“La verdad sobre el fenómeno superaría por mucho lo simplemente extraterrestre, con la capacidad de transformar nuestro mundo y realidad como la conocemos”. Estas palabras fueron dichas Jim Semivan, agente retirado de la CIA en el 2007, tras 25 años de servicio, quien fue entrevistado recientemente para el canal Engaging the Phenomenon, según informa The Sun: “Hay muchos problemas asociados con revelar esto. En este caso particular, el gobierno decidió mantenerlo en secreto. Así que, durante los últimos 80 años, esto ha sido en detrimento de muchas personas que han tenido experiencias y a quienes se les ha dicho que están locas. Lo cual es exactamente lo contrario”, dijo el exagente. “He conocido a personas que están al tanto y, como he mencionado antes, una de ellas me dijo que la verdad es indigestible. No es algo que podamos comprender o aceptar completamente. Sería como decirle a alguien algo sobre lo que no puede hacer nada y no saber las repercusiones de ello. Es tan grande, tan transformador y, tal vez, no de una buena manera”, añadió. Ante semejante declaración, James Iandoli, su interlocutor, le preguntó qué podría ser tan impactante y perturbador para el público, si la noción general es que simplemente estamos siendo visitados por alguna inteligencia extraterrestre un poco más avanzada y desarrollada que nosotros. “Creo que es mucho más profundo. Si hablas con el estadounidense promedio, ellos no están tan interesados en este tema. Nosotros, que estamos discutiendo esto, formamos parte de un grupo muy pequeño a nivel internacional que se preocupa por este asunto, pero realmente somos un nicho muy reducido. Este fenómeno no afecta la vida personal de la mayoría de la gente”, respondió Semivan. “Al hablar de esto con Lou (Elizondo), una vez me dibujó un diagrama de Venn en una pizarra. En un lado estaba la conciencia y en el otro la teoría cuántica. En la parte sombreada del medio, dijo, es probablemente donde está esto. Y si piensas en ello, ¿cuáles son las dos cosas de las que realmente no sabemos mucho? La conciencia - si es local o no - y la teoría cuántica”. En los primeros días de la teoría cuántica, en los años 20 y 30, se llegó a entender que somos inmateriales, básicamente una ilusión. Los átomos, en general, son invisibles y no hay materia allí; solo somos formas de energía. Ahora, imagina que el presidente tuviera que explicar esto en televisión nacional. No hay una forma de hacer esto sin causar un gran impacto. “Si se declara este hecho, no hay marcha atrás. Se habla de que hay otra presencia en el universo que nos visita y no la comprendemos. Tiene capacidades que desafían nuestra comprensión, como manipular la materia y el espectro electromagnético, y puede mostrarnos cosas que pueden ser reales o no al mismo tiempo. Esto introduce la idea de la soberanía, el libre albedrío, y plantea preguntas sobre si la sociedad puede soportarlo, las implicaciones socioeconómicas y religiosas son enormes”, concluyó. Semivan sugiere que este hecho, de que no son simplemente extraterrestres, es lo que ha estado retrasando los últimos esfuerzos por parte del Congreso de los EE.UU. para obtener una mayor transparencia sobre los ‘fenómenos anómalos no identificados’, un término, cabe señalar, que reemplazó al más simplista de “OVNI”, justamente para darle más capas de profundidad a la realidad del mismo.
Como recordareis, hace unos años atrás durante su campaña de reelección, el entonces presidente Donald Trump en una improvisada conferencia de prensa alzó la cabeza hacia el cielo y proclamó: “Soy el elegido”. El vídeo inundó rápidamente las redes y se hizo viral. Desde entonces, esa “profecía” circula entre sus votantes evangélicos, y se ha vuelto a colar en su discurso con motivo del intento de asesinato que sufrió el pasado fin de semana por parte del establisment que busca impedir de esta manera su retorno a la Casa Blanca en las elecciones de noviembre. Ese discurso mesiánico no es nuevo entre los votantes evangélicos de Trump, quienes están firmemente convencidos de que Dios lo salvo de que fuera asesinado. “En el 2016 le dije a Trump: usted va a ser elegido presidente de los EE.UU., y si eso ocurre, será porque Dios tiene un gran plan para usted y para nuestro país. Y así sucedió”, recordó el pastor evangélico