A juzgar por las declaraciones de sus inquilinos, sí. Los investigadores confían esperanzados en que algún día se lleve a cabo la desclasificación oficial del tema OVNI. No en vano se supone que guardan en sus hangares secretos algo más que papeles. Quién sabe. Cuando ese día llegue, y se anunciara al mundo que no estamos solos, que la vida inteligente ha visitado la Tierra y, más aún, que tenemos pruebas fiables porque hemos recobrado cuerpos y vehículos extraterrestres siniestrados. Por desgracia, es improbable que tal situación llegue a darse. Incluso una investigación superficial sobre los OVNIS revela enseguida que a pesar de todas las negativas oficiales, los grupos militares y de inteligencia se toman el fenómeno muy en serio. Documentos obtenidos en 1979 mediante la ley americana de libertad de información de la CIA, revelan que esta agencia siguió estudiando a los OVNIS recopilando datos sobre el mismo a pesar de una declaración previa en 1953 de que se había cerrado el expediente acerca de estos casos. Enseguida resultó evidente para los investigadores que, a pesar del hecho de que el tema OVNI suele ser con frecuencia mal interpretado y ridiculizado por los medios de comunicación, dando una impresión falsa al público de que no es un tema que merezca la investigación oficial, lo cierto es que en realidad, en los círculos oficiales se consideran un tema prioritario para la seguridad nacional y están clasificados en los estamentos más elevados. En un documental dado a conocer en la televisión americana sobre el tema - Out of the Blue - se entrevisto a varios militares que habían visto cómo los OVNIS interferían con la tecnología militar. En un caso, uno de ellos sobrevoló un complejo de lanzamiento de misiles nucleares en Montana, y en cuestión de segundos inhabilitó casi 20 misiles balísticos intercontinentales. Naturalmente el hecho de que la tecnología extremadamente avanzada pueda entrar impunemente en espacio aéreo protegido, neutralizar las más poderosas armas militares, y dar vueltas alrededor de sus cazas más rápidos, no es algo que las autoridades deseen admitir. Esto ya es suficiente para darse cuenta de que la idea de la desclasificación oficial es algo improbable. La función de los militares es proteger la nación. Cualquier señal de que no puede hacerlo eficazmente no sería admitida por el hombre elegido como jefe de las fuerzas armadas: el presidente norteamericano. Además de esto, resulta evidente que, debido a que el tema es tan serio para la seguridad nacional y, por tanto, está clasificado en los niveles más altos, el presidente, a pesar de ser el jefe de las fuerzas armadas, no posee necesariamente una categoría de seguridad lo suficientemente alta como para poder acceder a toda la información clasificada sobre los OVNIS. Ronald Pandolfi, un científico que actuó como enlace de la CIA con la Casablanca durante el mandato de Bill Clinton, declaró que “las diversas agencias de inteligencia no tienen ningún interés en satisfacer la curiosidad oficial, y si el director de la CIA decide que el presidente no debe enterarse de algo, entonces el presidente no tiene por qué enterarse”. La cuestión entonces sigue siendo hasta qué punto los mandatarios estadounidenses han podido acceder a la información clasificada sobre los OVNIS? Y quizá más importante todavía: ¿se les ha mostrado a alguno de ellos la prueba más convincente de todas: los restos y cuerpos de alienígenas proveniente de accidentes de esas naves procedentes del espacio exterior? Por cierto, no deja de llamar la atención que la gran mayoría de quienes pasaron por la Casa Blanca sean los mas fervorosos creyentes, bien porque afirman haberlos visto años atrás antes de asumir el cargo o porque una vez en la Casa Blanca, llegan a enterarse de “algo” que al común de los mortales no les esta permitido conocer. El más explícito fue Jimmy Carter quien en 1976 reconoció a los periodistas que seguían su campaña electoral que él mismo había experimentado un avistamiento. “No me río de nadie que diga que ha visto un OVNI -aseguró - porque yo mismo he vivido esa experiencia y fue una de las más dramáticas de mi vida”. Se refiere a al avistamiento el 6 de enero de 1969 dos años antes de convertirse en gobernador del Estado de Georgia, el cual lo afecto profundamente. “Si me eligen presidente de los EE.UU., prometo que revelaré al público y a los científicos hasta la última pizca de información que las autoridades tengan sobre la visita de seres de otros mundos”. Pero como era de esperar, jamás cumplió su promesa. Cuando se le pregunto en una ocasión en el 2003 por qué no había desclasificado la información sobre los OVNIS, declaró: “La gente tiene muchas teorías, pero nadie sabe la verdad”. Bill Clinton también se permitió tener su desliz creyente cuando afirmó: “Tengo el empeño de encontrar la respuesta a dos preguntas que me obsesionan: quién mató a JFK y si existen realmente los OVNIS”. William Laparl, que trabajó con la CIA en