TIEMPOS DEL MUNDO

jueves, 5 de agosto de 2021

GALILEO PROJECT: Demostrando la existencia de inteligencia alienígena a través de la tecnología

¿Existen ahí fuera civilizaciones extraterrestres capaces de construir naves y tecnología para viajar entre las estrellas? Esta es la pregunta que va a intentar resolver un equipo internacional liderado por el polémico astrofísico de Harvard, Avi Loeb, quien buscará vida inteligente pasada o presente a través del bautizado como Galileo Project (Proyecto Galileo) según informa The Guardian. Fue denominado así en honor al astrónomo italiano del Siglo XVII que fue injustamente difamado. La idea del proyecto es analizar datos de estudios astronómicos y observaciones de telescopios, así como diseñar nuevos algoritmos utilizando inteligencia artificial, con el fin de identificar posibles viajeros interestelares, satélites construidos por extraterrestres y fenómenos aéreos no identificados (UAP, nuevas siglas para objetos voladores no identificados), según un comunicado emitido recientemente. “La ciencia no debería rechazar posibles explicaciones que tengan que ver con extraterrestres solo por el estigma social o preferencias culturales que chocan contra el método científico de investigación empírica e imparcial. Ahora debemos atrevernos a mirar a través de nuevos telescopios, tanto literal como de forma figurada” afirma Loeb en la misiva. Loeb, quien también es director del Instituto de Teoría y Computación en el Centro Harvard-Smithsonian de Astrofísica, sugirió anteriormente que el primer viajero interestelar llamado Oumuamua que fue divisado en el 2017 cuando abandonaba nuestro Sistema Solar, por lo que no pudo ser ampliamente investigado y catalogado con seguridad, era una nave alienígena varada. El astrónomo hasta publicó un libro argumentando su hipótesis, convencido de que no somos los únicos habitantes del universo. Loeb se apoyaba en lo errático de su trayectoria - aceleraba sin explicación o no presentaba los rasgos característicos de un cometa o un asteroide - para afirmar que se trataba de tecnología extraterrestre, teoría que aún hoy mantiene. “Solo podemos especular si Oumuamua puede ser desentrañado por explicaciones naturales nunca antes vistas, o si debemos estirar nuestra imaginación y pensar que, tal vez, sea un objeto tecnológico extraterrestre, similar a una vela de luz muy delgada o una antena de comunicaciones, que encajaría en el espacio astronómico”, afirmo Loeb. Por ello, el equipo del Proyecto Galileo se afanará por encontrar otros objetos similares, amén de desarrollar estrategias para encontrar y rastrear tales cuerpos tanto desde el espacio y desde los observatorios terrestres. Otras áreas de investigación del proyecto incluirán la búsqueda de pequeños satélites extraterrestres que puedan estar observando la Tierra y el análisis de avistamientos de UAP (anteriormente conocidos como OVNIS). Según los impulsores de este proyecto, la búsqueda activa “mejora en gran medida las posibilidades de encontrar los primeros ejemplos de tecnología alienígena”. Es decir, de descubrir que, realmente, la verdad está ahí fuera. Pese a que no haya evidencias empíricas que demuestren la existencia de civilizaciones alienígenas en la Vía Láctea, Loeb se niega a afirmar que no exista vida inteligente extraterrestre. Son varias las misiones espaciales que han tratado de demostrarlo, como Voyager 1 y 2, Pioneer 10 y 11 y New Horizons. “La ciencia no debería rechazar dogmáticamente las posibles explicaciones extraterrestres debido al estigma social o preferencias culturales”, señalo. Desde luego, digan lo que digan sus detractores, Loeb parece no rendirse.