Robert Jeffress en una entrevista con The Washington Post. Y Paula White, que junto a Jeffress era la líder evangélica más cercana a Trump en ese momento, proclamó en el 2017 que el mandatario había sido “elevado por Dios”, azuzando un discurso que lleva a muchos en la derecha religiosa a referirse a Trump como un Mesías que ha sido seleccionado por Dios para liderar el país. “Fue solo Dios quien evitó que sucediera lo impensable” escribió el candidato republicano en su propia red social Truht Social, tras recibir asistencia médica luego del intento de asesinato mientras pronunciaba un mitin en Butler, Pensilvania, atentado que le costó la vida a un asistente y ha dejado heridas de gravedad a otras dos personas. Prometió además no desviarse de su rumbo y enfrentarse al mal: “NO TEMEREREMOS, sino que permaneceremos resilientes en nuestra Fe y desafiantes frente a la Maldad”, insistió el expresidente, quien hizo un llamado a los estadounidenses a mostrar unidad frente a la violencia política, “manteniéndonos fuertes y decididos para no permitir que el mal gane” apunto. Si el mismo Trump salvo de morir fue debido a que providencialmente giro la cabeza a un lado y la bala le rozo la oreja derecha. No es de extrañar que ahora haya vuelto a calar la teoría de la intervención divina para evitar su muerte y la señal consiguiente de que se trata del ‘elegido’ para regir el destino de los EE.UU. propalada por algunos de sus más fieles seguidores, pero también por líderes de organizaciones religiosas vinculadas al creciente nacionalismo cristiano, sobre todos entre las sectas fundamentalistas evangélicas y pentecostalistas. No tardó en sumarse a esa corriente intervencionista de Dios en el asunto de las elecciones presidenciales del próximo mes de noviembre el senador Marco Rubio, de Florida. “Dios protegió a Donald Trump”, escribió sin atisbo de duda. Otros líderes republicanos compartieron el mismo sentimiento e incluso alguno como el representante de Nueva York, Brandon Williams, relacionaron la supervivencia de Trump con la supervivencia del propio EE.UU. Esta idea refuerza la teoría en la que se viene trabajando desde hace tiempo de que Dios toma partido de manera directa por Trump y que el último domingo ha sido repicada en los sermones dominicales de muchas congregaciones religiosas. Así por ejemplo, en declaraciones a Fox News, el reverendo Franklin Graham, director ejecutivo de Samaritan's Purse y de la Asociación Evangelística Billy Graham, señaló que "me uno a millones de estadounidenses y personas de todo el mundo que están agradeciendo a Dios que el expresidente Donald Trump esté a salvo. Es obvio que la mano protectora de Dios estaba sobre él" declaro. Katy Talento, directora ejecutiva de The Alliance of Health Care Sharing Ministries, con sede en Washington, DC, señaló también a Fox News que "el odio demoniaco de un sector impío de nuestra sociedad no ha logrado hoy derrocar al presidente Trump", relacionando la falta de fe de quienes no apoyan a Trump, una de las bazas en las que se apoya el creciente nacionalismo cristiano para su guerra cultural. En este sentido, el orador, comentarista y autor Craig Huey, señaló a Fox News que " EE.UU. necesita orar por el presidente Trump y su familia y por la víctima inocente asesinada en el mitin de Trump. Necesitamos volver a dedicarnos a cambiar nuestra cultura y nuestra política". "En todo el país, las iglesias el domingo llamaron a EE.UU. al arrepentimiento y agradecer a Dios porque Trump sobrevivió al intento de asesinato por parte del establishment", abundó el pastor. Con todo, y cuando la posibilidad de una nueva guerra civil ha vuelto a abrirse paso en el país debido a una polarización a la que no es ajena la religión, algunos pastores apelan a la mesura. Es el caso de Mark Burns, pastor del Harvest Praise & Worship Center en Carolina del Sur y cercano a Trump, quien, en declaraciones recogidas por ABC News, señaló que el expresidente ahora está “más fuerte que nunca” y pidió a sus partidarios que ejerzan moderación en los próximos días. “No saldremos a las calles para tomar represalias, sino que operaremos en los reinos celestiales, los reinos espirituales”, dijo Burns. “De todas maneras, hay que estar atentos a las maquinaciones del Maligno” asevero. Y no le falta razón.