los primeros días del mandato de Clinton, escribió: “Entre los altos mandos de la CIA se sabía que siempre andaba detrás de los OVNIS. Bill Clinton había estado preguntando a todo aquel que quisiera escucharle que le dijera el secreto. Si se encontraba con algún almirante, le decía: ‘Por cierto, dígame los secretos que tenemos acerca de los OVNIS’. Simplemente le miraban sorprendidos como si fuera de otro planeta”. A pesar de todos los esfuerzos de Clinton acerca de desentrañar el enigma de los OVNIS, es un hecho que no pudo hacer nada para conseguir acceder a la información clasificada sobre el mismo. Sarah McClendon, antigua reportera de la Casa Blanca, expresó la frustración del presidente. Le preguntó por qué no hacía algo para sacar a la luz la verdad. McClendon dijo que el presidente se inclinó hacia ella y en respuesta a su pregunta dijo: “Sarah, hay un gobierno secreto dentro del gobierno, y no tengo ningún control sobre el mismo”. Quizá le podría haber ayudado a encontrar una respuesta a su inquietud, su antecesor Ronald Reagan, el cual ha sido el único junto con Carter quien abiertamente ha manifestado a los medios de comunicación haber visto un OVNI. Kitty Nelly, en su biografía no autorizada de Nancy Reagan, afirmaba que Ronald admitía creer en su existencia, e “incluso juró que había visto unos cuantos Objetos Voladores No Identificados”. Uno de esos avistamientos ocurrió en 1974 y lo relato de la siguiente manera: “Estaba en el avión la semana pasada cuando me entretuve un rato mirando por la ventana. Entonces vi una luz blanca zigzagueante. Me levanté hasta la cabina del piloto y le pregunté: ¿has visto alguna vez algo parecido? Estaba asombradísimo; me contestó que no. Le pedí que siguiéramos a aquella luz. Lo hicimos durante varios minutos. Era brillante y blanca. La perseguimos hasta Bakersfield y fue allí donde, ante nuestros ojos como platos, se fugó directamente hacia el cielo. Cuando bajé del avión se lo conté a Nancy, pero preferimos no emitir ningún informe sobre ello: en aquella época te podían tomar por idiota si contabas que habías visto un OVNI”. Más casos. Gerald Ford, en una carta a L. Medel Rivers cuando era congresista declaró: “No tengo duda de que has seguido el reciente flujo de noticias sobre los OVNIS. Estoy especialmente interesado en estas cosas porque muchos de los avistamientos se han producido en mi Estado, Michigan. Creo que hay fundamento en buena parte de estos informes y me parece que el pueblo americano merece una explicación más profunda que la que le están dando las Fuerzas Armadas” subrayó. En cuanto a George W. Bush, se especula que podría estar bastante bien informado sobre la situación debido a su padre, - quien además de ocupar el cargo de Presidente durante cuatro años, también fue jefe de la CIA con Gerald Ford, y actuó como vicepresidente con Ronald Reagan durante ocho años - pero a pesar de ello, mantuvieron el secretismo y nunca lo ventilaron en público. Con relación a Barack Hussein Obama, en una entrevista realizada por el comediante estadounidense Jimmy Kimmel, este enfiló su entrevista sobre los alienigenas y dijo que si él fuera presidente de los EE.UU. lo primero que haría sería conocer los archivos secretos sobre el Área 51 y los OVNIS, para saber lo que realmente pasó, pero Obama le respondió “Es por este motivo que nunca serás presidente. Los extraterrestres no van a dejar que suceda ya que revelarías todos sus secretos. Ellos ejercen un control estricto sobre nosotros” aseveró. Estas declaraciones originaron una avalancha de artículos entre los creyentes de las teorías de conspiración, quedando claro que de Obama no iba a salir ninguna confirmación sobre la vida extraterrestre, tal como ocurrió con Bill Clinton. Finalmente esta Donald Trump, de quien se afirma que cree en la existencia de OVNIS, aunque su portavoz, Sarah Sanders, afirmó no tener la respuesta. “Este tema no ha sido mencionado en nuestras reuniones”, respondió en una rueda de prensa. “Lo verificaré y os mantendré al corriente”, añadió. Sin embargo, las revelaciones del The New York Times sobre la existencia de un programa del Pentágono encargado de investigar los objetos voladores no identificados aumento las especulaciones en Washington. Entre 2007 y 2012, este programa, llamado Advanced Aerospace Threat Identification Program (Programa de Identificación de Amenazas Aeroespaciales Avanzadas), ha documentado extraños objetos voladores que viajaban a gran velocidad sin propulsión visible o en posición estacionaria sin medios aparentes de sustentación. Según el Departamento de Defensa, el programa concluyó en el 2012 porque “había otras prioridades que merecían financiación y estaba en el interés del ministerio hacer un cambio”. Sin embargo, hay quienes aseguran que, a pesar de que se dejaran de destinar fondos, el programa sigue existiendo por pedido expreso del propio Trump. Queda claro que el interés persiste, pero lamentablemente quizás nunca sabremos la verdad.