subsecretario adjunto de defensa para inteligencia y miembro del personal del Comité de Inteligencia del Senado, fue muy critico al respecto: "No creo en la seguridad a través de la ignorancia", dijo, regañando a la comunidad de inteligencia por la falta de curiosidad y coraje y una falta de reacción a un patrón fuerte de avistamientos. En algunos casos, los pilotos, muchos de los cuales son ingenieros y graduados de la academia, afirmaron observar pequeños objetos esféricos volando en formación. Aparte de los drones (o de los aviones no tripulados), todos los motores dependen de la quema de combustible para generar energía, pero todos estos vehículos no tenían entrada de aire, ni viento ni escape. "Es muy misterioso, y todavía pueden superar a nuestros aviones en velocidad", dijo, calificando estos objetos como poseedores de una "tecnología verdaderamente radical". De acuerdo con Mellon, los pilotos estaban preocupados por el hecho de que reportar objetos voladores no identificados afectara adversamente sus carreras, por eso tendieron a no hacerlo. Y cuando lo hicieron, dijo, había poco interés en investigar sus afirmaciones. "Imagina que ves vehículos muy avanzados, aparecen en sistemas de radar, se ven extraños, nadie sabe de dónde son. Esto sucede de manera recurrente, y nadie hace nada", dijo. Debido a que las agencias no comparten este tipo de información, es difícil saber el alcance total de la actividad. Aún así, estimó que los oficiales de la marina presenciaron docenas de incidentes en un solo año, lo suficiente como para obligar al servicio a abordar el problema. "Los pilotos están molestos, y están tratando de ayudar a despertar un sistema adormecido", indicó. Sin embargo, la creciente curiosidad y preocupación de los legisladores también pareció provocar acciones fuera de la Marina. En el 2017, el Pentágono confirmó por primera vez la existencia del Programa de Identificación de Amenazas Aeroespaciales Avanzadas (AATIP), una operación del gobierno lanzada en el 2007 para recopilar y analizar "amenazas aeroespaciales anómalas". Como informó Joby Warrick, la investigación abarcó desde "aeronaves avanzadas" desplegadas por los adversarios tradicionales de EE. UU. a drones comerciales y hasta posibles encuentros con alienígenas ". De acuerdo con ex funcionarios del Pentágono y los documentos revelados últimamente, la financiación del programa, que totalizó al menos $ 22 millones, se suspendió en el 2012. Gradisher dijo en una declaración que "en respuesta a las solicitudes de información de los miembros del Congreso y del personal, los funcionarios han proporcionado una serie de informes de altos funcionarios de Inteligencia Naval, así como aviadores que informaron sobre los riesgos para la seguridad de la aviación". Asimismo, agregó que las directrices recién redactadas fueron la culminación de muchas investigaciones, sobre todo que la Armada tenía suficientes pruebas creíbles, incluyendo declaraciones de testigos y la corroboración de la información del radar, para "saber lo que realmente está ocurriendo". "Si acudo a usted y le digo: 'Están estas cosas que pueden volar sobre los EE.UU. con total impunidad, desafiando las leyes de la física, y que en cualquier momento podrían desplegar un dispositivo nuclear a voluntad, eso sería una cuestión de seguridad nacional" aseveró. Con el número de personal militar de los EE.UU. en la Fuerza Aérea y la Armada que describió las mismas observaciones anómalas, se ha considerado que ya no pueden ser ignorados. "Este tipo de actividades son muy alarmantes y la gente está reconociendo que lo que sucede en los cielos están más allá de nuestra comprensión" puntualizó.
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