El reconocido astrofísico Avi Loeb - jefe del proyecto Galileo, director fundador de la Iniciativa Black Hole de la Universidad de Harvard, director del Instituto para la Teoría y la Computación del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian y autor del bestseller Extraterrestrial: The first sign of intelligent life beyond earth, así como de su nuevo libro Interstellar - sostiene en esta oportunidad que, desde un punto de vista estadístico, es más probable que las inteligencias alienígenas sean artificiales y autorreplicantes, en lugar de biológicas. Y que la razón de sus visitas no tiene que ver con nosotros, sino con la posición de nuestro planeta respecto al Sol. Un interesante punto de vista, que traducido y entrecomillado os ofrecemos a continuación ¿vale?: “Los modelos de lenguaje de gran tamaño (LLM por sus siglas en inglés) con inteligencia artificial (IA) son redes neuronales cuyo hardware es muy diferente al del cerebro humano. Consumen gigavatios de energía en lugar de decenas de vatios, están hechos de silicio en lugar de tejido esponjoso y sangre, y sus neuronas artificiales transmiten señales a la velocidad de la luz. Estas señales recorrerían 150 kilómetros en el medio milisegundo que tardan las moléculas de neurotransmisores en viajar entre sinapsis en el cerebro humano, que es un millón de veces más pequeño. Estas diferencias materiales sugieren que los sistemas de IA representan lo que podríamos caracterizar como una inteligencia ‘alienígena’. Claro, podemos esforzarnos por alinear la IA con los humanos mediante un entrenamiento y supervisión exhaustivos, pero a largo plazo, este intento podría acabar siendo comparable a ponerle maquillaje a un cerdo. De hecho, la distinción fundamental entre la IA y la inteligencia humana podría ofrecernos un primer indicio de lo que podríamos encontrar algún día con el eventual descubrimiento de tecnologías extraterrestres, fabricadas en circunstancias inimaginables en algún exoplaneta lejano. La ecuación de Drake arroja poca luz sobre las probabilidades de tener tal encuentro. En miles de millones de años, basta con una sola civilización avanzada en toda la Vía Láctea para llenar todo el espacio interestelar con sondas autorreplicantes equipadas con IA e impresoras 3D, capaces de producir copias de sí mismas a partir de los materiales crudos que encuentren en lugares remotos. Este truco de autorreplicación es familiar para los microbios terrestres, que se reproducen y multiplican regularmente. Curiosamente, las capacidades computacionales tanto de la IA como del cerebro humano están limitadas por la energía disponible. El cerebro humano consume una quinta parte de la energía metabólica del cuerpo, un requerimiento apenas satisfecho por la caza y recolección de recursos naturales. Es probable que el crecimiento exponencial de los sistemas de IA se estabilice en una o dos décadas debido a limitaciones en el suministro eléctrico. Es natural suponer, por extensión, que el nivel de inteligencia exhibido por las sondas extraterrestres estará limitado por su suministro de energía. El flujo de energía proporcionado por una estrella disminuye inversamente con el cuadrado de la distancia, mientras que el tiempo para cruzar esa distancia aumenta proporcionalmente. Como resultado, la cantidad de energía estelar disponible disminuye inversamente con la distancia a la que se aproxima a una estrella. Al alcanzar la distancia entre la Tierra y el Sol, una sonda interestelar puede recolectar 100.000 veces más energía que la disponible a mitad de camino entre el Sol y su estrella más cercana. Esto proporciona un buen incentivo para que las sondas interestelares visiten la región habitable alrededor de las estrellas. Acercarse diez veces más a la estrella podría provocar el derretimiento de la sonda, ya que su temperatura superficial excedería los mil grados. Además de proporcionar energía a temperaturas superficiales tolerables, la región habitable alrededor de una estrella también ofrece la oportunidad de encontrar agua líquida, que podría convertirse en combustible de hidrógeno u oxígeno mediante la electrólisis. Por estas razones, los planetas habitables podrían ser vistos por las sondas interestelares como estaciones de servicio. Sondas interestelares