Como sabéis, el contacto con formas de vida del espacio exterior es un tema que ha fascinado a los seres humanos durante generaciones, motivando desde al campo de la literatura hasta la investigación científica. Pero ahora, un científico de la NASA ha declarado que estas formas de vida podrían haber visitado ya nuestro planeta y que, en definitiva, no serían como las imaginamos. En efecto, en un artículo de investigación publicado este martes por The Sun, el doctor en ciencias biofísicas Silvano P. Colombano ha abordado el tema, proponiendo al SETI (el programa de la NASA dedicado a esta tarea) nuevos enfoques para la investigación de vida alienígena. Colombano sugiere que, a la luz de los recientes descubrimientos de sistemas planetarios que podrían albergar vida, es necesario un acercamiento “más agresivo” en esta búsqueda. El académico retoma algunas suposiciones generales que hasta el momento han regido la búsqueda de vida extraterrestre y las replantea. Una de ellas es que la idea de que las civilizaciones inteligentes deben estar integradas por seres con base de carbono. Colombano señala que, debido a lo que sabemos del origen de la vida en el universo, es lógico asumir que se requiera de la presencia de ciertos elementos para el desarrollo de seres vivientes. No obstante, las formas de vida con base de carbono - es decir, todo ser viviente en la Tierra - podrían no ser más que “el inicio” de un largo proceso evolutivo que derivaría en otro tipo de formas de vida, no necesariamente basadas en este elemento. “[Apenas] Llevamos 50 años de evolución computacional y ya hablamos de ‘super-inteligencias’, y poco a poco vamos haciendo simbiosis con los dispositivos computarizados”, argumento. “No digo que esto amenace nuestra supervivencia como especie. Solo quiero señalar que la inteligencia que elija contactarnos (sino es que lo ha hecho ya) podría no ser un organismo con base de carbono, como nosotros”, señala. Dicha simbiosis entre organismos biológicos y máquinas sería la clave para lograr los viajes interestelares, actualmente vedado a los humanos por su corta esperanza de vida. “¿Cómo cambiaría nuestro entendimiento de un viaje interestelar? Nuestra esperanza de vida ya no sería una limitante y quizá el ‘explorador’ podría ser un diminuto ser súper inteligente”, indica el autor. En su artículo, Colombano también cuestiona la idea de que los seres humanos “no hemos sido ni estamos siendo visitados por extraterrestres”. A este respecto, señala que la ciencia ha subestimado el fenómeno OVNI, a pesar de la existencia de evidencias encontradas y extraños avistamientos difíciles de explicar. Según él, existen tres motivos por los cuales los Objetos Voladores No Identificados no se han investigado a fondo: la extremadamente baja probabilidad del viaje interestelar según parámetros humanos, la proliferación de información fraudulenta, noticias falsas y errores de percepción, y el rechazo generalizado hacia el fenómeno por parte de la comunidad científica. Para trascender esto, Colombano propone transformar el enfoque, es decir, abrir las posibilidades de lo que se podría encontrar al investigar la vida extraterrestre. “Si adoptamos nuevas posturas sobre las formas de vida inteligente y la tecnología que podríamos encontrar, algunos de estos fenómenos podrían encajar en hipótesis específicas y ello nos llevaría a un acercamiento más serio”, apunta. Finalmente, Colombano propone que físicos, tecnólogos y hasta sociólogos, expandan su objetivo y se abran a nuevas ideas. Para esto ayudaría tomar en cuenta la simbiosis de la biología y las máquinas así como repensar bajo qué medio otras civilizaciones podrían contactar con la raza humana. Lo anterior, puntualiza el investigador de la NASA, no significaría sacrificar las teorías ya existentes, sino enriquecer el enfoque de la investigación abriendo el entendimiento a estos nuevos conceptos.