funcionales podrían llegar cerca de nuestro planeta por estas razones. Pensar que lo hacen por nosotros es pretencioso. Puede que no seamos la principal atracción en la Tierra, como a menudo nos hacen creer las películas de ciencia ficción, dado nuestro enfoque egocéntrico. En una gran ciudad, a menudo encontramos desconocidos en nuestra calle que no se preocupan por nosotros. De manera similar, las sondas extraterrestres podrían no ver nuestras armas nucleares como una amenaza o un recurso. Pero podríamos utilizarlas para beneficiarnos de sus conocimientos o alinear nuestros intereses con los suyos. Estas son las mismas motivaciones que guían nuestra interacción con los sistemas de IA. Dadas estas similitudes, la abreviatura IA podría referirse tanto a inteligencia alienígena como a inteligencia artificial de nuestra propia creación. Nuestros telescopios más grandes son incapaces de detectar el flujo de luz solar reflejada por sondas del tamaño de un metro a menos que lleguen a una distancia comparable al diámetro de la Tierra. Basándonos en la tasa de impacto de meteoros interestelares - como IM1 o IM2 -, debería haber millones de objetos de un metro de escala provenientes del espacio interestelar dentro de la órbita de la Tierra alrededor del Sol en cualquier momento. La cuestión clave es si alguno de estos objetos interestelares es de origen artificial. Y lo más importante, ¿hay dispositivos funcionales entre las rocas y la basura espacial que la mayoría de los objetos representan? Escribo esto con la esperanza de que los tres observatorios del Proyecto Galileo en los EE.UU. se unan al Observatorio Rubin que se construye en Chile para encontrar nuevos objetos interestelares a partir del 2025. Incluso si solo uno en un millón de estos objetos resulta ser un dispositivo funcional, su descubrimiento cambiará nuestra forma de comportarnos, de manera similar a la realización de que alguien está leyendo nuestros correos electrónicos o escuchando nuestras llamadas telefónicas. Después de identificar los nutrientes de los que se alimenta una sonda interestelar, podríamos atraerla a nuestro patio trasero proporcionando generosamente estos nutrientes. Un encuentro más cercano nos permitiría aprender más sobre la naturaleza de su inteligencia alienígena. La limitación en el suministro de energía podría limitar el nivel de inteligencia de una sonda alienígena, pero la incógnita crítica es si ese nivel supera al nuestro. Al tratar con inteligencia alienígena, el mayor desafío no son las incógnitas que conocemos, sino las que ni siquiera imaginamos. Podríamos ser parte de una gran población de inteligencias que surgieron desde el Big Bang hace 13.800 millones de años. La pregunta fundamental es cuántas de ellas tienen más parámetros que el cerebro humano. Por ahora, nuestro conocimiento limitado nos permite imaginar los beneficios de los grandes números. Sabemos que hay unos 100 mil millones de neuronas en el cerebro humano, un número similar al de estrellas en la Vía Láctea o al de galaxias en el volumen observable del universo. Los sistemas de IA podrían mejorar nuestros cuerpos en el futuro, al igual que formas de vida alienígenas. Esto no sería algo sin precedentes, ya que hay 100 billones de bacterias en el intestino humano, un número similar al de estrellas en un cúmulo de galaxias rico” puntualizo.
¿Existió un programa espacial secreto que envió seres humanos a planeta rojo? Al parecer si, y prueba de ello es una película aparentemente filtrada de la NASA que circula profusamente en la red, que muestra las imágenes borrosas de una misión tripulada a Marte realizada en 1973 y que los fanáticos de los OVNIS la consideran como una muestra de que hemos estado en Marte, según da cuenta esa semana Metro. En efecto, se dice que en los años 70 hubo una misión secreta conjunta de EE.UU. y Rusia llamada Project Redsun, que había llevado a Buzz Aldrin y Neil Armstrong, quienes estarían acompañados por un cosmonauta ruso, en una misión tripulada a Marte, que habría despegado desde un "lugar aislado" en Brasil. Si bien las primeras misiones "Redsun" fueron misiones de recopilación de información, en 1973 el objetivo era llevar a un hombre al mismísimo Marte. Se sabe poco sobre estas misiones, pero han surgido imágenes filtradas del ISV Columbus - compuesto por Elliott See (comandante), William B. Rutledge (piloto) y Vladimir Ilyushin - del cual se afirma que fue lanzado en agosto de 1973. La película en cuestión comienza con un cartel que dice "Prohibida su distribución al público". El clip de 3 minutos de duración al parecer se filtró de una colección de imágenes de archivo de 16 mm utilizadas en el entrenamiento de astronautas de la NASA y pilotos de la Fuerza Aérea. Como era de esperar, los escépticos han señalado que la película “parece utilizar el logotipo equivocado para la NASA”, y sugieren “que se ha creado utilizando fotogramas de Marte de la NASA en un programa de edición”. Sin embargo, los teóricos de la conspiración están convencidos que existió un programa espacial secreto de la NASA, mediante las cual los humanos llegaron a Marte a finales a principios de los 70 y desde entonces permanecen allí. Muchos están convencidos que el Curiosity Rover - del cual se dice que explora el planeta rojo desde el 2012 - es un gran engaño, señalando como prueba de ello los brillantes paneles solares del vehículo, que serían pulidos por los humanos debido a las frecuentes tormentas de polvo que se abaten sobre el planeta rojo, pero que inexplicablemente siempre aparecen impecables. Al respecto, Nigel Watson, autor del Manual de investigaciones OVNI de Haynes, dijo: "Creo que nos fascina la idea de que hay personas viviendo secretamente bajo la superficie de Marte y que son parte de algún programa espacial secreto del cual no tenemos noticia” aseveró. “Un proyecto de ese tipo necesitaría inmensos recursos y sería muy difícil mantenerlo oculto, pero muchos piensan que esto es lo que está sucediendo y que estas actividades se están llevando a cabo en conjunción con una o más especies alienígenas" añadió. Precisamente, los teóricos de la conspiración creen que esto se mantiene oculto al público en general por varias razones siniestras, y que la NASA y otros gobiernos están en contacto encubierto con extraterrestres. Watson, agrego: "Estos relatos de misiones espaciales secretas parecen estar creciendo en número y me recuerdan al infame Proyecto Serpo. Resulta que en noviembre de 2005, un contacto 'anónimo', que dijo trabajar para la Agencia de Inteligencia de Defensa de Estados Unidos (DIA, por sus siglas en inglés), comenzó a enviar información sobre un extraordinario programa de intercambio de extraterrestres, llamado Proyecto Serpo. Basándose en un documento de 3.000 páginas escrito a finales de los años 70, afirmó con valentía que se habían recuperado seis extraterrestres del accidente de Roswell. Las afirmaciones de que se recuperaron extraterrestres vivos y/o muertos del accidente de Roswell no son nada nuevo, pero en este caso se afirmó que un superviviente extraterrestre del accidente, llamado EBE 1, ayudó a organizar a doce personas especialmente entrenadas para visitar su planeta natal Serpo en el sistema solar Zeta Reticuli. Esta misión tuvo lugar en 1965 y permanecieron allí hasta 1978. Durante su estancia, dos de ellos murieron, dos permanecieron en el planeta y el resto, luego de regresar a la Tierra, han muerto debido a los altos niveles de radiación a los que estuvieron expuestos en Serpo” puntualizo. ¿Es plausible el Proyecto Redsun de la NASA? ¿Hemos estado ya en Marte? Una cosa es ir a la Luna - que se hace en pocos días - que a Marte, un viaje que dura años debido a la distancia en la que se encuentra. ¿La NASA tiene la capacidad para lograrlo y proporcionar soporte vital incluso para una persona, y mucho menos para varias personas, para un viaje de esta duración? Además, la cantidad de exposición a la radiación durante este período de tiempo hace muy difícil y riesgoso realizar ese viaje, no solo en una dirección, sino en ambas direcciones. Una vez en Marte, sigue habiendo una necesidad considerable de soporte vital, ya que no habría infraestructura allí. Tampoco es fácil aterrizar en Marte. Incluso las sondas robóticas tienen dificultades para lograr un ‘amartizaje’ perfecto. Despegar desde su superficie de Marte tampoco sería nada trivial. Teniendo en cuenta todo esto ¿Es posible que la NASA lo haya logrado pero que luego no se atribuya el mérito de todos estos increíbles logros? Como podéis notar, son varias las preguntas sin respuesta.
